Apropiación Cultural En America Latina

Introducción

Nuestra hermosa y apreciada América latina es caracterizada por ser una región pluricultural y plurilingüe, los 671 pueblos indígenas (aproximadamente) están dispuestos a las antiguas y nuevas inequidades. A los países de pueblos independientes considerados indígenas por el hecho de descender en las poblaciones que habitan el país, o en una región geográfica a la que pertenecen el país en la época de la conquista o la colonización o el establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, sea cualquiera que sea su condición social y/o jurídica, conservan todos sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas.

Desarrollo

Sociedad multicultural 

La realidad de la cultura y su diversidad, se considera como los modos de realización humana el estilo de vida, su cosmovisión, la manera de situarse ante uno mismo y los demás, ante la naturaleza y la trascendencia, por esto es necesario remarcar una notable diferencia. La diversidad cultural no significa pluralismo cultural, la idea de pluralismo contiene la noción de igualdad, la que es privilegiada en la discusión y en él reconociendo de los pares, mientras que la idea de diversidad se encuentra atravesada por la noción de jerarquía. 

De esta manera, el discurso racista, por ejemplo, contiene la idea de diversidad y presupone que existen razas diferentes, una raza superior y otra sumisa ante ello. Por ello es necesario el derecho al pluralismo en la actual situación de nuestro país, que se debe de ejecutar con de la mano de diferentes aspectos.

En los diferentes dominios como la educación y la gestión de la rica diversidad y biodiversidad de nuestro país, las interrogantes que cuestionan la visión monocultural de las políticas gubernamentales, hasta las proposiciones de refundación de aparato estatal, capaz de asumir la realidad ecológica, social, política y cultural de nuestro ambiente; es necesario conocer, valorar y tolerar las diversas formas de expresiones a lo largo y ancho de nuestro territorio soberano; fomentándola a través de la mayor fuente, la educación, nuestras culturas y sus diferentes costumbres repasando con mayor ahincó su etnología.

La defensa del reconocimiento de los derechos culturales y del respeto a la diferencia entrena contradicciones. Una de ellas es que la afirmación de los derechos culturales o étnicos de los pueblos originarios o grupos étnicos que conviven dentro de un Estado-nación puede propiciar posiciones fundamentalistas que niegan a sus miembros el derecho a elegir en nombre de la solidaridad y de la identidad cultural. Por otro lado, existe el riesgo de esencializar la tradición. De hecho, los movimientos políticos que han ido portavoces de las poblaciones locales por lo general se fundan en la suposición que comparten una opresión común o son heredadas de alguna tradición auténtica.

La globalización como amenaza la diversidad cultural 

Un resultado hipotético de toda la creación de nuevos contextos culturales aceptándose y conviviendo entre sí, los sistemas culturales están desafiados o siendo amedrentados por el macroproceso de la globalización, el cual no merma la situación actual del país respecto a la conservación de la diversidad cultural; dicho macroproceso ha pasado a ser un referente interpretativo como el factor principal de injusticia, ignorancia, ingobernabilidad y deshumanización del mundo. 

Esta situación actual la globalización agudiza notoriamente los procesos homogeneizadores y nos da un claro aviso de que las personas inmensas en este proceso se verán como aquellos que no nos importe si poseen derechos culturales o simplemente no los tiene. Este “descuido” de los derechos culturales no se debe tan solo al proceso de globalización, sino también a ciertos puntos cardinales que aquejan a una sociedad en donde se incluyen en mayor parte a tensiones políticas e ideologías que rodean este conjunto de procesos.

Los diferentes pueblos originarios, descendientes de migrantes y poblaciones asimilados a la cultura occidental conviven cotidianamente, pueden conducir a esos pueblos a un callejón sin salida, porque la posibilidad de crear una plataforma común de acción para aquellos sujetos o grupos que están en posición excluida o subordinada y podría dispersarlos en acciones múltiples en el nombre de sus diferentes orígenes étnicos o culturales y así perder sus raíces ancestrales; por ello la globalización es el gran proceso perjudicial de los pueblos originarios además de la pérdida de sus costumbres arraigadas.

Conclusión

La actual situación sociolingüística referida a las lenguas indígenas y a sus hablantes, en la medida en que aquellos estén relacionados con la oferta educativa que los respectivos Estados han estructurado para los educandos vernáculo-hablantes y con sus necesidades y demandas educativas planes de educación en su respectiva lengua. Al respecto, cabe resaltar que el análisis de estas lenguas como instrumentos de construcciones sociales de la realidad y de comunicación, y, en esa medida, también en cuanto vehículos de transmisión cultural.

Este conflicto lingüístico-cultural no totalmente ajena a los educandos, es menester recordar que ellos son también producto de una formación determinada y que tal práctica forma parte de una tradición pedagógica que moldeo sus comportamientos laborales y sociales. La primacía totalitaria y controladora de dicha tradición ha sido tan que los profesionales de la educación nos hemos autoembarcado, diseñando detallando perfiles que rara vez lograran alcanzarse. 

20 May 2021
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