Correlacion Entre La Cultura Y La Comunicación.

Introduccion.

El termino cultura y comunicación van entrelazados uno a otro, de esta manera la sociedad posee una identidad la cual las hace diferentes unas de otras. La cultura de un pueblo lo hace característico y permite que las personas se críen y se formen en función a las normas y valores que esta tiene. Las costumbres, festividades, comportamientos, el idioma, creencias, actitudes, vestimentas entre muchas otras más formas de expresión son inherentes a esta y es por eso que se forma la identidad cultural. 

La familia es uno de los pilares principales de la cultura porque gracias a esta se enseñan todos estos comportamientos. Las familias forman las sociedades y pueblos y así le dan forma a un gran patrón que contiene multiplicidad de variables que conforman la cultura. Desde hace mucho tiempo la comunicación ha permitido expresar a los pueblos diferentes situación, entonces la comunicación es quien transmite los distintos conceptos, valores, creencias, ideales, pensamientos, etc., que resultan de la cultura. Como ejemplo tenemos la tradición oral en donde las historias eran pasadas de generación en generación debido a que los abuelos, familiares y personas del común iban contándolas por donde estuviesen.

La comunicación verbal y no verbal permea todos los contextos donde nos desenvolvemos es por eso que en los negocios juega un papel importante puesto que con un buen desarrollo de esta se puede concretar una negociación. Diversos autores han planteado diferentes teorías que argumentan acerca de como la cultura y diversos factores, entre esos la comunicación benefician o afectan un proceso de negociación en términos Internacionales. 

Desarrollo.

El concepto de comunicación intercultural se refiere al proceso de la comunicación humana cuando ésta ocurre entre individuos o grupos que han vivido experiencias culturales diferentes. Desde el punto de vista de los negocios es importante tener clara la identidad de las personas que comenzaremos con el proceso y así generar la convivencia y estimulo para llegar a acuerdos concretos.

Hofstede, plantea que las decisiones de compra, de consumo, de relación entre diferentes empresas e individuos, están sujetas al comportamiento, las normas, las tradiciones y los valores sociales que se desarrollan en ese entorno, las cuales lo diferencian y le distinguen de los demás. Por lo cual, es una obligación para las empresas y los individuos realizando un estudio cauteloso del empresario y consumidor extranjero, con el fin de definir las diferentes estrategias a implementar y lograr aceptación a través del cumplimiento de las expectativas y los deseos del mismo. 

De igual forma, exige tener una amplia políticas comprensión y tolerancia sobre las diferencias culturales, sociales, económicas y adecuarse a las mismas para que el beneficio a obtener sea mutuo. Hofstede con su teoría de las 5 dimensiones permite entender como el comportamiento de los individuos de diferentes culturas afecta en los negocios. El primer parámetro es la distancia al poder y se mide por el grado de aceptabilidad que los miembros menos poderosos de las organizaciones o instituciones de una sociedad tienen en relación con la distribución desigual del poder.

En otras palabras, el parámetro “distancia al poder” mide el grado de desigualdad que una cierta cultura está dispuesta a aceptar. Las sociedades con una distancia al poder reducida son las que menos tolerancia tienen hacia las desigualdades. Por ello, los individuos en situación de autoridad deben poder legitimar su poder ante la sociedad. Estas sociedades se sienten recelo hacia las jerarquías y pretenden tener gobiernos pluralistas y menos corruptos. En las sociedades con una distancia al poder más elevado, la relación entre los miembros más mayores de la sociedad y los más jóvenes está basada en un profundo respeto y temor. 

La desigualdad es considerada como un elemento intrínseco de la sociedad, en la que la autoridad no debe estar justificada. Si se aplica este parámetro al mundo laboral, en las empresas situadas en países con una distancia al poder elevado, los empleados de menor rango no forman parte en la toma de decisiones, sino que deben cumplir con órdenes. 

En la primera dimensión la distancia de poder podemos ver como se da la comunicación dentro de la organización y como esta nos puede beneficiar o afectar, esto debido a que según el grado de jerarquía o responsabilidades podemos asumir que tanto control podamos tener al momento de tomar decisiones así como también de tratar de predecir con cual miembro de la empresa nos vamos a encontrar para discutir un negocio; como puede ser el administrador o dueño de la empresa o un encargado quien se la haya delegado dicha responsabilidad. Por otro parta al conocer que tan cerca o lejos se está del mando central podremos asumir que tanta participación tendremos como socio o negociante al momento de entablar acuerdos o tomar decisiones si dicho negocio surgió efecto.

El segundo criterio que define las diferentes culturas fijado por Hofstede es la aversión a la incertidumbre Este parámetro mide el grado de tolerancia que las diversas sociedades tienen hacia las situaciones inciertas, desconocidas, inesperadas o que simplemente se salgan de lo común. Las sociedades con una tolerancia baja deben evitar situaciones mediante códigos de conducta estrictos y un gran número de leyes y normas. Estas sociedades anhelan la seguridad, la claridad y la estructura, y muestran unos niveles de estrés y ansiedad mayores que las sociedades con una tolerancia superior.

Los individuos pertenecientes a las culturas que se sitúan en el extremo opuesto aceptan las incertidumbres y ven los elementos inesperados como un factor de innovación, no como una amenaza. Hofstede sostiene que este grupo es más tolerante y contemplativo, y se guía menos por las emociones que las sociedades con una baja tolerancia a la incertidumbre.

Para los negocios la incertidumbre y el riesgo tienen un papel importante puesto que está en juego una inversión la cual ellos buscan proteger a toda costa. Una sociedad o grupo negociador con alta aversión a la incertidumbre será más reacio al momento de aceptar una propuesta y por ende se que realizarán mas enfuerzo para concretar lago; por el contrario cuando e es de baja aversión a las incertidumbre la empresa comprenderá mas las propuestas y quizá este dispuesta a negociar aun cuando existan diferentes riesgos

Según Hofestede, las sociedades también se pueden dividir en colectivistas e individualistas. En las culturas colectivistas, los individuos ofrecer a desarrollar fuertes vínculos con su círculo, que generalmente incluye la familia más ampliada, y mostrar un carácter leal. Estos individuos se protegerán y ayudarán entre sí, mientras que aquellos que pertenecen a las sociedades más individualistas no confían en la ayuda incondicional de sus allegados, y anteponen la vida profesional a la vida social. 

Mientras que los miembros de las sociedades colectivistas aspiran a pertenecer al grupo, los miembros de las sociedades individualistas respetan y prefieren su derecho a la privacidad. Hofstede indica que, según los resultados de sus estudios, los países occidentales y utilizar al individualismo, hablando del individualismo y colectivismo podremos determinar qué tan integrado está el equipo de trabajo con el cual pretendemos negociar, saber expresarse y conocer en que tono y conjunto se habla, equivalente a decir, yo, ellos, nosotros, juega un papel importante al momento de acercar al otro negociador con nosotros o si por el contrario es mejor de hacerlo un poco más personal. 

Bien así, también influye al integrar a los demás miembros negociadores o al conformar un equipo de trabajo el cual tiene enfoques individuales o colectivos. La cuarta dimensión del modelo de Hofstede se refiere a la masculinidad y la feminidad de una sociedad. La dicotomía masculino/ femenino no se refiere a las características de los individuos, sino al grado en qué una sociedad posee más rasgos característicos del género masculino o del femenino. 

Las cualidades que se atribuyen al género masculino son la competitividad, la firmeza y la admiración por el fuerte. Las sociedades que reúnen estos atributos tienden a diferenciar entre sexos y anteponen la vida profesional a la familiar. En el otro extremo del espectro, se sitúan la modestia y la solidaridad, cualidades atribuibles al género femenino. Las sociedades femeninas no tienen una diferenciación de roles entre sexos tan marcada como las masculinas, ya que se espera tanto de las mujeres como de los hombres un cierto nivel de solidaridad. Estas culturas sienten simpatía por el débil, no son polémicas ni beligerantes y valoran el balance entre la familia y el trabajo.

En este sentido es importante reconocer a qué tipo de parámetro masculino o femenino tiene la sociedad o grupo negociador puesto que con esta información se podrá saber cuales serán los comportamientos más adecuados para enfrentar la situación, determinar con que firmeza se hablará y se propondrán las alternativas, modular la gesticulación y tono al hablar o si por el contrario se es mas tolerante ante las propuestas dadas.

Las sociedades con una cultura orientada al largo plazo muestran cualidades como la perseverancia, la tendencia a ahorrar, y un gran grado de adaptabilidad. Los individuos pertenecientes a las culturas con una orientación a corto plazo, por otro lado, son tradicionales, valoran la estabilidad, viven en el presente, pero tienden al “gasto social”, es decir, a gastar dinero para elevar su estatus social a ojos de los demás

Esta es una dimensión primordial puesto que permite a los empresarios tener en cuenta la durabilidad del negocio, si es corto o largo y así determinar si valdrá la pena o no conllevar y asociarse durante cierto tiempo, es allí donde el negociador podrá utilizar una estrategia ganar -ganar si es a largo plazo o ganar-perder si es a corto para que no se vea afectado.

Con respecto a la administración y la planificación están restringidas culturalmente, ya que, la eficacia de una cultura está determinada de acuerdo a su sistema de valores, donde se requieren habilidades de gestión adaptadas a la cultura local. Por lo que para la planificación efectiva y gestión, existe una necesidad de conceptos antropológicos en el campo de la administración. Al momento de operar con subsidiarias en otro país, las decisiones deben ser analizadas a través del proceso de aculturación y adaptarse a la cultura nacional, las decisiones estratégicas de las multinacionales deben ser tomadas en relación a la cultura coporativa ya la cultura nacional. 

Las personas se comportan de forma diferente en diferentes culturas, adentrarse en culturas diferentes promueve el entendimiento y cómo organizarse; mejoran equipos multiculturales, disminuyen la falta de entendimiento y promueven la colaboración entre negocios a través de varias culturas. Los líderes de los negocios, deben reconocer la importancia e influencia de diferentes culturas; diferentes culturas deben influir en la misión y visión de las organizaciones y no únicamente la nacionalidad matríz de las compañias.

Una de las consideraciones más importantes a tomar en cuenta en el ámbito de los negocios internacionales, es la distancia física que existe entre países, así como la que existe entre regiones dentro de un mismo país, ya que implica que las dimensiones culturales varíen; de tal forma que la homogeneidad cultural en los negocios debe ser también evaluada a nivel regional y por zona . 

Así, la comunicación es un factor clave para llevar a cabo negociaciones comerciales internacionales con efectividad, siendo el proceso cultural, útil para transmitir información, a través de sus seis etapas: conocer, entender, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar. La cultura afecta todos los aspectos del comportamiento de las negociaciones; inclusive las cinco etapas del proceso de negociación: 

  1. El establecimiento de la agenda, la programación del proceso de negociación.
  2. El procesamiento de la información. 
  3. La comunicación. 
  4. Las tácticas de negociación.
  5. El desarrollo de la negociación .

Edward T. Hall fue el pionero tanto del estudio sistemático de la cultura y de la comunicación como del concepto de la proxémica, es decir, la descripción y medición de la distancia física de las personas mientras interactúan entre sí. Las culturas con un alto nivel de territorialidad muestran un mayor interés por la propiedad, estableciendo claros límites entre vecinos. En dichas culturas, los compañeros de trabajo se preocupan más por los materiales que son de su propiedad, y les gusta establecer límites entre su lugar de trabajo (su mesa) y el del compañero.

Las culturas de poca territorialidad prestan menos importancia a la propiedad propia, por lo que tienen mayor tendencia a compartir. Las culturas de alta territorialidad pretenden ser de contexto bajo, cuyo significado se explicará a continuación, y, por el contrario, las de baja territorialidad de contexto alto. Las de contexto alto son las que se inclinan por lo que exclusivamente culturas se denominan las “reglas no escritas”. Existen ciertos elementos contextuales que ayudan a los individuos a comprender las normas, y ciertos comportamientos se dan por supuestos. 

Si un extranjero se intenta comunicar en una cultura de contexto alto sin tener conocimiento previo sobre las normas y reglas no escritas de la cultura del país anfitrión, podría tener dificultades a la hora de adaptarse. El estilo comunicativo propio del contexto alto suele ser implícito, metafórico e indirecto, con un gran énfasis en la comunicación no verbal. Los individuos pertenecientes a estas se muestran más reservados, pero son flexibles y tienen vínculos importantes con su comunidad y con 13 sus familias. 

Conclusiones.

En las culturas de contexto bajo las normas, leyes y mensajes son explícitos, simples y claros. Prima la sinceridad y las respuestas claras. Estas culturas le dan más importancia al uso del tiempo, lo que se refleja en su capacidad organizadora. Para un foráneo, si bien informado, le resultaría más fácil comprender las normas de comportamiento en una cultura de contexto bajo.

 Por último, Hall explica la concepción del tiempo. Las culturas con una concepción monocrónica del tiempo destacan la importancia de invertir todo el esfuerzo en una tarea hasta que esta esté terminada, antes de pasar a la siguiente. Estas culturas priorizan el trabajo y la concentración en la tarea presente. Por el contrario, las culturas que tienen una concepción policrónica del tiempo se distraen con más facilidad y priorizan las relaciones interpersonales al trabajo. Las personas pertenecientes a estas culturas realizan varias tareas a la vez y tienen una relación menos estricta con respecto al tiempo y, por lo general, ser un contexto más alto. 

17 August 2021
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