Enamoramiento y Sus Respectivs Reacciones Fisiológicas

Introducción

Cuando nos enamoramos, podemos experimentar emociones satisfactorias, esto produce la liberación de Dopamina en el cerebro produciéndonos placer. Al igual que la adicción de las drogas, los receptores se acostumbran a estas hormonas, naciendo una ADICCIÓN. Cuando se termina la relación, las consecuencias son graves incluyendo conductas agresivas, depresivas u obsesivas, en pocas palabras desemboca una dependencia emocional.

Concluimos que las hormonas son las responsables los sentimientos producidos cuando vemos a nuestra pareja. Al enamorarnos, nos cegamos, al ser liberada la dopamina, las regiones relacionadas con las emociones negativas y el juicio se apagan. Cabe recalcar, que la actividad neuronal es diferente si se trata de un apego, amor o deseo sexual, por eso, el cerebro no se activa de la misma manera en las relaciones duraderas comparándolas con las primeras etapas de esta.

Científicos dicen: “Mientras que los hombres, cuando se enamoran, parecen tener una mayor actividad en la región cerebral asociada a los estímulos visuales, en las mujeres se activan más las áreas asociadas a la memoria”, pero sin importar el origen del amor, las relaciones duraderas son las más fundamentales para experimentar la felicidad plena.

Desarrollo

Cuando el cerebro no percata la cantidad normal de dopamina o a la que está acostumbrada, se presentan las emociones de dolor, y aquí es cuando el amor se puede convertir en ira y odio, ya que estas áreas están asociadas estrechamente, resignándose y presentándose largos lapsos de depresión, desesperación y ansiedad.

El amor libera dopamina, serotonina, oxitocina y endorfina. La dopamina se relaciona directamente con el placer, y más aún en acciones placenteras como el comer, las relaciones sexuales y el consumo de drogas. La dopamina es un neurotransmisor, que conecta unas neuronas con otras, activándose en cualquier estímulo que el cerebro percibe como agradable o placentero. Un claro ejemplo es cuando estamos hambrientos y comemos, el cerebro libera altas cantidades de dopamina, formándose estas sensaciones placenteras.

Esto mismo sucede cuando nos enamoramos, el cerebro libera la dopamina y hace sentir euforia, alegría y con más energía, incrementando la frecuencia cardiaca y presión arterial. Esta hormona es la que nos hace orientar todo nuestro mundo a esa persona, llevándolo al punto de ser una obsesión. Hay personas que afirman que sin dopamina, no existiría el amor.

Sus bajos niveles hacen trabajar a las personas e inclusive a los animales sin algún fin específico, tiene que ver mucho más con la motivación y la relación de beneficio que el placer en sí mismo, por lo que se dispara tanto cuando empiezas en el proceso de cumplir un objetivo. La dopamina es el mecanismo que explica el por qué las adicciones, por ejemplo, la nicotina origina la liberación de la dopamina en las regiones del placer del cerebro, por lo que su se fuma frecuentemente.

Esta liberación se producirá frecuentemente hasta que el cerebro se acostumbre a liberar esta sustancia cotidianamente y se crea la adicción. Este proceso puede aplicarse en el amor, como ya explique, se libera la dopamina produciendo placer, cuando besamos a nuestra pareja la dopamina se dispara al cerebro, aumentando el placer, sin esta liberación no reforzaríamos este sentimiento de amor y no lo querríamos mantener.

Al estar con alguien, el cerebro libera niveles de dopamina determinados y cuando la relación se termina estos niveles desaparecen, ya que el estímulo ya no está presente, por lo que experimentamos sensaciones desagradables o de tristeza, esto puede ser parecido a lo que presenta una persona adicta cuando deja de consumir por el tipo de dependencia ocasionado, porque necesita restaurar los niveles de dopamina normales, en el amor, sus efectos son menores, pero aun así la obsesión o los sentimientos desagradables aparecen.

La oxitocina nos ayuda a formar lazos permanentes entre una pareja, tras el primer momento del enamoramiento o la oleada de emoción, es el neurotransmisor de confianza o de los abrazos y se libera más aún cuando ocurre el orgasmo y en menor cantidad cuando te cogen la mano o en los animales cuando lamen a sus crías o bebés, los reptiles la liberan durante el coito o acto sexual, mientras que los mamíferos la producen todo el tiempo, por ello los reptiles se mantienen alejados entre ellos, menos en el apareamiento mientras que los mamíferos siempre andan en manadas y forman apegos entre ellos. Mientras más oxitocina se libera más apego sientes hacia la otra persona.

Cabe recalcar, que nuestros pensamientos, ideas, prejuicios, etcétera, pueden hacer que liberemos o más o menos químicos. Mientras más contacto, más oxitocina y más confianza. Sin embargo, la oxitocina emplea un papel valioso en los celos, el nivel de oxitocina desciende y el de cortisol aumenta. El cortisol es nuestra sensación de miedo, pánico, ansiedad, frustración o falta de confianza que el cerebro lo asimila como situaciones de emergencia.

La oxitocina suele ser llamada como la hormona de los vínculos emocionales, la vinculación social o en otras palabras el deseo de estar acompañado, es parte de la supervivencia humana, favoreciendo la reproducción, la protección e impulsan el desarrollo cerebral. Mientras que el rechazo social puede llevar al individuo a padecer de trastornos mentales y físicos que en casos extremos puede llevar a la muerte. Cuanto más haya contacto físico, hay mayor secreción de oxitocina en el cerebro.

La oxitocina inunda nuestro cerebro también con fenilendiamina, familia de la anfetamina, su presencia se prolonga en nuestro cerebro alrededor de 4 o 5 años, en su liberación se siente el enamoramiento a su pareja, debido a los que se experimenta en el interior, conocido como “mariposas en el estómago”. No obstante, el chocolate también hace que esta sustancia sea liberada en nuestro cerebro, pero, no contiene tanta fenilendiamina como el queso, aunque el chocolate se metaboliza con mayor rapidez que los lácteos.

Esta sustancia intensifica nuestras emociones, por ejemplo de la dopamina, en este se constituye la química para hacernos sentir felices. Hay momentos en que el demostrar amor a tu pareja con un simple beso o abrazo, es mucho más efectivo que cualquier palabra para recuperar todas estas hormonas y volverse a sentir enamorados. Los sentimientos de tristeza son normales, y lo mejor que se puede hacer contra ellos son los gestos de amor y cariño por parte de nuestra pareja, para reactivar la producción de la oxitocina y por ende de la dopamina.

La serotonina, en los animales el ser dominante e imponerlo, trae consigo mayores oportunidades de apareamiento y mayor descendencia, ellos dominan por este neurotransmisor, en los humanos, el problema proviene de que el cerebro siempre quiere más respeto para obtener mayor serotonina, los niveles bajos de serotonina se relacionan con el desamor.

Todas las experiencias agradables, positivas la aumentan, mientras que las malas noticias, situaciones tristes, preocupantes, o el enojo la reprimen. La mayor parte de antidepresivos aumentan la liberación de la serotonina para levantar el estado de ánimo. La serotonina brota cuando más te sientes importante, aunque también aumenta cuando pensamos en recuerdos felices o miramos fotos antiguas o refrescando la memoria en alguna conversación con amigos o familiares.

Conclusión

Concluimos que la serotonina es el responsable de un buen humor, el ser optimista y sociable. Resumiéndolo en “felicidad”, nos proporciona satisfacción cuando todo va bien, dándonos una felicidad intensa, sin embargo, cuando la otra persona se aleja o se vuelve algo cotidiano o recae solo en el ámbito sexual, los niveles de serotonina se reducen causando angustia intensa, recayendo en una depresión. Las endorfinas son consideradas como un analgésico natural del cuerpo o una morfina. Cuando se empieza a producir la endorfina más de lo normal, se reduce el dolor físico y cualquier cosa, sea lo más mínimo, produce felicidad.

Ahora, existen otras sustancias que intervienen en el amor por ejemplo, la norepinefrina, la cual hace que nuestro corazón se acelere o nos suden las palmas de las manos, cuando se estimulan las neuronas de cada lado del cerebro, desbordamos de felicidad o nerviosismo, llegando a un punto de quitarnos el apetito o insomnio, aunque también aumentan la capacidad de recordar los más mínimos detalles, así como momentos inolvidables con la pareja.

Le da al cuerpo una dosis de adrenalina natural, se eleva la presión arterial, el corazón se acelera y produce un rubor en las primeras etapas de la relación. Produce euforia y satisfacción en el cerebro, excitando el cuerpo. El amor y el coito provocan una gran cantidad de sustancias químicas que desencadenan la felicidad, buscamos la felicidad y estos petroquímicos nos ayudan en ello. 

Finalmente, el aroma, cada persona tiene un aroma particular que lo distingue de los demás no me refiero al aroma de los perfumes, sino, el aroma natural de las personas, el cual es desprendido por nuestro sistema inmune y las proteínas, las cuales tienen una función defensiva. El olor guía en el proceso de atracción más aún en las mujeres, suelen ser más selectivas de acuerdo al aroma del hombre. Cuando una persona nos atrae físicamente o existe una “química” entre ellos, es algo que aún se puede controlar.

17 August 2021
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