Influencia de la Iglesia en el Desarrollo Humano

Para una persona que no se considere muy creyente o perteneciente a la iglesia la respuesta a esta pregunta es que evidentemente no lo es. Pero si se trata de consultar sobre el tema en línea la mayoría de los resultados van a ser en torno a la religión (específicamente la católica) por lo que vale la pena preguntarse de nuevo: ¿Es el desarrollo humano integral solo un asunto de la Iglesia?

Primero vale la pena definir la palabra iglesia y como se tratará el término en este texto. Según el Presbítero Clemente González “Iglesia quiere decir ‘comunidad convocada’. En este caso [El católico], convocada por Cristo” (González, s.f.), la iglesia así se referiría a un término netamente social y de la forma en la que actúa una comunidad con ella misma. Con esto en mente ya se puede empezar a hablar más específicamente del desarrollo, el desarrollo humano se puede definir como la búsqueda del hombre y su especie de la mejora de sus condiciones, lo cual lleva a otra incógnita, ¿Qué condiciones son estas?, cuya respuesta dependerá de a quien se le pregunte, la idea general y la que se ha extendido en parte gracias a la globalización es la de basarse en el crecimiento económico.

Para determinar cómo ha crecido una comunidad se examinaría como ha crecido su economía, principalmente hacia afuera, un indicador común a nivel nacional para medir esto es el PIB (Producto Interno Bruto) el cual nos dice: “El total de bienes y servicios producidos en un país durante un período de tiempo determinado” (Banco de la República, s.f.). Rápidamente se nota que esta forma de estudiar el desarrollo se queda limitada para evaluar otros aspectos importantes del ser humano, como lo puede ser su moralidad o felicidad, y es aquí donde toma importancia el concepto del desarrollo humano integral, y para hablar de este vale la pena primero aclarar que tiene que ver la iglesia en este asunto, basta citar textualmente a Benedicto XVI:

Si este [El desarrollo] afectase solo a los aspectos técnicos de la vida del hombre, y no al sentido de su caminar en la historia junto con sus otros hermanos, ni al descubrimiento de la meta de este camino, la Iglesia no tendría por qué hablar de él. (Benedicto XVI, 2009)

La iglesia o específicamente el vaticano toma como base que el desarrollo va más allá de aspectos físicos (refiriéndose a los asuntos materiales, como el dinero) si no que este incluye al camino de los hombres y como lo caminan junto a sus hermanos, esto trae términos nuevos, primero que todo al camino del hombre, esto en la iglesia se ve comúnmente referido como la voluntad o vocación, siendo la voluntad la forma en la que hacen las cosas y la vocación la forma en la que se vive.

Para lograr un desarrollo humano que incluya aspectos trascendentales del ser humano se debe dejar el individualismo y buscar la unión o hermandad de los hombres, la iglesia católica usa la palabra caritas que podría traducirse como caridad o amor, esto toma importancia porque hace pensar en el bien común, o sea, buscar el beneficio más allá del propio individuo, un beneficio a sus vecinos, aunque la globalización en teoría hace o hará a todos vecinos de alguna manera esta no ha traído ese sentimiento de hermandad que se necesita, lo cual se puede ver a simple vista a manera de xenofobia.

La iglesia católica tiene un gran sentido de hermandad, profesa la importancia de ver a todos los miembros de la especie humana como hermanos, aquí entra el concepto mencionado anteriormente de la vocación que es la llamada a hacer algo en la vida, esta llamada en este caso llega de Dios, y en su centro está la caridad por esto es por lo que se puede ver una estrecha relación entre el desarrollo humano integral y la iglesia, así lo puso Benedicto XVI:

La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos. La razón, por sí sola, es capaz de aceptar la igualdad entre los hombres y de establecer una convivencia cívica entre ellos, pero no consigue fundar la hermandad. Esta nace de una vocación transcendente de Dios Padre, el primero que nos ha amado, y que nos ha enseñado mediante el Hijo lo que es la caridad fraterna. (Benedicto XVI, 2009)

Como se puede ver, aquí el vaticano habla de las actitudes o sentimientos de los que ya se han hablado en este texto, así como menciona que estos como tal tienen su origen en Dios, y ve de cierta manera como su principal o única fuente. Aunque la iglesia tenga atada a sí, una moralidad, doctrina y filosofía, esta no es única a ella, y esta podría surgir de diversas fuentes, como religiones ateas o personas sin religión. Benedicto XVI más adelante en el texto hace referencia a esto, des meritando esta idea:

Cuando el Estado promueve, enseña, o incluso impone formas de ateísmo práctico, priva a sus ciudadanos de la fuerza moral y espiritual indispensable para comprometerse en el desarrollo humano integral y les impide avanzar con renovado dinamismo en su compromiso en favor de una respuesta humana más generosa al amor divino. (Benedicto XVI, 2009)

Cuando se dice ateísmo práctico se refiere a un ateísmo que tiene un origen no teórico, sino pragmático, no se niega la existencia de Dios como tal, se ignora a dioses por estos no tener ninguna influencia real sobre nosotros y como tal vivirían como si no existiera ningún Dios, ahora, ¿por qué puede ser esto visto como una amenaza?, como ya se mencionó anteriormente el vaticano ve a Dios como la fuente de los bienes que necesita la humanidad, como lo la vocación resultante de la llamada de este, la cual llega con el sentido de hermandad y la caridad. En nuestro mundo globalizado la normal es que las personas actúen solo en busca de su beneficio, esto podría ser porque se alejaron de Dios o sus enseñanzas, pero un acercamiento más adecuado sería ver al problema solo en términos de como las personas se relacionan entre sí y su entorno, y basado en esto buscar soluciones como comunidad, esto es similar a lo que se refiere Benedicto XVI, más sin embargo lo que se está sugiriendo es que esto no necesita la presencia de la idea de Dios o de los valores netamente cristianos.

Se puede ver a Dios como el origen de este cambio, y la promesa de la vida eterna como el combustible de este cambio, se dice que con la razón se pueden encontrar los problemas, pero que las soluciones se hallan a través de la iglesia, en términos prácticos ya vemos que esto no es necesario. No se puede negar el aporte que ha tenido la iglesia en la ayuda a los desafortunados, que esta ve la caridad como parte esencial a ella, pero se pueden ver proyectos que buscan el desarrollo de las personas en sus múltiples aspectos, un ejemplo simple sería un proyecto que busque la cooperación de la comunidad de agricultores en busca no solo de una mejora en la calidad de sus trabajos o productos, sino una mejora en su interacción social, uno basado en la cooperación, para este tipo de proyectos no se necesita en ningún momento hacer mención de Dios.

Las lecciones que ha dado la iglesia no deben ser desechadas Benedicto XVI en su carta encíclica caritas in veritate dejando de lado su crítica y desprecio por ejemplo a los derechos al aborto y la eutanasia hace una invitación a buscar un mejor trato para los empleados, una mejor relación entre las personas, habla de la importancia de buscar el bien común, algo que las personas con poder deberían tener siempre presente. Estas ideas son maravillosas y deben ser compartidas, pero se siente innecesaria la presencia obligada de Dios en la conversación.

Tal vez sea una falsa esperanza, pero las personas pueden reunirse y buscar el bien común sin la necesidad de que este Dios para guiarnos o prometernos un futuro mejor en la eternidad. 

17 Jun 2021
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