Ensayo Sobre la Pedagogia: Evaluación Educativa en México

En ele presente ensayo sobre la pedagogia abordaremos uno de los aspectos que desde hace bastante tiempo ha originado grandes controversias y que, por lo mismo, continúa siendo preocupante para los educadores es el de la evaluación escolar. En este sentido, cabe destacar que prácticamente todos los criterios, procedimientos, instrumentos y fines responden concepciones y prácticas educativas en las que se valora el proceso de aprendizaje, los resultados obtenidos, el esfuerzo de cada uno de los alumnos e incluso, las experiencias que se viven dentro del aula.

Además, para su aplicación, la evaluación está sujeta a una serie de normas, regulaciones y exigencias de carácter técnico – administrativo, y por otra parte, también se espera que ofrezca respuestas objetivas a las expectativas de autoridades, maestros, padres de familia y, naturalmente, de los mismos alumnos, en cuanto a la cantidad y calidad del trabajo que se desarrolla en el ámbito escolar.

En consecuencia, es absolutamente normal que todas estas situaciones determinen su sentido e importancia puesto que, de acuerdo al enfoque que se le dé, puede llegar a influir de diferentes maneras en los procesos de enseñanza – aprendizaje y socialización.

En América Latina se han dado procesos de mejoramiento en las prácticas de evaluación educativa y México no ha sido la excepción. Con los cambios en los marcos regulatorios y la creación de instituciones que vigilan los procesos de evaluación en el sector educativo, alineando los objetivos y metas con las propuestas internacionales de evaluación, México posee una trayectoria en la experiencia de actualización de sus sistemas que bien vale la pena analizar. (Horbarth, 2014)

Luego entonces, evaluar es una actividad que requiere de un cuidadoso análisis y sobre todo, del establecimiento de un criterio que sea congruente con las necesidades de la población que se atiende y por consiguiente, con lo propósitos educativos que se persiguen. Sin embargo, como ya se mencionó en este ensayo sobre educacion y pedagogia, existen cambios continuos y dentro de todos estos cambios se debe considerar que la evaluación del aprendizaje deberá cubrir ciertos requisitos técnicos, a fin de asegurar su calidad y la posibilidad de cumplir con eficiencia sus objetivos: validez, confiabilidad, objetividad y accesibilidad. (Horbarth, 2014)

El primer requisito a considerar en la evaluación es la validez, dicha validez está relacionada con la recogida de la información con un instrumento o en una situación evaluativa; este concepto tiene su origen en la medición y se ha desarrollado ampliamente desde el enfoque psicométrico, donde se dice que una prueba es válida “si mide lo que pretendía medir” (Forster, 2008), sin embargo, esta definición puede complementarse con la finalidad para la que fue construida y el por qué se toma en cuenta como requisito en la evaluación, entonces, si la interpretación de una determinada puntuación permite señalar correctamente una conclusión respecto del fin o constructo que mide ciertas pruebas, instrumentos o situaciones evaluativas.

El segundo requisito dentro de la evaluación es la confiabilidad. Dentro de la evaluación, se analiza a la confiabilidad o precisión de ésta. A diferencia de la validez, la confiabilidad solo se relaciona con la consistencia de la medición, al margen de lo que se mida exactamente. Forster (2008) nos dice que la confiabilidad implica que el instrumento entrega resultados similares cuando se repite su aplicación en las mismas circunstancias a las mismas personas.

Como tercer requisito encontramos la objetividad o precisión en un proceso evaluativo; por lo general, la objetividad se entiende como la calidad de un objeto en sí, independiente de las consideraciones o juicios personales (Forster, 2008) entonces, si llevamos la al ámbito evaluativo, supone que tanto los instrumentos como el juicio que se emite a partir de la información recogida con ellos sean imparciales.

Por último, como cuarto requisito tenemos la accesibilidad. Una evaluación accesible va de la mano a una práctica docente innovadora que considere las diferencias como elemento que enriquece el proceso de enseñanza – aprendizaje, y que busca que todos los estudiantes logren alcanzar los objetivos educativos. Es decir, una evaluación accesible será aquella que permita conocer el progreso de todos los estudiantes, ubicar las mejoras que se desean desarrollar y realizar los ajustes que sean necesarios para alcanzar las metas educativas. La evaluación entendida en este sentido permite desarrollar un plan educativo que se adecue a las necesidades del alumnado (Nuria y Begoña, 2007)

Por otra parte, quisiera destacar que no hay una forma única, ni mejor para evaluar en el aula, esta se debe construir a partir del contexto particular del educador y de sus educandos, de las necesidades que estos reflejen. Ravela (2017) dice que la mejor forma de evaluar es aquella que fomente el aprendizaje, la reflexión y la crítica de los estudiantes, así como del propio docente.

Concluyendo este ensayo sobre pedagogia, puedo decir que, si la evaluación tiene como finalidad medir el logro de los objetivos y de los aprendizajes establecidos en cada uno de los años, cursos, niveles o ciclos que conforman la enseñanza escolar, tiene que ser absolutamente formativa. Sin embargo, cuando llega a transformarse sólo en la calificación, y la cifra resultante adquiere una importancia cuantitativa, el acto de educar pierde su trascendencia como tal y la calificación se torna como un valor de cambio y no por lo que debería ser: la constancia objetiva de un determinado aprendizaje. Así mismo, la evaluación constituye una práctica indispensable en toda actividad producto de una planeación previa, ya que es la etapa que proporciona información continua sobre el grado de cumplimiento de los objetivos intermedios o de los avances que se tienen en cierto momento, y finalmente, de los resultados que se alcanzan. Es por ello que, la evaluación como el aprendizaje, es un proceso continuo a lo largo de la vida del ser humano, por ejemplo, desde pequeño se aprende a valorar lo que se lleva a cao y lo que no, lo que es bueno y lo que es malo, y muchas cosas más; en la actualidad y dentro de las escuelas ya no es posible pensar en este proceso como un instrumento que sólo permitirá al docente saber quién será promovido y quién no, quién logró memorizar los contenidos y quién no pudo hacerlo, y mucho menos ahora que se habla de una educación integral como finalidad primordial del aprendizaje. En otras palabras, considero que el propósito de la evaluación es coadyuvar a lograr el desarrollo de las capacidades y actitudes del educando y no sólo ocuparse de sus habilidades cognitivas, así mismo la evaluación englobará as tareas del educador, es decir, la evaluación es vista como un instrumento que permita corregir y mejorar los diferentes aspectos y elementos relacionados con el proceso de enseñanza – aprendizaje.

Referencias

  1. Forster, C. (2008). EVALUACIÓN AL INTERIOR DEL AULA: Una mirada desde la validez, confiabilidad y objetividad. Revista Pensamiento Educativo, Vol. 43, 2008. pp. 285-305. Universidad Pontificia Católica, Chile. Disponible en: https://pensamientoeducativo.uc.cl/files/journals/2/articles/443/puULA? Colección Aprendizajes Clave. SEP: México. 
10 October 2022
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