Es Sexista Utilizar A La Mujer En La Publicidad

La publicidad en general se muestra como una herramienta cotidiana de consumo y de constructo social (género), en una sociedad industrializada con una perspectiva que idealiza y enajena al individuo de manera perversa, la cual es reflejada en los distintos medios de comunicación. Además, existe la publicidad sexista, la cual consta de utilizar imágenes de la vida real que se modifican para mostrar una visión distorsionada llena de exhibicionismo, relaciones y roles de género definidos tradicionalmente por una sociedad. A todo esto, se le llama realismo comercia, el cual es adaptado al diario vivir de las personas para que pase desapercibido y pueda generar un impacto y así, sea más fácil moldear en los pensamientos de las personas una forma ideal y satisfactoria de la mujer. De aquí, se parte con la idea de que la publicidad expone un tipo de mujer que difiere bastante de la que es realmente, o sea, de la que se conoce cotidianamente. Por tanto, se analizaran los diferentes roles de la mujer en la publicidad y sus problemáticas tales como su imagen, su posición y su instrumentalización de consumo masivo para identificar como éstas pueden llegar a hacer o no una publicidad sexista y que mecanismo o estrategias se pueden implementar para el no desarrollo de éstas.

Por consiguiente, se evidencia que la imagen de la mujer se muestra como madre perfecta, poderosa y triunfadora, la cual se encuentra en una edad joven y de madurez en la que supuestamente no debería envejecer, que con el pasar del tiempo ha sido demarcada como multifacética o sea, que es la única responsable que puede con todo lo referente al cuidado del hogar y de la familia, más su trabajo fuera de casa, donde busca el poder de pensar, tomar el control de distintas situaciones y de imponerse; pero estaría actuando conforme a un hombre de acuerdo a las expectativas que contempla la sociedad tradicionalista y además, hay una situación de discriminación hacia éstas, tales como encontrarse en estado de embarazo o tener una discapacidad o que tanta experiencia y formación laboral tienen. Pero al fin de cuentas esto no debería afectar la admisión o inadmisión hacia un puesto de trabajo; sumado a esto, la mujer debe conservar un ambiente de unión familiar y tener tiempo para todos sus miembros, dado que viene de una generación que tiene un ideal de que la felicidad se halla en el núcleo familiar estable y sin contratiempos, para así poder adquirir una supuesta posición de éxito que deben reconocer, ya que, se encuentran idealizadas hacia ciertos estereotipos en donde siempre se busca establecer una feminidad. Con este ideal, se busca inculcar valores tradicionalistas a las nuevas generaciones para que en un futuro se adapten a ello.

Por ende, se denota que la posición de la mujer suele aparecer en la esfera de lo privado, o sea que ésta puede ser una politóloga, escritora o abogada entre otras. Aquí se puede evidenciar que la publicidad masculiniza el trabajo que desempeñan las mujeres, además, de lucrarse, tratan ante todo de crear una polarización con la cual las simplifican y etiquetan para así causar dudas en las credenciales que manejan. Por tanto, esto deslegitimaría el mensaje y las metas que quieren transmitir a la sociedad en general. En cambio, en la esfera de lo público, se le atribuyen responsabilidades domésticas, con las cuales se muestra que éstas se encuentran por debajo del posicionamiento del hombre y que en muchos casos, estos aparecen como el experto al cual hay que acudir para supuestamente saber cómo realizar mejor la tarea encomendada. Y además, existen estereotipos de ocio que comparten las mujeres y que combinan estas dos esferas ya citadas o sea que éstas aparecen interesadas hacia objetos de valor, como está su aspecto personal o también tienen conversaciones que son catalogadas como superficiales y banales, ya que mencionan maridos, amantes u otra relación sentimental, pero es curioso que ellas no aparezcan haciendo deportes o dedicándose a una simple lectura, aunque esto difiere en muchos casos dependiendo de la diversidad de las mismas.

Por otro lado, se observa la instrumentalización de la mujer en la sociedad, la cual se desarrolla a partir de la erotización de ésta, tanto en la primera infancia dándole posturas que no les corresponde alejándola de su niñez, como en el exhibicionismo violento de la mujer adulta en donde aparece de manera perversa humillada y subordinada en el suelo o en la cama con la mirada hacia un hombre. Estas dinámicas utilizan un ideal de belleza establecido como el de ser delgada, sin arrugas o celulitis, lo cual no cumple con la diversidad existente, sino que las encasillan en un prototipo atractivo al público, o sea que las venden como un objeto de cosificación para que se vuelvan objeto de deseo del consumidor y así se vuelvan un simple instrumento con lo cual se estaría perdiendo su valor como persona dentro de una sociedad.

Ya habiendo detallado el papel de la mujer en la publicidad se mostrará, como identificar una publicidad sexista y también como evitar el desarrollo de éstas. En un primer momento la publicidad sexista no debería promover modelos con roles establecidos tradicionalmente, tampoco fijar estándares de belleza que supuestamente reflejan éxito, tampoco representar el cuerpo femenino como un objeto de deseo y que se encuentra lleno de imperfecciones que se deberían corregir con cirugías estéticas, tampoco situar a las mujeres a un posicionamiento de sumisión o de dependencia o de inferioridad hacia los hombres, tampoco mostrar a las mujeres como incapaces de controlar sus deseos y voluntades, o sea, que se muestren como son naturalmente sin que sean violentadas por ello, tampoco atentar contra sus derechos y valores reglamentados en la constitución, tampoco mostrar una visión equivocada de las mujeres con discapacidad contribuyendo a la no sensibilización para que tengan un óptimo tratamiento y también no utilizar un lenguaje que las excluya. Y en un segundo momento, se evita crear publicidad sexista proponiendo otras más adecuadas, como que no se oculte la diversidad de las mujeres, también que los roles de género no se asocien con el sexo, que sea algo más natural en ambos géneros, también que las relaciones entre hombres y mujeres no solo sea de atracción o de seducción, sino de solidaridad y atención mutua, tanto en el trabajo, como en los momentos de descanso, también que los papeles de la niñas cambien y no pierdan su niñez, también que las mujeres sean conscientes de los derechos que pueden ejercer como ciudadanas y también saber que pueden ser modelos autosuficientes que saben que buscan sin ayuda masculina.

En conclusión, se observa que en el mundo la publicidad sexista a través de los medios masivos de comunicación ha influenciado en el crecimiento de la violencia, de la mala educación en términos de género y valores tanto para la primera infancia como para los adultos y además los mensajes transmitidos a la sociedad incitan un ideal de belleza, el cual es irreal y causa problemas de autoestima e inseguridad en las mujeres.

17 August 2021
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