Ética, Ciencia, Tecnología e Innovación en La Sociedad Moderna

Introducción

Los éxitos de la ciencia, en su alianza con la tecnología son indudables. Nos han proporcionado una gran capacidad para explicar, controlar y transformar el mundo.

La importancia de la ciencia y la tecnología aumenta en la medida en la que el mundo se adentra en lo que se ha dado en llamar ‘la sociedad del conocimiento’, es decir, sociedades en las cuales la importancia del conocimiento crece constantemente por su incorporación a los procesos productivos y de servicios, por su relevancia en el ejercicio de la participación popular en los procesos de gobierno y también para la buena conducción de la vida personal y familiar.

La enorme capacidad cognoscitiva de la humanidad debe ejercer una influencia cada vez mayor en la vida de las sociedades y las personas.

Por eso es que la reflexión sobre la ciencia es un tema al cual el pensamiento moderno, sobre todo el de la segunda mitad de este siglo, ha dedicado especial atención.

La ciencia al servicio de la sociedad

La ciencia es la mayor empresa colectiva de la humanidad. Nos permite vivir más tiempo y mejor, cuida de nuestra salud, nos proporciona medicamentos que curan enfermedades y alivian dolores y sufrimientos, nos ayuda a conseguir agua para nuestras necesidades básicas (incluyendo la comida), suministra energía y nos hace la vida más agradable, pues puede desempeñar un papel en el deporte, la música y las últimas tecnologías en comunicaciones. Finalmente, aunque no por ello menos importante, la ciencia alimenta nuestro espíritu.

La ciencia ofrece soluciones para los desafíos de la vida cotidiana y nos ayuda a responder a los grandes misterios de la humanidad. En otras palabras, es una de las vías más importantes de acceso al conocimiento. Tiene un papel fundamental del cual se beneficia el conjunto de la sociedad: genera nuevos conocimientos, mejora la educación y aumenta nuestra calidad de vida.

La ciencia debe responder a las necesidades de la sociedad y a los desafíos mundiales. La toma de conciencia y el compromiso del gran público con la ciencia, y la participación ciudadana (incluyendo la divulgación científica) son esenciales para que los individuos tengan información suficiente para tomar decisiones razonadas a nivel personal y profesional. Los gobiernos deben basar sus políticas (sanitarias, agrícolas, etc.) en información científica de calidad y los parlamentos que legislan sobre cuestiones sociales han de conocer las últimas investigaciones en la materia. Los gobiernos nacionales necesitan comprender los aspectos científicos de grandes desafíos mundiales como el cambio climático, la salud del océano, la pérdida de biodiversidad y la seguridad del agua dulce.

Los desafíos actuales son multidisciplinares y cubren el ciclo de vida completo de la innovación (desde la investigación al desarrollo de conocimientos y sus aplicaciones). La ciencia, la tecnología y la innovación deben conducirnos hacia un desarrollo más equitativo y sostenible.

Para afrontar los desafíos del desarrollo sostenible, gobiernos y ciudadanos tienen que entender el lenguaje de la ciencia y adquirir una cultura científica. Asimismo, los científicos han de comprender los problemas a los que se enfrentan los gobernantes y esforzarse en buscar soluciones pertinentes y comprensibles para los gobiernos y la sociedad en general.

El Dominio de la Ciencia y la Tecnología

La tecnología moderna apoyada en el desarrollo científico (tecnociencia) ejerce una influencia extraordinaria en la vida social en todos sus ámbitos: económico político, militar, cultural. La Revolución Científica del Siglo XVII, y la Revolución Industrial iniciada en el Siglo XVIII fueron procesos relativamente independientes. La fecundación recíproca y sistemática entre ciencia y tecnología es, sobre todo, un fenómeno que se materializa a partir de la segunda mitad del siglo y se acentúa notablemente en el siglo actual. El tránsito que vivimos del siglo XX al siglo XXI es un período profundamente marcado por el desarrollo científico y tecnológico.

Lo primero que debe conocer un estudiante que se incorpora a estudios en los campos de la ciencia y la tecnología es que se sumerge en uno de los territorios que definen en gran medida el poder mundial.

La imagen de la ciencia como una actividad de individuos aislados que buscan afanosamente la verdad sin otros intereses que los cognitivos, a veces transmitida por los libros de texto, no coincide para nada con la realidad social de la ciencia contemporánea. En gran medida el desarrollo científico y tecnológico de este siglo ha sido impulsado por intereses vinculados al afán de hegemonía mundial de las grandes potencias y a las exigencias del desarrollo industrial y las pautas de consumo que se producen y se difunden desde las sociedades que han marcado la avanzada en los procesos de modernización.

Por eso los Estados y las grandes empresas transnacionales se cuentan entre los mayores protagonistas de la ciencia y la tecnología contemporáneas.

Durante el siglo XIX surgió la llamada ciencia académica vinculada a la profesionalización del trabajo científico y la consolidación de la investigación científica como una función relevante de la universidad (el paradigma es la Universidad Alemana de inicios del siglo XIX). En este

Proceso cristalizó también la imagen de la ciencia como búsqueda desinteresada de la verdad a la que aludí antes.

Hoy en día es escasa la práctica científica alejada de intereses de aplicación con fines económicos o de otro tipo, lo cual tiene implicaciones en la actividad científica, en la vida de los científicos, las instituciones que los acogen y sus relaciones con la sociedad.

La psicología y la ideología empresariales están presentes en el mundo de la ciencia. No es por gusto que los problemas éticos asociados a ciencia y tecnología constituyen preocupaciones cotidianas hoy.

Se ha dicho que el poder acumulado es tanto que la pregunta: ¿qué se puede hacer? ha sido desplazada por ¿qué se debe hacer?

Pero ese poder extraordinario está muy mal distribuido a nivel mundial. La inmensa mayoría de la capacidad científica y tecnológica se concentra en un reducido grupo de países industrializados. Las revoluciones científica e industrial de los Siglos XVII y XVIII se desenvolvieron en Europa asociadas al cambio económico, político y cultural que experimentaron aquellas sociedades a partir del Renacimiento. Durante los dos siglos siguientes algunos países lograron incorporarse activamente a esos procesos, entre ellos Estados Unidos, Rusia y Japón.

La mayor parte del mundo, sin embargo, apenas tiene participación en la definición y ejecución de los cursos científico técnico. Se ha dicho que la ciencia mundial está aún más concentrada que la riqueza mundial. América Latina, por ejemplo, tiene muy poca participación en ciencia y tecnología: poco más del 2% de los científicos e ingenieros que realizan tareas de investigación y desarrollo en el planeta y algo más del 1% de los recursos que se invierten con ese fin.

Mientras la mayor parte de los países del Tercer Mundo han renunciado al protagonismo en el campo científico, Cuba insiste en desarrollar una base científica y tecnológica endógena. El problema de la relación ciencia-tecnología-desarrollo es para nuestro país un tema fundamental. Dentro de ese ambicioso propósito la responsabilidad social de la intelectualidad científico técnica es esencial.

Enfoques de la Ciencia

Casi todo el mundo acepta que la ciencia ha avanzado considerablemente. Ese éxito ha conducido a suponer que hay algo muy especial en la praxis científica, una cierta manera de proceder que permite develar las esencias más profundas de la realidad. A esa llave triunfadora se le ha denominado método científico. Así, los científicos armados del método son capaces de hacer progresar ininterrumpidamente el conocimiento hacia la verdad. En esta visión el afán de búsqueda de la verdad es el motor impulsor de ese avance. Los científicos son personas que actúan racionalmente, entendida la racionalidad como la capacidad de subordinar las teorías a los hechos de la realidad, y realizar las selecciones teóricas a partir de la evidencia empírica y teórica. Y ese progreso científico es la base del progreso humano, moral y material.

Verdad, racionalidad, progreso, método científico, son temas que han llenado volúmenes y son parte de una concepción de la ciencia que hacia fines del Siglo XX es puesta en duda.

Desde otras visiones filosóficas distintas, la ciencia se concibe una tradición entre otras. Nada hay en ella que la haga superior a otras tradiciones espirituales. Es más, ese paradigma de racionalidad y verdad ha sido inventado por los propios científicos en su provecho: esa es la fuente del poder de los expertos y parte de su estrategia de ascenso social.

Las teorías no son ni verdaderas ni falsas según esta misma lógica apenas son instrumentos convencionales para controlar y manipular la realidad. No existe el método científico ni la ciencia dispone de ningún recurso especial para conocer. Existen muchas otras experiencias cognoscitivas y espirituales que dicen más del mundo y de nosotros mismos que la ciencia.

Además, la tecnociencia degrada el ambiente, polariza la riqueza mundial, discrimina la mujer. La felicidad debe cuidarse de la racionalidad científica y su visión mutilada y empobrecida del mundo. Paul Feyerabend (1981) sugiere decir adiós a la razón. ‘con la idea de que la ciencia no posee ningún método particular, llegamos a la conclusión de que la separación de ciencia y no ciencia no sólo es artificial, sino que va en perjuicio del avance del conocimiento. Si deseamos comprender la naturaleza, si deseamos dominar nuestro contorno físico, entonces hemos de hacer uso de todas las ideas, de todos los métodos, y no de una pequeña selección de ellos.

La afirmación de que no existe conocimiento alguno fuera de la ciencia extra scientiam nulla salus no es más que otro cuento de hadas interesado’.

La educación científica, especializada y al nivel popular, debe saber colocar las cosas en su lugar. Según creo esto incluye fomentar una imagen crítica de la praxis científica y sus resultados, así como de sus resonancias sociales. Pero esa imagen crítica no puede conducir a despedir a la razón ni a equiparar la ciencia con cualquier otra tradición espiritual. La astrología puede ser atractiva pero no tiene la solidez intelectual (empírica, teórica, lógica) de la Mecánica Cuántica o la Cinética Molecular. Puede ser muy agradable estar tendido al sol especulando mentalmente sobre lo divino y lo humano pero difícilmente esto haga progresar sensiblemente el conocimiento de la realidad; es posible que el método científico no sea un algoritmo infalible pero es algo distinto a charlar o discutir sin fines o metódicas definidas.

Es verdad que la ciencia y la tecnología no garantizan el progreso social. La razón es simple: ellas no actúan en un vacío social. Sólo la política, la economía, la moral pueden convertirlas en aliadas del hombre o en sus enemigos.

En suma, debemos evitar la ingenuidad epistemológica y social respecto a ciencia y tecnología; no podemos suponerlas esencialmente verdaderas y benefactoras en sí mismas al margen de las actuaciones de los hombres y sus conductas políticas y morales.

Este punto es especialmente polémico. Hay toda una concepción que podríamos llamar ‘tradicional’ y que encuentra sus referentes principales en la tradición del positivismo y el empirismo lógico y también en el criticismo popperiano que insiste en disociar la ciencia y sus metas sociales. Según esa concepción la discusión sobre la racionalidad científica debe limitarse a su capacidad de producir conocimiento objetivo, verdad. El efecto social benefactor de ello será una consecuencia de la actuación racional.

La innovación científica y tecnológica

Ha sido uno de los grandes motores evolutivos, en el desarrollo productivo, histórico, cultural de la humanidad, puesto que gracias al arduo trabajo de investigación y experimentación de diversos profesionales en todas las áreas del conocimiento hemos podido experimentar cambios considerables en el estilo de vida de esta época moderna, Cambios trascendentales que surgieron de las mismas necesidades que el hombre observaba desde su cotidianidad, y que eran primordialmente necesarios para el avance y perfeccionamiento de todos los pueblos y grandes urbes en la actualidad

Y es así que podemos observar estos cambios claramente ejemplificados en casos muy relevantes en el bienestar de muchas comunidades en condiciones de vulnerabilidad donde las condiciones de salud, vivienda, educación, alimentación y otras condiciones de vida han mejorado substancialmente como consecuencia de la implementación o mejoramiento continuo de estos importantes inventos, de esta manera podemos especificar los grandes beneficios que se han ofrecido a la humanidad.

Por ejemplo en materia de salud donde los medicamentos y procedimientos médicos han avanzado de una forma muy trascendental reduciendo los índices de mortalidad y morbilidad, que causaban en tiempos antiguos extensas y nefastas muertes a causa de enfermedades que en ese entonces no tenían cura, afortunadamente con estas invenciones el tiempo de vida de las personas en este momento ha aumentado, produciendo una expectativa de vida muy superior a la de nuestros antepasados, y obviamente proporcionando un estado de salud en óptimas condiciones para la gran mayoría de personas

Por otra parte las innovaciones tecnológicas en todos sus campos, ha facilitado enormemente no solo el estilo de vida de las personas, sino la eficiencia y eficacia de las labores cotidianas que antes tomaban más tiempo y requerían mayor procedimiento para su ejecución.

Ahora bien, tomando en cuenta que la revolución industrial impulso notoriamente este crecimiento industrial y tecnológico, todos estos inventos se han ido perfeccionando con el paso del tiempo, con el fin de brindar más comodidad a todas las personas, puesto que invenciones como el transporte terrestre con sus elementos más característicos como el tren, el automóvil, la motocicleta, el transporte aéreo como el avión, el helicóptero, la navegación marítima, con todas las diversas clasificaciones de barcos, de igual forma en la vida cotidiana de las personas con todos los aparatos electrónicos, así como en las industrias toda la maquinaria de producción para exportación masiva de productos, son inventos que han sido implementados y mejorados para que precisamente sean más productivos y eficientes y lograr paulatinamente un fuerte desarrollo dentro de las características de vida en la sociedad actual.

Desafortunamente la ética profesional y humana sobre todo, está en total y absoluta discordancia con los poderes políticos y económicos mal manejados y erróneamente direccionados con respecto a la implementación y uso de los avances e innovaciones científicas y tecnológicas, por que como ya es sabido por todos no hay más corrupción, mal manejo y propósitos terribles que en la política y en la manera como manejan los recursos económicos para la financiación de dichos proyectos tecnológicos, que finalmente no benefician sino a los que rodean a estos personajes, puesto que cuando se piensa en la creación de estas propuestas científicas y tecnológicas generalmente no se está pensando en un bien común que beneficie a grandes comunidades y que resuelva las problemáticas que en ellas se presenten, sino que siempre piensan en la manera como puedan sacar un beneficio económico para ellos mismos; o con el fin de dominar completamente las poblaciones con su poder político utilizando la ciencia y la tecnología como medios para lograr dichos propósitos, ejemplo de ello son los procedimientos científicos que experimentan genéticamente con animales e incluso con seres humanos en laboratorios ocultos al público pero que son financiados por los grandes gobiernos con fin hoy en día no de avanzar, sino de dañar el estilo de vida de las personas, de ahí que surgen tan extrañas enfermedades que se están propagando en algunas poblaciones del mundo, igualmente con el uso inadecuado de las armas biológicas que en determinado momento serán usadas como armas de destrucción masiva en caso de presentarse una guerra entre países, utilizando así de mala manera los recursos científicos y tecnológicos.

05 January 2023
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