Existencia del Sexismo en la Lengua Española

Introducción

El objetivo de este trabajo es hacer un análisis sobre la posible existencia de sexismo en la lengua española. ¿Es la lengua sexista o lo es el uso que se hace de ella? 

Este trabajo incluye diferentes argumentos, reivindicaciones de un uso más inclusivo en la lengua y la posición de la RAE. Se investiga, además, el controvertido uso del genérico masculino y su origen. 

Desarrollo

Del latín al español actual

Veamos cómo ha llegado el género gramatical a nuestros tiempos y proceso por el cual los géneros latinos se vieron reducidos y cómo evolucionaron hasta el español actual.

El latín sufrió una serie de cambios fonéticos y sintácticos, con lo que de las cinco declinaciones del latín escrito quedaron tres en el latín vulgar. De este modo, como señalan Juan Noriega y Miguel Ángel Forascepi, quedaron los sustantivos femeninos terminados en -a, los masculinos y neutros asimilados en -o y una serie de masculinos, femeninos y neutros, terminados en vocal distinta a -a, -o o en consonante. 

Según la teoría de Wandersleben Werner G (1979), por la confusión de las terminaciones en masculino -um con el neutro -us, se fundieron en uno y el género neutro acabó perdiéndose. Esto dio lugar a una redistribución de los sustantivos de género neutro, pasando algunos a ser masculinos y otros femeninos, en ocasiones se asignó de manera arbitraria. En español, solo quedan restos del neutro, como el artículo “lo” o los demostrativos esto, eso, aquello.

El criterio de esta redistribución, según Ralph Penny en la Gramática histórica del español era el siguiente: “Si el sustantivo latino tenía una vocal en su sílaba final se incluía entre los masculinos, mientras que aquellos neutros que evolucionaban desde su forma plural (en/-a/) adquirían el género femenino”. 

Sexismo lingüístico

Desde finales de los ochenta se viene denunciando la existencia de sexismo lingüístico y ha dado lugar a dos posiciones: por un lado, están los que quieren poner en evidencia la naturaleza sexista de la lengua y además corregirla para que sea más igualitaria, por otro lado, los que opinan que estos argumentos carecen de fundamento y que la lengua debe seguir las normas lingüísticas, en este grupo está la Real Academia de la Lengua. 

Ana María Portal Nieto afirma lo siguiente:

Entendemos como productos del sexismo lingüístico aquellos mensajes que debido a su expresión lingüística son discriminatorios por razón de sexo. Se viene dividiendo en dos grandes bloques, en el léxico: tratamientos, nombres y apellidos, la voz hombre para referirse al género humano, profesiones, tacos e insultos, chistes, refranes, etc.

Álvaro García Meseguer distingue entre sexismo lingüístico y social. El primero hace referencia a las palabras elegidas, mientras que en el segundo tipo lo que es discriminatorio es el mensaje. Además, supone:

Aunque indemostrable, no es arriesgado suponer que quien bautizó por primera vez a los géneros gramaticales con los adjetivos masculino y femenino, lo hizo así pensando que el primero era propio de varón y el segundo de la mujer. A partir de este momento y teniendo en cuenta que el varón ha sido hasta hace poco quien ha impuesto las reglas todas las reglas, no es de extrañar que las gramáticas de las diferentes lenguas, salvo rarísima excepción, otorguen al género masculino el doble valor de genérico y específico, habida cuenta además del principio universal de economía lingüística.

Género gramatical y uso extensivo del masculino genérico.

El género gramatical masculino es el género no marcado y tiene doble uso (sirve para designar a los individuos de sexo masculino y también a toda la especie sin distinción de sexos) y el femenino es el género marcado.

Esta doble función del género masculino es denunciada por los que reclaman un uso de la lengua más igualitario y denuncian que a utilizar el plural en masculino se oculta la existencia de la mujer.

Calero Fernández sostiene:

El problema no se plantea por el hecho de que una lengua posea géneros como el femenino y el masculino- tal y como era entendido en el indoeuropeo-, esto es, porque haya elementos lingüísticos que designen separadamente a las mujeres (o hembras) ya los varones (o machos), sino que el conflicto se produce, por un lado, al haberse concedido el valor genérico a uno solo de los dos (al que representaba al grupo socialmente dominante) dándole valor globalizador y universal y convirtiendo al otro en algo exclusivo y excepcional; y, por el otro lado, porque al construirse el femenino a partir del masculino, aquel adquiere una connotación de dependencia con respecto a este. Algo que servía para designar el sexo (realidad natural) acaba señalando estatus (realidad cultural). 

Postura de la Real Academia Española

La Academia ha publicado un documento en el que dice que está limpiando su diccionario de definiciones sexistas, que son causadas por la sociedad o la cultura. Con esta limpieza está sustituyendo definiciones, como la voz “hombre” por “persona”, eliminando vocablos con connotaciones negativas y corrigiendo entradas cuyo significado era “mujer de”.

Lo cierto es que El Diccionario de la Real Academia Española sigue conteniendo hoy día numerosas definiciones sexistas, Álvaro García Meseguer no culpabiliza a la RAE de estas acepciones “El diccionario no tiene culpa, ya que solo refleja los hechos de habla. Lo que se le puede censurar al diccionario es que a la hora de definir utilice palabras que son sexistas”. 

Confusión entre género y sexo

En el Informe de la Real Academia Española sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas, insisten en que “es necesario diferenciar entre el género gramatical y el género semántico (que muestra oposiciones de contenido, entre ellas, las de sexo)”.

Guías para el uso de lenguaje no sexista

Conscientes de que se puede mejorar el uso de lengua numerosas instituciones y organismos, como por ejemplo la UNESCO, han confeccionado guías para el uso de un lenguaje no sexista. 

El Instituto de la Mujer ha publicado una recopilación de 120 guías como respuesta a las medidas del II Plan para la Igualdad entre mujeres y hombres. Se puede acceder por internet de manera gratuita. Se han clasificado temáticamente y ordenado alfabéticamente por entidad y con los enlaces a su página web para su consulta.

El Instituto Cervantes asegura que su guía no es un código ni una norma, sino que lo que pretende es recomendar, presentar opciones para minimizar los elementos discriminatorios que por desconocimiento o hábito aparecen en la comunicación.

Algunas estrategias que se han propuestas en varias guías para evitar el lenguaje sexista son:

  • Cambio de la estructura de la oración para evitar el uso del masculino genérico.
  • Uso de expresiones de género neutro; por ejemplo: «seres humanos» en lugar de «los hombres».
  • Utilización del desdoblamiento femenino y masculino.
  • Añadir una barra para reflejar tanto el género masculino como el femenino.

Estas guías han provocado las críticas de la Real Academia Española, en el conocido como ‘Informe Bosque’, Ignacio Bosque en este informe, suscrito por todos los académicos numerarios, critica que se hagan sin la intervención de los lingüistas y añade:

Hay acuerdo general entre los lingüistas en que el uso no marcado (o uso genérico) del masculino para designar los dos sexos está firmemente asentado en el sistema gramatical del español, como lo está en el de otras muchas lenguas románicas y no románicas, y también en que no hay razón para censurarlo. Ignacio Bosque, 2012, Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer (pág. 6 

Conclusiones

La sociedad actual no se ve reflejada en algunos aspectos obsoletos de la lengua. La DRAE es una institución que evoluciona, no hablamos como en los años setenta, admite nuevas palabras como “tuit”, ¿no debería también evolucionar al ritmo de la realidad social de la mujer? 

La lengua posee numerosos recursos que están a nuestra disposición para evitar incurrir en el sexismo lingüístico, La Real Academia Española sostiene, en que ciertas expresiones no se corrigen mejorando la gramática, sino por medio de la educación, y para ello sería imprescindible cambiar los hábitos adquiridos desde niños, cambiar, por costumbre, la forma de usar nuestra lengua. 

Por otra parte, a pesar de que la Real Academia Española defiende la lengua como no sexista, critica y ralentiza la introducción o eliminación de palabras, sus críticas amparadas en normas lingüísticas que fueron ideadas por hombres en un contexto social muy diferente al actual. La aplicación de la ley lingüística, de la economía expresiva, así como la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del genérico masculino, no debe suponer un muro para implementar otro tipo de lenguaje más igualitario acorde a la sociedad actual.

Referencias

  • Calero Fernández, M. Á. (1999). Sexismo Lingüìstico: análisis y propuestas ante la discriminación sexual en el lenguaje. Narcea.
  • García Meseguer, Á. (2001). ¿Es sexista la lengua española? Panace@, 2(3), 20-34. Obtenido de Estudios de lingüística del español.
  • García Meseguer, Á. (23 de noviembre de 2002). La lengua española no es sexista, lo son los propios hablantes y oyentes. La Opinión.
  • Noriega, J., & Forascepi, M. Á. (2001). El género en español. Nadatur.
  • Penny, R. (2014). Gramática histórica del español. Ariel Letras.
  • Portal Nieto, A. M. (1999). Género gramatical y sexismo lingüístico. ASELE, (págs. 551-558).
  • Real Academia Española. (2020). Informe de la Real Academia Española sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas.
27 April 2022
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