Interrupción Legal del Embarazo en México

Introducción

Maternidad una etapa en la vida de la mujer, la cual se creería que toda mujer está preparada por naturaleza a vivirla de manera plena y feliz, sin embargo no es así para muchas mujer, que de manera imprevista se enfrentan a un embarazo inesperado o a un embarazo no deseado, ya sea porque sufrieron una agresión sexual o simplemente no estaba en sus planes, sin embargo no pueden interrumpir ya que no tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, por lo que en algunos casos las mujeres que se enfrentan a esta problemática, se ven obligadas a realizarse un aborto de manera insegura y mal practicado exponiéndose a ser tratadas de forma cruel, degradante e inhumana en clínicas clandestinas, que lejos de preocuparse por informar a sus pacientes de la consecuencias de realizarse esta práctica, lo único que les preocupa es llenar sus bolsas con dinero de sus pacientes, ya que para ellos solo es un número más, sin embargo las consecuencias de esta acción van desde un trauma psicológico, esterilidad o hasta la muerte.

Ante esta problemática que puede ocasionar un aborto mal practicado y sus consecuencias, el estado resuelve encarcelando a mujeres por el delito de aborto, en lugar de brindar información y soluciones que beneficien las mujeres, brindando un servicio adecuado que no ponga en riesgo la vida de quien tienen la necesidad de utilizar este medio, ya que el hecho de que se tenga esta opción, no quiere decir que todas las mujeres estén obligadas hacerlo, si no que tengan la opción y el derecho a decidir sobre sus cuerpos, respectando sus derechos humanos y fundamentales plasmados en los artículos 1 y 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aunado a esto en nuestro país la mayoría de la población es católica, lo que aumenta la problemática, de discriminación y misoginia, al grado excomulgar a las mujeres que realicen este acto, en base a lo ya descrito, considero que no es pertinente que se encuentra penalizado el tipo penal de aborto. Además de que despenalizar el aborto no quiere decir que todas las mujeres estén obligadas hacerlo, sino que las mujeres que se encuentren en esta situación tengan el derecho a elegir sobre su cuerpo.

Desarrollo

En base a lo antes descrito, considero que la penalización de la interrupción del embarazo, no debería de ser llamado aborto en las primeras doce semanas de gestación, como esta descrito y considerado en la ciudad de México, sino una interrupción de embarazo legal, que le permitiría a las mujeres en una etapa de embarazo temprana, decidir sobre su cuerpo, que sea un servicio gratuito brindado por el Estado, que le permita tener acceso a todas las mujeres sin importar condición social, económica o de religión, para que de manera igualitaria, los grupos más vulnerables como adolescentes y mujeres de bajos recursos tengan acceso a esta opción y no únicamente las mujeres que tengan los recursos económicos para hacerlo, de igual manera que reciban oportuna atención psicológica para poder superar la afectación que esto ocasione en su estado emocional, en conjunto con estas acciones se deberán realizar campañas de anticoncepción en escuelas a temprana edad, garantizando a todos los niños niñas y adolescentes el derecho a la información y a la salud, de esa manera se estaría invalidando un mercado no regulado y clandestino que lucra con la vida, la salud y la autonomía de las mujeres, ya que además de negar a la mujer la decisión sobre si tener hijos o no, así como cuando ser madre, lo que agrava las desigualdades de género en la mujeres, niñas y adolescentes en las áreas educativas, sociales, culturales, económicas y hasta políticas, al tener vigente la penalización del aborto, situación que en nada contribuye a una sociedad igualitaria, ya que para tener una igualdad de género es necesario que las mujeres tengan control en su capacidad reproductiva, que incluye la anticoncepción y el reconocimiento del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo a la libre decisión de las mujeres: sin interferencias, sin condicionantes, sin tutelas ni penalizaciones.

Con la interrupción legal del embarazo, no habrá más o menos abortos, pues finalmente la mujer que toma la decisión de hacerlo, por cualquier razón que sea, lo hará la diferencia será, que disminuirían muertes de mujeres que no tuvieron otras opciones.

En cuanto a la religión, el estado mexicano en su mayoría es de religión católica, que junto con sus patrones sociales y culturales patriarcales, complican aún más esta problemática ya que de acuerdo a sus creencias consideran que las mujeres deberán tener los hijos (que dios te mande) porque son bendecidas por la voluntad divina de dios, que no debe de considerarse la interrupción del embarazo porque supuestamente se interfiere con los designios de dios, además de que desde el momento de la concepción el ser humano en formación es autónomo de la mujer, quien es únicamente un mero instrumento, (peor que una incubadora que no tiene derecho a elegir o a opinar), en este tenor el papa FRANCISCO I, considera que interrumpir la concepción, para solucionar un embarazo no planificado o producto de una violación, aun cuando él embarazo derive de un hecho delictivo, es como contratar a un sicario para resolver un problema, entonces es preferible para la iglesia traer a este mundo a personitas que no serán amadas, porque su concepción fue un hecho tráumate para la madre, lo que motiva en muchos de esos niños terminen casa de niños abandonados en el mejor de los casos o sufran violencia por parte de la misma madre que no tuvo opción y que ahora se tiene que hacer responsable de un hijo que no deseo, por la razón que sea, no tuvo el derecho a decidir sobre su futuro.

Pese a todos los patrones patriarcales, culturales, sexistas y machistas en la ciudad el México en abril del año 2007, se despenalizo el aborto, permitiendo la interrupción del embarazo en las primeras 12 semanas de gestación, ofreciendo este servicio en hospitales públicos e instituciones de salud, gracias al impulso de grupos feministas, que lucharon por hacer valer los derechos humanos de las mujeres por un sano desarrollo psicosexual y de concepción, este logro es parte importante del trato igualitario entre hombres y mujeres y ubico en su momento a México a la vanguardia de América Latina en el tratamiento humanitario del aborto, siendo el primer país de América Latina que legaliza la interrupción del embarazo, brindando un servicio gratuito en hospitales y centros de salud.

A pesar de que la Ciudad de México fue impulsor en el tema de la interrupción de embarazo en toda América Latina, esto no basto para que todos los Estados de la República Mexicana siguieran sus pasos y se lograra despenalizar el aborto, todavía hay Entidades Federativas, como el Estado de Hidalgo en donde sigue tipificado el delito de aborto, de conformidad con los artículos …155.- A la mujer que aborte, interrumpiendo su embarazo o que consienta en que otro se lo interrumpa, se le impondrá de uno a tres años de prisión …artículo 157.- A la mujer que se le procure el aborto para evitar la exclusión social o por extrema pobreza se le impondrá pena de prisión de tres meses a dos años… del código penal para el Estado de Hidalgo, artículos violatorios de del derechos humanos y fundamentales establecidos en los artículos 1.-…Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley… 4.- …toda persona tiene derecho decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos…, de la Constitución Política de los Estados Unido Mexicanos, lo que habilita prácticas arbitrarias de muchos ginecólogos, que no tienen ética y se basan en prejuicios sexistas, así como enfermeras las cuales su única obligación es atenderte de manera respetuosa y amable sin objetar pues no realizan la intervención directamente, sin embargo no es así, tratan a sus pacientes de manera denigrante e in humana, esto basado en patrones de socio culturales y valores patriarcales que le niega a las mujeres la facultad de decidir sobre sus cuerpos y vidas, así como mercados clandestinos de abortos mal practicados por personas sin escrúpulos, que no cumplen con los mínimos lineamientos, establecidos por la ley general de salud, para realizar de manera segura estas prácticas, poniendo en riesgo la salud y vida de las pacientes.

Además el aborto no necesariamente tendría que ser un procedimiento quirúrgico, podría ser apoyado con La llamada biotecnología del aborto, medicamento que intervienen la vida biológica reciben hoy el apelativo de biotecnologías y aunque son distintas a las prácticas “tecnologías políticas del cuerpo”, algunas resultan “tecnologías políticas” en un sentido liberador, pues potencian la capacidad de decisión de los seres humanos sobre sus cuerpos.

En el caso de las mujeres es evidente que el proceso de gestación y parto históricamente ha limitado sus opciones de vida. En la actualidad, millones de mujeres, las que viven en sociedades desarrolladas y que tienen recursos económicos e informativos, han podido superar algunos determinismos biológicos del pasado a partir de ciertas biotecnologías: con el uso de anticonceptivos evitan quedar embarazadas, conciben con técnicas de fertilización asistida y abortan sin riesgos, sin embargo las mujeres que no tienen la capacidad económica ni mucho menos información o asistencia de personal que puedan, despejar dudas para tener una vida reproductiva sana, terminan con traumas psicológicos en el mejor de los casos o muertas por un aborto mal practicado, en cuanto a la biotecnología del aborto si bien ayuda “como una medida de emergencia” tampoco es un método anticonceptivo, sin embargo la falta de información y la prohibición de esta, genera la misma clandestinidad y peligrosidad que una mala práctica quirúrgica, por un excesivo y mal uso, por lo que la postura despenalizadora, de grupos defensores de los derechos de las mujeres, se enfrenta con las posiciones conservadoras, lo cual, indudablemente, polariza la disputa y dificulta la toma de una decisión de salud pública. Para desarmar las medidas de control patriarcal dirigidas a preservar el statu quo en varios ámbitos de la vida social se requiere que el Gobierno esté comprometido con el respeto al derecho de las mujeres a decidir sobre los procesos que se dan en sus cuerpos. Por eso es que la potencia democratizadora del aborto con medicamento requiere de lo más difícil: voluntad política.

Los estereotipos de la maternidad y la construcción social alrededor del aborto derivan en discriminación hacia las mujeres que deciden sobre su capacidad reproductiva es decir una maternidad voluntaria, que va de la mano con la interrupción legal del embarazo, simboliza el derecho de la mujer a elegir sobre su cuerpo, haciendo a un lado los prejuicios que la sociedad impone a las mujeres, por ejemplo “debes tener los hijos que dios te mande”, “cuando vas hacer madre”, ´”ya se te está pasando el tren”, “te vas arrepentir de no tenerlo”, ´”si abortas te va a castigar dios”, etc., costumbres e ideas que impiden a las mujeres a elegir libremente sobre su proyecto de vida, su cuerpo y su sexualidad, para muchas mujeres el rol de la maternidad sostiene un orden social que impide una vida plena, por eso debe ser una libre elección que le permita las mujeres, tomar decisiones sin que cometan un delito que las lleve a purgar una pena privativa de la libertad, ya que tratándose de interrupción de embarazo, la doble moral de la sociedad sale a la luz, ya que aparentemente tiene más derecho un embrión que apenas comienza a tener vida, que una mujer que en muchos casos interrumpen un embarazo por violación o son abortos espontáneos, que incluso está en riesgo su salud y hasta la misma vida de las mujeres víctimas del propio Estado, al ser vulnerado en todo momento sus derechos humanos, principalmente por ´´los defensores de la vida´´ en su doble moral que a la vez son defensores de los curas pederastas que son los quienes excomulgan a las mujeres por haber cometido un pecado mortal, en verdad es incoherente satanizar a estas mujeres por defender su derecho a una libre elección a la maternidad voluntaria, si bien es cierto se debe generar una amplia estrategia de prevención de embarazos no deseados y de prestación de servicios de salud sexual y reproductiva, a través de información sobre anticonceptivos gratuitos y de fácil acceso, también los es que no plantear el aborto como un derecho a la salud pública, es un acto de violencia de género, ya que las complicaciones clínicas por aborto se registran como la cuarta causa de muerte materna, cuando la maternidad tendría que ser una libre elección, sin opresiones de género ni impedimentos al acceso a un aborto no punible, ya que las mujeres son las únicas que pueden decidir sobre la interrupción de su embarazo.

Conclusión

Después de haber analizado los factores favorables, incluyentes y de igualdad entre hombres y mujeres, que daría la interrupción legal del embarazo, es importante establecer que el hecho de que se deba despenalizar el aborto, no quiere decir que todas las mujeres estén obligadas a hacerlo, puesto que es una decisión personal, así como tampoco significa que el hecho de que exista el divorcio, todas la parejas deban de divorciarse, sino que deben tener una opción a elegir si quiere ser madres o no, la maternidad voluntaria que va de la mano de la interrupción legal del embarazo y tendría que ser decisión de la mujer, finalmente es su cuerpo y no un objeto que únicamente se utiliza para procrear hijos, es necesario que las mujeres tengan control en su capacidad reproductiva, que incluye la anticoncepción y el reconocimiento del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, a la libre decisión de las mujeres: sin interferencias, sin condicionantes, sin tutelas ni penalizaciones, ya que si bien es cierto se debe generar una amplia estrategia de prevención de embarazos no deseados y de prestación de servicios de salud sexual y reproductiva, a través de información sobre anticonceptivos gratuitos y de fácil acceso, también los es que no plantear el aborto como un derecho a la salud pública, es un acto que violación a los derechos a la vida, a la salud, a la integridad física, psíquica y moral, a la autonomía, intimidad, dignidad, a estar libre de violencia y tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Finalmente la penalización del aborto no modifica la voluntad de las mujeres que no desean continuar con una gestación, únicamente eleva la mortalidad de mujeres en etapa de maternidad, por las condiciones de inseguridad, insalubridad y clandestinidad a la que se ven obligadas a recurrir por no tener derecho a elegir sobre su cuerpo, por considerarse solamente como instrumento de vida, que tiene menos valor y derecho que un feto que apenas se está formando. Legalizar el aborto es una cuestión de justicia social.

Bibliografía

  • Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
  • Ley General de Salud
  • Código Penal del Estado de Hidalgo
  • Aborto Legal Argumentación Jurisprudencia y Legislación
  • El aborto en México el debate en la suprema Corte sobre la normativa del Distrito Federal Francisco Pou Jimenez
  • La penalización del aborto
24 May 2022
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