La Ciudad Como Un Gran Ecosistema

El ecosistema no es más que un conjunto de organismos que comparten un mismo hábitat o biotopo. Estos organismos pueden ser bióticos, aquellos seres vivos como los vegetales y los animales y abióticos que son componentes no vivos como, por ejemplo, los minerales, el agua y la luz. Entre estos componentes y organismos existen interacciones vitales, fluye energía y circula la materia, todo en un conjunto de procesos que usualmente observamos como la descomposición de materia orgánica, predación entre especies, competencia entre organismos, etc.

Usualmente cuando hablamos de ecosistema es más fácil relacionarlo con un bosque, el desierto, selva, ríos, lagos, todo aquello que esta creado por la naturaleza, pero ¿Será que la ciudad puede considerarse un ecosistema?

En el libro de “El reto de la ciudad habitable y sostenible”, por E. Higueras, Menciona que “En la ciudad aparece un medio urbanizado y una serie de seres vivos, con sus interacciones y relaciones, donde el ser humano es parte principal del mismo. Aparece una actividad interna urbana, y un funcionamiento a base de intercambios de materia, energía e información”.

Es decir, si se cumplen ciertas condiciones, por las que es propicio relacionar ambas partes, ya que al igual que en un ecosistema, las ciudades están formadas por sere vivos, en este caso somos nosotros como seres humanos, las mascotas, insectos, flores, vegetación, jardines, parques, seres vivos con los que compartimos nuestra cotidianidad, y todos estos interactúan con los seres no vivos, como las calles, edificios, puentes, la temperatura, la energía, el agua, entre muchos más. Esta interacción se da dentro en un mismo espacio físico, en este caso el biotopo urbano.

La diferencia entre los ecosistemas naturales que conocemos y la ciudad, es que en esta última dependen del medio natural como el lugar para el desarrollo de lo urbano, ya que, sin esto, no existe la ciudad. Entonces se puede decir que la ciudad no es un ecosistema natural sino uno urbano, aunque al igual que en el ecosistema natural, existe la presencia de los ciclos biogeoquímicos y se presenta niveles tróficos, pero de una forma distinta a la de un ecosistema natural, ya que es solo a nivel de consumidores.

En un ecosistema natural los recursos se pueden restaurar por los procesos naturales que este mismo realiza, pues estos no necesitan de ninguna transformación y no corren el riesgo de agotarse a largo plazo, En cambio la principal particularidad del mundo desarrollado es que tiene un metabolismo lineal que traduce al agotamiento de recursos y, además, provoca desequilibrios territoriales.

Otro factor que diferencia la ciudad con un ecosistema natural según E. Higueras, es que “El funcionamiento de la ciudad está basado en energías secundarias (no primarias), como la electricidad, el petróleo, o el gas. El consumo masivo de energía secundaria es lo que permite el crecimiento y mantenimiento de las ciudades a base de transportar recursos desde cualquier punto del planeta y trasladando sus desechos a zonas circundantes” En otras palabras, se transforman las energías primarias en búsqueda de que las ciudades puedan subsistir y crecer, pero como consecuencia los desechos provocados por todas esas transformaciones terminan en zonas aledañas que al final afectan a otros ecosistemas e incluso el propio.

Para finalizar se puede decir que el ecosistema urbano es la interacción de la población con el ambiente externo para poder sustentarse con la producción de alimento, materiales, combustible y todo esto es sometido a un proceso que al final se transforman en desperdicios, y contaminación, lo que se convierte en un reto para el bienestar de todos nosotros como seres vivos, puesto que no regulamos la contaminación atmosférica, ni el calentamiento que es provocado por el efecto de la isla térmica, por la falta de zonas verdes entre otros componentes ambientales que ocasionan las fábricas. Lastimosamente esto ha afectado la calidad de vida ambiental en las ciudades, por lo que debe trabajarse en pro de cuidar nuestro ecosistema, que no es perfecto, pero es nuestro hogar y por eso la autora resalta que “La ciudad habitable es aquella que tiene como protagonista a los peatones, adecuando la escala a sus recorridos, incentivando las actividades comerciales integradamente, dentro de una red de espacios libres y zonas verdes en cantidad y calidad adecuada. Es una ciudad sana, sin contaminación ni ruidos. Es una ciudad segura y amigable”.  

22 October 2021
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