La Importancia De La EcografÍa Transvaginal En El Embarazo

La ecografía transvaginal es una técnica diagnóstica que se realiza en el primer trimestre del embarazo comprendido entre la semana número 11 y número 13, que permite la visualización constante de las estructuras embrionarias consiguiendo con ello valorar de forma temprana malformaciones fetales y realizar el seguimiento del crecimiento fetal, siendo por ello una herramienta fundamental durante el control y seguimiento de la gestación.

Las ventajas técnicas de la ecografía transvaginal se deben básicamente al empleo de cristales de alta frecuencia con los que se mejora notablemente la resolución y se pueden observar claramente las estructuras anatómicas del embrión, siendo también utilizada para la evaluación de la cicatriz uterina dejada después de una cesárea. Durante el primer periodo del embarazo es de gran relevancia su realización dado que valora y localiza la cantidad de sacos gestacionales.

Es sin duda alguna un instrumento esencial para las pacientes obstétricas ya que con ella se puede conocer el tamaño del saco gestacional, su posición uterina, realizar un acorde seguimiento del embarazo, del estado de salud del feto y de las posibles complicaciones obstétricas que se puedan presentar. Considerando lo anterior sería necesario replantearnos, si realmente existen complicaciones durante el curso del embarazo a raíz de la realización de una ecografía transvaginal.

Dicha ecografía ha generado gran controversia desde sus inicios dada la existencia de diferentes opiniones o puntos de vista que van desde el apoyo a su utilización, pasando por los que tienen su reserva, hasta aquellos que afirman que es perjudicial para el feto.

La ecografía transvaginal es utilizada para detectar cambios en la apariencia y función de los órganos y tejidos del área pélvica de la mujer, conociendo que los tejidos absorben las ondas sonoras y estas a su vez se convierten en energía térmica, cuando una onda acústica choca contra un objeto ella rebota o hace eco que al medir las ondas permite determinar la distancia a la que se encuentra el objeto así como su forma, tamaño, consistencia y uniformidad, debemos tener en cuenta que el principio consiste en usar densidades de energía tan bajas como razonablemente sea posible, para alcanzar datos e imágenes útiles para llegar al diagnóstico, donde además los profesionales deben seguir guías de uso del ultrasonido obstétrico, para prevenir una exposición indiscriminada de ondas sonoras sobre la madre o el feto.

Los exámenes con ultrasonido no emplean rayos x, la captura de imágenes se realiza en tiempo real y nos ayuda a visualizar la estructura y el movimiento de los órganos internos del cuerpo son pruebas clínicas que ayudan a la valoración y el diagnóstico durante el embarazo.

Para su realización se utiliza un pequeño transductor que es controlado por la mano de un profesional con el que se emiten ondas sonoras de alta frecuencia al área pélvica, estas ondas sonoras chocan y rebotan contra los distintos tejidos del cuerpo y son recogidas nuevamente por el transductor que pasan a un ordenador transforma las ondas sonoras en imagen3 este método incide una forma de energía acústica al feto que no tiene radiaciones.

Dentro de las ventajas de la ecografía transvaginal se encuentran aquellas como la obtención de una mejor imagen del útero retrovertido, mejor valoración de los ecos endometriales, imágenes más definidas de los ovarios, folículos, cuerpo lúteo y la aspiración de folículos.

Para llevar a cabo esta ecografía es necesario tener precauciones e informar a la paciente que debe llegar con la vejiga llena que para llevar a cabo el procedimiento se debe desnudar de la cintura para abajo es decir dejar descubierto el área de la cadera y extremidades inferiores, que debe adoptar una posición ginecológica, después de ello el profesional encargado colocara un cubre sonda en el transductor y aplicará un gel para facilitar el paso de las ondas, en el momento de introducir el transductor en la vagina es importante comunicarle a la paciente que se relaje. Este procedimiento no es doloroso, pero puede resultar incómodo para algunas mujeres, sobre todo si en su momento la paciente está nerviosa y tensa los músculos sub pélvicos.

Con frecuencia este tipo de ecografías se realiza en mujeres no solo que se encuentran embarazadas, sino que presenten sintomatología asociada a con metrorragia o sangrado vaginal, embarazo ectópico y dolores pélvicos, es una técnica inocua para los dos pacientes, tanto la madre como para el feto que aporta información valiosa o para investigaciones precisas del útero, los ovarios o las trompas de Falopio (normales y anormales), apoyo de diagnóstico y manejo en infertilidad o detección precoz de cáncer de ovario y de endometrio.

La ecografía transvaginal es un examen trascendental, que permite comprobar, los óvulos, las trompas del cuello uterino, el área pélvica, el estado del útero, el lugar de la implantación de la cámara ovular o fecundación, su morfología y tamaño además de detectar malformaciones del sistema nervioso central durante todo el embarazo, diagnosticar placenta previa y placenta acreta y realizar estudios del flujo de los vasos sanguíneos y el corazón del feto, es una herramienta esencial para el seguimiento del embarazo que según la OMS “son nueve meses durante los cuales el feto se desarrolla en el útero de la mujer”6, que permite conocer la frecuencia del ritmo cardiaco y el estado de completo bienestar en el que se encuentra el feto, en ella se utiliza la medición céfalo caudal con la que se determina la edad gestacional del feto, donde cualquier distorsión que se pueda presentar en esta imagen podría ser una alerta y nos representaría el inicio de una posible patología.

También se pueden encontrar secuelas, patológicas asociadas a la pérdida de la gestación como la gestación anembrionada donde se desarrolla el saco gestacional pero sin presencia de embrión7, aborto definido por la OMS “como la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no es viable fuera del vientre materno”, gestación ectópica donde el óvulo fecundado se aloja en las trompas de Falopio y no llega al útero y patología trofoblastica gestacional mola completa, incompleta o coriocarcinoma8.

Como contraindicaciones de dicho procedimiento se pueden encontrar aquellas mujeres que tienen un himen imperforado, aquellas que se niegan a la realización del procedimiento o aquellas que tienen una alta probabilidad de adquirir infecciones por rotura prematura de membranas3.

Los profesionales de la salud deben tener en cuenta los conocimientos, recomendaciones y guías sobre el uso y el procedimiento del ultrasonido para poder prevenir una exposición dañina sobre la madre o el feto.

Dentro de los aportes escritos que muestran diferentes puntos de vista sobre el ultra sonido obstétrico se encuentra que varios autores cubanos no mencionan contraindicaciones o efectos adversos del ultrasonido sobre los tejidos4, sin embargo Oliva Rodríguez plantea que ‘como principio general, el examen ultrasonográfico del feto solo se debe realizar cuando exista una razón médica válida”, sin embargo otros autores como Ijaiya consideran que el ultrasonido es una herramienta segura que no tiene efectos adversos conocidos hasta el momento para la madre ni para el feto, por el contrario “Duck hace énfasis en que aunque los riesgos relacionados con el ultrasonido obstétrico son bajos siempre están presentes”.

A pesar de que el ultrasonido obstétrico ha ganado una amplia reputación en cuanto a su seguridad, la posibilidad de efectos adversos biológicos en los tejidos no se puede descartar; particularmente, en las imágenes dinámicas a edades gestacionales tempranas, cuando el feto es más vulnerable y la salida acústica del equipo puede estar aumentada.

Esta técnica se ha utilizado para valorar el curso del embarazo durante casi 55 años, en las cuales no hay estudios o pruebas que revelen daños en la paciente o feto, no obstante, se debe realizar sólo bajo indicación médica6.

Sin embargo, el principal problema y por el cual muchos ginecólogos lo realizan de manera indiferente es porque no ha sido comprobada su inocuidad para el feto y han hecho con naturalidad su existencia para considerar que llevan a cabo un buen control prenatal. Por dicha razón tenemos que informarnos mejor sobre el tema, para poder estar preparados en dar una buena orientación de dicho procedimiento a los responsables de la salud que lo necesiten, a la gestante y a su conyugue6.

Para concluir lo consultado con anterioridad se puede decir que el ultrasonido obstétrico o la ecografía transvaginal es una herramienta diagnóstica hasta el día de hoy segura tanto para la madre como para el feto, sin embargo es de resaltar que no debe realizarse un uso indiscriminado de dicho método por parte de ningún profesional, siendo necesaria siempre una justificación del estudio que se vaya a realizar, además de ello se debe considerar que frente a los comentarios que tienden a juzgar su utilización aún no existen estudios o publicaciones que sustenten dichas posiciones por lo tanto es necesario informar adecuadamente a la sociedad y principalmente a las pacientes obstétricas.    

17 May 2021
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