Teoría de la Relación Laboral: Derecho Laboral

Introducción

Derecho Laboral es una parte del derecho, en el cual, existen garantías tanto para el trabajador como para el empleador, es una construcción de las consecuencias de un sinnúmero de acontecimientos históricos que, con el paso del tiempo, han sido objetos de variaciones debido a consecuencias jurídicas, políticas, económicas y sociales.

 En la antigüedad, la concepción de derechos, respecto de los trabajadores, implicaban horarios extremadamente extensivos, remuneraciones desproporcionales, ausencia de descansos, falta de salubridad para realizar sus actividades, muertes prematuras por trabajos forzosos, explotación infantil, etc. 

Los obreros eran parte de una clase social deplorable, la cual era esclava del empleador; una clase social que se caracterizaba por ser objeto de explotación y de una retribución económica que en nada reflejaba sus labores. El obrero trabajaba en circunstancias que en lo más mínimo precautelaran su libre y buen desarrollo. Los obreros eran parte de la más grande explotación de la historia.

Desarrollo

Con el aparecimiento de la Teoría de la Relación Laboral, surgen nuevas perspectivas y soluciones para la gran problemática de la clase obrera. De la Cueva abre el camino para que por un lado, el Contrato Civil se vaya desvaneciendo y por otro lado, la Relación Laboral surja de entre las ruinas, todo esto nace de la idea de que los obreros son personas libres, que tienen derechos y que además juegan un papel fundamental dentro del juego económico de cada sociedas. En la nueva Teoría de la Relación Laboral, se contextualiza la naturaleza propia del trabajador, reconociendo la dignidad humana de esta clase social tan importante.

Como lo había mencionado anteriormente, uno de los antecedentes más importantes para el reconocimiento de los derechos de los obreros, fueron las incesables luchas de aquellos que creyeron firmemente en los principios básicos de las personas. El descontento por las condiciones laborales se hacía cada vez más notorio a la vez que cientos de niños, jóvenes y adultos morían por causas de las injusticias laborales. No es hasta la Revolución Francesa que bastos grupos de personas respaldaron los ideales de unos pocos, los cuales habían pensado que el reconocimiento de sus derechos era solo una utopía.

Antes de esto, un obrero promedio solo imaginaba el momento en que su dura y esclavista jornada terminara, pues era imposible superar tan infames tratos, un momento más. Con la llegada de la prometedora Revolución Francesa, términos como remuneración proporcional, descanso obligatorio, horarios justos y condiciones laborales màs seguras, se volvieron parte del vocabulario de la gran mayoría de obreros, pues ya no era un sueño que ocurría solo al cerrar sus ojos después de una ardua labor, sino eran gritos retumbando por toda Francia. 

Durante la época del Feudalismo, tampoco podemos hablar del pleno ejercicio de los derechos laborales, pue si bien existían cierto tipo de derechos para el trabajador, sus obligaciones aun eran esclavistas, ya que su labor más importante, era trabajar siempre la tierra y obedecer fielmente al señor feudal.

Concepciones de la supremacía del capital, frente al ser humano y concepciones que defendían a los derechos de los obreros, fueron una de las mas grandes contraposiciones para que se desarrolle un equilibro, el cual, permitía la coexistencia de ciertos derechos y propuestas económicas. Aquí, Mario de la Cueva menciona que, el capital es una figura adquirida tanto para el funcionamiento del Estado, como para el obrero. Por una parte, el Estado delibera si debe elegir entre el incremento de su capital o el reconocimiento de derechos de los obreros, y estos últimos tuvieron que elegir entre, ceder sus derechos o luchar por su reconocimiento.

Con la aparecida del capitalismo, ciertos sectores se vieron mas beneficiados que otros, este nuevo “juego económico” sirvió para dividir las clases sociales en las más ricas y las menos ricas. Esta nueva división colocó a los trabajadores en el estrato social no tan deseado. En 1917 nacen nuevas esperanzas para los trabajadores, en este año se lleva a cabo la constitución de la Carta de Bena, acontecimiento que encamina la llegada de sinónimos de derechos laborales, como horarios de 8 horas diarias y 40 semanales, salario básico, remuneración proporcional al trabajo realizado, descanso obligatorio y demás presupuestos que aseguraban mejores condiciones laborales.

En 1945 aparece la carta de las Naciones Unidas, la cual constituye antecedente para el desarrollo de condiciones laborales mas justas, se establecen parámetros para mejorar las relaciones laborales entre trabajadores y obreros En 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos, trae consigo ideales plasmados en un documento, el cual reconoce al trabajador como un ser libre, reconoce un salario y sobre todo el derecho a la seguridad social, establece que el propósito del trabajador es la autorrealización y la independencia.

Es así que, con el paso del tiempo y hechos históricos en el mundo laboral, se logra construir una nueva concepción del verdadero Derecho Laboral, el cual implica dejar a lado los intereses propios y compartir beneficios, implica vivir en un mundo más justo, en donde quienes entregan su tiempo merecen ser recompensados con un salario, el cual servirá para la autorrealización propia de cada ser humano. Para Mario de la Cueva el derecho al trabajo implica un deber social, base para la economía, libertad e igualdad del trabajador y base para la autorrealización personal.

El principal problema que se va a desarrollar en este artículo, es evidenciar los cambios sociales, económicos, políticos y sociales que se vivieron antes y después del aparecimiento de la Teoría de la Relación Laboral, su impacto en la practica y vida diaria de los trabajadores. Se evidenciará las condiciones infrahumanas que vivieron los trabajadores y las desigualdades latentes en toda la evolución de las condiciones laborales. ¿Cuáles son las practicas jurídicas y necesarias que se deben llevar acabo para que los trabajadores y empleadores, a través del Estado, puedan desarrollar para llegar a la igualdad de condiciones?

Se pretende demostrar que el trabajo siempre ha sido sujeto a condiciones propuestas por una minoría, sometiendo a los trabajadores a trabajos forzosos, los cuales llevaron a que el índice de muerte prematura en las personas que prestaban su tiempo para ser obreros, crezca de manera escalofriante, además, los trabajadores siempre han sido parte de un sector invisible para las autoridades. Por otro lado, se demostrará que, el Derecho Laboral no siempre beneficio a la clase obrera, a su razón de ser, sino, que a través de mecanismos legales se apoyó a la idea esclavizante del trabajo.

Santos en su obra “Mas allá del pensamiento” hace un análisis que se entromete en el desarrollo del Contrato Social, menciona que, una vez que nacemos perdemos el estatus natural con el llegamos al mundo, debido a este contrato aparecemos siendo parte de un conglomerado de individuos, llamada una sociedad civil.

 Esta sociedad es dividida por una línea, en la cual por un lado tenemos a los visibles o importantes y por otro lado a quienes su existencia al parecer poco importa, esta última clase está conformada por sujetos conocidos como subhumanos, debido a que desde su origen eran condenados al rechazo, estas personas eran ajenas al mundo visible, eran parte de los denominados excluidos de la sociedad, pero todo esto tiene un propósito, ya que pese a esta división que en el mundo del derecho no tendría cabida, era algo fundamental para la conformación y desarrollo de la humanidad moderna.

Santos menciona en su obra, la existencia relevante de una línea abismal que divide conceptos garrafales para el ejercicio efectivo de los derechos, de un lado de la línea, tenemos a las más importantes condenas que se le ha hecho a la democracia, además se pretende someter a los “invisibles” a decenas de circunstancias que desafían la línea de lo justo, esta parte de la división lucha constantemente para la restauración de la democracia, y para que de una u otra manera el reconocimiento de los derechos sea una práctica de todos.

Para el autor de la obra “Mas Alla Del Pensamiento” existen tres formas de fascismos, cada una característica de una corriente del pensamiento que persigue intereses diferentes. Para el autor la primera es el fascismo del apartheid social, en esta clasificación existe una notoria segregación de entre los considerado bueno y malo para la sociedad. 

Por un lado están los rechazados que permanecen en una zona salvaje y por otro lado, están quienes viven en las zonas urbanas y civilizadas, los visibles y socialmente correctos La segunda clasificación es el fascismo territorial, este se basa en concepciones de la importancia y supremacía del capital, esto se traduce a “reglas del juego” no tan complejas, pues quien más tiene, más poder ostenta para actuar dentro del territorio en el que se desenvuelve.

El fascismo contractual, descrito como la tercera forma, es la que describe uno de los más grandes problemas del mundo laboral, aquí se evidencia la abismal desigualdad que acontece en el Contrato de Trabajo, ya que por una parte tenemos a las disposiciones permanentes de quien lo realiza, es decir del empleador, y por otro lado, está la parte menos favorecida del contrato, quien se subsume a la voluntad del empleador dejando a un lado sus propios derechos y principios, todo esto para suplir necesidades básicas vitales, es decir, el trabajador.

Define al Poscontractualismo, como el proceso por medio del cual diferentes grupos sociales están excluidos del Contrato Social, despojados de todo tipo de beneficios que se expresan en derechos sociales y económicos, que sin lugar a duda les pertenecen, pero se les fueron arrebatados. En resumen, es necesario generar un pensamiento postabismal, reconociendo que mientras exista esta distinción de humanos y subhumanos, jamás existirá una verdadera protección de los derechos humanos.

Conclusión

Tanto el fascismo social, contractual y financiero han creado desigualdad en la sociedad, y por ende la relación entre empleador y trabajador siempre serán desiguales porque los instrumentos de defensa serán mayores para el empresario. Mario de la Cueva nos manifiesta que el fascismo contractual es una total farsa.

 porque la idea de Contrato se hace humo, porque al hablar de un contrato decimos que es la unión de dos voluntades que libremente celebran un acto, pero la voluntad del trabajado, este Contrato Laboral, se lo sustituyó por un régimen de esclavitud, de subordinación, como mencionaba Sousas a la clase trabajadora se la sumergió en el grupo de los subhumanos.

01 July 2021
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