La Reunificación Como Factor Determinante En La Guerra De Corea

La “reunificación” Como único medio de cambio

La real procedencia de la guerra de Corea es aún un tema de respuesta ambigua, dado que coexisten dos concepciones disímiles al respecto. Por un lado, se argumenta que la aspiración a una reunificación era de carácter multitudinario en la península, razón por la cual se posiciona como fundamento principal para la guerra. Mientras tanto, también se afirma que las doctrinas ideológicas globalizadas como el capitalismo y comunismo fueron detonantes del conflicto bélico como “estrategia” a fin de prescindir de alianzas perniciosas para las potencias mundiales de la época, como Estados Unidos y la Unión Soviética. Por consiguiente, se sostiene que la influencia externa entre las dos Coreas ocasionó que las relaciones entre ambas se tornaran hostiles, pero el deseo de reunificación era un tópico preponderante de discusión.

El pensamiento coreano

Syngman Rhee, entonces presidente surcoreano, ambicionaba una reunificación coreana bajo ideales capitalistas, ya que consideraba que al régimen soviético como sinónimo de coerción. Como el mismo testificaba, era firme creyente de Ilmin Juui (Ideología de una nación), siendo su punto principal derrocar linajes y genealogías y promover la igualdad de derechos. Como el mismo afirmaba ‘unir como una nación bajo la ley única de un estado”. Rhee creía en la democracia liberal, siendo el régimen capitalista su visión del nuevo orden para Corea. Es decir, se expresaba como una negación a la lógica revolucionaria. Como alude Myers es cierto que los diversos dictadores de Corea del Sur promovieron el nacionalismo como una forma de unir a la nación y reprimir la disidencia. En ese sentido, consideraba al comunismo del norte como una desventaja en el desarrollo de su país. Clara muestra de ello es que se alude al principal objetivo educativo de los Estados Unidos en Corea como un sistema compuesto por coreanos, pero estructurado de acuerdo con las líneas estadounidenses.

Ante tal situación, el sentir de los coreanos frente a lo que ocurría era muy evidente. Para los años previos a la Guerra de Corea se conoce que los grupos radicales coreanos, incluidos los jóvenes académicos, los líderes estudiantiles de las universidades y los líderes del gobierno, ahora representaban a los Estados Unidos como una potencia imperialista que traicionó las esperanzas y deseos del pueblo coreano para democratizar su sociedad (Woong, p.5). De ese modo, podemos interpretar que incluso pese a que las condiciones de vida “mejores” en el sur, se empezaba a manifestar la disconformidad ante el régimen que separó al país.

En cuanto al norte, Kim Il Sung fue precursor del movimiento a favor de la reunificación. Decidió aliarse con los comunistas creyendo firmemente que, si Mao Zedong triunfaba en la Guerra Civil China, el siguiente en obtener su independencia seria Corea del Sur. De ese modo se librarían de los “Bandidos capitalistas” y Corea sería nuevamente una. Por lo tanto, Kim Il Sung atacó en junio de 1950, esperando unificar Corea, y rápidamente desterrar el ejército y gobierno sureño. Cabe acotar se reunió en repetidas ocasiones con el líder soviético, Stalin, a fin de lograr tal objetivo obteniendo soporte económico y material para desarrollar Corea del Norte. Como Kim afirma:

“En esta guerra contra la pandilla de Syngman Rhee, el pueblo coreano debe defender con su vida la República Popular Democrática de Corea y su Constitución, liberar a la parte Sur de nuestra Patria del dominio reaccionario de dicha camarilla, derrocando el poder vendepatria y títere establecido allí, restaurar en la parte Sur los comités populares, genuino poder del pueblo, y lograr la causa de la reunificación de la Patria bajo la bandera de la República Popular Democrática de Corea”

Kim, 1950, Todas las fuerzas para la victoria en la Guerra

Para Kim, el sur debía ser liberado de lo que consideraba desde su perspectiva como coerción, “Si el asunto de la liberación de los pueblos de la parte sur de Corea y la unificación del país está fuera de curso, entonces puedo perder la confianza de la gente de Corea”. En síntesis, Corea del Norte fue influenciada con el “flujo soviético”, y motivada a extender su sistema comunista, pero principalmente los deseos de Kim Il Sung de unificar a su patria fueron los causantes principales de la Guerra.

Asimismo, se afirma que las autoridades de ocupación soviéticas, en efecto, lograron cultivar el apoyo entre los intelectuales locales y dominar los faustos culturales hasta un grado en el cual sus homólogos estadounidenses a menudo envidiaban (Naimark p. 398, citado en Armstrong). Específicamente entre la población juvenil, a la cual Armstrong especifica, les lavaron el cerebro. Por ello, se dio el apoyo al régimen soviético, que prometía la mejora de la condiciones de vida para Norcorea y estipulaba la coerción por ignorancia.

De esa forma, se muestra una clara visión de la perspectiva popular coreana sobre el régimen del Norte, considerándola como extremista y una violación directa a la paz e independencia que se buscaba. Basándonos en ello, es comprensible el rechazo a la reunificación bajo sistemas esclavizadores para el pueblo y la lucha por la unión en independencia. Por un lado, los norcoreanos pensaban en la Guerra como instrumento de liberación al Sur del régimen abusivo estadounidense. Mientras que los surcoreanos concebían el régimen norcoreano como subversivo y coercido. Todo ello como resultado de la influencia de las potencias en la península; pero si se discuten los motivos para la guerra, la reunificación abarca el estudio del sentimiento e ideología popular, que conllevarían a la guerra. En ese sentido, el deseo de reunificación aún permanecía aunque los motivos para esta variarán. En ese sentido, podemos deducir que la causa principal para el inicio de la Guerra fue el deseo de reunificar Corea. En realidad, los esfuerzos de los coreanos para construir un estado-nación moderno no eran nuevo, dado que comenzaron a finales del siglo XIX pero fueron frustrados por las potencias imperiales extranjeras.

Para los coreanos, la guerra representaba poner su “hogar y orgullo” a favor de la reunificación. El anhelo norcoreano no solo implicaba repudiar y sosegar la expansión capitalista, sino más bien consistía en apalear por una Corea independiente y con oportunidades de desarrollo, siendo esa la mayor explicación para que Kim se adoctrinará comunista. En tal sentido, el Norte había desarrollado ya fuertes lazos comunistas que el propio Kim se encargó de forjar y propagar en la población para obtener apoyo de países más desarrollados, mientras que en el Sur no se permitiría que Corea se reunificara bajo un régimen comunista, pero tampoco se daría lucha para defender a los capitalistas, simplemente quería un país unido nuevamente.

De la misma forma, se alude también a que los grandes líderes ejercerían la coerción como medio para que la población se adhiriera al régimen, dado que ni a Kim Il Sung ni a Syngman Rhee les hubiese convenido la lucha por una Corea que no estuviera bajo la forma de gobierno que se propagaba en la otra mitad del país. Y la población no era ajena a dicha realidad, es así que muestra de ello es la caricatura en el sur publicado en 1952 “The communist party, squeezing out the sweat and blood of the farmers!” (El partido comunista que exprime el sudor y la sangre de los granjeros). En el cual se observa una serpiente humanoide gigante con un gorro de las fuerzas norcoreanas estrujando a un civil, aprovechándose de sus recursos alimenticios y monetarios. Así también, en la caricatura de Block, en la cual expone Those are the flags of various gánster mobs and millonarios. Now shut up (Esas son las banderas de varios gánsteres y millonarios, ahora cállate). Es decir, se difundían las supuestas viles acciones de la otra mitad del país, con la finalidad de poder convencer sobre una reunificación que beneficiara al progreso de la nación.

¿La Guerra de Corea o la Guerra por Corea?: Intereses económicos

Una de las principales causas atribuidas al inicio de la Guerra es el enfrentamiento entre el capitalismo y el comunismo, dado que Corea fue ocupada por las mayores potencias de la época: La Unión Soviética y Estados Unidos, establecido como resultado su conversión en un baluarte de riqueza extranjera. Es decir, su independencia era aparentemente “oficial” pese a que se conocía su estrecha dependencia de las potencias que la ocuparon. En ese sentido, ya se ha examinado la cuestión de reunificación parte del sensacionalismo como causa interna para la Guerra de Corea. No obstante, también se considera que los principales países hegemónicos de la época influenciaron en ambas Coreas con la finalidad de tener un frente en Asia Oriental y establecer así relaciones económicas que los beneficiarían en un futuro cuando el país tuviera mayor estabilidad.

Un punto a recalcar, es que la Guerra de Corea unió a China y a la Unión Soviética en un sentido inmediato y causó una terrible devastación en Corea, dado que ambos países eran comunistas acérrimos y como propósito primordial ostentaban frenar la propagación de su ideología. Por edne, Con respecto a ello, Thornton manifiesta que Stalin propició de forma sutil la Guerra de Corea, a fin de que China dependiera de ellos, puesto que así velaría por sus intereses económicos a corto y largo plazo. De ese modo, invirtiendo en futuras relaciones comerciales y militares con China, Stalin cedería ante la petición de Mao, que consistía en enviar artillería necesaria para atacar Taiwán. Aquello, habría significado el evitar que Mao se aliase con Estados Unidos. Es decir, la Guerra de Corea fue un disfraz para las tensiones en Asia Oriental causadas por un conflicto de intereses económicos.

Asimismo, es evidente que los estadounidenses no querían arriesgarse a perder su único territorio de influencia en Asia, debido a que les proporcionaba una posición estratégica perfecta para “vigilar” los movimientos comunistas y una gran oportunidad de enriquecerse económicamente. Tal y como afirma un documento del Consejo Nacional de Seguridad Nacional estadunidense escriba al presidente Truman en 1949 pidiendo la continuidad de asistencia momentánea a Corea del sur a “Una red de organizaciones comunistas en Corea del sur propiciará el control sistemático y generará una crisis económica”. Basándonos en ello, se creía que la influencia soviética representaba la oportunidad de extender su influencia ideológica. Cabe señalar que a través de esta relación los coreanos claramente han sufrido contradicciones entre las afirmaciones morales de los Estados Unidos utilizadas para justificar su ‘Destino Manifiesto’.

Corea del Sur se convirtió en sinónimo de “resistir a la Corea comunista, la futura dictadura soviética” y si no se tomaban las medidas adecuadas, se llegaría a una propagación comunista en el Asia, un efecto dominó, donde Japón cedería al régimen soviético. El conflicto coreano fue la ocasión para transformar a Estados Unidos en un país muy diferente de lo que había sido antes (Cumings, p. 13). Aquello, en el sentido de que representaba no únicamente la expansión capitalista, sino la oportunidad de poder crear un aliado a su imagen y semejanza. De ese modo, esos intereses económicos de países ajenos a Corea se enfocaban en no perder su influencia sobre aquel país.

Kim Il Sung en Corea del Norte era prácticamente un títere de los soviéticos, el cual inició una guerra que al fin y al cabo solo beneficiaría a La Unión Soviética en el sentido de que EEUU no se aliaria con China. De igual modo, el comité de Estados Unidos impartía un intenso repudio al comunismo de la mano de Syngman Rhee como figura de autoridad en Corea del Sur. Por ello, la guerra de Corea tuvo, para las potencias extranjeras, la finalidad de socavar los intentos de avance del capitalismo en Corea. Como Stalin afirmaría en una carta de Kim Il Sung ‘Si una nueva guerra mundial es inevitable, hagámosla ahora y no en unos pocos años, cuando Japón se haya aliado con Estados Unidos’. Y esta futura guerra, se tenía que ir con mucha cautela, pero defendiendo su ideología y a favor de sus interés económicos. Comparando con la opinión de Thornton, la Guerra de Stalin servía a intereses más allá de la unificación de Corea, la cual, no obstante, era solo interés de Kim Il Sung. Entonces, es lógico que la razón del conflicto también pueda ser esa, ya que al ser imperialistas en potencia, ni Estados Unidos ni la URSS dejarían que Corea se unificara siguiendo doctrinas económicas distintas a las que cada uno proponía, ya que habría significado desprenderse de una posible fuente de ingresos. Por ello, se afirma que ambas potencias hubieran acabado generando un gran enfrentamiento bélico por Corea.

La Guerra de Corea: ¿Producto de la reunificación?

La guerra de Corea fue agravada por influencias extranjeras asociadas a intereses económicos que involucraban el clásico conflicto comunismo-capitalismo, más no ideada por los mismos, dado que estos eran parte del interés por una reunificación

Si bien es cierto, la noticia de la alianza chino-soviética se produjo en el contexto de un esfuerzo de Estados Unidos, cauteloso y persistente. Este esfuerzo influyó en el momento y en una medida significativa del contenido de la relación entre las dos potencias comunistas (Thornton, p.27). Por ende, se entiende que la transformación de Corea obedeció a intereses propios de las potencias. No obstante, el interés por la reunificación originó la Guerra, ya que corresponde directamente a la disyuntiva sobre la visión idealizada de una sola Corea que forjó el conflicto. Kim Il Sung aludía a que la Syngman Rhee no había hecho más que tiranizar a Corea del Sur —en vez de implantar allí la democracia— y vender al país como colonia a Estados Unidos, cumpliendo los dictados de sus dueños norteamericanos . Mientras tanto Lee, aseveraba que Syngman Rhee había dejado en claro su deseo de adoptar las nociones de democracia liberal y mercado económico como la base de su gobierno, siendo su postura anti-comunista una reacción ante la amenaza de revolución. Es imposible omitir la cuestión del enfrentamiento entre el capitalismo y comunismo en los inicios de la Guerra de Corea, mas estos contribuyen al mismo como una excusa que se plantean las potencias mundiales. Debido a ello, se entiende que los intereses económicos de las potencias impulsaron el deseo de reunificación, pero desde distintos enfoques. Los mismos, que desembocarían en diferencias ideológicas sobre la reunificación, ocasionaron la Guerra.

La población coreana en su conjunto siempre se luchó por la búsqueda de una sola Corea independiente, aunque con métodos distintos. La Guerra en sí misma no se desató al contraponerse distintas perspectivas sobre el sistema económico de la “Corea ideal” que ambicionaban los ciudadanos, sino más bien estos acrecentaron el conflicto ya existente. Es así que, si bien los intereses económicos sirvieron para agilizar la idea de un conflicto, solo eran parte de la búsqueda de un sistema que creara una sola Corea a la que por fin podrían designar como su “hogar”.

A modo de cierre, afirmamos que la Guerra de Corea fue producto del deseo de reunificación, siendo así una cuestión ideológica más profunda que los conflictos de sus aliados.

CONCLUSIÓN

En conclusión, los intereses por la reunificación desempeñaron un rol de suma importancia en el inicio de la Guerra de Corea, ya que de este mismo se desprendían diversas disyuntivas que se emplearon como pretextos.

Es válido aseverar que la Guerra de Corea fue en muchos sentidos un disfraz para las tensiones en Asia producto de la Segunda Guerra Mundial. Aquello, dado que tanto Estados Unidos como la Unión Soviética emprendieron un “movimiento colonizador” en Corea que más bien se encargó de dividir el país en dos bloques que siguieran sus pasos y extendieron su ideología. Siendo así indiscutible que la formación de las diferencias ideológicas abrumadoras entre el Norte y el Sur es resultado de la imposición de regímenes fundamentados en doctrinas económicas como el comunismo y el capitalismo. 

Pese a ello, aquellas doctrinas económicas son más bien parte de una causa mayor. Afirmamos que la Guerra de Corea obedece a diferencias ideológicas generadas a partir del deseo de reunificación puesto que tanto los líderes como la población lo priorizaba por sobre la preservación de su estilo de vida. De ese modo, la lucha entre el capitalismo y comunismo forma parte de las disyuntivas que impedían el objetivo principal: la reunificación. Por ende, no son causantes primarios, sino más bien forma parte del deseo de reunificación; de la misma forma en que el nuevo estilo de vida y creencias lo hacían.

La reunificación era prioridad para los coreanos. Lógicamente, es allí donde surgen los líderes como Kim Il Sung o Syngman Rhee, dispuestos a aliarse con quien fuese necesario para lograr la reunificación de su país bajo un sistema que significaba el desarrollo de su nación, desde su criterio. Incluso considerando la existencia de disímiles intereses políticos, económicos, sociales e incluso culturales para que cada potencia impulsará la guerra, al fin y al cabo la decisión de atacar definitivamente el paralelo 38° fue por el la independencia y formación de una única Corea. Es así a que identificamos las motivaciones de carácter ideológico relacionados con la reunificación para englobar el verdadero origen de la guerra, porque las asperezas entre las ideas provenientes de influencias soviéticas y estadounidenses (Sistema administración gobierno, estilo de vida concepción de las relaciones mundiales) terminaron solo eran parte los intereses por construir un país sostenible.

Por ende, afirmamos que el interés de reunificación fue muy importante para el inicio de la Guerra de Corea, puesto que si bien las doctrinas como el capitalismo y comunismo también aportaron al desarrollo del conflicto, formaban parte de los muchos paradigmas que rondaban la visión de una sola Corea idealizada.   

27 April 2022
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