La Teoría de las Trauma Según Ferenczi

Sandor Ferenczi nació el 7 de julio de 1873, en Hungría. Obtuvo su título de médico a los 21 años. Después se especializó en neurología y psiquiatría. Primero Ferenczi se impresionó con el trabajo y las ideas de Carl Gustav Jung. Cuando este visitó Hungría, tuvieron la oportunidad de conocerse. Jung logra que Ferenczi y Sigmund Freud se conozcan, ya que piensa que pueden tener un intercambio de ideas muy enriquecedor. Desde entonces se inició una entrañable amistad entre Ferenczi y Freud. Buena parte de la biografía de ambos y de la historia del psicoanálisis se desprende de la profusa correspondencia que sostuvieron durante varios años.

El trauma fue el centro de las preocupaciones clínicas de Sandor Ferenczi. Hacia el final de su vida llegó a convencerse de que el trauma era una causa importante de muchas patologías neuróticas y de la personalidad a pesar de que los factores traumáticos fueron generalmente desechados por otros analistas. Las últimas ideas de Ferenczi relacionadas con el trauma se presentaron en forma muy breve -como él dijo, “un breve extracto”- en su último trabajo, “Confusión de Lenguas entre los Adultos y el Niño”. Él tenía la intención de ampliar, desarrollar y volver a evaluar estas ideas, pero poco después de escribir este apartado llegó a estar demasiado enfermo para hacerlo y al cabo de algunos meses murió. (Frankel, J. s/f)

Ferenczi en este trabajo se refirió a la confusión de lenguas que se origina entre el niño y el adulto, cuando el adulto confunde la ternura que le ofrece el niño con la pasión sexual. El niño durante su etapa de desarrollo pasa por una etapa de amor hacia su progenitor, conocida como el complejo de Edipo (amor inocente del niño a la madre) o complejo de Electra (amor inocente de la niña hacia el padre), Ferenczi la denominaba “objetal pasivo o estadio de ternura”, primera etapa donde el niño busca la ternura de un adulto y este la malinterpreta con pasión amorosa, produciéndose así el abuso sexual, el cual perturba el desarrollo infantil.

La relación entre el adulto y el niño se da de forma que, un adulto y un niño se aman, sería el tipo de amor familiar que sienten los padres hacía sus hijos y viceversa, el niño siente un amor sano e infantil y lo emplea con fantasías lúdicas, al querer desempeñar el papel maternal o paternal en un juego inocente, este juego puede tomar una forma erótica, pero permaneciendo siempre en el ámbito de la ternura. El adulto tiende a confundir los juegos de los niños con los deseos de una persona madura sexualmente activa y se dejan arrastrar a actos sexuales sin pensar en las consecuencias.

Una vez llegada esta situación el niño no puede oponer resistencia y, posteriormente, el único recurso a su alcance es lo que llama identificación con el agresor, de este modo se somete a las exigencias del abusador. Consideremos el desamparo en el que se encuentra el niño en esta situación, teniendo en cuenta que en la mayoría de ocasiones el abusador fue alguien cercano y de confianza, situación que se agrava cuando el niño decide decir algo y lo acusan de mentiroso. La única manera de recuperar la protección es regresar al momento pre traumático, lo que significa negar la realidad de lo sucedido.

No siempre el abuso será índole sexual, también se encuentran los castigos pasionales como otra forma de traumatizar a un niño, el adulto descarga todo su sadismo en el niño, no culpable del asunto, con la motivación de ser apuntada a un adulto, el niño entonces recibe todas las consecuencias de la depresión. La personalidad regresa hacia una beatitud pre traumática, intenta creer que nada ha sucedido.

La tercera situación no sexual que se puede dar, es la llamada terrorismo del sufrimiento, que se produce cuando el adulto significativo toma al niño como a un confidente cargándolo con la responsabilidad de “convertirlo en un sustituto materno o paterno”.

Según Daurella, N. (2012) la indicación de lo que hoy en día se denomina self disclosure era, pues, no repetir en la situación analítica lo que en su día fue traumático para el paciente-niño en su relación con los adultos y que le hizo perder la confianza en ellos y en sus propias percepciones: la falta de sinceridad y de autocrítica de los adultos cuando, en la relación con el niño, se dejan llevar de una manera consciente o inconsciente por lo que Ferenczi llama sus pasiones: traumatizan al niño y, cuando este se queja, no son capaces de reconocer lo que ha pasado, lo niegan, hacen dudar al niño de su percepción, o incluso le acusan de exagerado, o mentiroso, o quejica, o desagradecido, o dicen que aquello ha sido por su bien.

Deshacer los efectos del trauma, se convertirá en una tarea difícil, debido a que la víctima siente que ya no está a salvo en el mundo donde vive. Esta sensación de inseguridad y el hecho de que tiene que adaptarse para futuros shocks dan como resultado un carácter traumático, marcado por la desconfianza, hipersensibilidad, rigidez, dificultad para mantener relaciones con otros, pesimismo y un odio hacia la vida, en lugar de una personalidad más natural. (Frankel, J. s/f)

Ferenczi en sus últimos años se refirió al mimo como un “bebé sabio”, cada vez se mostraba más interesado en los efectos paralizantes que causaba el trauma psicológico y su tratamiento. Sus experimentos en la técnica de relajación y el análisis mutuo, fueron los intentos de tratar a pacientes que no respondían al tratamiento analítico más usado, debido a que tenían traumas por abuso en la infancia. Las exploraciones de Ferenczi acerca del trauma y sobre la técnica analítica lo llevo a la conclusión de que la técnica analítica estándar de su tiempo era retraumatizante para los pacientes. Los experimentos de Ferenczi en la reestructuración del tratamiento analítico, para abordar los requerimientos terapéuticos de las víctimas de abuso, habían tenido efectos profundos en las concepciones posteriores de la relación analítica, incluso cuando su influencia sobre estos conceptos no había sido, a menudo, reconocida. Las investigaciones de Ferenczi acerca del trauma fueron adelantadas para su época; ellas, se encuentran en el marco de nuestra comprensión actual del trauma. (Frankel, J. s/f)

Bibliografía

  • Daurella, N. (2012). Trauma y retraumatización. De ferenczi a fonagy, pasando por la Teoría del apego y la neurociencia. Revista científica Temas de Psicoanálisis. No. 3. Recuperado de: http://www.temasdepsicoanalisis.org/wp-content/uploads/2012/01/PDF-NERI-DAURELLA.pdf
  • Frankel, J. (s/f). Teoría del trauma según Ferenczi. Recuperado de: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:fzLUH58Bj0gJ:www.alsf-chile.org/Indepsi/Articulos/Trauma-Abuso/Teoria-del-Trauma-segun-Ferenczi.pdf+&cd=2&hl=es-419&ct=clnk&gl=do
  • Genovés Candioti, A. (2019). Ferenczi, S. (1984). Confusión de lenguas entre los adultos y el niño. El lenguaje de la ternura y de la pasión (en Psicoanálisis [Tomo IV]). Aperturas Psicoanalíticas, (62). Recuperado de: http://aperturas.org/articulo.php?articulo=0001087
  • Sánchez, E. (2018). Sandor Ferenczi, un referente en el psicoanálisis. Recuperado de: https://lamenteesmaravillosa.com/sandor-ferenczi-referente-psicoanalisis/
09 April 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.