Lineamientos Generales Del Concepto De Corrupción

Introducción

Como es sabido, la corrupción es un fenómeno social latente. Sin embargo, en ocasiones es difícil de detectar, llegando incluso a ser imperceptible. La tendencia nos lleva a vincular inmediatamente a la corrupción con la política, pero, en la teoría e incluso en la práctica, dicho fenómeno no solo se da en la política sino también en situaciones de la vida cotidiana de las personas abarcando diversas actividades.

Lo anteriormente mencionado está ligado a los tipos de corrupción que existen, habiendo entre ellos un tipo que consiste en calificar como corruptos actos que tradicionalmente estaban reconocidos por la sociedad como “buenos” y por lo tanto no estaban mal vistos y se encontraban normalizados e internalizados por los actores de la sociedad.

A los efectos de este trabajo, se pondrá el foco en la corrupción en el ámbito político, lo que no quiere decir que se mencionen situaciones que no estén estrechamente ligadas a la vida política o al sistema político en particular. Ya que, la corrupción constituye un problema de carácter social y por lo tanto la sociedad se verá ineludiblemente involucrada, principalmente, en las consecuencias provocadas por los actos de corrupción.

Se tratará también, el tema del control de la corrupción, manejándose tres posturas diferentes que plantean mecanismos o alternativas para erradicar la corrupción.

Lineamientos generales de la corrupción: concepto, características, tipos.

Para comenzar a tratar el tema, es inevitable concretar una definición de corrupción, que servirá de base para la estructura de nuestro análisis. El termino corrupción proviene del latín corruptio que significa una acción de destruir algo sano o de dañar o pervertir a alguien. Pensar en la corrupción nos remonta instantáneamente a pensar en acciones típicamente malas, negativas que generan algún tipo de perjuicio a una persona o a un conjunto de personas, como puede ser una sociedad. Sintetizando, el termino significa “alterar, viciar, trastocar las formas e implica actos o conductas reprobables.” Esta definición debe ir acompañada de una intención de beneficio propio o particular, dado que la corrupción implica también, sobreponer el interés privado ante el interés público.

Es destacable que, la corrupción no es un fenómeno nuevo, si no que acompaña el desarrollo de las civilizaciones a lo largo del tiempo, abarcando diferentes ámbitos de la vida de las personas. Sin embargo, la corrupción es percibida, en general como un fenómeno meramente político, tendiendo a pensar que las únicas personas capaces de cometer actos corruptos son los actores del sistema político, de la clase gobernante. Si bien la corrupción puede tener su origen en la desviación del poder político para obtener un beneficio particular, es frecuente encontrarnos con situaciones que no son percibidas como corrupción y son realizadas por personas que están totalmente por fuera del poder político de un Estado. A modo de ejemplo, pongamos el caso de un control de tráfico realizado en una calle X de la ciudad, al detenerse, el conductor es informado de que ha cometido una infracción y que tendrá como consecuencia la aplicación de una multa. Al entregar los documentos al oficial de transito, el conductor coloca entre dichos papeles una cantidad de dinero con el objetivo de que el inspector perciba que será su “recompensa” a cambio de que no le sea aplicada la sanción. La persona que entregó el dinero, muchas veces, sin percibirlo como tal, ha cometido un acto de corrupción, provocando que la otra persona – inspector de transito – desvíe el ejercicio de su poder a los efectos de que tanto el conductor como él obtengan un beneficio.

En el fenómeno de la corrupción pueden distinguirse cuatro etapas. La primera etapa es la de la negación del fenómeno, en segunda instancia se da el registro de la existencia del fenómeno, un paso muy importante ya que, en esta etapa se dan instancias de discusión enfocadas en cómo solucionar, atacar el problema. En tercer lugar, se ponen en práctica diversos mecanismos para atacar dicho fenómeno y, la cuarta etapa consiste en poner bajo control o, eventualmente, mantener la corrupción.

Las características de la corrupción son diversas y es necesario mencionarlas. En primer lugar, puede parecer una obviedad, la corrupción es furtiva, es decir que las practicas que se definen como corruptas no son públicas. Esto es, las personas que cometen dichas prácticas tratarán de, mientras sea posible, mantener oculto el fenómeno. Por otra parte, tiene carácter universal, ya que se presenta en la gran mayoría de las civilizaciones y en muchos ámbitos, como la política, el deporte, la religión, entre otros. En tercer lugar, la corrupción reviste necesariamente una connotación ética y, en algunos casos, también moral. Este fenómeno también tiene la característica de no ser fácil de controlar, por el hecho de que es difícil de detectar, por lo tanto, resulta una dificultad encontrar los mecanismos adecuados para atacarla y combatirla. Otra característica relevante es que no es unilateral, sino que siempre implica a dos o mas partes. En este sentido cabe destacar que la corrupción no es solo por dinero, sino que también tiende a otros intereses como determinados privilegios o prebendas. Por ultimo se debe señalar, como se hizo anteriormente que la corrupción es un problema social, que no afecta solamente a un sector de la sociedad, en cambio afecta a varios sectores sociales a la vez, por lo que implica un daño a la sociedad.

Los tipos de corrupción que existen son tres y dependen del grado de percepción que generan en la sociedad. En este sentido, el primer tipo de corrupción es la corrupción blanca, que consiste en practicas que cotidianamente no son reconocidas como corruptas, es decir que la sociedad no las percibe como un problema o como una conducta poco ética. Por otra parte, la corrupción negra es, la inversa de la corrupción blanca, es decir que invierte el sentido en el que se perciben las practicas mencionadas, tendiendo a estigmatizarlas. En este tipo se encuentran los actos y conductas que son típicamente reconocidos como corrupción. Por último, se puede identificar un tipo mas difuso de corrupción, la denominada corrupción gris. Es difusa en el sentido de que existen prácticas en las que no existe un consenso generalizado de si son o no corrupción. En esta tipología, lo que algunos perciben como practicas corruptas, otros no las consideran como tal.

Corrupción y Política

La política y la corrupción son dos fenómenos que están altamente conectados. En primer lugar, debido a que el ejercicio del poder puede trae consigo ciertas ambiciones, que pueden ser la causa de algunas de las prácticas corruptas.

El ejercicio del poder, puede generar en la persona que lo detenta, sentimientos de ambición o hedonismo, que pueden causar que el político utilice su poder para sobreponer su interés privado ante el interés publico por el que fue electo. Dichas prácticas pueden ir desde la intervención de lo privado en lo público – por ejemplo, un intendente que contrata a su propia empresa para realizar tareas de limpieza en el departamento que gobierna – hasta lo opuesto, es decir la intervención del poder público en los intereses privados – por ejemplo un legislador que a cambio de algún beneficio se ve influenciado por una empresa del sector privado a votar y/o proponer determinadas cuestiones que tendrán como consecuencia el beneficio privado de uno o de otro – .

Dicho esto, es posible afirmar que la corrupción en el ámbito político se manifiesta de diferentes formas y para generar diversos objetivos.

Max Weber, sostuvo que “existen políticos que viven Para o De la política.” En este sentido aquellos políticos que viven “De” la política presentan un grado mayor de ambición ya que asumen a la política como un instrumento a ser utilizado al servicio de su enriquecimiento particular. Según Weber, esto ultimo es, indudablemente, una forma mas de corrupción.

Los partidos políticos juegan un rol importante en la detección y control de la corrupción, tanto externa como internamente. En la parte interna de los partidos, existen las llamadas comisiones de ética, que están destinadas a juzgar a aquellos integrantes del partido de los que se tienen sospechas o han sido acusados de cometer actos corruptos. Y externamente, los partidos ejercen control de la corrupción cotidianamente por sobre los demás partidos políticos, estando atentos a las actividades de los políticos adversarios, a fin de detectar corrupción en el ejercicio de sus funciones.

Es importante señalar que en cuanto más intervencionista y reglamentarista es la legislación de un Estado, aumentarán las posibilidades de corrupción. La corrupción en el ámbito político genera, en primer lugar, desprestigio, en tanto aquellos políticos que han cometido actos de corrupción y que se ha comprobado su culpabilidad o implicancia, dañan su imagen y se perjudican a si mismos. En segundo lugar, genera escepticismo, lo que repercute principalmente en la opinión pública que deja de creer en la clase política, generando desconfianza en torno a los candidatos y líderes de los partidos políticos, particularmente en aquellos partidos o líderes que ejercen poder, ya sea desde el gobierno nacional o departamental.

La corrupción política en especifico refiere al mal uso gubernamental del poder para obtener cierta ventaja, la cual es a su vez, ilegítima y, como ya se mencionó, generalmente es secreta y privada. Por su parte la organización Transparencia Internacional define a la corrupción política como “el mal uso del poder encomendado para obtener beneficios privados”. Como se dijo anteriormente, la corrupción política no solo se manifiesta en un beneficio económico, sino que también puede ser constituida por prácticas tales como: el tráfico de influencias, amiguismo y favoritismo, sobornos, extorsiones. Puede darse también lo denominado Prevaricación que consiste en el dictado de una resolución por parte de una autoridad, juez u otro funcionario público, de carácter arbitrario en un asunto judicial, de gobierno o administración aun consciente de que dicha resolución es de carácter arbitrario e injusto y que puede perjudicar a una persona o a un conjunto de ellas.

Una forma de corrupción común de ver en el ámbito político es el nepotismo, es decir la preferencia por familiares para designarlos en algún cargo del Estado.

La corrupción política no necesariamente se origina en el ámbito político, se han dado diversos casos en los que los actos de corrupción comienzan en – por ejemplo – el ámbito empresarial, pero que luego “salpican” a la política, en particular a actores del sistema político. Podemos analizar el caso denominado “Panamá Papers” una red de corrupción que, por medio de un estudio de asesoramiento jurídico y financiero, fueron creadas miles de empresas fantasma, como una forma de lavar dinero. El caso consistió en la filtración de documentos confidenciales de la extinguida firma de abogados Mossack Fonseca revelando evasión financiera y el funcionamiento falso de empresas que solo figuraban en papeles, ocultando su capital. Algunos de dichos capitales eran incluso provenientes del crimen organizado. En los documentos figuraban correos electrónicos, listados de sociedades, actas, escrituras y registros de sociedades offshore intercambiados entre Mossack Fonseca y sus clientes.

También, en dichos documentos, se encontró diversos listados, entre los que aparecían nombres de mas de un centenar de políticos de diferentes países. Varios actores del sistema político aparecen implicados en este caso, como es el ejemplo del anterior primer ministro de Islandia Sigmundur David Gunnlaugsson, que depositó junto a su esposa millones de dólares de inversiones en tres grandes bancos durante la crisis financiera que atravesó su país, empleando una sociedad llamada Wintris Inc. Por otra parte, el actual presidente de Argentina Mauricio Macri aparece como director de una firma constituida en el exterior, lo que él mismo calificó como una “operación legal”. También, Macri afirmó que fue designado ocasionalmente en el directorio de la sociedad creada por su padre y, en un comunicado de la Casa Rosada se expresó que el presidente “nunca tuvo ni tiene una participación en el capital de esa sociedad”

Estos ejemplos aclaran cómo lo que comienza como corrupción en un ámbito diferente de la política puede, en ocasiones, llegar a la misma, influyendo en los factores de poder y debilitando la confianza en los partidos políticos y sus dirigentes.

Mecanismos de prevención y control de la corrupción

En primer término, es generalizada la postura de que se requieren mecanismos de control y combate a la corrupción, para dar a los integrantes de la sociedad las garantías de que sus gobernantes no actuarán de forma ilícita para su beneficio particular.

Un primer mecanismo de control de este fenómeno es el endurecimiento de las penas para aquellas personas que cometan actos de corrupción. Los que defienden esta postura sostienen que aplicar penas duras y que sean efectivamente cumplidas las condenas, da las garantías para comenzar a erradicar la corrupción. Un primer problema planteado radica en que las penas actuales no son significativas y que por consiguiente deberían aumentarse dichas penas, llegando a encontrar personas que sostienen que la pena de muerte podría ser una de las consecuencias necesarias para combatir la corrupción. Además de lo dicho, los defensores de esta postura se basan en que el endurecimiento de las penas y el cumplimiento efectivo de las mismas deben ser ejemplificadores, a los efectos de que los actores políticos tomen consciencia de las consecuencias que puede acarrear cometer actos de corrupción.

Por otra parte, existen sujetos que defienden la postura de que la corrupción es un problema de carácter moral, por lo tanto, la solución de dicho problema debe ser de igual carácter. Plantean que se ha perdido la percepción sobre lo que está “bien” y lo que está “mal”, por lo que es necesario enseñar nuevamente dichas cuestiones. Proponen, además, que la raíz del problema son las decisiones individuales de cada persona, por lo que de ella dependerá el grado de moralidad que la práctica tenga ya que, lo hará basándose en sus propios principios éticos y morales. Los impulsores de este mecanismo creen necesaria la creación de cursos de ética y moral tanto en colegios como en universidades. De esta forma, enseñando valores morales y éticos, según esta teoría, será más fácil detectar la corrupción y por consiguiente se facilitará el procedimiento de castigo a dichas prácticas.

Por último, un tercer mecanismo de control o erradicación de la corrupción pone el foco en el sistema de organización de las reparticiones públicas. En este sentido, explican que deben detectarse aquellas oficinas, donde la forma en la que se encuentra desarrollada la actividad se preste para realizar actos de corrupción. Su idea central parte de la base de que existen numerosos sistemas de organización que son propicios a generar actividades referidas a la corrupción, en los que las posibilidades de que se produzcan dichos actos son mas altas. La solución que proponen los impulsores de esta opción pasa por reformar los sistemas de organización problemáticos para garantizar un sistema transparente y que limite de gran manera las posibilidades de cometer actos de corrupción, dichos cambios – por ejemplo – podrían ser reformar los mecanismos de ingreso a aquellas oficinas donde se dan irregularidades a la hora de designar a sus funcionarios.

En cuanto a la prevención de la corrupción, tomemos el ejemplo de Estados Unidos de América, que no permite que el presidente reciba regalos personales. Cuando un presidente norteamericano recibe un regalo por parte de un tercero, dicho regalo pasa a ser propiedad del Estado y, si el presidente quiere apropiarse de dicho bien deberá esperar a que termine su mandato para luego adquirir dicho obsequio dentro de ciertos límites determinados por la ley. Este es un mecanismo que permite, en un primer momento prevenir que el presidente reciba sobornos o algún otro tipo de “incentivo” a los efectos de lograr algún objetivo particular.

Conclusión

A modo de conclusión, la corrupción es un fenómeno tanto social como político, porque como se mencionó, lo social está estrechamente vinculado a lo político, llegando incluso a que ciertos problemas y prácticas de corrupción intervengan en la política.

Así como también, es necesario plantearse mecanismos serios para combatir la corrupción y generar una percepción de confianza y respeto por la legalidad, la moralidad y la institucionalidad, haciendo que la clase política que utiliza su poder para beneficio propio tenga consecuencias certeras cuando cometa actos de corrupción. Debemos generar las condiciones necesarias para detectar y posteriormente combatir la corrupción, tanto en el ámbito privado como publico y que dichas practicas sirvan de ejemplo para prevenir casos futuros. 

16 April 2021
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