Los Estereotipos Y Los Medios De Comunicación

Para hablar de estereotipos, es importante tener claro que son los estereotipos. Un estereotipo es una imagen estructurada de ideas que se asemejan a un modelo de concepto, el cual es atribuida a un grupo de personas o grupos sociales que mayormente es preconcebida por los jóvenes y es utilizado como etiqueta en cuanto a clases sociales, religión, aspectos económicos y culturales. Además, estas etiquetas son más usadas en dirección a los llamados “estándares de belleza” y que, si se piensa por un momento, estos llegan a influir en la vida cotidiana en muchos jóvenes, alterando su salud física y por supuesto su salud mental.

En la actualidad, los medios de comunicación han tenido un lugar muy notable en la vida de muchos adolescentes y jóvenes, estos medios son utilizados por ellos considerablemente en cuanto a un sinfín de información de distintos tipos, tomando en cuenta que va de acuerdo a sus intereses, sin embargo, al hablar de medios de comunicación también es importante referirse a los medios publicitarios que de igual modo intervienen en distintos aspectos de la vida de adolescentes y jóvenes creando una gruesa línea entre lo que para ellos deberían ser y lo que en realidad son. Es aquí donde comienza a influir los llamados estereotipos.

Por otro lado, Andrea Fernández Montesinos explica que, “los estereotipos están relacionados con la concepción del “otro” como desconocido, pues se busca una forma de definirle aún sin conocerle por lo que su individualidad y subjetividad se pierde al adjetivarlo de forma predeterminada” (p. 05).

Un estereotipo, dice la autora, se trata de una simple representación social que se tiene de las otras personas, de acuerdo con lo que se sabe de ellas. Pero, profundizando un poco más, los estereotipos han sido mayormente usado para marcar, etiquetar o como suele considerase, imponer estándares de belleza.

Los estereotipos están presentes de forma directa en la vida cotidiana de los adolescentes y jóvenes, y les afectan tanto en sus conductas como en sus decisiones. La publicidad se ha encargado de manejar estas representaciones y apariencias con mujeres y hombres promocionando cualquier producto, mostrando una “perfecta sonrisa”, “un cuerpo estilizado”, “cabello envidiable” y muchas otras características que la publicidad ofrece en la que las demás personas conciben a una “persona perfecta”, haciendo que comiencen por buscar alternativas para imitar y tratar de ser igual con el fin de verse bien, tal como lo muestran las personas de la publicidad.

Cristina Tris (2017) “puede deberse a que vivimos en una época en la que los estereotipos sociales acechan a nuestros adolescentes cada día, en la televisión, en las paradas de autobús, revistas, o Internet”. (p.17)

En otra parte nos dice “Los jóvenes son los personajes más utilizados por la publicidad, promoviendo una juventud más dinámica y consumista. Además, utiliza engaños, para acercarlos a sus productos, como relacionar al producto con ciertos beneficios que no son fehacientes” Cristina Tris (2017) (p. 20).

Insistiendo con el tema de imitar todos estos modelos de belleza se debe tomar en cuenta que, es ahí donde comienza el problema, los jóvenes buscan parecerse a esos estereotipos y uno de los problemas que provocan con regularidad son los problemas alimenticios.

Los problemas alimenticios surgen como una necesidad de parecer físicamente más atractivos, esto, según los estándares impuestos por los estereotipos, los jóvenes buscan en su mayoría una apariencia más esbelta y atlética, esto lo hacen de una manera incorrecta, ya que suelen recurrir a muchos métodos “sencillos” o más rápidos para resultados notables y no lo hacen de una manera que sea sana y que no afecte su salud.

La secretaría de salud (2015) menciona:

Los trastornos de la alimentación no son enfermedades por sí mismos, sino síndromes del comportamiento que manifiestan una amplia variedad de características psicológicas, sociales y culturales. Se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria y entre ellos encontramos a la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y la obesidad. (p.1)

Si bien, estos tipos de trastornos van comenzando a afectar a los jóvenes en la actualidad, esta reducción en la ingesta de alimentos creemos que únicamente se debe a que la persona tiene un deseo por bajar de peso y de esta manera lograr encajar en el estereotipo propuesto por los medios de comunicación y las diversas publicidades que los jóvenes se encuentran a diariamente, sin embargo, esta práctica comienza a ser muy dañina, porque causa muchos problemas de salud, ya que el cuerpo no recibe los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento, por lo tanto llega a tener consecuencias graves y cuanto estos trastornos avancen más es difícil lograr salir de ellos.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), “el 0.9 por ciento de los hombres sufren estos padecimientos alimenticios, mientras que en las mujeres es el 1.9 por ciento, cifras abundan que los adolescentes entre 12 y 19 años son los más propensos”. (p.5) El rango de edad es lo que se debe tomar en cuenta, ya que son las personas más jóvenes las que les afecta de cierta forma el concepto de “perfección” o “modelo”.

Otros de los problemas que puede traer como consecuencia los estereotipos, es cuando a la sociedad más joven empieza a tener dificultades para manejar su autoestima, la mayoría de este grupo al no sentirse cómodo con su reflejo, su forma de vestir, su altura, peso, color de piel, y muchas otras pautas que marcan los estereotipos y como se mencionó con anterioridad se buscan alternativas para alcanzar estas pautas, pero, cuando no se cumple con ellas crean una imagen negativa de ellos mismos, sintiéndose menos atractivos y es también en muchas ocasiones la sociedad la que hace un tipo de rechazo hacia estas personas.

No todos los adolescentes y jóvenes logran una actitud positiva con respecto a su cuerpo, lo que genera insatisfacción corporal y con ello repercusiones negativas en su interacción social y salud mental.

Compte (2012) ha señalado que:

“un gran número de adolescentes se encuentran en constante conflicto consigo mismos no sólo por como ellos perciben su cuerpo o una parte de éste; sino sobre todo porque temen y creen ser percibidos por otros de una manera indeseable a partir de los estándares corporales actuales de extrema delgadez”. (p.2)

A lo próximo que lleva esta insatisfacción, es en algunos casos, al suicidio, ya que al no cumplir con lo que quieren suelen pensar que ya nada pueden hacer y recurren a esta opción.

Rodríguez (2009) en un estudio con pacientes con trastornos del comportamiento alimentario (TCA), en tratamiento ambulatorio, encontró que:

23,2 % de los pacientes se autolesionaban mientras que 5% habían tenido intentos de suicidio, lo que les permitió concluir que investigar la correlación que puede existir entre insatisfacción corporal e ideación suicida se vuelve importante, ya que son pocos los estudios encontrados que hablan de los TCA, la insatisfacción corporal y la ideación suicida. (p.7)

Además, el alto índice de idea suicida que se presenta, puede tener repercusiones irreversibles no sólo para los adolescentes, sino para el contexto en el que se desarrolla, como las peonas que lo rodean.

Y así, hay muchos otros problemas que suelen causar los estereotipos, si bien, los adolescentes y jóvenes no pueden evitar a los estereotipos, puesto que, han estado en su vida cotidiana y son ellos mismos los que están más cerca de los medios de comunicación y por su puesto de la publicidad, además que en la actualidad las redes sociales son una gran influencia en sus distintos aspectos de su vida.  

22 October 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.