Marxismo y Existencialismo en los trabajos de Sartre

Introducción

En este trabajo bibliográfico voy a hablar sobre Jean Paul Sartre, filósofo y escritor francés considerado como uno de los mayores representantes del existencialismo. Su obra podemos dividirla en tres grandes etapas:

  • En primer lugar, distinguimos un período fenomenológico: marcada por la fenomenología de Husserl ya que en su obra “La trascendencia del ego”, Sartre discute todo lo referente a la conciencia.
  • En segundo lugar, nos encontramos con un período existencialista: esta etapa esta marcada por el existencialismo donde sigue los pasos de Heidegger al que haremos alusión mas tarde.
  • Y, por último, un período marxista: basado en los valores humanistas de Marx.

A continuación, analizaremos las dos últimas etapas, centrándonos en la figura existencialista de Sartre y comparándola con diversos autores como Santo Tomás de Aquino y Karl Marx.

Antecedentes:

Para entender en que consiste el existencialismo, tenemos que partir del siglo XIX ya que esta corriente filosófica comienza en Alemania debido a los cambios sociales, políticos y culturales que empezaban a surgir tras las grandes guerras europeas. Este movimiento comienza con la obra de Kierkegaard y se consolida con la obra de Martín Heidegger.

El existencialismo es un pensamiento filosófico que pretende llegar al conocimiento de la realidad a través de la experiencia inmediata de la propia existencia, destacando al ser humano de manera individual como creador del significado de su propia vida. La temporalidad del sujeto, su presencia como tal en el mundo es aquello que establece al ser y no a una supuesta esencia más inexacta.

Esta corriente filosófica da sentido a la vida de cada ser humano sin contar con sus creencias, cada uno es libre y responsable de sus actos. En este tipo de pensamiento podemos observar una libertad fundamental del individuo que lo proyecta al futuro, negando por inauténticos los prejuicios que corresponden a los valores y convencionalismos tradicionalmente inculcados.

Los existencialistas presumen la idea de que el ser humano no parte de un todo, si no que cada ser humano es una integridad libre por sí misma. La existencia propia de cada persona será lo que defina su esencia y no una condición humana en general. Por ello, Jean Paul Sartre será el pionero en trasladar dicho pensamiento para describir su propia filosofía.

Existencialismo de Sartre

Como he mencionado en el apartado anterior, el existencialismo se basa en la idea del ser humano individual como creador del significado de su vida. La temporalidad del sujeto, es decir, su existencia concreta en este mundo es aquello que constituye al ser y no una supuesta esencia abstracta.

Sartre en su obra “El existencialismo es un humanismo” interpreta la libertad del ser humano sin ataduras alegando que el ser humano “está condenado a ser libre”, es decir, el ser humano es responsable de todos sus actos sin excusas ya que concibe la existencia humana como una existencia consciente.

De este modo, la libertad del hombre tendrá dos dimensiones: una objetiva, que significa que la libertad es igualmente vivida para todos, y otra subjetiva, según la cual cada uno vivirá de acuerdo con sus peculiaridades.

Para Sartre “la existencia precede a la esencia”, sosteniendo que nuestra esencia, aquello que nos definirá, es lo que construiremos nosotros mismos mediante nuestros actos.

Como podemos observar, este pensamiento de Sartre nos lleva a preguntarnos que podemos entender por esencia. Para ello, nos pone un claro ejemplo: “Si un artesano quiere realizar una obra, primero la piensa, la construye en su cabeza”.

Por lo tanto, podemos ver que la esencia proviene de la propia manera de pensar del ser humano, según avanzamos a lo largo de nuestra vida, nuestros pensamientos y actos nos van a ayudar a construir nuestra existencia. La existencia para Sartre es aquella que solo pueden tener los hombres con total libertad, ya que deviene de un proyecto.

La filosofía de la existencia se presenta como una filosofía pesimista, cuya conclusión es la de que la existencia humana carece de sentido, es un absurdo (el ser humano, como dice Sartre, es ‘una pasión inútil ‘), ya que no hay ninguna esencia, ninguna dirección fija en la que deba desarrollarse. Pero es a partir del reconocimiento de la existencia de donde, precisamente, al no haber ninguna esencia prefijada, al no ser el ser humano esto o aquello, sino pura libertad, como es posible reconstruir el ser de esa existencia y, con ello, la realidad toda y el ser humano, como un fruto de su libertad

El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso a la existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Por ello, entendemos la existencia humana como un fenómeno subjetivo, en el sentido de que es consciencia del mundo y consciencia de sí.

Sartre afirma que cuando se está frente a una encrucijada no se tiene a nadie y sólo se puede fiar de sus propios instintos. No se puede guiar uno ni por los sentimientos, ni tampoco se puede pedir consejos, porque los sentimientos los construye uno mismo con los actos y porque siempre se elige al consejero, que ya se sabe de antemano que va aconsejar.

Es por ello, que el hombre que es capaz de comprometerse con su propia vida es aquel que puede elegir su moral. Todo hombre que inventa un determinismo es un hombre de mala fe. La mala fe es un error, es la mentira de la falta de compromiso. En cambio, los actos de hombres de buena fe tienen como última significación, la búsqueda de la libertad como tal y están obligados a querer, al mismo tiempo que su libertad, la libertad de los demás.

El existencialismo, añade Sartre, parte de un ateísmo coherente pues afirma que “si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre”. El hombre no es otra cosa que lo que él hace ya que, para Sartre, el humano en cuanto ser para si, es un proyecto, un ser que debe hacerse. Es una posición del hombre respecto al resto de seres: empieza existiendo, no teniendo un ser propio, empieza de la nada y se construye a si mismo a partir de sus proyectos, el hombre es lo que ha proyectado ser.

Además, Sartre habla de otros tipos de ser, el ser en sí, donde niega que existan diferencias entre apariencia y realidad. Sostiene que la cosa es la totalidad de sus apariencias. Si quitamos lo que le confiere la esencia a dicha cosa, que la constituye en tal cosa y no en otra, solo queda el ser en si, que es aquel que se nos presenta, es lo que es y no puede ser más. También encontramos otro tipo de ser, el ser para otro, donde Sartre defiende que mi yo revela la presencia del otro, cuando ese otro se me da no como objeto sino como un sujeto.

En contraposición a esta teoría de Sartre, tenemos la teoría de Santo Tomás de Aquino.

Santo Tomás de Aquino

Tomás de Aquino, de acuerdo con las líneas de su pensamiento sobre el ser humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos filosóficos propios y de Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la teología cristiana, para dar una visión de como debe ser la vida humana para alcanzar el bien y llevar una vida virtuosa. La visión de Santo Tomás de la vida buena se enmarca en su visión general sobre el gobierno de Dios en el mundo y el lugar que ocupa el ser humano.

Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales corresponde a la ley natural, que dirige el funcionamiento de los seres a los que incluye: plantas, animales y ser humano. Los humanos crean sus leyes para organizar su vida terrenal, con las leyes positivas o humanas que para ser justan deben ajustarse a la ley natural racional.

Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y capacidad de conocer y entender los principios morales con los que debe dirigir su conducta para obrar bien y realizar acciones buenas. El ser humano es capaz de conocer la ley natural con la que debe guiar su vida.

Con anterioridad a Sartre, Santo Tomás de Aquino hizo una distinción entre esencia y existencia y la utilizó para fundamentar la distinción entre los seres contingentes y el ser necesario, a fin de poder contextualizarla con las exigencias de la revelación y los fundamentales dogmas del cristianismo. Según tal posición, Dios, el ser necesario, es el único ser en el que la esencia se identifica con la existencia, es decir, el único ser cuya esencia consiste en existir. En cambio, todos los demás seres poseen la existencia de un modo secundario, no forma parte de su esencia, por lo que son seres contingentes, que pueden existir o no existir.

Fueron muchos filósofos occidentales quienes consideraron tal distinción innecesaria, por cuanto la noción de existir no añade nada a la noción de la esencia de algo real, como en el caso de la posición de Kant o por otras razones más o menos fundamentales. Según tal distinción entre la esencia y la existencia, la posición de la metafísica tradicional respecto a la relación Dios/ seres humanos podría reducirse a una explicación: Dios piensa en el ser humano y posteriormente le da existencia a la esencia pensada. Por tanto, podemos concluir que tanto Sartre como Santo Tomás de Aquino tiene una visión totalmente distinta con respecto a la existencia y la esencia.

Para Sartre, el ser humano es libre para imaginar y elegir y, por lo tanto, responsable de su vida. Siempre estamos inmersos en procesos de elección porque la consciencia no está sujeta a ninguna causa, se autodetermina. El hombre, ser que se crea a sí mismo se crea eligiéndose y eligiendo sus posibles ya que si no se eligiese no se crearía a sí mismo y sería creado por los posibles que actuarían sobre él desde fuera. Sartre expresa que elegimos todo lo que somos y somos lo que elegimos y eso que elegimos, lo elegimos creándolo, no escogiéndolo dentro de un juego ya dado de posibles.

Además, el filósofo establece que la existencia de Dios es imposible. Por tanto, si Dios no existe, no ha creado al hombre según la idea que fije su esencia, por lo que el hombre se encuentra con su radical libertad. Este ateísmo tiene una consecuencia ética ya que afirma que los valores dependen enteramente del hombre y son creación suya.

En cambio, Santo Tomás hace una distinción completamente distinta de la esencia y existencia ya que el parte de Dios como ser necesario. La esencia la podemos definir como a un componente potencial metafísico o la posibilidad lógica de una cosa: lo que es, mientras que la existencia es el acto por el cual la esencia tiene ser.

Se trata de una distinción metafísica y no física, dentro de una cosa. La esencia y la existencia no son para Santo Tomás dos cosas. No hay esencia objetiva sin existencia y no hay existencia que no sea la existencia de algo finito y concreto. La existencia se recibe o está limitada por la esencia.

La esencia les viene a los seres finitos de fuera. La existencia forma junto con la esencia un ser compuesto, el acto por el cual tiene ser una esencia es causado y la causa es externa a la cosa mima. Por ello Santo Tomás establece que la causa de la existencia es aquel ser cuya determinación es la existencia misma, Dios. Por eso el corazón de la metafísica de Tomás supone una dependencia existencial entre Dios y sus criaturas. Es la interpretación cristiana del concepto platónico de participación. Los seres creados participan de la existencia del creador y no pueden existir sin la decisión del mismo ya que considera que Dios es el Bien Supremo.

Existencialismo y Marxismo

Sartre a partir de los años 60 y hasta el final de su vida, orientará su actividad hacia el marxismo. No, ciertamente, hacia las formas mas ortodoxas de marxismo, pero mostrará públicamente su interés hacia los países en los que el marxismo se constituyo en una forma de poder político, aunque sin escatimar las criticas, especialmente en aquellos aspectos en que un régimen totalitario choca con su concepción existencialista del ser humano como libertad. Por ello, haremos alusión a una de sus obras mas importantes como la “Critica de la razón dialéctica”, obra en la cual intenta integrar el existencialismo y el marxismo.

El marxismo es un movimiento impulsado por Karl Marx y Friedrich Engels que rechaza el capitalismo y defiende la construcción de una sociedad sin clases y sin estado; aportando un método de análisis conocido como materialismo histórico e influyo en movimientos sociales y en sistemas económicos y políticos.

Es por ello por lo que, Sartre establece que el marxismo representa un intento más profundo de una formulación del proceso histórico en su totalidad. Declara estar de acuerdo en principio con el materialismo histórico.

Critica de la razón dialéctica

Sartre en esta obra propone, como modo de revivificar al marxismo, integrar el existencialismo a la filosofía insuperable.

La integración del existencialismo al marxismo se da, para Sartre, a partir de una doble necesidad. Por un lado, el marxismo necesita al existencialismo puesto que solo él puede volverlo hacía lo concreto. Por otro lado, el existencialismo necesita integrarse al marxismo para incorporarse al saber y dejar de ser una mera ideología aislada.

Si el marxismo es el pensamiento de la totalidad, el existencialismo es el pensamiento de la particularidad, por lo tanto, un pensamiento que dé cuenta de la realidad histórica en su complejidad debe poder detenerse en ambas dimensiones, las cuales no deben ser pensadas en oposición sino como un marco de mutua reciprocidad. En cierta medida, Sartre ve que la relación dialéctica entre la particularidad y la totalidad ya se encontraba en la obra del propio Marx, pero, con la caída del marxismo en el dogmatismo, dicha dialéctica se perdió.

Es por ello por lo que, Sartre afirma que el existencialismo trata de ayudar al marxismo a salir de su marasmo teórico y de hacerlo introduciendo en el lo que el existencialismo puede hacer mejor que nadie: la exploración de la dimensión concreta, es decir, la singularidad de los acontecimientos a través de las instancias de mediación practico-inertes que conectan a los individuos con sus entidades colectivas y con la historia.

Las condiciones objetivas determinan la realización de todo acto humano, pero ese acto no es el producto de esas condiciones sino siempre el resultado de una decisión humana libre. El existencialismo puede enseñarle al marxismo que la dimensión de lo vivido en medio del incumplimiento o la frustración de un proyecto no es un subproducto del proceso histórico sino su verdadera sustancia.

Además, Sartre, en esta obra hace alusión a la racionalidad dialéctica, criticando la razón. Esta razón es la razón propia del marxismo. Para Sartre establecer los límites y alcances de la razón dialéctica es una tarea imperiosa, tanto en el plano filosófico como político.

Sartre señala que el marxismo y la dialéctica se han vuelto un dogma, por lo tanto, se torna necesario establecer los limites y los alcances, lo que significa delimitar el campo de aquello que la dialéctica posibilita comprender.

Con este objetivo, Sartre establece una diferencia entre la dialéctica dogmática y la dialéctica critica. La dialéctica critica es la que el intenta establecer, a través de las extensas y tumultuosas paginas de su obra en cambio la dialéctica dogmática es aquella sostenida por lo que Sartre llama marxismo contemporáneo.

En conclusión, podemos afirmar que Sartre en esta obra formula un materialismo histórico desde el enfoque del existencialismo, esta es una filosofía de la historia que busca encontrar a través de una razón dialéctica histórica las contradicciones entre los proyectos que puedan surgir tanto a nivel individual como colectivo y que hacen posible la inteligibilidad del desarrollo de la sociedad humana en un momento donde la verdad de la historia se puede descubrir.

Conclusiones

En primer lugar, quiero hacer alusión a el existencialismo de Sartre ya que esta teoría me ha parecido muy interesante al afirmar Sartre la libertad del hombre en un sentido tan radical.

Aunque, Sartre hable desde el ateísmo más puro, el análisis que hace sobre la esenc

Bibliografía

  1. https://dialnet.unirioja.es/
  2. https://www.webdianoia.com/
  3. https://www.redalyc.org/jatsRepo/4355/435543383003/html/index.html

 

24 May 2022
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