Modelos De Liderazgo Dentro De La Serie 'New Amsterdam'

La serie titulada “New Amsterdam”, se centra en la gestión sanitaria que se lleva a cabo en un hospital público de la ciudad de Nueva York. Concretamente y haciendo alusión al primer capítulo, nos encontramos ante una situación administrativa bastante decadente. El nuevo director, quien adquiere el rol de líder, pretende hacer frente a los problemas derivados de la burocracia y la comodidad a la que ha llegado el personal médico. Este acepta el mando y revoluciona desde el primer momento el hospital, con el objetivo de hacer frente a la desmotivación, falta de coordinación y aspectos relacionados con el presupuesto del mismo. Sin embargo, este objetivo marcado por el propio líder, siendo la consecución de una mejora de la organización hospitalaria, no es bien acogido por algunos de los trabajadores de dicho hospital.

Esto lo podemos percibir en el momento en el cual se convoca una primera reunión, con el propósito de dar a conocer la nueva figura directiva y de tratar algunos aspectos organizativos. Al comienzo de ésta, cuando el nuevo director les pregunta a los profesionales allí presentes aquello que les gustaría cambiar, todos se quedan callados debido al desconocimiento de las pretensiones por parte de este nuevo jefe, y la desconfianza que esto genera.

Además, con el fin de alcanzar la innovación y mejora del hospital, el protagonista y director del centro hospitalario, Max Goodwin, toma la decisión de despedir delante de todo el personal, al servicio de cirugía cardiovascular, por el hecho de operar a pacientes que verdaderamente no lo necesitan. Todo ello deriva en un ambiente caótico pero que, a su vez, supone el primer paso hacia la dirección correcta, ya que esta situación anima a que algunos trabajadores expongan sus puntos de vista y propongan mejoras para el correcto funcionamiento del hospital. Les hace ver que el objetivo fundamental es servirles de apoyo y guía, creando la base que permitirá alcanzar la cooperación y trabajo conjunto, siempre ajustado a las demandas e intereses de carácter personal.

Nos gustaría detenernos en las características que definen a esta figura de liderazgo y que, como ya hemos resaltado, se corresponde con el protagonista del capítulo. Se trata de una persona que se preocupa por conocer la opinión no solo de médicos, sino también de enfermeros y del resto de personal que forma parte de la vida del centro hospitalario, lo cual dota de valor la diversidad de actuaciones y fomenta la motivación, autoeficacia y, en general, el correcto funcionamiento del mismo. Unido a esta idea, pretende que todos se sientan importantes y escuchados, a la vez que ofrece apoyo de índole emocional y/o psicológica a aquellos profesionales que lo demanden, como es el caso del Dr. Vijay cuando tiene que darle a su paciente con cáncer terminal la desafortunada noticia y solicita la ayuda por parte de éste.

Además, Max es una persona que explica siempre lo que hay que hacer de manera clara, llegando a utilizar a veces la psicología con sus compañeros y compañeras. Cabe destacar que la verdadera clave del éxito es que se siente parte del grupo, se percibe como un miembro más del equipo y evita utilizar connotaciones de superioridad. Esto se puede apreciar en la vestimenta del mismo, ya que, en vez de usar traje o ropa informal como le demanda el propio hospital, Max decide seguir llevando su bata médica por lo que ello significa.

Las experiencias en cuanto a liderazgo se orientan hacia la búsqueda de nuevas alternativas más eficaces, el romper con las reglas preestablecidas y promover una gestión y/o administración más eficaz y de acuerdo a las exigencias del sistema del que forman parte.

Por ello, el liderazgo es fundamental para la adecuada gestión, cooperación y funcionamiento de los equipos de trabajo. No debemos pasar por alto la dificultad que supone esta tarea, ya que, como hemos podido comprobar en el transcurso del capítulo, el papel del director resulta bastante complejo ya que debe afrontar nuevos retos que requieren un gran trabajo y esfuerzo.

MODELO DE LIDERAZGO

De esta forma, y conforme a lo analizado en el manual bajo el denominativo Nuevas formas de liderazgo en equipos de trabajo, podemos ver un claro ejemplo de liderazgo auténtico y el rendimiento que supone el intercambio efectivo de información relevante para la posterior toma de decisiones, aceptando las aportaciones de los trabajadores que componen el equipo de trabajo.

El liderazgo auténtico hace referencia a un patrón de conducta alentado tanto por las capacidades psicológicas positivas como por la creación de un clima óptimo y ético de trabajo. El objetivo principal radica en la búsqueda de una mayor autoconciencia e internalización de unos valores éticos, lo que contribuirá en un mayor equilibrio a la hora de valorar y analizar las diferentes situaciones y mejora de las relaciones interpersonales.

En términos más concretos, el modelo de liderazgo auténtico requiere de un proceso en el que integrar lo positivo como aspecto clave para el logro de las metas preestablecidas, tanto a nivel personal como contextual. Por tanto, para alcanzar la autoconciencia y regulación es necesario un ambiente organizativo efectivo.

Los líderes definidos como auténticos conocen sus fortalezas y aspectos que necesitan ser mejorados, además de poseer la capacidad de identificar, valorar y proyectar abiertamente a los demás, sus creencias personales y modos de percibir la realidad. De esta manera, una de las cualidades fundamentales que caracterizan a este tipo de líder es la fidelidad y confianza en los demás.

La primera actuación de Max, antes de llevar a cabo ninguna medida o modificación, fue consultar con el personal del hospital, sin apenas conocerlos, los aspectos que ellos percibían como necesarios de modificar o cambiar. De esta forma, la posición adoptada por éste denota confianza en la profesionalidad de los agentes implicados.

Asimismo, tal y como podemos ver en el capítulo, sus trabajadores consideran a este tipo de líder como personas éticas y con ideales bien determinados, de forma que la transparencia, sinceridad y positivismo por parte de esta figura, hace que los miembros del equipo sepan cómo actuar de acuerdo a sus intereses y ganar así su confianza.

Un ejemplo de ello lo encontramos en la reunión general, concretamente cuando Max se presenta al equipo de profesionales del hospital a través de la narración de su trágica experiencia personal, siendo este hecho el motivo por el cual decidiera tomar las riendas y promover los cambios necesarios que necesita el sistema sanitario a nivel general; y en cuanto al hospital que dirige, se propone como meta la mejora del funcionamiento del centro y otras deficiencias, siendo un objetivo expresado abiertamente a todos/as.

Para ello es necesario que exista un intercambio efectivo de información, ideas o pensamientos de acuerdo a unos principios que se corresponden a los objetivos marcados por el propio líder y que se transfieren, a su vez, al resto de colaboradores, los cuales internalizan como propios y viceversa. Max inicia un modelo de liderazgo gracias al cual crea un clima de confianza que permite a sus subordinados rebatir sus ideas y mostrarle nuevas formas de actuación, como es el caso del Dr. Vijay quien descubre un error de diagnóstico en su paciente.

ÁMBITO EDUCATIVO

Extrapolando esta idea de liderazgo al ámbito educativo, nos gustaría resaltar la dificultad que supone ocupar la dirección del mismo, representando una de las labores más complejas y complicadas en el ámbito organizacional de un centro escolar.

Asimismo, la calidad de estos centros, lo que engloba la gestión, organización, personal y entorno, se ve condicionado por el grado de implicación y el conjunto de competencias que posee esta figura directiva, pero además depende, en gran medida, del estilo de liderazgo que posea.

Adoptar el modelo de liderazgo auténtico por parte del director de un centro de secundaria, supone adoptar una visión clara de cómo debería ser una escuela y la manera en la que introducir mejoras en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Estos fundamentos y principios éticos, deben ser transmitidos de manera clara y precisa a todo el personal docente, además de a otros profesionales externos implicados en la educación del discente, de forma que estos valores deseados para con el centro, consigan forjar una cultura socioeducativa sólida que hable por sí misma.

A su vez, será necesario adoptar una postura relajada y de confianza que anime a otros profesionales más distantes a la integración positiva de estos valores educativos.

Además, el director debería confiar en la profesionalidad y/o labor docente, así como en la implicación del alumnado que forma parte del centro. Por ello, debe tener expectativas altas con respecto a las personas que intervienen en el centro, implicándose, a su vez, en los procesos de enseñanza que se imparten.

Unido a todo ello y para alcanzar un ambiente organizativo positivo, debería controlar las variables que inciden en el correcto funcionamiento del centro, así como utilizar la originalidad con respecto a la estructuración del centro y a los recursos que forman parte del mismo.

A modo de conclusión, nos gustaría resaltar que una adecuada gestión de un centro escolar comienza por las decisiones tomadas por parte del equipo directivo, de forma que una correcta actuación de estos agentes, provoca que los docentes se sientan aún más motivados hacia su trabajo y, si a eso le incluimos la autonomía y confianza que se le va a otorgar, un mayor compromiso con respeto a sus funciones.

Estos dos elementos serían los pilares necesarios para generar emociones y dinámicas capaces de unir a toda la comunidad educativa, ya que no poder aplicar la educación que cada uno defiende desmotiva; y, además, al promover este sentimiento, el propio docente crea un ambiente negativo que afecta al discente y, por tanto, a todo el centro en su conjunto.