Periodismo En La Vida De Carmen Burgos

Introducción.

Como lo hemos dicho en la parte anterior, el periodismo en la vida de Carmen de Burgos ocupó un papel fundamental. No solo consiguió sobrevivir económicamente, sino que le proporcionó cierta fama –por sus artículos y los puestos alcanzados dentro de los periódicos, el reconocimiento en países que España– lo que le sirvió para hacer conocer sus obras literarias, y le vendrá encontrar a varias personalidades, tanto políticas como artísticas.

Antes de todo, tenemos que recordar que en la época –en el periodismo– los artículos que trataban de asuntos de gran importancia y de hecho podían tener un gran alcanzo estaban mayoritariamente escritos por hombres. Las mujeres estaban alejadas de los temas serios, tal y como lo dice Paíno:

Desarrollo.

La profesión periodística hasta bien entrado el siglo XIX estaba mayoritariamente reservada, como muchos otros oficios, al sexo masculino, y apenas había lugar para las mujeres que querían participar en la vida cultural y política. Si bien es verdad que la mentalidad de esta época comenzaba a aceptar el papel cada vez más activo de la mujer en la sociedad, no es menos cierto que la pervivencia de ciertas estructuras propias del Antiguo Régimen impedía su desarrollo pleno en el ámbito profesional.

Por lo tanto, Carmen de Burgos consiguió una distinción dentro de este ámbito muy cerrado y “elitista” (en el sentido de que casi solo se consideraba a los hombres como verdaderos periodistas): fue una de las primeras redactoras en un periódico y la primera corresponsal de guerra del país.

Este afán por la escritura periodística ha nacido de manera muy temprana. Como lo hemos dicho precedentemente Carmen de Burgos había trabajado como cajista y empezado a escribir sus primeros artículos durante los primeros años de su matrimonio. En 1902, tomó mayor alcance su implicación, como lo podemos comprobar con las palabras de Cabanillas:

A partir de este momento, se multiplican sus colaboraciones en distintas publicaciones: Madrid Cómico, La Correspondencia de España, Diario Universal, La Correspondencia Artística, El Globo y ABC; en los cuales firma con varios pseudónimos.

Fue a partir de 1902 que empezaron a publicarse sus primeros artículos, en La Correspondencia de España y en El Globo, en el cual se encargó de una nueva columna, Notas Femeninas, en la que publicó artículos en torno a la vida de la mujer española:

En un principio, le propusieron que tratará en su columna los temas convencionalmente femeninos, pero muy pronto rompió esos límites para ocuparse de temas que afectaban a toda la sociedad: el trabajo, la educación, la infancia, la situación de las cárceles, la pena de muerte.

Núñez Rey completa diciendo:

Su incesante preocupación por los problemas de España la llevó a promover diversas campañas desde la prensa: las primeras de ellas, en favor del divorcio, tuvieron gran resonancia y provocó un amplio debate social; vinieron después otras, contra la pena de muerte, en favor del voto femenino, contra diversas leyes discriminatorias o contra la guerra.

Un año más tarde, en 1903, comenzó a trabajar para el Diario Universal que le alcanzaría el reconocimiento como periodista profesional, la primera en España. De hecho, consiguió trabajar de la misma manera que los hombres, salir para realizar encuestas o entrevistas, redactar artículos sobre asuntos más serios y con mayor alcance. Durante este periodo adoptó su seudónimo, Colombine, sugerido por su editor Augusto Suárez de Figueroa. Este seudónimo –que debe proteger la identidad de Carmen– hace referencia a un personaje de la Comedia Dell’arte, pero muy alejado de la personalidad de la mujer. Muy rápidamente, se supo quién firmaba bajo este seudónimo, dado que Carmen de Burgos continuaba a firmar ciertos artículos –destinados a otros periódicos– con su nombre.

En su trabajo, Carmen no solo trató del tema de la mujer, de su defensa, sino asuntos igualmente importantes, como lo recuerda Núñez Rey:

Su incesante preocupación por los problemas de España la llevó a promover diversas campañas desde la prensa: las primeras de ellas, en favor del divorcio, tuvo gran resonancia y provocó un amplio debate social; vinieron después otras, contra la pena de muerte, en favor del voto femenino, contra diversas leyes discriminatorias o contra la guerra.

Como lo hemos dicho varias veces, Carmen de Burgos emprendió un trabajo en torno al divorcio. A partir de 1903, militó a favor de una ley que lo permitiera, y fue gracias a su trabajo en el periódico que llegó a open una reflexión en el seno de la sociedad sobre el asunto. De hecho, la mujer cuestionó a varias personalidades, de todos horizontes (políticos, periodistas, escritores, artistas, etc.) para reunir sus opiniones sobre el asunto y publicarlo bajo el título “El pleito del divorcio”. Años más tarde se sirvió del modelo de esta encuesta para reiterar la experiencia, esta vez, para promover el voto femenino. Se publicó esta nueva encuesta titulada “El voto de la mujer” pero no fue de tan envergadura como la precedente.

La labor periodística de Carmen de Burgos fue realmente colosal, por el gran número de artículos que escribió, los numerosos periódicos para los cuales trabajó (no solo españoles sino algunos extranjeros), y por haber sido la primera periodista profesional y primera corresponsal de guerra.

Fue el Heraldo de Madrid que le proporcionó la posibilidad de volverse en corresponsal de guerra. En principio del siglo XX, la guerra estalló en Marruecos implicando a España en varios conflictos y, naturalmente, los periódicos mandaron a periodistas para dar cuentas de la actualidad y de los avances de la conquista allí.

Conclusión

Carmen de Burgos fue la única mujer en el grupo de periodistas que pudo irse en los campos de batallas. De hecho, en la sociedad de la época, no era apropiado que una mujer se ocupara de asuntos tan importantes y sobre todo que se encontrara en una ambiente de guerra. Pero en 1906, bajo el “pretexto” de seguir a la Cruz Roja para informar a la población sobre el trabajo de las enfermeras o los médicos, Carmen de Burgos llegó a Melilla. Lo resume Cabanillas Casafranca:

Recapitulando, en Melilla realizó Carmen una labor humanitaria dando noticias de la situación de los soldados a los familiares que se lo solicitaban, y en las páginas de Heraldo se publicaban diariamente las listas de enfermos y heridos. En los artículos, reprimía por el momento sus juicios antibelicistas. Más tarde, a su regreso, se lanzó a una nueva campaña, esta vez contra la guerra, que ella considera suprema barbarie humana.  

07 April 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.