Posición de Socrates Sobre la Ética y la Política

En este ensayo de Socrates se desarrolla la explicación del proceso judicial padecido por Sócrates en el año 399 debido a las acusaciones de impiedad y corrupción a los jóvenes que hacia él lanzaron Melito, Anito y Licon.

En el transcurso del trabajo desarrollaremos los diferentes argumentos que esgrime Sócrates para defenderse de las acusaciones que recibe. En estas se mostrará la posición filosófica con respecto a la ética y a la política, de manera que podamos comprender a profundidad lo que nos quiere platear esta obra.

En el 399 a. C., durante el período de restauración de la democracia ateniense, Sócrates fue acusado de impiedad y de corromper a los jóvenes. Después del juicio realizado por el Tribunal, el filósofo fue condenado a muerte. Este hecho histórico, documentado en varios libros (Apología de Sócrates, Critón y Carta VII de Platón y Memorabilia de Jenofonte y la Vida de los filósofos más ilustres de Diógenes Laercio) se considera, en opinión de muchos, el que más claramente cuestiona la libertad de expresión en la democracia ateniense tan defendida por Pericles. Este político y legislador había afirmado sobre los atenienses que:

(…) nos regimos liberalmente no sólo en lo relativo a los negocios públicos, sino también en lo que se refiere a las sospechas recíprocas sobre la vida diaria, no tomando a mal al prójimo que obre según su gusto, ni poniendo rostros llenos de reproche … (Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso).

Muchos historiadores confirman el liberalismo enunciado en este fragmento, pues veían en esta ciudad el ámbito propicio para exponer libremente sus ideas.

Sin embargo, diversos personajes vieron limitada su libertad de pensamiento al poner en duda los principios religiosos tradicionales de los atenienses, situación similar al proceso que padeció Sócrates a ser acusado por no crees en los dioses de Atenas, como:

… Aspasia fue acusada del crimen de irreligión, siendo el poeta cómico Hermipo quien la perseguía …Diopites hizo también decreto para que denunciase a los que no creían en las cosas divinas, o hablaban en su enseñanza de los fenómenos celestes; en lo que, a causa de Anaxágoras, se procuraba sembrar sospechas contra Pericles (Plutarco, Vida de Pericles).

Protágoras empezó de este modo: De los dioses no sabré decir si los hay o no los hay, pues son muchas las cosas que prohíben el saberlo, ya la obscuridad del asunto, ya la brevedad de la vida del hombre. Por este principio de su tratado lo desterraron los atenienses, y sus libros fueron recogidos de manos de quienes los poseían, y quemados en el foro a voz de pregonero (Diógenes Laercio, Vidas y sentencias de los filósofos más ilustres).

Diversos estudios señalan que el verdadero blanco de los ataques contra estos individuos señalados anteriormente era Pericles. En este sentido, y en relación con el tema específico del presente estudio, pretendemos analizar la hipótesis, sostenida por diversos académicos contemporáneos, en relación al juicio por el ateísmo y corrupción a los jóvenes del que se le acusa.

Si bien el objetivo del artículo no es examinar la posición filosófica ni ético-política de Sócrates, es necesario que nos acerquemos a algunas facetas de su figura a fin de aclarar, en primer lugar, las dificultades con las que nos enfrentamos a la hora de querer conocer ciertos aspectos de su historia; en segundo término, para poder comprender adecuadamente la índole del juicio que lo condenó a muerte.

Sócrates se encuentra en la Asamblea, intimidado por los atenieses que fueron a refutarlo, pero siempre con la seguridad en pie y esperando que los jueces le otorguen la palabra para defenderse de las acusaciones que ha recibido.

Pese a todo lo mencionado se encuentra sereno porque sabe que lo que dirá es verdad, y que ninguno de sus acusadores cuenta con ventaja frente a él. Además, sabe que los jueces con quienes están frente a él son personas inteligentes, pero humanos que se pueden sorprender ante el arte de la retórica el cual consiste en persuadir al oyente.

Pero descarta no actuar de esa forma de decir palabras falsas que al final pueden arruinar su defensa es así que inicio su discurso con las condiciones ya propuestas para que su defensa sea escuchada por los atenienses además manifiesta que no se le escuche, ni mire como se hace con los extranjeros a quienes se les toma consideraciones por su manera de actuar y hablar. Es así que Sócrates dará inicio a su defensa cuya charla durara largas horas para tomar la decisión si tomara la cicuta o no, o como también si se le puede imponer un castigo menos atroz.

Se comienza la defensa ante el tribunal diciendo que no sabe qué sensación habrán experimentado los atenienses al escuchar las palabras de los que ante ese tribunal lo han acusado y que hablaron de tal manera sobre el que él mismo se desconoce pero reconoce ante el tribunal ser un orador y declara que lo que dice son bellas expresiones que simplemente vienen a su boca y que no es como el tipo de oradores como quienes lo acusaron, aquellos que se dedican a endulzar con palabras bellas que en realidad contienen poco de verdad , además afirma no cobrar absolutamente nada como si lo hacen los sofistas .

Asimismo, pone en potestad a que los jueces decidan si el castigo que se le impone es justo o injusto mientras que su posición es la del orador que solo se dedica a decir las cosas bien. Una reflexión a lo que trata de decir Sócrates indirectamente es que dentro de la ciudad de Atenas se tenía muchas consideraciones a los extranjeros frente a sus actitudes y pone a disposición que decisión se tomara contra él, en relación a lo que hacen los extranjeros sabiendo que es un ateniense que se le acusa por algo que él considera que no es malo y que además es injusto porque dice que a sus 70 años sería imposible que quiera cometer un acto tal malo como se le acusa.

Como también señala que han de haber escuchado de que el que trata de educar a los hombres y que cobra dinero por hacerlo, pero Sócrates desmiente que sea verdad y se encuentra asombrado que existan hombres como Gorgias de Leoncio, Hippias de Elea y Pródico de Ceo que son hombres capaces de educar a otros y que se dedican a engañar al pueblo de Atenas cobrándoles por enseñar.

Es así que Sócrates para señalar de como existían hombres que abusaban al cobrar a Atenas recuerda un día en que habló sobre este tema con un hombre rico y distinguido quien pagó a Evenos de Paros para que pueda enseñar a sus dos hijos al cual le hizo esta pregunta “si tus hijos fueran potrillos Calias a donde los llevarías y él dijo que tendría que pagarle a un experto para que los cuidara y desarrollar sus facultades y él dijo que no habría alguien mejor quién era conocedor de la perfección humana a lo que respondió que se trataba de uno de Paros debemos un sofista y un hombre sabio conocedor del arte de perfeccionar hombres y distinguido ¿a loa cual el tribunal muy ofuscado fijo que tendría que ver eso con tu defensa a lo cual Sócrates dijo que él no cobra absolutamente nada.

Meleto ingresaba hacia el tribunal, él era uno de los principales acusadores de Sócrates por mucho tiempo y venía en representación de todos los poetas así paso a dirigirse a Sócrates y lo acuso ser un impío, por una curiosidad criminal quiere penetrar lo que pasa en los cielos y en la tierra, convierte en buena una mala causa y enseña a los demás sus doctrinas .Además lo acusa de no creer en los dioses de Atenas sino más bien en dioses de otros ciudades.

En respuesta Sócrates declara que, así como la acusación de Meleto ha recibido muchas de ese tipo durante muchos años como los que dicen de que Sócrates trata de conversar con muchos jóvenes debido a que por serlo son mucho más fácil que crean en sus palabras en él, dichas acusaciones contra Sócrates fueron iniciada por Aristófanes es su titulaba “Las Nubes”.

Es así que podemos clasificar en dos momentos las acusaciones recibidas por Sócrates el primero se podría considerar como de tiempos remotos o antiguos y el segundo momento los más recientes en los tiempos remotos se encuentra Aristófanes quien en su obra las nubes decía que Sócrates era un aprovechado, oportunista , que cobra por enseñar, alguien que es un peligro por estar rodeado con personas manipulantes ,alguien que está en la nubes , que no aporta nada constructivo y frente a los próximos tenemos a Melito, Anitos y Licon.

Mediante el proceso de defensa cuenta al tribunal que hace un tiempo acudió a Kerofonte su amigo desde la niñez al consultar con el oráculo si había alguien más sabio que él, algo que oráculo respondió que no había nadie más que posea dicha sabiduría única procedente de Sócrates, tras manifestar más dudas dentro de su mente si él posee la sabiduría dicha por el oráculo Sócrates decidió comprobarlo.

Con el paso de los días Sócrates decidió Iniciar una investigación sobre lo que le había dicho el oráculo y se dirigió a visitar a un importante político famoso por su sabiduría pero que al dialogar con él se dio cuenta de que no era sabio.          

05 January 2023
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