Servicio Comunitario y su Influencia en la Calidad de Vida

Las abejas no esperan a que las hormigas reparen su panal ni las manadas de lobos a que los osos cacen por ellos. Son seres gregarios y como tales, dependen de sus grupos sociales. Los seres humanos como animales sociales no somos la excepción. Cuando las comunidades trabajan en conjunto dejan de ser compuestas por niños, jóvenes y ancianos que comienzan a ser reconocidas entonces como personas. Seres humanos resolviendo sus propios problemas. El servicio comunitario no es solo trabajo para la comunidad, ni en la comunidad; es un proceso de transformación desde la comunidad: soñado, planificado, conducido y evaluado por la propia comunidad.

Todos formamos parte de una comunidad. En ella hay personas e instituciones que trabajan armoniosamente por nuestro bienestar y desarrollo. La iglesia, el municipio, el hospital, las escuelas, la Policía y el Cuerpo de Bomberos representan algunas de las instituciones que luchan mano a mano con las comunidades. Instituciones sin fines de lucro como Hogares Crea, la Casa Protegida Julia de Burgos y el Boys & Girls Club, representan iniciativas privadas de hacer la diferencia. Si todos los servicios brindados a una comunidad fueran remunerados, sería prácticamente imposible cubrir la amplia gama de necesidades, esto debido a que en la mayoría de las comunidades no hay suficientes fondos económicos para suplir todas las demandas. La labor comunitaria, además de lograr resultados tangibles, promueve los valores esenciales para una sociedad sana. Toda persona e institución, ya sea pública o privada, tiene el deber moral y social de contribuir en el desarrollo colectivo de su comunidad. Incluso, prestar ayuda a otras comunidades dentro y fuera de su país; porque todos pertenecemos a una misma especie, somos hermanos de una sola raza. Y como reza el refrán: “Hoy por ti, mañana por mí”.

Creo que todos tenemos el potencial de catalizar cambios en la sociedad. No es cuestión de posición social o nivel económico, sino de voluntad. La vida nos pide, a veces, tratar de colocarnos en los zapatos de otros y caminar unas cuantas calles con ellos. Como buenos Cireneos debemos recordar que toda cruz también nos pertenece. Soy responsable por crear un mejor mundo, no solo para las generaciones futuras sino para la presente. He participado en actividades tales como la donación y entrega de ayuda humanitaria y alimentos a víctimas del Huracán María en San Juan, prestando servicios de apoyo a la Fundación Médico Social presidida por el Dr. Luis Nieves González desde la unidad móvil que el Municipio de Isabela presta, llevando medicinas y atención médica gratuita a pacientes encamados o que no cuentan con un plan médico y en las jornadas de limpieza y cuidado del medio ambiente patrocinadas por el Departamento de Recursos Naturales.

Luego del paso del Huracán María, tanto entidades públicas como privadas, se dieron a la tarea, junto a personas voluntarias de la comunidad, de proveer a los ciudadanos incomunicados gua, alimentos y artículos de primera necesidad, transportación, remoción de escombros, rehabilitación de las vías de tránsito, etc. Además, de brindar servicio de apoyo emocional a la ciudadanía tras el impactante acontecimiento. Oficinas gubernamentales, iglesias, clubes sociales, oficinas médicas, empresas privadas, supermercados, entre otros, se dieron a la tarea de levantar a Puerto Rico e islas vecinas azotadas por el huracán… y lo logramos. La Fundación Jehová-Rafa (“Yo soy el Señor tu sanador”) iniciativa cristiano-médica en Isabela se dedica a brindar apoyo médico, social, emocional y económico a familias con pacientes en estado crítico, ancianos que no pueden llegar al hospital, pacientes encamados y personas carentes de seguro médico. Tras el Huracán María y en las navidades del año 2018 pude ver cómo ofrecía esperanzas a varias familias de la comunidad a través del apoyo médico, emocional y económico de forma cálida y desinteresada. Varios especialistas acuden cada viernes a los sectores más distantes o pobres de la ciudad sin cobrar un solo centavo. La fundación isabelina recolecta fondos entre los médicos y otros profesionales de la salud, comerciantes, ciudadanos, entidades públicas y privadas que desean ayudar a pacientes en condiciones complejas, además de realizar durante el año actividades en la comunidad para la recolección de fondos, alimentos y artículos de primera necesidad. Conocí personalmente a una de las familias beneficiadas y pude observar la gran labor que realizan. Les entregaron gratuitamente asistencia médica, en cinco oportunidades distintas, con visitas al hogar de especialistas, medicamentos y artículos para el tratamiento de sus heridas postoperatorias. Hubo apoyo psicológico, pastoral, posterior a un accidente de tránsito casi fatal, tanto al paciente como a su familia. Recibieron donaciones de alimentos, artículos de primera necesidad, ropa, zapatos, dinero, entre otras cosas. Como era navidad también recibieron hermosos regalos y una emotiva Parranda Navideña en la que me di gusto desafinando. Actualmente el paciente se encuentra estable, dentro de su condición de salud, y tanto él como su familia están muy agradecidos de esta noble fundación que siempre logra sus metas y exceden las expectativas. También participé de la quinta jornada de limpieza en las playas de Aguada el 19 de abril de 2019. El representante José “Che” Pérez Cordero, junto a estudiantes de escuelas de Aguada, voluntarios de los municipios vecinos, personal del municipio y del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) realizamos una limpieza en el litoral de la playa del barrio Guaniquilla en ese municipio donde se recogió basura, desechos de plásticos, neumáticos y escombros. Llevamos fundas plásticas, guantes y comida para los animales abandonados. Disfrutamos mucho más del paisaje cuando sabemos que hemos contribuido a conservarlo bello. Cuidar y proteger el ambiente era nuestra meta… y fue alcanzada.

Es muy importante crear una conciencia social tanto en los habitantes de una comunidad como en los estudiantes universitarios, ya que esto nos da un sentido de pertenencia y de amor hacia nuestra comunidad y nos impulsa en la búsqueda de mecanismos para solucionar todas aquellas problemáticas en las que se encuentre nuestro entorno social mediante una democracia participativa. Aunque el trabajo comunitario no es capitalista sino cooperativista. El servicio comunitario es indispensable para alcanzar altos niveles de calidad de vida. Tanto es así, que la ONU aprobó un documento donde exponían las bases para el Desarrollo Comunitario. Centrados principalmente en mejorar la calidad de vida de los países subdesarrollados. Una obra muy necesaria y encomiable. El fin principal del trabajo comunitario es llegar donde el servicio remunerado, ya sea público o privado, no puede llegar. Promoviendo la igualdad de derechos y recursos, al brindarle alternativas y apoyo, a todos por igual. Su finalidad es lograr en las comunidades óptimas condiciones de vida.

01 August 2022
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