Visita a un Museo: El Futuro del Diseño en los Museos

El futuro del diseño en los museos

El presente texto da un panorama general de la importancia del diseño en los museos. Puesto que el museo es un medio de comunicación el diseño media en la experiencia del visitante, es un aspecto que debiera revalorizarse en los museos y establecer coherencias entre el discurso museológico y el museográfico.

La experiencia de visita a un museo está mediada por diferentes aspectos. De ellos depende que la visita resulte gratificante o que genere un rechazo rotundo y no se visite de nuevo. dichos aspectos pueden ir desde la atención que recibimos por parte de los custodios, hasta la lectura de las cédulas o la iluminación de las salas. Pero en todas ellas está implícito un aspecto de gran importancia, el diseño.

Si el diseño es un acto creativo, todo a nuestro alrededor es diseño. Etimológicamente el termino diseño deriva del término italiano disegno dibujo, designio, signare, signado ‘lo por venir’, el porvenir visión representada gráficamente del futuro (Wikipedia, 2019). El diseño consiste en proyectar y crear cosas, objetos, edificios, textos. Podemos hablar entonces que existe un diseño gráfico, industrial, textil y arquitectónico. Aspectos que no solo aportan soluciones a la vida diaria, el diseño también comunica.

Marshall McLuhan (1964) en su libro Understanding Media, señaló El medio es el mensaje, y subrayó la poca importancia de fijarse en los ‘contenidos’ en el caso de los medios de comunicación (Roncallo-Dow, 2014:583). Para McLuhan, no es que el mensaje dejara de tener relevancia, sino que consideraba que el medio, particularmente los mass media, eran donde recaía la atención del receptor.

Sin embargo, la teoría de McLuhan no se limitó a los medios de comunicación, él señaló que el medio es el ambiente que habitamos, donde nos movemos, donde producimos sentido, donde nuestros mitos adquieren significatividad (Roncallo-Dow, 2014:584). Es decir, su reflexión, más que hablar del objeto como la tele, el cine o la radio, se vertía en señalar lo que generaban éstos medios sobre las personas; por la forma en interpretar o reinterpretar la realidad. Qué mejor espacio para descontextualizar objetos, para reinterpretar realidades de un tiempo pasado e incluso presentes que el Museo.

Si el museo es el medio, debemos entender que como tal, es una extensión de nosotros mismos, mientras que su contenido es el mensaje. Siguiendo con McLuhan, ‘lo que importa son las consecuencias psíquicas y sociales de los diseños y pautas, en cuanto amplían o acelerar procesos ya existentes, puesto que el mensaje, de cualquier medio o técnica es el cambio de escala, de pautas, de paso de ritmo que introduce en los asuntos humanos’ ( McLuhan, en Martín-Barbero, 2000:55). Para el museo el efecto sobre el espectador es importante, no solo porque espera que su visita resulte grata, sino que espera que le resulte significativa.

Si nos apegamos a la función del museos observamos que es un espacio destinado a la conservación y exhibición de objetos. Aunque los objetos por sí solo son capaces de generar un sin números de mensajes, según el observador, el museo debe fungir como mediador, pues no debemos pasar por alto su carácter educativo y como tal la de facilitador del aprendizaje.

En el proceso de comunicación, de a cuerdo con Umberto Eco, consiste en la emisión de mensajes a través de un transmisor que pasa por un canal y que va dirigido a un receptor (1977, citado Miquel,2005). En este proceso intervienen una serie de elementos que ayudan a que el mensaje sea recibido según lo esperado. En el caso particular del museo, de manera simple se podría decir que mientras que el personal del museo, particularmente el equipo de investigación, es el emisor, el espectador es el receptor. En cuanto al equipo de museografía ése será el responsable de generar todo un lenguaje, en el que tiempo y espacio son relevantes para contextualizar al objeto a los ojos del espectador. Aquí el diseño es fundamental.

De acuerdo con Moreno (2014) la profesión del diseño es actualmente una familia de profesiones que se desarrollan alrededor de la concepción de diferentes formas. Existen cuatro tipos de diseño que corresponden a los dominios claves por medio de los cuales la profesión se integra a la sociedad, y que describen cuales son las posibilidades de creación: diseño ambiental, diseño de productos, diseño de empaques y diseño gráfico o de comunicación (Borjas de Mozota, 2003, citado por Moreno, 2014, 4). Para el museo, el diseño está estrechamente relacionado con las experiencias de visita. Pues como apunta Pine ‘los productos son tangibles, los servicios intangibles, y las experiencias memorables’ (Tara, 2003).

El diseño suele ser una herramienta de utilidad a la hora de comprender y de dar contexto a los objetos exhibidos. De ahí que en su conjunto, diseño y museos, se han hecho llamar ‘la industria creativa’, aspecto reconocido por la misma UNESCO . Podríamos señalar entonces que en el caso del diseño, ya sea gráfico, arquitectónico, industrial o digital, la comunicación está mediada por la cosa que lo trasmite, por la conjunción de formas, colores, texturas y palabras.

Dentro del diseño, la arquitectura en los museos ha resultado es un tema que merece especial atención. El diseño de un edificio tiene más posibilidades de ser atractivo cuando éste logra cautivar la atención del espectador. Si bien es cierto que por mucho tiempo predominó en los museos de arte, específicamente, el modelo de muros blanco para la exhibición de piezas, actualmente se ha recurrido a diversos espacios como casas antiguas o viejas fábricas que se restauran y se adaptan a las necesidades del museo. Ésta propuestas suelen ser un acierto, pues de ser meramente contenedores de objetos, pueden significar un elemento clave en la percepción de la obra, en tanto que provoca fuertes contrastes y establece nuevas relaciones con ella, o bien es concebido como un lugar de creación, de intercambio de productos, obras, actividades y experiencias (Hernández, 2013:32).

Podemos señalar como ejemplo representativo el museo Guggenheim en Bilbao, obra del arquitecto Frank Gehry, que se posicionó como uno de los edificios más emblemáticos del siglo XX. Si bien se pueden mencionar otros ejemplos de museos que han destacado por el diseño de su arquitectura, en México cabe destacar el caso del Museo Nacional de Antropología e Historia, que en su momento resultó emblemático, no sólo a una escala nacional, sino que marcó un momento en la esfera internacional. Fue creado en 1965 por el arquitecto Pedro Ramírez Vazquez. En su planteamiento general, consideraba que el ritmo del museo debía alejarse del estándar europeo de grandes galerías y pasillos que terminaban agobiando al espectador y en cambio, quería declinar el diseño a una experiencia rítmica, para ello se basó en la configuración del Cuadrángulo de las Monjas en Uxmal, creando una secuencia de volúmenes alrededor de un patio en el cual cada volumen tuviese autonomía del otro, pero a la vez, formara una conexión de recorrido como si fuesen las cuentas de un collar (Duque, 2014).

Con la creación del Museo Nacional de Antropología, México se posicionó como uno de los países más vanguardistas en el diseño arquitectónico y museográfico. Y si bien en su momento destacaron museografos como Rubín de la Borbolla o Gamboa, e incluso se abrieron carreras y programas con la finalidad de formar nuevos cuadros, como sucedió En la Escuela Nacional de Antropología o en la Universidad Iberoamericana, aún falta mucho por avanzar. La mayoría de profesionales en diseño museográfico se concentran en la ciudad capital del país, mientras que en la mayoría de la ciudades de provincia donde la decisiones políticas prevalece sobre las necesidades de las instituciones y del público el personal de museos se ha preparado sobre la marcha.

Es necesario que los museos en México, sobre todos aquello cuyo alcance es local o regional, deban plantearse que aún cuando la arquitectura de un museo resalte a la vista y la temática de la exposición sea lo suficientemente atractiva, si no están en concordancia el diseño museográfico y el diseño arquitectónico la experiencia no será la esperada por el usuario.

Actualmente los museos han dejado de ser los espacios elitistas que solían ser en el siglo XIX, parte de esta labor, emprendida en la década de los 80 del siglo pasado, fue por el interés del museo por acercar a sus salas a un público no tan letrado. Pero en tiempos recientes, donde el turismo marca la pauta de las actividades, no hemos vuelto una sociedad más visual, de consumo inmediato. En los museos se ha reconocido que existen otros tipos de experiencia que son menos cerebrales e intuitivas. Y aunque entre los asistentes haya quienes busquen la experiencia educativa y participativa, los museo también se han vuelto espacios para sociabilizar.

El museo como medio de comunicación abarca una serie de aspectos en los que el diseño está implícito. El diseño visto de ésta manera se vuelve una herramienta necesaria. Su alcance es ilimitado. La experiencia del visitante, el marketing y el diseño de la misma son conceptos que han surgido como consecuencia de la necesidad de crear grandes vivencias en el museo, pensando en sus visitantes y en cómo competir contra otras ofertas de ocio (Skard, Nysveen y Pedersen, 2011 citado por EVE, 2018). El diseño es una gran oportunidad para los museos, aún cuando algunos de éstos desdeñen su alcance. Como herramienta y como medio puede ser uno de los aspectos que permitan al museo posicionarse en la mente del visitante.

Fuentes de consulta

  1. Cardoso, José (s/f) Etimología y definición de diseño, PDF
  2. Duque, Karina (2014) Clásicos de Arquitectura: Museo de Antropología/ Pedro Ramírez Vázquez, rafael Mijares y Jorge Campuzano, en ArchDaily en
  3. EVE (2018) Diseño del servicio del museo, Museos e Innovación, en Espacio visual en Europa, en
  4. Hernández Martínez, Ascensión (2013), De museos, antimuseos y otros espacios expositivos en la Europa del siglo XXI, en Antigrama, núm.28,
  5. Martín-Barbero, Jesús y Armando Silva (compiladores) (2000)Los sesenta: Euforia tecnológica y malestar cultural, el medio es el mensaje, en Proyectar la Comunicación, Universidad Nacional, Instituto de Estudios sobre Culturas y Comunicación. TM Editores.
  6. McLuhan, M. (1996). Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano.
  7. Mikel, Rodrigo (2005) Modelos de la comunicación , en Portal de la comunicación, Instituto de la Comunicación InCom, Universidad Autónoma de Barcelona UMB, en
  8. Moreno, Carlos (2014) Aportes conceptuales del diseño gráfico a los museos. Colaboraciones en investigación, Laboratorio de investigación en diseño (LAB-ID), Universidad Piloto de Colombia,
  9. Roncallo-Dow, Sergio ( septiembre, 2014), Marshall McLuhan. El medio (aún) es el mensaje 50 años después de Comprender los medios, en Palabra Clave, vol. 17, núm. 3, septiembre, Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia. pp. 582-588
  10. Tara Gil, Sergio (2003), En la economía de la experiencia, el trabajo es teatro, B. Joseph Pine II, en Entrevista, en @world60,
  11. Wikipedia (2019), Diseño, Wikipedia en < https://es.wikipedia.org/wiki/Dise%C3%B1o>
27 April 2022
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