Xenofobia a la Luz de la Migración: Problema de Discriminación Social

Hoy en día se ha hecho tan frecuente el tema de la migración, tanto que es indispensable hablar sobre la xenofobia. Debemos saber que concepto engloba este término para entender de mejor manera el porqué se lo considera un grave problema que pone en peligro la convivencia armoniosa dentro de nuestra sociedad. Según Raffino la xenofobia es un tipo de discriminación social que consiste en el desprecio hacia los individuos que provienen de una nación o cultura atípica a la propia.

El lenguaje, las expresiones culturales e incluso la propia apariencia suele causar aberración en las personas que no toleran las diferencias entre su comunidad y una comunidad ajena. La xenofobia a dado paso a que nuestra sociedad se llene de perjuicios, odios tribales o nociones puristas de la cultura, esto a su vez da origen a la exclusión y a un desequilibrio de oportunidades.

El ejemplo más representativo de la xenofobia en la historia de la humanidad data a mediados del siglo XX, justo cuando se desarrollaba la segunda Guerra Mundial. El movimiento nazista encabezado por Adolfo Hitler, promulgó una catástrofe conocida como el Holocausto Judío que consistía en una persecución y en una matanza sistemática en contra del pueblo judío por parte de los alemanes nazistas, quienes justificaban hechos estos bárbaros nazistas, quienes justificaban hechos estos bárbaros con el argumento de que los judíos eran una raza inferior que representaba una amenaza para la denominada comunidad racial alemana.

El Holocausto Judío sigue y seguirá siendo un eje primordial al momento de hablar sobre el racismo y la xenofobia crónica que existió en tiempos pasados. “Adolfo Hitler fue la personificación de el racismo, la xenofobia y la intolerancia. Él y su desaprobación hacia lo diferente marcaron un hecho que nadie olvidará y que nadie debe olvidar.”

En la actualidad la xenofobia ha ido incrementando acorde a otro problema social como lo es la migración. En América Latina la intensa llegada de mexicanos y centroamericanos a tierras estadounidenses han provocado que los ciudadanos de este país actúen violentamente y rechacen la presencia de los migrantes. También han fomentado políticas xenófobas de persecuciones y deportaciones.

Con la llegada de Donald Trump al mandato del gigante americano, la discriminación hacia ciudadanos no estadounidenses se ha hecho mucho más evidente. Desde la construcción de un muro en la frontera con México hasta comentarios xenófobos en contra de un entrevistador perteneciente a la cadena CNN, quien le realizó una pregunta en español al mandatario, provocando una hostil reacción por parte de Trump. “Estamos en un país donde hablamos inglés, no español. Y si no te gusta regresa a tu país de criminales.”

La realidad de los latinoamericanos en Estados Unidos es realmente cruel. Personas que salen de su país buscando mejores oportunidades pero en lugar de eso se enfrentar cara a cara con una sociedad que los vas a discriminar por no ser iguales a ellos. Según Mizrahi alrededor de 57.7 millones de latinos que migraron a Estado Unidos por motivos de trabajo pero de esa cantidad únicamente el 9.2% ha conseguido su Objetivo, el resto ha sido víctima de la marginación.

En nuestro país la xenofobia no es un término que nos sea del todo indiferente. Ecuador se convirtió en un país lleno de ciudadanos que desarrollaron ofuscación por la ola de migrantes venezolanos que empezaron a llegar a nuestro territorio desde el período que comprende desde el año 2016 hasta el 2019.

Ecuador trata de explicar que la razón que justifica su segregación por el pueblo venezolano tuvo su origen en la serie de crímenes que los ponían a ellos como los principales actores. Esto ocasionó que varias personas empezaran a forjar discursos que incentivará los estereotipos negativos de la población frente a los extranjeros. “Los venezolanos vienen solo a matar a los nuestros. Debemos actuar rápido y eliminarlos a todos. Ni un solo venezolano más en las calles de nuestro país.”

Varios ecuatorianos apoyaron el discurso de García y empezaron a violentar a los ciudadanos venezolanos. Los migrantes se vieron envueltos en una intensa situación de violencia, pues el pueblo ecuatoriano empezó a arremeter contra ellos. Esta problemática encendió las alarmas en los organismos mundiales que se encargan de defender los derechos humanos.

El Sistema de Naciones Unidas anunció el 25 de marzo del 2019 el inició de la campaña “Abrazos que Unen” para combatir la xenofobia existente en nuestro país y hacerle frente a las percepciones negativas que se tenía hacia los refugiados y migrantes. “Está campaña se creó a partir de los esfuerzos por generar empatía y contrarrestar el discurso xenófobo que se ha registrado en Ecuador”.

Esta no fue la única medida adoptada por las Naciones Unidas, también se puso en marcha el programa de integración “Somos Panas’ que buscó demostrar el impacto positivo de la integración de dos o mal culturas. Esta nueva campaña fue producto del excesivo número de migrantes y refugiados que presentaba el país. “Durante los últimos veinte años alrededor de 66 000 personas de setenta distintas nacionalidades fueron reconocidas como refugiados en Ecuador. Es la cifra más alta en toda América Latina.”

Ambas campañas lograron su Objetivo y frenaron de manera rotunda el índice de discriminación en el país. Ahora, no todos, pero si la mayoría de ecuatorianos son tolerantes con los ciudadanos extranjeros.

Los migrantes latinoamericanos no han sido las únicas víctimas de la xenofobia. Con el surgimiento del coronavirus, los registros indican que la población con el mayor índice de discriminación y violencia en países ajenos al suyo, son los ciudadanos de origen asiático. Esta nueva enfermedad de alguna manera ha despertado el rechazo hacia los individuos de ojos rasgados.

Miradas ofensivas, marginación en las escuelas, oficinas de trabajo, transporte público e incluso preguntas indiscretos e incómodas, son unas cuantas de las manifestaciones más frecuentes en contra de la comunidad china por parte de aquellos que temen al COVID-19 o aquellos que simplemente los culpa por ser del país donde se originó la enfermedad.

Ya son varios los refugiados chinos en todo el mundo que denuncian haber sufrido de algún tipo de discriminación e incluso un acto delictivo en su contra. Es el caso por ejemplo de Yao Fei, una ciudadana china residente en Rusia, quien afirma que fue víctima de xenofobia en el transporte público por parte de un hombre que no solo la insultó, si no también la agredió físicamente provocándole fuertes lesiones. “En una ciudad occidental, ser chino no es normal, ser chino es ser una persona racializada. Puedo esconder mis costumbres y mis tradiciones pero la raza, eso es una piel de lo que uno no se puede deshacer”.

Ante esto la comunidad de migrantes chinos residentes en Europa inició una campaña mediante la red social Twitter. Usaron el hashtag #NoSoyUnVirus el cual en los meses de febrero y marzo alcanzó el puesto número uno en tendencias mundiales. La campaña trascendió fronteras y millones de ciudadanos ya no solo chinos, si no también coreanos, tailandeses que migraron a otros países, comenzaron a contar sus historias de discriminación.

Esta campaña poco a poco se fue transformando en una plataforma antirracista, cuyo Objetivo no solo era trabajar en los brotes de xenofobia a causa del coronavirus, también se visualizaron en crear conciencia en la dirección de la normalización de un individuo asiático en una sociedad occidental.

Hay que aceptar que nuestra sociedad se ha encargado de crear estereotipos xenófobos que cada día nos impulsa con mucha más fuerza a desplazar nacionalidades ajenas a la nuestra. El comprensible que se quiera mantener intactas nuestras costumbres y nuestras tradiciones, pero agredir a alguien que por el simple hecho de no pertenecer a nuestra nación creemos que merece ser rechazada o excluida, eso realmente nos hace pensar que estamos fallando como sociedad y que estamos fallando como seres humanos.