Amistad Entre El Hombre Y Perro
Aunque nos puede parecer extraña la inclinación que suelen tener los perros con el ser humano, esta relación data de tiempos antiguos. Supervivencia, oxitocina y el neolítico podrían ser la base de la amistad entre hombre y perro. Cada vez van surgiendo nuevas evidencias al respecto.
Un estudio arqueológico realizado recientemente en Barcelona indica que la relación entre humanos y perros, data de al menos 6000 años. El grupo de investigadores detectó tumbas humanas con restos de perros enterrados al lado de los fallecidos. Esto supondría una relación estrecha entre los hombres del neolítico y sus mascotas. Los hallazgos fueron hechos en Cataluña por estudiantes de la Universidad de Barcelona y la Autónoma de la misma ciudad. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Journal of Archaeological Science Reports.
Una amistad que va más allá de la vida
Las conclusiones a las que llegaron los académicos es que los perros habrían sido enterrados junto a sus dueños. Este sería un acto simbólico en el cual el perro era sacrificado para acompañar al amo en la otra vida. Siendo estos además parte de rituales religiosos, es algo a destacar la participación de los animales en los entierros fúnebres.
Los investigadores encontraron al menos 26 tumbas humanas con restos de perros al lado. Este número es pequeño si se le compara a las excavaciones totales hechas, pero no deja de ser significativo. Los estudios también permitieron establecer algunos datos sobre la dieta de esos perros. De hecho, se pudo comprobar que la alimentación de los humanos y sus perros era muy similar. La misma constaba básicamente de verduras y cereales; estos datos también permiten concluir que desde el neolítico existía una fuerte amistad entre hombre y perro.
Rituales y perros
La humanidad siempre ha contemplado los rituales post mortem como algo sagrado y delicado. En las tradiciones siempre ha tenido peso el desconocimiento de lo que ocurre luego de morir. Por eso, es bastante llamativo que los perros hayan sido sacrificados y enterrados con sus amos.
Todo esto coincidiría con la “cultura de los sepulcros en fosas’. Esta tesis es la que sostiene la primera redactora del artículo de investigación, Silvia Albizuri. El cuerpo de investigadores cree que esta pudo ser una práctica bastante generalizada entre la población ibérica de la época. A partir de los descubrimientos y la documentación existente, se piensa que esta práctica se extendió durante algunos siglos. La misma habría perdido continuidad con el inicio de la Edad del Hierro; nos referimos al 1200 antes de la aparición de la figura de Jesús.
Amistad entre hombre y perro: larga y natural
Los perros provienen directamente de manadas de lobos, los cuales debieron cambiar su comportamiento como forma de supervivencia. No se sabe quiénes se acercaron primero, si ellos o los seres humanos. El intercambio de alimento y la domesticación debió generar cambios genéticos en estos animales. A decir verdad, la relación entre esta especie y humanos tiene una explicación bioquímica. Al igual que los hombres, los perros cuentan con la oxitocina, conocida coloquialmente como ‘hormona del amor’.
Esta sustancia está relacionada con las sensaciones agradables en el cerebro; cuando un perro comparte con su dueño, esta se activa como ocurre con una pareja de enamorados; esta sería la razón por la cual los canes tienen una relación considerada única con nosotros. Las explicaciones de carácter bioquímico marcan la diferencia entre el comportamiento de los perros con los humanos y otros animales; ningún animal ha desarrollado tal cercanía con el ser humano.
Existen muchas hipótesis y posturas sobre la evolución de los perros. Ahora mismo, académicos de todo el mundo buscan explicar sus migraciones, domesticación y el origen de la relación exitosa interespecie. El interés científico y público sobre el tema parece ir en aumento en la última década.
Hay quien opina que la domesticación no pudo ocurrir antes del neolítico y que sí. Lo cierto es que se sigue la huella de estos amigables e inteligentes animales. Entre tanto, todos podemos disfrutar de la compañía de nuestros amigos de cuatro patas; más allá del hecho científico, la amistad entre hombre y perro es una realidad palpable.