Análisis De Don Quijote De La Mancha
Miguel de Cervantes Saavedra nace en España en el año 1547 y muere en Madrid en 1616. Escribió una de las mayores obras literaria dentro de la literatura universal El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrito en los años 1605 y 1615. Tuvieron que pasar 10 años para la terminación de su libro, lamentablemente no pudo disfrutar del gran éxito que este tuvo, pero sin duda el gran trabajo que hizo sirvió como modelo para los autores de su época y ha prevalecido en la actualidad. Para el año 1569 sale de España y se instala en Roma, ingresa a la milicia y participa en la batalla de Lepanto contra los turcos en 1571.
Tras varios años fuera de su hogar y tras haber adquirido conocimientos literarios especialmente italianos, decide regresar en 1575, pero la nave en que viajaba fue abordada por piratas turcos y lo toman a él como prisionero y después lo venden como esclavo en Argel. En 1580 algún familiar paga su rescate y vuelve a España. La vida de Cervantes realmente no estaba llena de lujos, pues casi siempre se encontraba en constante supervivencia. La intención de escribir un poco de su biografía es debido a que Cervantes toma de referencia algunos de estos sucesos para su obra el Quijote, como el cautiverio y las dificultades económicas. La producción literaria de Cervantes se va a desarrollar entre los siglos XVI y XVII, justo en el momento en que dicho país paso por una transición económica, cultural y social. Se pasa del Renacimiento al Barroco, en donde aparece el desengaño y el pesimismo ante el idealismo humanista. En sus últimos años de vida es cuando empieza a escribir obras como La Galatea, Novelas ejemplares y Los trabajos de Persiles y Sigismunda, este último lleva una dedicatoria y un prólogo donde parece despedirse de la vida.
La obra literaria Don Quijote de la Mancha, es mas que nada una parodia de todo el auge literario en cuanto a las novelas caballerescas que existieron antes de su época. No es tanto una burla del heroísmo y del idealismo noble, sino la burla de libros que, por sus grandes exageraciones y falta de cordura, ridiculizaban lo heroico y lo ideal. La construcción del Quijote es una parodia de libros de caballerías desde su estilo y estructura del mismo relato (De Riquer, 2004). A partir de esto en el contenido de este ensayo me enfocaré en cómo nació el modelo del personaje caballeresco y ver el contraste de cómo eran y cómo lo ridiculizó Cervantes. Además de dar a conocer mi punto de vista sobre esta primera parte del libro.
La construcción del caballero
Para poder entender a este personaje es importante saber el origen de dicha fascinación de ser un noble caballero y vivir las aventuras que el mismo Don Quijote se inventa. Los caballeros en las novelas literarias han tenido ciertos cambios que se fueron presentando conforme a la época en que se estaba viviendo. Este tipo de ideal caballeresco va transformándose y se puede ver un gran contraste de las típicas características que tenían los caballeros literarios a cómo Miguel de Cervantes describió a Don Quijote. La configuración de este nuevo tipo es primordialmente la idealización. Con el modelo de caballero parte de un anhelo por desarrollar a los personajes con características admirables dentro de un mundo perfeccionista.
El caballero literario se va a basar a partir de tres lineamientos o ejes de comportamiento. El primero de estos ejes son: las armas y la aventura. El caballero era un soldado de origen noble que sirve a algún señor feudal, con esto, el desarrollo de sus características va en función de la lucha armada y heredada por la cultura feudal. Este primer diseño, se abarca en las sociedades del siglo XI al XIII, donde las armas y la violencia eran el medio para poder ganarse la vida. Cabe destacar, que dentro de este eje, el caballero vivía en una constante preocupación por mostrar lo que podía hacer, para esto se enfrente a cualquier adversario.
Este modelo se va a consolidar dentro de la ficción literaria como el ideal cortés. Se implicaban algunos intereses como: la honra y la fama, el amor de una dama y sostener los valores, dependiendo del grupo donde pertenecía. Para lograr este objetivo se introdujo un tipo de acción narrativa que es la aventura. Más que una lucha para poner a prueba la valentía de los caballeros, era prácticamente la razón de ser de estos hombres. Mayormente en las obras literarias el caballero busca lograr obtener una aceptación en algún estrato social y siempre terminan adquiriendo lo que desean. En el segundo eje se encuentra la cortesía y el amor. El caballero pasa de ser un personaje que refleja fuerza y valentía a ser una persona vulnerable ante sus deseos. En la Edad Media estas dos características se desarrollan dentro de la cultura feudal, especialmente en la corte. En este lugar, el caballero se relacionará con personas importantes que se encuentran dentro de su círculo social como las doncellas, clérigos, funcionarios públicos, trovadores, etc. “El caballero tiene que ejercer una dicotomía en sus actitudes: por un lado, el guerrero, debe ser feroz y valiente; por el otro, el social, debe ser gentil y amable (…)”. (Lobato, s.f., p. 76). A partir de aquí, el ideal de caballero se va moldeando de acuerdo a las culturas y necesidades de la época.
A los también llamados caballeros épicos se les agregarán rasgos en donde se irán alzando los ideales de belleza, en cuanto a la descripción física del personaje y sus comportamientos ante los demás, especialmente con las damas. Estos temas poco a poco se introducirán más en la literatura caballeresca. El sentimiento amoroso va a utilizarse como un nuevo recurso narrativo en donde este héroe se vuelve meramente novelesco. Por lo tanto, la figura de la mujer tendrá un papel notable dentro de esta narrativa ya que se relacionan más con los caballeros e incluso pueden tener una actitud dominante ante estos hombres.
Como último eje de comportamiento está la religión y la sociedad. Dentro de estas dos concepciones, el caballero admite una eficacia guerrera, pero es condicionada al servicio de la iglesia y la sociedad cristiana. Estos personajes ya no buscan tener honra o conquistar damas, sino que quieren generar una comunicación con Dios y garantizar su salvación ante la muerte. Las peregrinaciones militares eran muy importantes, se expresaban las virtudes del caballero en cuanto a su valor y resistencia. Cada autor, según su época, ideología, intereses y la historia particular que desea contar, define el porcentaje que dedica a cada uno de estos ejes de comportamiento en el diseño individual de cada realización textual y con ello crea un personaje con características únicas pero, al mismo tiempo, fácilmente identificable para el público lector del género. (Lobato, s.f., p. 86-87)
La realidad y la ficción del de la triste figura
Con esas características esenciales en los tipos de caballero, se puede tener una idea de cómo el molde de este ha ido cambiando a través de las diferentes épocas y podría decirse que de las diferentes perspectivas de sus diferentes autores. El auge real de la novela caballeresca fue durante el Renacimiento en el siglo XVI. A partir de esto, con la aparición de Miguel de Cervantes y su obra se va a consagrar a partir de la critica que se le hace a este género social y el gran ingenio para la combinación de la ficción y la realidad. A partir de todas esas transformaciones que surgieron, Cervantes crea un tipo de hombre caballeresco completamente contrario al ideal.
Alonso Quijano es un hombre de aproximadamente unos 50 años, es descrito como alguien de complexión delgada, colérico y melancólico. Vivía con su ama y su sobrina. La mayor parte del tiempo se dedicaba a leer novelas de caballería, era tanta su afición que poco a poco fue dejando su trabajo y vendió partes de su hacienda para comprar más libros. Dia y noche leía sin parar hasta llegar al punto que Quijano empezó a perder el juicio. En efecto, esto lo llevó a querer convertirse en caballero andante y buscar aventuras. Así pasó días inventando nombre a su caballo, Rocinante y, uno para él mismo, Don Quijote de la Mancha. De igual forma, se inventa a una dama para tener una razón de ser, realmente era una labradora a la cual llamó Dulcinea del Toboso.
Desde este punto ya se empieza a ver la degradación mental del personaje. El mismo Don Quijote utiliza armas viejas que fueron usadas por sus bisabuelos y empieza a construirse como caballero. Este personaje empieza a desarrollarse con uno de los primeros ejes. El mismo delirio hace que este hombre escape de su casa y vaya dispuesto a buscar aventuras. Don Quijote está sumergido en un mundo de ficción, donde realmente no existen caballeros ni gigantes o cualquier otro ser que se inventé. En la realidad, las demás personas lo ven como un hombre viejo que está loco y solo busca problemas. Por ejemplo, en su primera salida, que es cuando llega a la venta, confunde al lugar por un castillo y a las mujeres como damas de alto prestigio. El resultado de eso es que las personas se burlen y se quieran aprovechar. Al mismo tiempo todos esos sucesos son la parte paródica del libro.
En la primera parte, Cervantes nos introduce a una serie de aventuras que se irán intercalando con otras historias y otros personajes. Uno de sus enfrentamientos más épicos es cuando, junto a Sancho Panza, se enfrenta a los molinos de viento. Sancho es un personaje que a pesar de saber las condiciones de Don Quijote permanece con él. Desde aquí las aventuras de Don Quijote y su compañero Sancho se van desenvolviendo en este tipo de situaciones que en su mayoría son cómicas y son peleas realmente innecesarias. -Calla, amigo Sancho -respondió don Quijote-, que las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua mudanza; cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas al cabo al cabo han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada. (Cervantes, 2004, p. 76).
Este modelo que construye Cervantes es justo lo contrario a los ideales de las novelas de caballerías. Solo toma la parte idealista de estas y lo transmite a un hombre que vive en una realidad distinta, donde el país en el que se encuentra está pasando por cambios, talvez eso lo utilice como una herramienta para evadir esas situaciones. Es una caricaturización de un noble caballero joven, apuesto con un nivel social más alto y pasa a ser un hombre mayor, pobre y loco. Don Quijote a la vez está guiado por sus sentimientos hacia Dulcinea, cada que ocurre algún suceso lo hace en nombre de su amada, lo cual entra también en la crítica y lo ridículo, puesto que son cosas que no pasan verdaderamente. Realmente la presencia del amor y la cortesía no está, por lo menos en esta primera parte, pues no hay interacción alguna con Dulcinea, solo los delirios del hombre, aun así, en una de las historias intercaladas hay una que, aunque no va en la línea de la caballería, es interesante la percepción que el personaje femenino tiene de ella misma ante los deseos de un hombre. Esta es la historia de Grisóstomo y Marcela. Él está enamorado perdidamente de la pastora, pero ella no corresponda a dichas peticiones, esto hace que Grisóstomo se suicide.
Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos (…) A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras; y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo (…) bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad (Cervantes, 2004, p. 126)
Se puede decir que otro de los temas que incluye Cervantes a esta obra es la independencia de la mujer y como se menciona en el libro, la mujer decidida e independiente es uno de los personajes favoritos de Cervantes. En cuanto a la historia, Don Quijote reacciona al nivel de su propio autor diciendo que ninguna persona, de cualquier estado o condición se atreva a hacerle algo a Marcela o caerá en su furiosa indignación, puesto que ella había dejado claro que nada tuvo que ver con la muerte de Grisóstomo y en lugar de ser perseguida debería de ser honrada (Cervantes, 2004). En cuanto a la religión, Don Quijote no muestra señas de dicha fe, los únicos personajes que reflejan lo religioso es el cura y en algunos casos Sancho Panza.
Conclusión
En definitiva, con esta primera entrega del libro se puede ver el contraste entre la ficción y la realidad. Por un lado, Don Quijote dejándose llevar por su locura tratando de vivir aventuras sin sentido, por el otro, Sancho como único acompañante que guía a Don Quijote al camino de la realidad. A contrario de otros personajes que se burlan de él, Sancho es quien se da cuenta del estado del caballero, a pesar de que en un principio todo era por los bienes materiales, conforme transcurre la historia le va tomando cariño. Su acompañante es quien lo nombra como el caballero de la triste figura debido al aspecto que tiene Don Quijote, tal vez ese reflejo le hacia sentir empatía hacia el mismo caballero.
La libertad, la realidad y la ficción son temas que abarcan los diferentes capítulos de esta obra literaria. También, podría decirse que el engaño y el desengaño. Por ejemplo, cuando Don Quijote se quiere hacer armado caballero, el ventero solo le sigue la corriente y tratan de robarle al pobre hombre. El desengaño puede ser la presencia de Sancho en sus aventuras, el cura y el barbero, pues estos personajes quieren llevarlo a casa para que se le quite esa idea de ser caballero, incluso casi al finalizar la primera parte Sancho Panza le dice que no cree realmente que allá recompensa para él y es quien prácticamente cuida de que no maten a Don Quijote.
Las historias dentro de la historia es algo que me gustó, pues hay muchas referencias de otros libros en los que se basa el autor, incluso el mismo Cervantes se auto referencia en alguno de los capítulos. Un libro que definitivamente todos deben de leer en algún momento de su vida, a una edad en que se le pueda dar el tiempo que se le requiere.