Análisis del Discurso Jurídico Oral y Escrito, Problemática en El Campo del Derecho
Introducción
Como Leonora Ramírez dijo: “El arma principal de un abogado es la palabra, porque le da poder.” La enseñanza de técnicas para un buen desenvolvimiento dentro del discurso jurídico oral y el discurso jurídico escrito dentro de la carrera del derecho, es un tema de gran interés. Instituciones de educación superior han incorporado dentro de sus planes de estudio asignaturas que amplíen el conocimiento ya afianzado en niveles de educación inferior, buscando así corregir la deficiencia al momento de escribir y hablar; que son las dos acciones más importantes que ejecuta el abogado.
El propósito del ensayo es visibilizar los problemas que existen al momento de redactar documentos jurídicos y enmarcar aspectos primordiales al momento de llevar a cabo el acto de litigar; de igual manera hablaremos de la importancia de la educación dentro de este ámbito.
El discurso jurídico escrito se maneja dentro del ámbito jurídico-administrativo, aquí encontramos dos paradojas; que manifiestan de qué manera el lenguaje utilizado al momento de llevar a cabo la redacción de documentos jurídicos se ve subversivo dentro de las grandes problemáticas que abarca la escritura comúnmente utilizada día a día; contamos con dos paradojas:
- La paradoja del objeto: La terminología utilizada por un abogado al momento de redactar un documento es desconocida por una persona ajena a esta área.
- La paradoja del contenido: La redacción utilizada es sumamente complicada de entender, ya sea debido al uso de tecnicismo, barroquismos e incluso aquí se manifiestan los diversos tipos de redacción equivoca.
El discurso jurídico oral se compone de diferentes procesos, tales como: la comunicación verbal y no verbal, los cuales son importante al momento de persuadir a los diferentes participes del juicio.
El discurso jurídico escrito y oral son temas que van de la mano, pues abogado que no pueda redactar evidentemente no podrá argumentar a favor de su defendido. La incorporación de materias que permitan corregir errores al momento del habla y la escritura no debe ser únicamente de carácter teórico, sino deben recaer con mayor peso en la práctica.
Desarrollo
En el Ecuador universidades como: Universidad Central del Ecuador, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Universidad Técnica de Ambato, entre otras; han propiciado dentro de sus mallas curriculares, asignaturas como: “Expresión Oral y Redacción”, “Expresión Corporal”, ”Comunicación Oral y Escrita”, ”Oratoria Forense y Técnicas de litigación Oral”, etc.; materias que intentan erradicar los problemas al momento de redactar un documento jurídico y al momento de llevar a cabo la acción de litigar. Es importante destacar el considerable trabajo de aquellas instituciones que en su oferta académica de pregrado ya ofrecen un enfoque hacia esta área de gran interés.
La escritura de textos de carácter jurídico presenta problemáticas que se contemplan dentro de los vicios del lenguaje, que incitarían a una mala adecuación sintáctica y ortográfica al momento de escribir, es de interés entre los juristas y filólogos contemplar esta área como un reto a suprimir progresivamente. Si abordamos lo referente a la redacción jurídica nos preguntamos: ¿Qué tipo de lenguaje es empleado al momento de redactar documentos de carácter jurídico? Pues aquí se utiliza el lenguaje jurídico-administrativo, el cual se considera uno solo pero procederemos a verificar que son dos tipos de lenguajes totalmente diferentes.
El lenguaje jurídico-administrativo es normalmente englobado en un solo tema general, pero realmente este consta de dos partes: el lenguaje jurídico y el lenguaje administrativo. El lenguaje administrativo es utilizado para comunicarse hacia la Administración, por lo cual se puede concluir que este no procede únicamente al ámbito judicial, por otro lado, tenemos el lenguaje jurídico y es utilizado al momento de crear documentos de carácter legal.
Los intentos por estandarizar o modernizar el lenguaje jurídico han propugnado el hecho de eliminar la esencia del mismo o contemplar al área de la educación secundaria como participe de la posible solución.
La incorporación de un lenguaje de fácil compresión para todas las personas sin importar su nivel académico o social es esencial en la actualidad, exclusivamente el abogado no debería ser el único que pueda leer un documento jurídico con la certeza de entender todo su contenido, actualmente diferentes personas ven al lenguaje técnico del Derecho como una dificultad para entender sobre lo que muchas veces trata el escrito sobre su caso. La formación estudiantil es un eje trasversal en la sociedad, ¿Por qué no enseñar acerca del derecho en la secundaria? ¿Erraríamos al momento de enseñar conceptos básicos o termología particular de esta rama?; Pues no, el derecho está presente en toda nuestra vida desde el momento que nacemos, diferenciar el ámbito del derecho de los demás de la sociedad y darle una mayor importancia es sin duda algo que cambiaría de una manera fructífera a la sociedad; el hecho de enseñar cualquier aspecto relevante del derecho debería estar presente en el plan curricular de escuelas secundarias.
Los errores cometidos por el jurista al momento de redactar textos jurídicos también debe ser tomado en cuenta, la utilización excesiva de barroquismos o tecnicismos incluso los diversos tipos de redacciones deben ser rectificados para así ayudar a esta tarea. Entre los tipos de redacciones más frecuentes están.
La redacción descuidada, que hace alusión a los errores ortográficos y gramaticales; la redacción complicada, que crea textos en los cuales sus oraciones dependen concretamente del núcleo de otras; la redacción confusa, en la cual la utilización de tecnicismos se encuentra a tal nivel que el lector no lo puede entender y la redacción pretenciosa, que redunda de manera notable en la misma idea.
Los escritos de un abogado deben ser precisos y claros, pero la falsa precisión es otro problema que nace dentro del discurso jurídico escrito; la falsa precisión “oculta hechos, desfigura o falsea interpretaciones, detiene la investigación, inhibe la profundización” (Ferreira, 1979, pág. 60); tomando esto en cuenta, podemos verificar que los problemas que nacen de la escritura jurídica radicalmente imposibilita el entendimiento de este tipos de documentos. La escritura de un abogado debe recaer dentro de los parámetros lingüísticos y estilísticos para así evitar el apogeo de documentos vacilantes e inconcretos.
El discurso jurídico oral tomada en cuenta como una problemática actual al momento del transcurso de la carrera de derecho, igual necesita ser priorizado para así corregir posibles falencias que se puedan cometer al momento de proceder a la acción de litigar. Si bien la base del discurso jurídico oral es el habla, la corrección que predominará aquí tendrá que ver mucho con la argumentación que pueda ser emitida por el abogado de manera breve, concisa y la forma apelativa como él la propicie.
La expresión oral como tema principal concretamente abarca el lenguaje verbal y no verbal; el lenguaje verbal comprende el proceso del habla y de la escritura, por otro lado, el lenguaje no verbal comprende la gesticulación, movimientos corporales, etc. Las técnicas más frecuentes para una buena oratoria deben ser consideradas dentro de este apartado. Al momento de estar presente en un juzgado lo más importante es tener una comunicación clara la cual no se vea dificultada por ningún motivo; el uso de un tono de voz adecuado es lo más idóneo, un buen desenvolvimiento al momento de refutar también. Todos nuestros movimientos a nivel corporal son tomados en cuenta; la seguridad emitida por nosotros hacia el jurado conllevará una inminente victoria, pero si no llevamos a cabo este proceso de manera correcta nuestra derrota será incuestionable.
Algunas acciones a tomar en cuenta son la enseñanza de técnicas de expresión corporal, métodos para mejorar el timbre de voz y procesos para perder el miedo ante el público; el discurso jurídico oral es sumamente importante debido a que el instrumento principal del abogado es su voz.
Conclusión
Podemos concluir que el discurso jurídico oral y el discurso jurídico escrito son dos temas de suma importancia dentro del proceso de formación académico en la carrera de Derecho, por diferentes motivos ambos se ven envueltos en problemáticas que impiden que el proceso de la comunicación se efectúe con total normalidad ;el discurso jurídico escrito presenta problemáticas que están enmarcadas dentro de los vicios del lenguaje y las falencias sintácticas e incluso ortográfica que se puedan producir dentro de la redacción, por otro lado, el discurso jurídico oral es un elemento clave para el buen desempeño laboral del abogado, la acción de litigar se ve enmarcada en aspectos de la oratoria, aquí es muy importante a través de nuestros argumentos persuadir a la audiencia para que el veredicto final sea favorable hacia nuestra parte.
Como Ray Bradbury dijo: “Sé que has oído mil veces antes. Pero es cierto, el trabajo duro tiene su recompensa. Si quieres ser bueno, tienes que practicar, practicar y practicar. Si no amas algo, entonces no lo hagas.” La práctica es lo más importante que puede desempeñar una persona, sin perseverancia no obtendremos nuestros objetivos, las materias enfocadas a corregir las deficiencias al momento del habla y escritura jurídica deben ser tomadas en cuenta desde un punto de vista práctico, el teorizar conceptos acerca de lo que es hablar y escribir no sirve de nada si aquello tan solo queda en conceptos y principios que no han sido puesto en práctica; el discurso jurídico oral puede ser solucionado a través de la experiencia, pero por otro lado, el discurso jurídico escrito es una área que abarca mayores problemas, por lo cual la corrección de aquella falencias serán un poco más difíciles de suprimir debido a que estas no son un tema reciente ;sino más bien se viendo dando en diferentes épocas e incluso se puede decir que en distintos lugares. Podemos decir entonces ¿Realmente llegará un momento en el que las deficiencias en el discurso jurado escrito secén?¿ o tendremos que aprender a convivir con ello? La respuesta sin duda genera expectativa, llegar a un punto en el que todo esto sea parametrizado sin duda alguna será un gran avance para el ámbito de Derecho.
Bibliografía
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