Análisis y Crítica del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
Lleva 20 años funcionando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Ensayo corriente tiene por meta analizar los resultados de que formas el TLCAN ha perjudicado el pueblo de México.
Se decía que el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) aumentaría el crecimiento económico, crearía empleado, y reduciría la migración de México hacia los Estados Unidos. También se prometía que en su participación, México, se convertirá en un país desarrollado, del primer mundo. Este acuerdo fue un experimento radical y sin residentes en la historia del mundo. Nunca antes tres países con niveles de desarrollo tan diferentes se habían integrado económicamente de una forma tan profunda. El TLCAN es un acuerdo neoliberal esto quiere decir que valora el dinero y siempre es mucho dinero para pocos. Valora las ganancias de unos inversionistas y corporaciones sobre las vidas y el empleo de millones de campesinos y trabajadores, los derechos humanos, la protección del medio ambiente, los derechos de los pueblos indígenas, y la democracia. A pesar de toda la propaganda a favor del TLCAN que se hizo en los tres países, habido fuerte críticas de las intenciones y los métodos de tratado desde que se empezó a negociar. Tras más de 20 años que lleva el TLCAN funcionando podemos examinar y analizar los resultados de que formas ha perjudicado el pueblo de México y en realidad ver que tan dañino fue para el país.
El TLCAN cuando el campo, trajo consecuencias sociales como el empobrecimiento de las familias rurales, inmigración, y el narcotráfico. Desde 1994, según la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, 1,780,000 de campesino han abandonado sus tierras (Hufbauer y Schott pg. 296). Este enorme abandono del campo genero un vacío de producción que junto la falta de presencia del estado fueron las condiciones que aprovecho el crimen organizado para su gran desarrollo en las actividades del narcotráfico. El narco ocupo los vacíos que dejo el estado al retirarse como financiador, inversionista, regulador, y promotor de la economía rural. Al dispararse el desempleo y la migración el narco entro como una opción tal vez única de supervivencia ya que los campesinos al estar en sus tierras sin poder trabajarlas, o tenían que producir forzosamente lo que los narcos les impusieron o tenían que trasladarse abandonando sus tierras. Así el narco empezó financiando actividades agropecuarias para la producción de estupefacientes y después comprando propiedades. Para el 2004, ya había 100 mil hectáreas dedicadas a los narcos cultivos en zonas rurales del país (CITE). En 2014, se habla de más 200 mil hectáreas produciendo estupefacientes. Por supuesto que tal situación es inocultable a los ojos del gobierno, ejercito, políticos de todos los partidos que por omisión y complicidad lo permitieron.
Unas de las promesas que se hicieron por los que promovieron el TLCAN fue que se producirían más alimentos en México pero comparando datos entre el periodo 1990, 1992, y 2009, 2011, vemos que se redujo en 40% el área sembrada en oleaginosas. Si miran el área sembrada de soya en 1990-1992 igual 324 mil hectáreas a comparación del área sembrada en 2009-2011 solo se vio 167 mil hectáreas (Hufbauer y Schott pg. 288). Es decir que hay una reducción de 150,000 hectáreas. Se puede ver el mismo patrón de datos en la sembrada del arroz y frijol. Manteniendo el tema de la producción de comida, el TLCAN prometía que México alcanzaría la soberanía alimentaria lo cual evidentemente resulto falso. De acuerdo con el artículo “TLCAN 20 AÑOS, Celebración, desencanto o replanteamiento?” las importaciones agroalimentarias pasaron de mil 790 millones de dólares en 1982, a más de 30 mil millones en 2012. Otra forma de expresar las cifras es en toneladas. Entónense si tomamos las estadísticas del 1993 (Vallejo, pg. 455) la importación de granos y oleaginosas fue de 8.8 millones de toneladas. En comparación del año 2012, la importación de granos y oleaginosas fue de 29.26 toneladas. Desde que se firmó el TLCAN las importaciones del maíz han ido creciendo exponencialmente. Según (Vallejo et al), en 2014, 30% del maíz que se consumió en México era importado. Ya para 2011, México estaba comprando el 46% de lo que consumía del exterior cunado en comparación de antes de en traer en efecto el TLCAN, se importaba el 24% de lo que se consumía. Por lo que en lugar de reducir la dependencia alimentaria esta se incrementó prácticamente en un 50% (Vallejo et al, Pg. 456) TLCAN abrió el mercado mexicano al maíz de los agricultores estadounidenses causando un crecimiento de las exportaciones a México pero una caída drástica de trabajos agricultores. Acuerdo al artículo de CNN Money, México perdió más que 900.000 trabajos agricultores en la primera década (Darlington y Gillespie) que en fin resulto en otra de las promesas hechas por los propagadores de TLCAN ser falsas; TLCAN iba resultar en la reducción de migración mexicana a los Estados Unidos. Pero cuando hay algo como el TLCAN, siempre existe el argumento alternativo que apoya los posibles mejoramientos.
Unas de las áreas que más han beneficiado del tratado son las fabricas automotriz. Según los datos del gubernamental Institucional de Estadísticas y Geografía la exportación de automóviles mantiene un crecimiento promedio de 12% anual (BBC Mundo). Hasta 1993 existían 13 plantas automotrices y solo un año después aumento a 30. El impacto de la producción beneficia a otros sectores como los fabricantes de cristales, llantas, pintura y refacciones en general. De acuerdo con el presidente de la Industria Nacional de Autopartes, Oscar Albín, en 2013 la producción fue 78.000 millones de dólares, ‘una cifra histórica’ que coloco al país como el quinto ensamblador del mundo (Vallejo). Por la alta demanda y el trabajo barato, las fabricas automotriz han crecido después del TLCAN, haciendo ese negocio raro. En contraste, las fábricas de juguetes se han reducido a un numero minúsculo. Según BBC Mundo, “en 1993 la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju) registró a 380 fabricantes, pero dos años después el número se redujo a sólo 30.” Los jugueteros del país apenas se empiezan a recuperar pero no por si mismos. Muchos de ellos hicieron alianzas con empresas extranjeras donde se convirtieron en importadores. En lugar de detonar la industria nacional, se compraron productos y equipo cuando lo mejor era producirlos. De modo que a lo largo de veinte años, México si ha logrado una ganancia comercial con los Estados Unidos pero nacido acosta de enromes déficits que se acumulan con otras naciones.
Un pueblo en hambre es el caldo de cultivo para un verdadero estallido social. Si bien, el sistema en estos últimos veinte años ha encontrado válvulas de escape y no puede seguir de manera perpetua. La revisión del TLCAN puede ser el serillo que prenda el pasto seco. Cada medida tomada por los gobiernos neoliberales representara un beneficio para unos, principalmente transnacionales, acosta del abandono de muchos. La medida económica, Tratado de Libre Comercio de América del Norte, tiene muchas promesas pero como emos visto, ha hecho más daño de salvación. Es una puñalada mas para la clase trabajadora y una bendición para los ricos en poder.