Animales: Ética y Experimentación Para Beneficios Humanos
Introducción
Desde tiempos inmemoriales, los conceptos y definiciones entorno a las que trabajamos sociedad varían significativamente, y con estos cambios de paradigmas también lo hace nuestra visión del mundo, un ejemplo de esto es la mirada que tenemos de los animales en nuestra época, han pasado de ser instrumentos para nuestro consumo por derecho divino a ser sujetos de derecho, tanto así que algunos autores como Peter Singer ahora los denominan Animales no humanos.
Esta claridad aunque parece ínfima, logra reafirmar un hecho importante y es que los humanos caben en el conjunto de lo animal, aunque muchos mitos han buscado ocultar este hecho como la religión que nos hace hijos de Dios, lo cierto es que a distintos niveles somos iguales a los animales, entre los cuales distinguimos lo biológico y lo emocional:
Biológico:
En nuestras características biológicas más pequeñas compartimos una increíble cantidad de nuestros similitudes con los animales, desde cambios de humor, a nuestro sistema nervioso que regula la forma en cómo percibimos el mundo o sentimos dolor, hasta incluso lo más pequeño de nuestra composición genética, en el colegio se nos pide que dibujemos dos células la animal y la vegetal, cada una con importantes distinciones y diferentes niveles de complejidad, pero… no debo haber sido el único en hacerme la pregunta: ¿dónde está la célula humana? una pregunta inocente pero que nos refleja en doble vía sobre lo que consideramos un animal y lo que denominamos un humano, estoy seguro que si nos preguntamos por un humano,
Pero incluso a un nivel más general, donde los animales se distinguen entre sí por la serie de particularidades evolutivas que según Darwin “nos han impuesto los medios en los que nos hemos adaptado y evolucionado” tales condiciones, como tamaño, inteligencia, forma… etc varían de especie a especie, varían sólo un uno por ciento entre chimpancés y humanos, una proporción que mínimamente nos tiene que suscitar preguntas, es decir !compartir 99% del código genético con otra criatura y sin embargo verla tan ajena a nosotros, esto debe de tener una razón realmente importante¡
Emocional:
En el año 2018 la BBC publica un artículo titulado: “5 emociones que no son exclusivas de los humanos” donde se usan una serie de investigaciones que dan como resultado cinco emociones que compartimos con los animales, principalmente con los primates entre los que se destaca el sentido de justicia, los primates evitan trabajar en equipo cuando no se les ofrece las mismas condiciones que al resto, o cuando ven que se favorece a uno de ellos en específico, esto nos da nociones de una manera de economia que pueden tener los primates así mismo se ve un fuerte rencor o deseo de venganza al encontrar a sus pasados agresores, el artículo cita un incidente ocurrido en India cuando un grupo de elefantes invaden una tribu buscando el cadáver de una hembra fallecida cerca de la localidad,destruyendo todo a su paso y haciendo a los pobladores correr por sus vidas.
Nuestros parecidos con los animales nos dan más que razones suficientes para comprender por lo que pasan, como viven y aunque sea de manera vaga y poco específica; llegar a imaginar cómo se sienten incluso de ser más imaginativos, su visión del mundo.
Desarrollo
En este análisis también he de considerar otro elemento antes de aventurar juicios y conclusiones, nuestras diferencias más significativas con los animales, entre ellos cabe distinguir y mencionar brevemente los principales, el lenguaje que nos permite articular pensamientos abstractos, transmitirlos y acumularlos, una suerte de memoria capitalizable que puede ser sumada y permite que podamos imaginar un elefante rosado con sombrero montando monociclo sin la necesidad de haber visto uno (o por lo menos, este humilde escritor, carece de esa dicha circense)
Otro importante rasgo a destacar que nos distingue de los animales es el carácter cooperativo de nuestra especie, fundamentado principalmente sobre el anteriormente mencionado lenguaje nos permite orientarnos en jerarquías y estructuras sociales tan complejas y burocráticas que muchas veces resulta absurda la cantidad de tiempo que una persona debe dedicar para sacar por ejemplo un certificado de nacimiento que como su nombre lo dice, sirve para demostrar que uno nació o caso contrario demostrar que una persona en efecto murió, tuvo un entierro siendo este último el certificado de defunción; una herramienta muy útil para impedir que los muertos sigan votando para poner un ejemplo contextualizado en nuestra querida Colombia.
Finalmente quedan dos elementos que burdamente grosso modo pueden agruparse como uno, el arte y la cultura, que entenderemos como la capacidad humana de recibir una serie de conocimientos por medio de su lenguaje y cooperar para su mantenimiento y modificación, es decir sintetiza ambas cualidades anteriores Permitiendo así la construcción de sistemas lógicos de creencias que pueden sumarse y permitir la convivencia de los individuos de nuestra especie, en teoría.
Ahora bien, después de esta breve comparación entre los humanos y el resto de los animales, que aunque entendida aun para muchos como un insulto esta palabra debería hacernos más conscientes y participar de un sentido de pertenencia aún mayor. Nos hace sentir como cualquier cosa, nos baja de un pedestal construido por siglos de evangelización esa nube bíblica que nos augura un check en blanco para tratar la ‘creación de Dios’ como una inagotable despensa y nos tiene metidos en tales apuros medioambientales necesariamente ha tenido Consecuencias de otras órdenes como el único que hace usarnos incluso entre nosotros mismos en distintas épocas.
Cada época ha tenido distintos sufrientes, con el uso viene el abuso, donde hay abuso hay una jerarquía aquí es donde entra la filosofía de Hegel, que explica el origen de la historia como el enfrentamiento de dos deseos, de dos conciencias (aunque Hegel establece una distinción entre deseo animal y deseo humano, sin embargo está limitado por su época) el deseo humano para Hegel desea el deseo del otro, busca el someimiento mientras el animal desea cosas, que agota, que se come, para Hegel la conciencia es deseo es algo que está afuera de sí, el hombre desea deseo, este enfrentamiento entre dos conciencias es a muerte, uno de estos debe destruir al otro, una de las dos conciencias tiene miedo pues es consciente de esa lucha que lleva a la destrucción, evitando su propia destrucción termina por someterse al otro.
Ahora esta lucha que lleva a establecer jerarquías entre los modos de relacionamiento humanos han dejado distintos amos y distintos esclavos a lo largo de la historia, han dejado una historia de mártires.
Cada época ha tenido distintos mártires, el amo somete al esclavo y le impone sus tareas, pensamiento, el amo engorda mientras el esclavo se forma y se termina afirmando sobre el mundo, el amo es confinado al goce y la pasividad, y el esclavo es quien se afirma sobre el mundo y vive, quien gana la lucha es quien termina atrapado de un modo dialéctico y termina siendo cosa.
Esto lejos de ser un cuento del padre del idealismo alemán, es una metáfora que encarna todas las relaciones posibles que puede tener la humanidad, en sus distintos momentos pruebas de eso son los distintos holocaustos, guerras e ideologías políticas, que de distintos modos buscan la eliminación del otro como ser autónomo aunque esto demande su eliminación material y fáctica, pruebas hay muchas a lo largo de la historia el apartheid en África en una prueba de ello, chocan dos conciencias históricas culturales como los negros y los colonos blancos, hay una administración, una lucha de poderes donde quien aprecia más la vida termina en el sometimiento para su uso.
Pero el ejemplo más acertado que puede llegar a mi es el de la segunda guerra mundial con los judíos, se logra desvalorizar, hacer al otro tanto una cosa que su muerte resulta algo cotidiano en el dia a dia, sus vidas eran tan descartables que no bastaba con su sometimiento, se buscaba su total destrucción el pueblo alemán y el judío quienes han compartido una tierra por siglos de repente eran irreconciliables, los nazis buscaban la destrucción definitiva de sus vecinos con una serie de excusas complejas, este ejemplo lo traigo justamente por que en su momento se les consideraba animales entre los discursos que el Ministerio de Propaganda Nazi ideó para su eliminación, ¿que tal si invirtieramos las premisas? no ya ver los judíos como animales, sino los animales como sufrientes, los judíos de nuestra época,
La guerra nos arrojó progreso, eso es indiscutible pero también a costillas de innumerables barbaries, no podemos negar el carácter bifacético de la racionalidad. La racionalidad puede y con frecuencia produce irracionalidad, es en épocas de barbarie que la ciencia prospera, pues a la manera de Maquiavelo: “el fin justifica los medios” con tal de demostrar una superioridad y suponiendo su existencia se somete al otro a toda clase de vejaciones posibles, la creatividad humana una vez más no falla en eso.
Si ponemos esta mirada sobre los animales vemos que no han sido la excepción sin embargo con una diferencia, fue esta la primera forma de vida que someimos y la que aún sometemos para nuestro diario vivir, la constante destrucción por todos los medios de los animales nos permite nuestro cómodo mantenimiento en este mundo, comemos su carne, vestimos su piel, parece lógico que también usemos su fuerza de trabajo para distintos fines, incluso ahora son también una criatura de compañía que forzamos a convivir con nosotros.
Conclusión
La historia debe mucho avance a sus mártires, en el caso de las mujeres han permitido el desarrollo como especie al soportar las crías y mantener el hogar a flote, los animales y todo tipo de sufrientes que ahora se sacrifican en aras del progreso y la experimentación científica tendrá su reconocimiento como conciencias, no será mañana pues la historia se mueve a su tiempo, usualmente tarde pero algún día nos permitirá decir que reconocimos el error, que hemos establecido al abusar de todo lo abusable.
El medio ambiente es otro sufriente de tal magnitud, y para contestar la pregunta de si es ética la experimentación en animales, a mi considerar no lo es, pero es algo aceptado por nuestro tiempo, tampoco es como si como individuos estuviéramos en capacidad plena de hacer el cambio solo con nuestra voluntad, no basta un giro de nuestros deseos para lograr la transformación como algunas multinacionales quieren hacerlo ver, me parece aceptable que nos beneficiemos de los progreso de la barbarie esto es después de todo una prueba de que algo rescatable puede quedarán incluso de las peores condiciones y los momentos más oscuros a los que han estado sometida la humanidad,el oscurantismo producto de las torturas usadas por la iglesia católica nos dejó con gran información sobre cómo hacer engranajes muy completos ahora presentes en todas nuestras máquinas.