Idealización de la Imágen del Reino de Inglaterra
Introducción
Hoy en día se podría decir que la cultura inglesa “está de moda”, hoy en día todos idealizamos el reinado de Isabel II, la única monarquía que agrada hasta al más republicano, el gran imperio que fueron los ingleses, por no mencionar que todas las mujeres votamos gracias a Pankhurst, claro, tiene película, Clara Campoamor no. En definitiva, todos querríamos ser ingleses porque parece ser que supone motivo de orgullo. Este fenómeno se debe a que han sabido venderse muy bien a lo largo del tiempo a través de los medios, del cine sobretodo.
Desarrollo
Esto no es algo nuevo, otro de los ejemplos más comunes es Estados Unidos: la primera potencia mundial, el sueño americano, Marilyn Monroe y los mágicos, maravillosos y extraordinarios felices años ‘20. Con todas estas cosas que tenemos en la cabeza desde que somos pequeños ¿Quién se acuerda de que los americanos no son americanos realmente y estamos e idealizamosidealizando al pueblo opresor que masacró a prácticamente toda la población de nativos? Pequeños contras de la historia que no nos importan porque los buenos siempre han sido los vaqueros y no los indios.
Menos Pocahontas, que tras una idealización brutal de su historia, en la segunda película se va a Inglaterra de aristócrata para salvar a su pueblo de los colonos ingleses y lo consigue. Pero tampoco hace falta extrapolar la crítica a un momento en la historia tan “lejano” como es el s.XVII, tan solo demos las gracias a Dios de que la Pocahontas de Disney no era contemporánea al 1890 y vivía en Wounded Knee. Por ejemplo, aunque la de verdad no es que se diga que tuviera una mejor vida con nuestros queridos ingleses.
Volviendo al lado del Atlántico que nos interesa, Reino Unido. Concretamente centrémonos en este libro que, al igual que la mayoría, idealiza, el que analizaremos respetando la división de partes propuesta por el propio autor. Este libro, bajo mi opinión, idealiza un poco la historia de Reino Unido Inglaterra, donde estos ingleses maravillosos que nunca perdieron su identidad de britanos cuando vinieron los germanos y que más adelante cuando llegan los vikingos tampoco pierden su nueva identidad de anglosajones, ni siquiera cuando llegan a tener un rey danéses.
Aunque analizaremos este aspecto más en profundidad más adelante. ¿Cómo pasan de britanos a anglosajones? Es un misterio de la ciencia. El mismísimo Beda el Venerable, quien afirmó que los anglosajones provienen de anglos, jutos y sajones, tiene algunos problemas explicando la historia, o mejor dicho, excusándola. Es decir, como clérigo no debería ser un anglosajón tan orgulloso teniendo en cuenta que hasta no hace tanto, recordemos que Beda nació en el 672, estos eran los paganos y los britanos eran los cristianos.
Debería de haberse echado las manos a la cabeza con la matanza de 1.200 monjes a principios del siglo VII, pero no, porque se debía a una profecía de un obispo, que aparentemente los britanos sin fe merecían porque habían rechazado la salvación eterna. En ningún momento Beda describe a los sajones paganos como unos bárbaros germanos, según él los ingleses se habían convertido en una nación elegida por Dios. Inglaterra es como el niño mimado que siempre tiene razón e incluso cuando no la tiene es culpa de los demás.
Es más a lo largo de la historia tenemos mil y un ejemplos de esto: Britania era maravillosa, la única parte de las islas que estaba civilizada, pero nunca se menciona que en Hambledon (Buckinghamshire), se encontraron tal cantidad de restos de niñas que está más que claro que se practicaba el infanticidio para mantener una mano de obra mayormente masculina o tampoco se menciona que sí, existía la esclavitud en las sociedades tribales prerromanas, pero es en la Britania romana donde se convierte en una institución fundamental.
Lo que se menciona en las películas y en la mayoría de libros es, que los pictos menudos bárbaros eran que no les dejaban vivir en paz. Al final todo parece una película de indios y vaqueros. Los indios son Escocia, Gales e Irlanda y los vaqueros Inglaterra. En el siglo XI la palabra wealh significaba esclavo o galés y más adelante con la excusa de evangelizar Irlanda porque eran “cristianos de nombre pero paganos de hecho” los anglonormandos la invadieron cuando todos sabemos que los misioneros irlandeses fueron los que evangelizaron Inglaterra siglos atrás.
Es muy injusto que la historia considere civilizaciones mejores que otras y más aún que los historiadores refuercen esto. Actualmente yo no pienso que mi vida sea mejor que la de alguien que vive en una tribu amazónica, al igual que ellos se echarían las manos a la cabeza viendo mi día a día yo no duraría ni un minuto en su rutina. Hay un manual de prehistoria que dice que la aparición de la escritura se suele asociar con las nuevas civilizaciones más avanzadas aunque esto no sea cierto. Es decir, la sociedad micénica, con escritura, dejó paso a otra que era ágrafa.
Los mayas pasaron de una etapa con escritura a una que no la tenía. En resumen, alguien debería revisar la historia y el trato que le hemos dado, con el ejemplo de la escritura podemos verlo, tenemos una visión etnocentrista de la historia, lo que más se parece a nuestro “primer mundo” actual es lo más avanzado y no siempre es así. Lo peor es que tampoco puedo decir que me haya disgustado completamente este libro porque la tercera parte te deja con un buen sabor de boca, cosa que hace que olvides la forma tan descarada con la que lo ingleses son tratados como héroes que combaten al ignorante salvaje que los invade una y otra vez.
Resulta evidente la contemporaneidad del libro. Es decir, es un libro publicado en 2015 lo que agiliza sula lectura y su comprensión ya que su registro es estándar y en algunas ocasiones resulta incluso coloquial. Por otra parte la organización del libro, la cual divide el libro en tres partes que a su vez están divididas en capítulos, separa muy claramente la distintas etapas y civilizaciones más notables de este periodo. Además, exceptuando la tercera parte, las otras dos se encuentran ordenadas cronológicamente. Esta ventaja será notable durante todo el libro.
En la primera parte es cuando más notoria se vuelve para el lector ya que separa el antes y después de la caída de Roma, en la segunda parte se centra en la evolución de los pueblos bárbaros de los anglos, los sajones y los jutos tras su invasión de la isla. La bibliografía es abrumadoramente extensa, resulta sorprendente incluso lo bien documentado que está el libro y resulta aún más sorprendente que con toda esta bibliografía se cometan fallos tan garrafales como la afirmación de que San Patricio tras su captura por piratas irlandeses nunca regresaría a Gran Bretaña.
En total este libro recopila información de 208 fuentes distintas. Esta cantidad de fuentes debería asegurarnos la fiabilidad del libro pero cuando a principios sucede que se comete un error como el que ya hemos mencionado, el lector, si se da cuenta de esto, puede comenzar a dudar. Mi caso fue ese, por lo que fui directa a la biblioteca en busca de más lecturas complementarias para solventar las dudas que pudieran surgirme en relación a la veracidad de los datos. Lo curioso fue que, según Hugh Kearney, las fuentes pueden estar comprometidas a partir de 1949.
Esta fecha concuerda con la emancipación final de Irlanda formando así la actual República de Irlanda. Esto parece no tener ninguna relación con las fuentes, pero lo curioso es que a partir de este hecho muchos historiadores eliminaron parcialmente la relación de Irlanda con la historia británica, con Inglaterra sobretodo, a lo largo de la historia. Se comenzaron a redactar manuales “nacionales” con las divisiones geográficas actuales (Irlanda, Escocia, Gales e Inglaterra), esto provocó la perpetuación de ciertos mitos etnocéntricos y de ciertas ideologías.
Con esto no digo que no deban crearse ciertas “barreras” culturales para diferenciar cada lugar y su evolución pero lo que no me parece acertado es usar las divisiones contemporáneas ignorando que en la antigüedad, incluso sin aviones y trenes de alta velocidad, el mundo no era tan grande y las influencias entre países eran mucho más comunes de lo que nos pensamos, y si por contar la historia de un lugar, y estrictamente de ese lugar, ignoramos lo que le rodea, realmente no estamos siendo completamente objetivos.
Es cierto que parece un poco sectario esto de manipular la historia para idealizar tu país o región, pero recodemos que en 2017 hubo un escándalo en España cuando se denunció que en al menos siete editoriales de libros de texto de 5º y 6º de primaria, en Cataluña, habían adaptado la historia de forma en la que adoctrinaban ideológicamente a los niños. Por lo que sí, es un poco sectario, pero tampoco es ninguna novedad que hechos políticos se metan en los manuales de historia. Es más, en este libro se menciona qué posiblemente la batalla de Deorham en el 577, recogida en la Crónica Anglosajona.
Fuese una invención de Wessex para adquirir las ciudades de Bath, Gloucester y Cirencester. Las cuales en el siglo IX eran de Mercia. Por lo que en resumen, se inventaron una batalla, la metieron en un libro de historia y se aprovecharon del hecho de que no se podía comprobar lo contrario. La diferencia entre esa manipulación y las actuales es que actualmente si que hay más fuentes que en antaño. Resumiendo el tema de fuentes no tan fiables como deberían por temas políticos. He aquí el problema, la mayoría de las fuentes del libro, 188 de 208, son posteriores a 1949 por lo que, no creo que todas, pero algunas si que es posible que caigan en este etnocentrismo nacional que no respeta una veracidad completa.
La primera parte del libro resulta más precisa en la información. Es decir, según va avanzando el libro, sobretodo a principios de la segunda parte todo se vuelve un conjunto de teorías de distintos investigadores sobre que pudo pasar. Esto es más que comprensible, la cantidad de documentos que nos quedan de Roma no son mínimamente comparables a los que tenemos de la alta Edad Media que no por nada se conoce como la Edad Oscura. Es más, en el caso de Inglaterra según Cannon y Griffiths los siglos V y VI son “lo más oscuro de la Edad Oscura”.
Por último y aA modo de conclusión general sobre la bibliografía creo firmemente que el libro está muy bien documentado y la magistral tercera parte es la muestra de ello, se nos narran aspectos de la sociedad de la época muy útiles que te ayudan a crear un imagen muy completa, pero también creo que en ciertos aspectos el autor debería de haber sido más cauteloso en la elección de algunas fuentes. Y por desgracia, y bajo mi perspectiva personal que un fallo tan evidente como el de San Patricio se cometa a escasas páginas de comenzar hace que el lector pierda la credibilidad del libro y del autor.
Es decir, ¿Cómo confiar en la veracidad de las fuentes que el autor ha elegido cuando el mismo autor no ha sido fiel a la historia? Esta clase de pregunta me hace pensar que tal vez el autor ha elegido fuentes y ciertas partes de esas fuentes para reforzar el mensaje que los medios y nuestro alrededor nos ha estado mandando a lo largo de los años sobre que la historia y cultura “individual” de este lugar es “mejor” que el resto. En resumen, un fallo tan obvio y descarado pone en duda la objetividad del autor. finalmente, son estas cosas, que se podrían haber evitado, las que te dejan un sabor un tanto agridulce según que momentos.
Legado de Roma: Está parte del libro narra los acontecimientos desde la expulsión de oficiales romanos por los ingleses hasta la invasión propiamente dicha de los sajones, anglos y jutos. Abarca un marco temporal bastante amplio y aunque sí que es cierto que los siglos V y VI están considerados como “lo más oscuro de la Edad Oscura” según Cannon y Griffiths, refiriéndose a la falta de fuentes en Britania incluso comparada con el resto de Europa, creo que en algunos aspectos se queda corto. Es decir, no hay casi información, por no decir que ignora el hecho de que llegaron a convivir cuatro culturas en la isla.
La única fuente de información detallada sobre Britania en los siglos V y VI, Gildas, describe ataques de irlandeses y pictos, envalentonados enormemente debido a la ausencia de tropas romanas. Seguramente, san Gildas ignorase otros acontecimientos que no encajaran bien con la finalidad moral de su “De Excidio”. Además, parece ser que Gildas no se basó en fuentes escritas para los eventos entre 440 y 500, usando probablemente tradiciones orales poco fiables. Gildas no es una fuente fiable para los acontecimientos del siglo V.
Conclusión
e centró en escribir lo que arruinó Britania (pictos, sajones, peste, pecado, etc.), por lo que da una imagen deliberadamente. Vortigern, buscando ayuda para contener a los celtas, solicitó asistencia a un pueblo continental germánico, los sajones. Los problemas de la Britania del siglo V eran abundantes: incursiones y asentamientos de pueblos irlandeses al Oeste, invasiones de los pictos desde el norte, anglosajones abriéndose paso desde el sur y el este, y finalmente, luchas intestinas entre los reinos britanos.