Beneficios y Consecuencias de la Parentalidad Positiva
Si la crianza de los hijos es un vínculo que se construye igual que cualquier otro, ¿por qué no apostar por un modelo de crianza basado en la empatía, el respeto y el trato amoroso? Los beneficios de la parentalidad positiva se perciben en el corto plazo, casi se diría que de inmediato, y perduran para toda la vida adulta de los hijos.
El grito, el golpe, la violencia, transmiten a los niños bases muy negativas, tanto para el presente como para el futuro. Por otro lado, construir desde la parentalidad positiva les libera y les abre muchos caminos; eso sí, el cambio hacia este nuevo paradigma de crianza debe aceptarse como un compromiso de toda la familia.
¿En qué consiste la parentalidad positiva?
Los principios de este modelo, que se extiende desde la crianza en el hogar hacia lo educativo e institucional, no son en sí complejos. Al contrario, son pocos y muy sencillos. Es importante descartar todo tipo de actuaciones autoritarias, los sistemas arbitrarios y rígidos, el propio desamparo.
En la práctica se hace necesario realizar un ejercicio de empatía y aprender a ver, empatizar y comprender la infancia. De hecho, es el niño quien debe estar en el centro de cada decisión, palabra y acción dentro de la cotidianidad de un hogar, escuela e incluso sociedad.
Por todo lo anterior, entre los puntos centrales de esta filosofía están los siguientes:
- Evitar el castigo, las amenazas, los gritos, que sólo aportan malas influencias en el desarrollo infantil. Los beneficios de la parentalidad positiva se traducen, a largo plazo, en mujeres y hombres que no actúan por miedo, sino por convicción ética.
- Empatizar. Preguntar a los niños cómo se sienten, qué opinan, qué necesitan, intentando comprender el modo en que ellos perciben el mundo.
- Dar seguridad: los niños necesitan sentirse protegidos y valorados. En las culturas machistas, suele ocurrir que a los niños varones no se les consuela ni se los protege ni siquiera cuando lo piden. Sin embargo, este abandono sólo refuerza la desigualdad entre mujeres y hombres.
- Demostrar afecto abiertamente: no solo besos y abrazos; también los pequeños se sienten amados cuando se los escucha, cuando se comparten momentos de calidad con ellos, cuando se les da espacio.
- Brindar un marco de acción y contención: Las normas de convivencia deben ser siempre claras y transparentes; es un error creer que este modelo de crianza ‘carece de límites’. Por el contrario, uno de los mayores beneficios de la parentalidad positiva es que los niños internalizan las normas de manera saludable.
- Crear una convivencia con sentido democrático: hay que basar la vida, en casa o en la escuela, en el consenso logrado por la persuasión amorosa y la comprensión continua.
Beneficios de la parentalidad positiva
Los expertos contemplan, al profundizar en este modelo de crianza, el grado de ‘estrés parental’ de las familias. En este sentido, los progenitores que se adhieren a este modelo, estarán ‘más satisfechos con la crianza’. Con este tipo de medidas que favorecen la parentalidad positiva, se ven mejoradas la asertividad, la comunicación y la resolución de problemas y conflictos. De modo que los beneficios actúan en todo el grupo familiar.
Consecuencias de estudios llevados a cabo
Los autores de los diferentes estudios realizados, mencionan los siguientes beneficios:
- Se potencia el desarrollo óptimo del niño o adolescente, en un clima de armonía y buen trato con sus padres y cuidadores.
- A diferencia de modelos permisivos o de autoritarios, la posibilidad de un ‘estilo democrático’ de crianza y educación, abre camino para que el menor comprenda y participe de las normas de convivencia.
- A medida que el niño gana confianza gracias al modo de crianza respetuosa, adquiere mayor autoeficiencia. Es decir, que sabrá llevar a la práctica lo que aprende en los distintos ámbitos.
- Se observa una disminución rotunda de las conductas antisociales en los niños y adolescentes: los niños adquieren autocontrol.
- Se reduce el estrés parental: el miedo al fracaso como padres, el sentimiento de culpa, se esfuman cuando cada paso en la crianza se basa en la empatía, el respeto, la confianza y las normas claras.
En conclusión, los beneficios de la parentalidad positiva comienzan a percibirse de inmediato en las interacciones cotidianas en el seno del hogar. El estilo democrático, las reglas claras, la falta de cualquier tipo de violencia, abren un horizonte luminoso, no sólo para esos niños bien criados, sino para todo el entorno.