Comparación Entre La Obra De Edipo Rey De Sófocles Y La Obra De Miguel Murillo
Resumen
Nuestro objetivo es visibilizar el trabajo de quienes se ocupan de la versión de los clásicos de la literatura para su puesta en escena a través de un análisis comparativo entre el texto del Edipo rey de Sófocles y una adaptación de la obra realizada por Miguel Murillo (2014).
Introducción
Para facilitar el entendimiento del análisis de la obra, comenzaremos definiendo el género en el que queda encuadrada, la tragedia. Miguel Medina Vicario, en Los géneros dramáticos (1993), dice:
La tragedia se asienta en la elemental fusión de los dos aspectos básicos que completan al hombre: el irrefrenable impulso metafísico y lo puramente cotidiano.
A partir de esta idea, es mucho más sencillo entender su procedencia, y es que la tragedia nace del ditirambo , estos cantos se ofrecían como lamentos fúnebres y estaban basados en la idea de concebir la vida como si fuera la personificación del sufrimiento humano. (Alonso de Santos, 2007, p.224).
Al estudiar la tragedia es imposible pasar por alto el tratado que hizo Aristóteles sobre el género en su obra la poética (334. a.C.). En el capítulo IV, el autor daba la siguiente definición:
“Es, pues, la tragedia imitación de una acción esforzada y completa, de cierta amplitud, en lenguaje sazonado, separada cada una de las especies (de aderezos) en las distintas partes, actuando los personajes, y no mediante el relato, y que mediante compasión y temor llevan a cabo la purgación de tales afecciones.”
Por otro lado, es esencial entender que las versiones nunca son del todo respetuosas con el texto original, pero que aun así es necesaria su defensa porque logran que los clásicos de la literatura permanezcan vigentes.
Las versiones tienden a eliminar la pesada carga retórica que desde siempre ha estado presente en los clásicos de la literatura.
Los lectores de hoy necesitan libros de hoy y el público gusta de un lenguaje que se acerca al que oye en la radio cada mañana y que elimina todos aquellos elementos que entorpecen el desarrollo dramático.
Es por ello que presentamos un análisis de literatura comparada entre el Edipo Rey de Sófocles, y la versión que hace de la obra Miguel Murillo, basándonos en el esquema de análisis teatral que presenta José Luis Alonso de Santos en su Manual de estructura y práctica teatral (2007) y a través de la síntesis que Fátima Coca realiza de cómo se realiza un análisis de una obra dramática en El género dramático para el análisis de la obra dramática (n.d).
Caracterización del autor y su producción
Basándonos en la biografía que hace de la figura de Sófocles el Instituto de Estudios Clásicos sobre la Sociedad y la Política (2009), y entendido ya el concepto tragedia, hablaremos del autor de la obra de la que presentamos estudio.
La fecha de su nacimiento oscila entre el 497/496 a. C. en la ciudad de Colono Hípico, y sus más de 90 años de vida le dieron la oportunidad de vivir el siglo más brillante de la historia de Atenas. Nuestro autor vivió las Guerras Médicas y las del Peloponeso, aunque murió, eso sí, antes de que su patria tuviera que rendirse a manos de los espartanos en el 404. a.C.
Durante su vida, participó de manera activa en la vida pública, llevando a cabo grandes puestos en la administración y el servicio militar. Sófocles influyó además en el reconocimiento de Asclepio como deidad.
Estos datos nos permiten saber que sin duda Sófocles era un hombre comprometido para con su ciudad. A esto se le suma que algunos autores como Jerónimo de Rodas en los Recuerdos Históricos, relatan anécdotas en las que se demuestra cómo el autor era querido y elogiado entre sus vecinos.
Centrándonos ya en aspectos más literarios, pero sin desligarnos del todo de la manera en la que Sófocles conectaba con el público diremos que es considerado el gran vencedor de los agones trágicos. Desde su primera representación en el 468, se ganó el aprecio del público ateniense. Contamos 18 o 24 casos, dependiendo de las fuentes, en que llegase al primer lugar. Su producción artística fue amplísima, más de cien tragedias de las que solo siete han llegado a nosotros.
La meticulosidad con la que construye su obra unida a la forma en que sus personajes y temas inspiraban a su vez miedo y lástima provocó que gran parte de la crítica teatral griega lo consideraran como el mejor de entre los constructores de tragedia.
Esta fusión entre el miedo y la lástima está presente en el personaje de Edipo, pero también en otros muchos de los de sus tragedias. Destacamos a Antígona obra en la que se presenta un conflicto entre lo moral y lo políticamente correcto.
Fundó una sociedad de artistas cuyo fin era promover la creatividad literaria y la unión entre los participantes del gremio. Tanto su hijo Iofonte como su nieto, llamado también Sófocles, siguieron su oficio.
Su muerte llegaría tras una larga y tranquila senectud en el año 405 a.C. (Manuel Fernández, 2015, p.22).
Contexto historico
Nos basamos en la obra Historia antigua universal II: el mundo griego (2014) de Pilar Fernández Uriel para realizar el contexto histórico de la obra Edipo rey.
La civilización micénica se extiende fundamentalmente por Grecia central y meridional además de por islas como Creta, Chipre o Rodas. Es la talasocracia la causa fundamental de la expansión micénica.
Sus orígenes a día de hoy no están del todo claros, pero sin duda, entre 1500 y 1400 la cultura micénica impera en el Egeo.
La denominación que se da a esta cultura se debe simplemente a la importancia que Homero da al lugar en sus poemas y a los descubrimientos arqueológicos que han tenido lugar allí. Y es que en realidad, no hay pruebas de una supremacía política del lugar.
Los griegos micénicos se caracterizan por la introducción de grandes innovaciones arquitectónicas, militares, comerciales e incluso idiomáticas ya que ofrecen los primeros testimonios escritos de la lengua.
Los descubrimientos arqueológicos y las representaciones micénicas dejan entrever cómo en los últimos años de la civilización se iba acentuando el carácter bélico de sus habitantes.
Las fortalezas amuralladas, listas para su defensa, aumentaron en los últimos decenios elementos que nos llevan a deducir un periodo de inestabilidad que pudo marcar el fin de la civilización.
A pesar de esto no podemos indicar una causa única para el fin de toda una civilización.
Los yacimientos arqueológicos presentaron ciertas innovaciones como la introducción del hierro en las armas o el uso de otros tipos de fíbulas, y es que, aunque estos cambios puedan ser resultado de la evolución, sin duda, abren la hipótesis de posibles invasiones.
Otros investigadores señalan el fin de la civilización como producto de desastres naturales, a lo que se le suma la teoría de un fin por conflictos internos en la civilización debidos a la inestabilidad económica y social.
Las consecuencias de la caída de la civilización son devastadoras, Grecia se aleja del comercio marítimo retomando la forma de economía ganadera lo que conlleva a la decadencia de las relaciones sociales e incluso a la pérdida de la escritura.
El momento histórico en el que se desarrolla la trama no coincide con el tiempo en el que fue compuesta, y es que Sófocles finaliza su composición en la Época Clásica (s.V- VI a.C), justo cuando Atenas vivió su máximo esplendor, por lo que es cuanto menos curioso que el mismo hombre cuyas ganas de vivir fueran reflejadas por Ión en sus Epidemias, aquel que como ningún otro sabía recrear el más profundo de los dolores y la más terrible de las penas. (Albin Lesky, 2001, pp.187-189).
Umberto Eco en su Elogio del resumen considera que la realización del resumen de una obra literaria significa implícitamente dar un juicio crítico acerca de la misma. De hecho, Francis Fergusson dijo un vez que el resumen de Edipo rey era “busquen al culpable”. (Umberto Eco, 1985 p.14).
A pesar de esta concepción, intentaremos ofrecer un breviario de la obra que hoy nos ocupa, siguiendo la síntesis que de ella propone Manuel Fernández-Galiano.
Una epidemia de peste ha asolado la ciudad de Tebas. Los hombres mueren, las mujeres no logran concebir y el pueblo está desesperado. En este contexto, los habitantes de la cuidad acuden a palacio con la intención de que su rey, Edipo, solucione la problemática. Aunque para ello solicita la ayuda de su cuñado Creonte.
Tras consultar al oráculo de Delfos, Creonte informa de que la peste es la pena impuesta por los dioses por el asesinato de Layo, y que no cesará hasta que aparezca su asesino.
Edipo comienza entonces a indagar sobre lo que realmente sucedió animando al pueblo a entregar al culpable. En tanto, el rey se deja asesorar por el adivino Tiresias quien le hace saber que él es el asesino de Layo, y que mantiene una relación incestuosa con su madre, Yocasta. Aunque Edipo, lejos de tomar como certeras las palabras del adivino, pensó que todo era una conspiración que Creonte había iniciado contra él para destronarlo. Ya que él pensaba que su padre era Pólibo y Mérope, reyes de Corinto.
Este asunto lleva a ambos a una gran discusión que no llega a su término hasta que Yocasta entra en escena para contar que Layo, el antiguo rey de Tebas y también su anterior marido, murió a manos de un grupo de bandidos en un cruce de caminos a pesar de que un oráculo había vaticinado que este moriría a manos de su propio hijo, producto de la unión de ambos y que posteriormente este tomaría a ella misma como esposa.
Edipo recuerda entonces que en su exilio mató a alguien un cruce de caminos, aunque eso sí lo hizo por sí mismo y no en grupo. Pero aun así, comienza a dudar sobre su verdadera identidad, puede que él sea el asesino de Layo.
Poco tiempo después un mensajero aparece para anunciar la muerte de Pólibo , ahora Edipo tendría que e ir a encargarse de sus asuntos como su sucesor, pero en la conversación, descubre que no es su hijo de sangre, ya que el mismo mensajero le explica que lo recibió de un pastor cuando era niño y lo entregó al propio Pólibo.
Finalmente consigue que el pastor confiese todo lo que sabe acerca de su identidad y es que Edipo era realmente el hijo de Layo.
Tras resolverse todo el entramado, Yocasta se suicida y Edipo decide romper sus ojos con los broches del vestido de su madre y esposa. Una vez ciego, le pide a Creonte que lo exilie. Desde ese momento Edipo vaga solo sin apoyo y consideración de nadie. (Fernández-Galiano, 2015, pp. 28-35).
El desarrollo de los hechos es el mismo en la versión de Miguel Murillo pero debemos entender que cuando leemos la adaptación de un clásico no vamos a ver qué sucede, sino la manera en la que sucede (José Joaquín Rodríguez Lara, 2019).
El tema principal de la composición es la crueldad del destino. El hombre no puede escapar del destino que se ha escrito para él. Este ya está marcado y siempre se termina cumpliendo. Es lo que se conoce como el “Fatum”.
Se tratan otros temas como las relaciones incestuosas o el del héroe que se cree superior y por ello acaba pagando caras las consecuencias.
Discurso
Dos historias se desarrollan en paralelo para dar sentido a la acción principal. De este modo, la muerte de Pólibo en Corinto, que es un hecho ajeno a la trama principal, termina dando pie a la resolución del conflicto.
En reglas generales las tragedias se caracterizan por la presentación de un problema que no se soluciona hasta el final de la misma. De aquí sacamos que Edipo Rey sigue el esquema típico de presentación nudo y desenlace.
Siguiendo el análisis estructural que hace de toda la obra de Sófocles José María Lucas de Dios en su Estructura de la Tragedia de Sófocles (1982), podemos decir que la estructura externa de Edipo Rey se compone de únicamente un acto compuesto por un prólogo al que le sigue el párodos , tras el que tienen lugar los episodios y los estásimos hasta llegar al éxodo .
En cambio, la estructura dramática es distinta en la versión de Miguel Murillo, aquí no se presentan un número de actos determinados sino un total de catorce escenas marcadas por la salida de los personajes y cuya denominación se podría entender como una síntesis del contenido del mismo.
A pesar de esto, se hace presente en todo momento la voluntad del autor por respetar la estructura original, de la que elimina, eso sí, gran parte de los estásimos para que el público se sienta cercano a la representación.
Los personajes coinciden tanto en la versión original como en la adaptación que hace de la obra Miguel Murillo, pero hay algo que llama nos llama la atención. En la obra de Sófocles el coro actúa como personaje colectivo que tiende a individualizarse en multitud de ocasiones pero sin embargo, Murillo, crea a personajes individuales para hacer las veces en las que el coro actúa como un único individuo.
Manuel Fernández-Galiano presenta en la introducción y versión rítmica que él mismo hace de la obra la siguiente clasificación jerárquica de la dramatis personae:
- Protagonista: Edipo.
- Deuteragonista: sacerdote, Yocasta, siervo, mensajero del palacio.
- Tritagonista: Creonte, Tiresias, mensajero de Corinto.
Clasificaremos también a los personajes por su grado de aparición:
- Personajes patentes: Edipo, Yocasta, Creonte, Tiresias, Corifeo…
- Personajes latentes: Antígona e Ismene.
- Personaje ausentes: no aparecen en la obra pero son fundamentales para el desarrollo de la trama, destacamos entre estos a los padres adoptivos de Edipo o a la Esfinge.
Es importante entender que no solo hay un tipo de personaje, Brecht, en Breviario de estética teatral presenta un catálogo tipológico en el que los personajes se clasifican según sus rasgos y según el cual Edipo sería un personaje dramático sobre todo por la manera en la que sugestiona al espectador. (Bertolt Brecht, 1957)
En Edipo Rey, los personajes están autodefinidos por sus acciones e intervenciones y es por ello que se toman como base del estudio del desarrollo psicológico de los mismos.
De hecho, a partir de estos indicadores el centro aragonés de tecnologías para la educación presenta a través de un análisis que hace de la obra el desarrollo psicológico de su personaje principal, Edipo:
“Durante la obra y según va descubriendo la verdad, se muestra impotente ante su destino. Al final, cuando es consciente de su desgracia, aparece humilde y sometido a los designios del destino y de los hombres justos, como Creonte. Su caída termina con el autocastigo y el destierro”.
Hablábamos al comienzo de la disertación de la Poética aristotélica. En ella, quedaron establecidas las unidades de tiempo, espacio y acción, y es que toda obra debía cumplir estos requisitos para ser aceptada entre el público de la época.
Por otro lado, Alonso de Santos sostiene en Manual de Teoría y Práctica Teatral (2017) que una característica indispensable en el tiempo dramático es el carácter de síntesis que tiene, hay que tener en cuenta además que la esperanza de vida de un personaje literario son apenas dos horas y que en este tiempo se produce todo su existir.
Edipo rey fue escrita en el los años posteriores de 430 a.C, siendo representada por primera vez justo un año más tarde.
En la obra, se intercalan tramas que nos interesa describir simultáneamente y en orden no lineal.
El centro aragonés de tecnologías para la educación (2009) determina lo siguiente:
La acción dramática se construye en un orden diferente a la acción de la historia: comienza in medias res, es decir, cuando muchos de los hechos de la historia que inciden en su desarrollo ya se han producido (la obra comienza en el momento en que se intenta buscar una solución que libere al pueblo de Tebas de las epidemias). Para dar a conocer los hechos cuyas consecuencias están padeciendo, los personajes se remontan a tiempos pasados que quedan fuera de la acción de la tragedia (analepsis). Y para reforzar la intriga, adelantan sucesos que están por acontecer (prolepsis). De este modo, la gradación de la verdad discurre paralela al incremento de la tensión dramática hasta confluir en el desenlace fatal.
El tiempo se mantiene en la versión de Miguel Murillo, la acción se desarrolla en una única jornada en la que se hacen continuamente alusiones al pasado del protagonista y también a un futuro que esta marcado por la desgracia de un insalvable destino.
Alonso de Santos (2017), señala que lo mismo que pasa con el tiempo, ocurre con el espacio, y es que forma parte del drama. El lugar en el que se desarrolla la obra no es solo donde sucede la acción, sino que tiene una acción poética.
Que la obra tenga lugar a las puertas del palacio, no es casualidad ya que simboliza la esperanza que los tebanos depositaban en su rey, por lo que podemos entender cómo una metáfora de la decadencia del reinado de Edipo el hecho de que los personajes se vuelvan a palacio cada vez que la situación empeora.
Sófocles siguió los principios aristotélicos en todas sus obras, incluida la que hoy nos ocupa, por lo que podemos decir que Edipo se desarrolla íntegramente en la ciudad de Tebas, la capital de Beocia , a las puertas del palacio del monarca, lo que no significa que sea el único lugar que se menciona en la composición.
De hecho, la ciudad de Corinto, situada al lado del istmo que separa el Peloponeso del resto de la Hélade juega un papel fundamental en la obra a pesar de que ninguna parte de la trama se desarrolla en dicho lugar.
En la versión de Miguel Murillo la acción se desarrolla también a las afueras del palacio tebano de Edipo y Yocasta.
Presentamos el análisis de la escenografía que realiza José Joaquín Rodríguez Lara (2019).
Seguramente lo más chocante de todo el montaje es la escenografía. En la orchestra arde una especie de pebetero olímpico concebido como lugar de culto. Sobre su pedestal se dejan ofrendas […], sobre el fuego del pebetero hay una especie de mástil que no parece tener ninguna función en la obra. Aunque sí la iba a tener.
En el escenario se distribuyen de forma caótica doce grandes bloques, con aspecto de ser parte de un rompecabezas arquitectónico. Durante el desarrollo de la representación, esas piezas van siendo ordenadas hasta formar un círculo dentro del cual están Edipo y su madre y esposa Yocasta. Es la rueda del destino, a la cual nadie puede eludir aunque lo intente con todas sus fuerzas. Pero ese círculo no sólo representa al destino, además es un reloj de sol, dividido en doce segmentos horarios.
Cuestiones sobre el género al que pertenece la obra
Alonso de Santos presenta en su Manual de teoría y práctica teatral (2007), los principales elementos en la construcción de la tragedia de los que nos servimos para catalogar a Edipo Rey dentro del género:
- La caída del héroe: Edipo se presenta al comienzo de la obra como un rey arrogante que se siente superior a los demás por haber vencido a la esfinge pero que termina cayendo al final de la obra.
- Incomunicación entre los dioses y los hombres: a pesar de la súplicas por parte de los tebanos los dioses no harán que cese la peste hasta que sea descubierto el asesino de Layo.
- La culpa trágica: el crimen de Edipo no solo es una cuestión de justicia, sino que conduce al desencadenamiento de grandes malas para la ciudad de Tebas.
- La búsqueda de la verdad: El héroe, aunque no sea consciente de ello al comienzo de la obra, debe desentrañar la problemática que se presenta. Edipo en su búsqueda del asesino de Layo, se está creando sin saberlo su propio destino.
La tragedia griega emplea todos estos elementos para desarrollar su finalidad, que es hacer entender que el destino es inalterable, está más allá de dioses y hombres.
Conclusión
Como indicamos al comienzo de la disertación, el objetivo fundamental del análisis de la obra es la visibilización del trabajo de aquellos que versionan los clásicos de la literatura, a partir del análisis comparativo de la versión de Miguel Murillo de Edipo Rey con respecto a su obra base.
Y es que a pesar, de que a lo largo de la historia ha habido siempre detractores y defensores de la realización de dichas versiones, en el caso de hacerlas, es evidente que su autor debe hacer un estudio profundo de la misma.
Es necesario tener en cuenta además que no son obras distintas, sino que nos hallamos simplemente ante una versión de la original, lo que significa que a pesar de que ciertos elementos estilísticos den a la versión un aire fresco y actual, no podemos esperar cambios en el desarrollo de los acontecimientos. Y es que en el caso de haberlos, la versión dejaría de ser versión para convertirse en traición.