Conflicto Armado En Las Zonas Campesinas De Colombia
Introducción
Hacer un pasaje histórico en determinadas etapas para resaltar la coyuntura que se ha dado a partir de conflicto armado con las víctimas que han podido convivir con las memorias de las violaciones de sus derechos.
Desarrollo
Una guerra que ha permanecido vigente por más de 50 décadas en Colombia, generando víctimas inocentes que, sin duda, sufrieron el desplazamiento, el dolor al ver la muerte de sus seres queridos, el crimen, la desesperanza y la constante angustia del saber que pasará mañana. Reitero lo dicho por Platón, al precisar que los causantes de esta guerra son los mayores favorecidos (Platón, 385 A.C.) ‘la injusticia es más ventajosa, por lo general, que lo justo; y que los perversos son ricos y cuentan con otros poderes, por lo cual están dispuestos a considerarlos felices y a honrarlos inescrupulosamente, tanto en público como en privado, y a subestimar e ignorar a quienes son débiles y pobres. Aun cuando reconozcan que estos son mejores que los otros” Respecto a Platón, es imprescindible aclarar, el extremismo de estas repercusiones las cuales fueron generadas tanto por el paramilitarismo, la guerrilla, entre otros. Teniendo en cuenta lo anterior, se ha vulnerado los derechos de los campesinos que son las principales víctimas en el marco del conflicto armado, y los que han sido favorecidos, han obtenido infinidad de poderes, riquezas y apoyos de diferentes fuentes externas como el narcotráfico y el terrorismo, siendo coronados por la suerte y las causalidades.
Es importante saber el papel que ha tenido la sociedad frente a las innumerables injusticias que se han hecho a las víctimas, pero ¿Cuáles son los inicios del conflicto armado? Retomando lo dicho, las fuerzas de los grupos subversivos empiezan a manifestarse en 1950 con el alcance a la presidencia por parte de Laureano Gómez que sería uno de los protagonistas para la antipatía frente a la multidiversidad de pensamientos. Es evidente que hay un obstáculo del partido conservador y liberal para el ejercicio de poder en el país, a continuación, se daría la creación del frente nacional como solución a la problemática. Generando un periodo sumamente agitado entre la economía y el pensamiento, se crea la voz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en diferentes lugares rurales. Un movimiento de izquierda que potenciara los grilletes de la violencia en Colombia que ya estaba y que, sin embargo, tendría una potencialidad incalculable en el país y en sus habitantes. La voz va dirigida a las personas que han sufrido a través de las causas sociales del estado y su entorno, que han sido oprimidos, vulnerados y acondicionados a la pobreza, padeciendo el poder de las clases sociales u oligarquía en el estado colombiano, observando el abandono de los líderes a los colombianos en los procesos históricos, Smith precisa lo siguiente frente a los grupos armados:
‘Las FARC entre 1950 y 1960 como parte alternativa o grupo de autodefensa de origen campesino cuando se produjo la resistencia armada comunista (luchas agrarias) que reivindicaba intereses territoriales y actuaba como defensora de los desplazados por la violencia partidista, situación que caracterizaba a la región al sur del Tolima, el suroccidente de Cundinamarca y, posteriormente, al Meta, debido a la marcada ausencia estatal. Se puede hablar de las FARC como guerrilla comunista a partir de 1966, articulada con un proyecto político dirigido a la obtención del poder.’
Tiempo después, se daría el nacimiento del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como grupo guerrillero, empleando ideologías bajo las concepciones de la revolución cubana, el marxismo y siendo precursores de la teología de la liberación; un movimiento sacerdotal subversivo que se uniría a la lucha de los grupos guerrilleros, su principal pionero Camilo Torres Restrepo, sociólogo y sacerdote nacido en Colombia, en su proclama titulada ‘al pueblo colombiano’ dice: Durante muchos años los pobres de nuestra patria han esperado la voz de combate para lanzarse a la lucha final contra la oligarquía. En aquellos momentos en que la desesperación del pueblo ha llegado al extremo, la clase dirigente siempre ha encontrado una forma de engañar al pueblo, distraerlo, apaciguarlo con nuevas formas que siempre paran en lo mismo: el sufrimiento para el pueblo y el bienestar para la clase privilegiada (C. Torres, 1966), el movimiento del ELN con las FARC serían los primeros precursores del conflicto armado desde 1960 hasta fechas actuales en Colombia, el contexto de la política aproximadamente en 1950 se daría objeto de discusión la indiferencia ideológica, debido a fuertes procesos sociales, resalto la prevalencia del partido conservador como predominante y una vez de allí, se daría una constante lucha para el manejo del poder. No obstante, se reivindica unos grupos armados definiéndose como autodefensas en post a la lucha contra el surgimiento del narcotráfico en Colombia, este grupo se le define como paramilitares. Esta agrupación tiene como objetivo minimizar los focos guerrilleros y narcotráficos, agrupándose en zonas alejadas del ámbito urbano; es un movimiento que se consolidó a base de muertes, asesinatos masivos, torturas, una crueldad tanto a los pertenecientes de los grupos selectos como también a personas que no tenían ninguna relación con estas entidades.
Además de ello, la violencia en Colombia incrementa desproporcionalmente, generando cada día un sufrimiento en los colombianos, haciendo énfasis en los campesinos, aterrados muchas veces con esa herida tan mortal que queda en los recuerdos frente al asesinato de sus seres queridos, persiguiendo la gran pregunta que genera un sinsabor y una nostalgia: ¿Realmente habrá justicia para los campesinos ante las acciones inhumanas que hicieron los precursores de la violencia? He aquí un testimonio, dicho por el documental El testigo: ‘familia tras familia al igual que mi familia han sido cruelmente desarraigadas en este país. A mi padre, le rompieron el corazón tras ser desplazado del campo. Yo lo que he hecho siempre, es ponerme del lado de las víctimas, trato de ponerme no solamente en los zapatos sino en la piel de la otra persona…’ (K. Horne, 2018, 12:58)
Bibliografía
- Horne, K. (2018). El testigo: Caín y Abel. Documental. Colombia. Pacha Films. Recuperado de: https://cutt.ly/eiMquLI
- Lan, C. D. W. G. Biblioteca clásica Gredos, 94 Platón. Recuperado de: https://cutt.ly/8iN6hlS
- Tawse-Smith, D. (2008). Conflicto armado colombiano. Desafíos, 19, 269-299. Recuperado de: https://cutt.ly/CiMqRcz
- Torres, C. (1966). Proclama al pueblo colombiano. Desde las montañas, enero. Recuperado de: https://cutt.ly/OiMws3r