Consideraciones De Expresiones De Resistencia Rapanui 

La historia de Rapa Nui, o Isla de Pascua como fue denominado por exploradores holandeses (Ramírez, 2008: 32), ha sido caracterizada por violencia no solo físicamente sino política y culturalmente. Como una de las nueve comunidades indígenas, o el nueve por ciento de la población, reconocidas legalmente en Chile (IWGIA, 2019:7), los rapanui han experimentado una ‘historia silenciada de su pueblo oprimido’, como sugiere Fischer (Fischer, 1999:13). Como respuesta a las violaciones de sus derechos humanos los rapanui han expresado resistencia. En las distintas formas que toma, esta resistencia de una manera busca hacer justicia a la lucha cultural y política rapanui actual. Como objetivo se analizará el conflicto que la comunidad rapanui ha tenido con el Estado chileno y cómo de este conflicto ha surgido un espacio de resistencia y negociación en el siglo XX y XXI.

La comunidad rapanui utiliza la resistencia para lograr cierta recuperación de autonomía de su isla en cuanto al territorio, la cultura y la política. El conflicto entre el Estado chileno y la comunidad rapanui tiene raíz en las continuas violaciones de los derechos de los rapanui demostrado en la falta de la ‘implementación del Convenio 169 de la OIT, vigente en el país desde septiembre de 2009’ especialmente en cuanto a ‘los derechos de participación política y de consulta previa [y] la criminalización de la protesta política’ (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:36). Frente a este conflicto la comunidad rapanui ha expresado resistencia y la comunidad se ha movilizado para desafiar la opresión del cual han sido objeto. En 2010 la ocupación de edificios privados y públicos por miembros de la comunidad Rapa Nui, ‘como medida de presión para exigir el reconocimiento de sus derechos de propiedad ancestral sobre las tierras en las que se emplazan dichos edificios’ (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:23), causó al gobierno chileno a criminalizar actos de protesta y aumentar la presencia policial. Sin embargo si empezó un dialogo más abierto entre los dos partidos y cuestionó y quebró un sistema de administración construido sobre las continuas violaciones de los derechos rapanui.

La resistencia en Rapa Nui, tanto en el siglo XX como en el siglo XXI, funciona como una forma de legitimar las demandas de la comunidad indígena. Sociólogo Tilly sugiere que ‘on the whole, analysts of social movements treat them as expressions of current attitudes, interests or social conditions rather than as elements of longer-run histories’ (Tilly, 2004:8), sin embargo, uno no puede explorar la resistencia rapanui actual frente al conflicto con el Estado chileno sin considerar primero las expresiones de resistencia en el siglo XX. En la carta enviada por el movimiento de resistencia liderado por Alfonso Rapu en 1964, Rapu dice que ‘sabe[n] y esta[n] muy agradecidos de la armada de Chile’ pero que ‘no esta[n] de acuerdo con los representantes gobernadores de la armada que [l]os gobiernan como si fuer[an] un pueblo irresponsable e ignorante’ y afirma que ‘qu[ieren] mucho a Chile, porque so[n] parte de Chile’ (Rapu, Amorós, 2018:110). Como consecuencia directa de la demanda en la carta de considerar a los rapanui dentro de la constitución política del estado, ocurre ‘la incorporación efectiva de los isleños al Estado chileno, a través de la llamada “Ley Pascua” (N 16.441, de 1966)’ (Molina, 2008:296), esto demuestra cómo la expresión de resistencia rapanui provocó una reacción inmediata en el gobierno. No obstante, el hecho de que el Estado chileno no respondió a otras demandas en la carta como ‘reconocer a los rapanui como únicos y legítimos dueños de las tierras de la isla’ (Molina, 2008:298), indica que aún queda conflicto para resolver.

Similarmente, en 2002 el ‘Ministerio de Bienes Nacionales transfirió tierras a 281 familias de origen rapanui, dando cumplimiento a la primera etapa del programa “Manejo, administración y disposición de la propiedad fiscal en la Isla de Pascua”’ (Molina, 2008:301). A pesar de esto, aproximadamente el 70 por ciento de las tierras en Rapa Nui siguen ‘en poder del Estado de Chile’ (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:31). Claramente la transferencia de algunas tierras a familias rapanui se usó como una manera de apaciguar a la comunidad, pero mantener soberanía chilena al mismo tiempo.

En la actualidad la resistencia rapanui también ocurre mediante actos más sutiles. Por ejemplo, los guardias del parque nacional insisten en que todos los turistas que ingresan le saluden con “iorana” en vez de “hola” y locales informan que hay muchas escuelas que primero le enseñan el idioma rapanui y después el español para asegurar la conservación de la lengua tradicional. De esta forma los locales refuerzan la identidad rapanui- algo fundamental si uno considera que el idioma rapanui no es reconocido como un idioma oficial de Chile y su uso no está permitido en la corte- una violación de los derechos humanos de la comunidad (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:35).

La resistencia rapanui ha sido usada para efectuar cambio en cuanto al conocimiento sobre las violaciones de sus derechos humanos, no solo a nivel nacional con el gobierno chileno, sino también internacionalmente. La obra de arte ‘Devolver’ (2006) de la artista chilena Rosa Velasco, en el que busca devolver una estatua moai que le había pertenecido a su familia, a Rapa Nui surge como consecuencia del paulatinamente creciente conocimiento sobre las violaciones de los derechos de los rapanui. Velasco explica que esta obra, o acción de arte, ‘trata de una reparación, una restitución a

una cultura que ha sido maltratada con muchos otros robos’ (Velasco, 2006:1) – lo que representa es la descolonización de la isla. El uso de objetos y estatuas sagradas como propiedad de personas no de origen rapanui sugiere que todavía existe una jerarquía colonialista. Esta jerarquía colonialista ha sido reforzada durante lo largo de la historia de Rapa Nui- debido a la ocupación extranjera en la isla por muchos años y la gran cantidad de entidades privadas que continua en la isla (Molina, 2008:295) y el cual ahora está sujeto a una reevaluación. La obra de arte de Velasco es prueba no solo del reconocimiento de la necesidad para un cambio, que ha provocado la resistencia rapanui, pero el hecho de que ha logrado efectuar un cambio concreto. Escobar analiza la obra de Velasco y sugiere que mediante esta repatriación ‘el moai, deja de ser la presa del anticuario, el galerista, el museólogo, el antropólogo o el

turista. Deja de ser la mascota de Discovery Channel’ (Escobar, Velasco, 2006:16). Por lo tanto, se hace evidente que la resistencia rapanui no solo es frente al Estado chileno, sino a la jerarquía colonialista que se le ha superpuesto durante su historia.

Stephan y Chenoweth sugieren que ‘commitment to nonviolent methods enhances domestic and international legitimacy and encourages more broad-based participation in the resistance, which translates into increased pressure being brought to bear on the target’ (Stephan, Chenoweth, 2011:9). Ciertamente uno ve como, por ejemplo, la cultora y activista rapanui Piru Huke Atan que realizó un proyecto para ‘identificar el patrimonio rapanui que se encontraba en museos de Chile y el extranjero’ (Arthur, 2018:15) en los años 90 galvanizó individuos a reevaluar su posición como propietario de objetos de Rapa Nui. El inicio de resistencia rapanui en cuanto a la repatriación de objetos sagrados ha permitido que esta lucha rapanui ya no sea ofuscada. Rapa Nui es conocido alrededor del mundo por sus estatuas megalíticas- los moai. Pero la historia y la vida actual de los rapanui tiene muchas otras complejidades, como su lucha cultural y política, que no ha logrado penetrar la consciencia del mundo en la misma medida de lo que han hecho sus estatuas enigmáticas. Uno ve como se inicia un proceso de cambio dado que provoca una reevaluación de sus derechos civiles y políticos, que no fueron reconocidos hasta 1966 (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:9), permite acciones concretas para tratar de cicatrizar estas maldades/ fechorías.

A lo largo de la historia de Rapa Nui, se le ha negado la representación adecuada en la administración de la isla. En el espacio público el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ofrece representaciones de las comunidades indígenas, como los rapanui, a través de exposiciones de arte (como la instalación fotográfica ‘Amerindia 2019’ de Jorge Brantmayer) en el Museo Chileno de Arte Precolombino, que sugiere que los rapanui han negociado su espacio dentro de la conciencia chilena. Sin embargo, los rapanui siguen luchando por representación formal y adecuada de sus intereses políticos dentro de la administración de la isla. Fajreldin señala que ‘Rapa Nui es un territorio pleno de (…) sueños de crecimiento y participación’ (Fajreldin, 2017:10), lo que se le ha permitido no es participación formal y activa sino una representación simbólica y pasiva.

La Ley Indígena de 1993 ‘reconoc[ió] el derecho [de los rapanui] de incidir significativamente en las más importantes decisiones que pueden afectar a la isla’, decisiones asumidas por la CDIP (Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua) (Andueza, 2000:118) que demuestra hasta cierto punto la descentralización de la administración insular. Andueza indica que ‘últimamente Chile ha mostrado apertura hacia la perspectiva indígena’ y que en la actualidad el gobierno ha ‘esta[do] comprometido [en] un modelo de gestión participativo completamente inédito para el país” (Andueza, 2000:119) y afirma que se han creado ‘espacios de colaboración a pesar de las divergencias de intereses’ entre el Estado de Chile, pueblo rapanui y sus Consejos de Ancianos, chilenos residentes en la isla (Andueza, 2000:119). Sin embargo, la realidad vivida de los rapanui no ha logrado permear el discurso político chileno hasta el punto que ellos desean.

El gobierno de Rapa Nui está en Valparaíso- 4000 kilómetros de la isla (IWGIA, 2019:8). Esta distancia física entre los administradores de la isla y la comunidad ha resultado en que ‘los pascuenses se definen a sí mismos en primer lugar como rapanui y rara vez como chilenos’ debido a que tienen ‘una actitud ambivalente y más bien rechazo contra los “contis” o chilenos continentales’ (Fischer, 1999:7). Es cierto que mediante la creación de la CDIP se ha creado una importante participación de los rapanui ya que trabajan en conjunto con los chilenos (Andueza, 2000:118). Andueza afirma que ‘pone definitivamente fin al monopolio etnochileno en la gestión isleña, especialmente evidente en los servicios públicos’ (Andueza, 2000:118). Pero según un informe sobre Rapa Nui realizado por el IWGIA (Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Indígenas) en 2010 hubo una denuncia ‘que los intereses indígenas esta[ban] siendo socavados por las agencias “indígenas” estatales [manejadas] por el Estado y controladas para satisfacer sus necesidades económicas y las de inversionistas privados’ y que aunque estas agencias tienen representativos indígenas esta representación es ‘minoritaria y está limitada al cumplimiento del rol de “asesores”’ (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:33-4). El informe solo refuerza que lo que se ha ofrecido a los rapanui es representación simbólica no lo que se requiere, que es representación real y activa.

No obstante la resistencia rapanui no se trata de oponer al gobierno chileno completamente, sino de consolidar la cultura rapanui y la administración chilena. Ramírez indica que ‘la reafirmación de la identidad rapanui se nutre del pasado, pero se adapta a la realidad del presente’ (Ramírez, 2008: 11). Es cierto que mediante organizaciones culturales como los talleres del Kai Kai y el arte tradicional, ocurre simultáneamente la conservación de la memoria colectiva rapanui y el comienzo de la incorporación de los rapanui en el discurso chileno actual. A través de los talleres de Kai Kai, recreaciones de antiguos cuentos y leyendas (SIGPA, 2019), y mediante el arte, los rapanui pretenden mantener vivo la identidad indígena bajo el gobierno chileno. Los talleres de Kai Kai como el taller Mana’u Tupuna (1994) se ‘dedican a la investigación, rescate y revitalización de tradiciones orales y manualidades isleñas’ (SIGPA, 2019). Estos talleres ‘permanentemente tienen una demanda’ y cuando no se realizan hay manifestaciones pidiéndolos (Valenzuela, Fuentes, 2017), como afirma Paula Valenzuela- la directora del Museo Antropológico Sebastián Englert en Rapa Nui.

Además las esculturas de Juan Tepano Huki (1866-1947), como la ‘Figura masculina’ del siglo XX expuesta en el Museo Chileno de Arte Precolombino, representan el arte típico de la isla, hechas de madera tradicional- miro pupu (Buzzoni, 2013:102). El arte de Tepano Huki aporta a la preservación del arte tradicional rapanui y contribuye al sincretismo de la influencia chilena con la identidad rapanui. Larraín dice que la identidad chilena ‘no es sólo una especie de herencia inmutable recibida desde un pasado remoto, sino que es también un proyecto al futuro’ (Larraín, 2001: 10), y mediante la persistencia de la cultura rapanui la comunidad lucha para integrarse en futuras cuestiones de identidad chilena. Singh y Grünbühel sostienen que sociedades isleñas ‘are involved in both generating and sheltering themselves from processes of globalisation in which contextually given boundaries are transgressed and displaced’ (Singh and Grünbühel, Baldacchino, 2005:248), reflejado en las afirmaciones de identidad, tradicional rapanui mientras se negocia el lugar del rapanui dentro de un marco político-cultural nuevo. Se convierten en objetos de representación de la comunidad que en si es una forma de resistencia ya que representa su rechazo de renunciar su cultura para ser considerado parte de Chile.

La comunidad rapanui adopta formas de resistencia no violentas para crear la presencia innegable de una movilización indígena, que representa a los intereses de una comunidad insatisfecha. Andueza mantiene que ‘el estado chileno monopoliza el campo de acción política acerca de los territorios indígenas en nombre de la integridad territorial’ (Andueza, 2000:113) y también ‘en 2010 y 2011 [Chile] criminalizó actos de protesta’ (Chartier, Chirif, Tomas, 2011:33). A pesar de estos obstáculos, el 27 de mayo 2019, en frente de la municipalidad de Rapa Nui en la isla, había letreros con mensajes como “¿Hasta cuando piensan llenarse los bolsillos con los moai de todos los rapanui?” (figura 1) que pone en cuestión la explotación de tierras y cultura rapanui para el beneficio de otros. Aseguran que se mantiene que existe insatisfacción con las condiciones actuales en Rapa Nui.

Los rapanui han expresado resistencia no solo en la forma de manifestaciones pacíficas, sino también a través del arte, las organizaciones culturales y mediante actos sutiles en la vida cotidiana- como insistir en que se salude “iorana” en vez de “hola”. Como consecuencia se ha empezado a proyectar una imagen más completa de la realidad de la isla, más allá de la historia de sus estatuas para iluminar la lucha continua, política y cultural de los rapanui frente a su explotación y las violaciones de sus derechos humanos. La persistencia de su resistencia desarma a la jerarquía colonialista que se ha impuesto en la isla y le da validez e importancia a esta lucha política, cultural actual. Además el gobierno chileno ha reconocido, hasta un punto, la necesidad de mayor y mejor representación honesta de lo indígena, pero es evidente que queda mucho para que puedan deshacerse del legado del colonialismo en la sociedad rapanui actual y abrir este discurso ocultado.    

22 October 2021
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