Control Y Poder Del Imperialismo Europeo
Introducción
El colonialismo es un sistema de gobierno con medios políticos y militares de un país a otro. Un estado con alto poder económico y militar, llamado metrópoli, tiene control directo sobre un área fuera de sus fronteras, que se llama colonia. Las colonias no tienen autonomía ni autodeterminación, es decir, su estructura legislativa y fiscal está determinada por la metrópoli. Aunque las zonas colonizadas están siendo capturadas violentamente, esto no significa que la población no quiera ser parte de la metrópoli. De hecho, las poblaciones locales han podido identificarse con la nacionalidad impuesta a lo largo de los siglos.
Desarrollo
El colonialismo existe desde hace miles de años, en general, cuando hablamos del colonialismo, nos referimos al colonialismo europeo, que fue iniciado en el siglo XV por Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Portugal, España, Rusia y Alemania y que se sostuvo hasta el siglo XX. Diferencia entre colonialismo y neocolonialismo o imperialismo. El colonialismo no debe confundirse con el neocolonialismo o imperialismo. Este último utiliza el control y la violencia indirecta para influir, o subyugar a un territorio, ejemplos de este son, el mercantilismo, el patrocinio político, la globalización corporativa.
Y otros instrumentos para influir en un país y, por lo general, estableciendo una élite política y económica con el fin de controlar a la población y, como en el colonialismo tradicional, dar uso adecuado a los recursos del país. Todos los imperios oficiales surgieron gracias a la política colonialista. Sin embargo, el imperialismo puede existir sin el colonialismo, es decir, sin el uso de la fuerza militar. Esto se produce por la influencia económica, cultural o política que una potencia puede tener en los países que dependen de ella, generalmente por razones económicas. El colonialismo tradicional ejerce control directo a través de la fuerza militar.
La ocupación del país, la imposición de gobernantes de las metrópolis invasoras en el área bajo el gobierno y el establecimiento de una política económica, social y cultural al servicio del país colonizador. El Imperialismo:Fue Gran Bretaña la que dio impulsó al imperialismo, comenzando con el establecimiento de una «talasocracia» que no consistía en ocupar grandes territorios, sino en bases estratégicas como el Cabo, Singapur y Adén y Hong Kong, entre otros sin tener en cuenta las numerosas islas en el Atlántico Sur o en el Océano Índico. Siguiendo el modelo británico, otros países europeos se propusieron conquistar territorios africanos y asiáticos.
Comenzaron con la conquista de Argel, Francia amplió sus propiedades en el extranjero en África, Asia y las Islas del Pacífico. En este caso, África fue la principal víctima de esta competencia colonial entre países europeos, que se repartió como un pastel de cumpleaños. La llamada conferencia de Berlín se trasladó a una «reparto amigable» de África y alcanzó un consenso entre las demandas de las diferentes potencias europeas. Etiopía, Liberia y los estados libres Orange y Transvaal fueron las únicas zonas que pudieron evadir la colonización por parte de los países europeos. España y Portugal, cuyos territorios también fueron blanco de británicos, franceses y alemanes, pudieron preservarlos e incluso expandirlos.
Conclusión
Desde el siglo XVII, el archipiélago indonesio era propiedad de los Países Bajos. Después de África, China fue el caso más vergonzoso de este imperialismo europeo. Los británicos y portugueses tuvieron sus accesos al continente en los puertos de Hong Kong y Macao. Otras potencias también querían su parte del territorio chino, de modo que Francia, Alemania y Rusia, además de los derechos extrajudiciales, también pudieran obtener puertos y territorios chinos en los que controlaran todo el comercio, las finanzas y las aduanas.
