Crónica Desde Las Trincheras: Una Enfermera De Reino Unido Relata Su Día A Día

Introducción

Juanita Nittla de 42 años Jefa de Enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Royal Dree de Londres en Reino Unido y que trabaja para el Servicio Nacional de Salud Británico hace 16 años relata sus días como enfermera desde que empezó esta pandemia. La enfermera relata que empezando la pandemia de los egresados al hospital algunos se recuperaban, ahora el panorama no es alentador, puesto que de los que entran el 95% ya no sale.

Desarrollo

La situación que atraviesan los hospitales ingleses en esta crisis obliga a los profesionales de la salud a desconectar los respiradores automáticos para darle entrada y tratamiento a los pacientes que llegan; esta decisión se hierve con tristeza en un consejo de la Unidad de Cuidados Intensivos por equipo médico especializado después de una meticulosa valoración que incluye edad, condiciones, médicas anteriores y posibilidad de recuperación.

Juanita Nittla relata una de las tantas ocasiones en las que ha tenido que llevar a cabo este procedimiento que para ella es algo muy traumático y doloroso a nivel emocional y agrega con pésame: A veces siento que soy en cierta forma responsable de la muerte de esa persona.

La enfermera narra sollozando de vez en vez: Una de las situaciones más crueles que he vivido como enfermera, fue el poner fin al tratamiento de una enferma de Covid-19, a una enfermera de 50 años de un centro de salud. Le hablé a la hija de la mujer para comunicarle. Le garanticé que su madre no estaba sufriendo y que parecía estar tranquila. También le pregunté sobre sus últimos deseos y las necesidades religiosas de esta. Al estar en un compartimento con más camas cerré las cortinas y apagué las alarmas. Hicimos un profundo silencio en señal de respeto pues la dignidad y la calma de nuestros pacientes es nuestra prioridad.

Llamé a la hija de la mujer por teléfono para que pudiera despedirse de su madre. Para mí fue solo una llamada, pero para la familia fue algo muy importante. Querían hacer una videollamada, pero por desgracia no se permiten móviles dentro de la UCI. Me partió el corazón. Acatando las peticiones de la familia reproduce música desde un ordenador y desconecté el ventilador. Me senté a su lado en la cama dándole la mano hasta que murió. Después, desconecté las vías que suministraban los medicamentos de sedación, tomé el altavoz y le comuniqué a la hija de la finada que esta ya había partido pues continuaba hablándole y rezando a través del teléfono.

Luego de esto, dice la enfermera, su trabajo aún no termina, pues limpian, envuelven y depositan en una bolsa de cadáveres los cuerpos. La enfermera indica que el hospital amplió camas de la unidad 34 a la 60 y que hoy por hoy un enfermero atiende a 3 pacientes; la unidad de cuidados intensivos cuenta con 175 enfermeros.

Conclusión

Entre sus compañeros de trabajo se cuentan que tienen miedo de contagiarse, que no pueden dormir, que tienen pesadillas y todos ellos, narra está héroe, Antes de que empiece el turno, nos agarramos de las manos y nos decimos ponte a salvo. Nos vigilamos los unos a los otros y nos aseguramos de que cada uno usa guantes, máscaras y el equipo de protección de forma adecuada. 

22 October 2021
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