Eliminación De La Transmisión De VIH/Sida Y Sífilis De Madre A Hijo en Cuba
El VIH es un virus que afecta la inmunología del cuerpo, el cual posteriormente se llega a desarrollar como SIDA, cual se puede tratar pero no tiene cura; en cambio la sífilis es una infección dada por bacterias esta puede tener tratamiento y si tiene cura, las dos forman parte de las ETS (Enfermedades de transmisión sexual) entonces si una mujer está en estado de gestación y es portadora de estas infecciones el feto también puede adquirir dicha enfermedad e incluso el embarazo no llegaría a desarrollarse con normalidad; sin embargo como un hallazgo importante e histórico se ha podido eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo al igual que el control de contagio de sífilis.
Cuba se convierte en el primer país en eliminar esta transmisión de madre a hijo el cual se va desarrollando con proyectos que estaban enfocados al bienestar y protección del pueblo y se da de forma histórica mediante foros, programas y congresos.
Así pues en 1970 inicia la aplicación del “Programa de reducción de la mortalidad infantil” y el Programa de prevención de la sífilis congénita con acciones regidas al control, notificación y tratamiento a los contactos sexuales, se amplía el estudio a las embarazadas el cual logra reducir la incidencia en el contagio de la enfermedad.
En los próximos años se llevan a cabo congresos, cursos y programas que tenían como finalidad la prevención y tener conciencia acerca de estas enfermedades de transmisión sexual, lo cual evitaría el contagio de varios infantes.
Producto del trabajo eficiente y sostenido se ha logrado alcanzar tasas más bajas en el contagio del VIH y de la sífilis congénita. Resultados de los programas: La tasa de mortalidad por sífilis descendió de 0,3 x 100 mil habitantes en el año 1970; y a 0,0 x 100 mil habitantes en el año 2014. La incidencia de la sífilis congénita osciló entre 0 y 0,04 por 1000 nacidos vivos. La transmisión “madre-hijo/VIH-Sida”, menos de 0,5 x 1000 nacidos vivos.
El número de niños que nacen cada año con VIH se ha reducido casi a la mitad desde 2009, al pasar de 400.000 a 240.000 en 2013, una cifra lejana al objetivo de que haya menos de 40.000 nuevas infecciones infantiles por año para 2015.
La probabilidad de que una gestante infectada por el VIH que no toma tratamiento antirretrovírico transmita la infección al feto o al niño durante el parto o la lactancia es del 15 al 45%. En cambio, si toma estos fármacos, el riesgo se reduce a alrededor del 1%.
Tales descubrimientos en el área de salud, han permitido salvaguardar la vida de muchos neonatos y recién nacidos, al evitar que sus madres los contagien con estas enfermedades que sin duda cambiarían su vida por completo de tal manera que no podrían llevar a plenitud y con tranquilidad cada una de sus etapas de vida, así mismo incentivan a llevar a cabo la investigación para poder generar nuevos aportes y una posible cura al VIH/SIDA.