Dependencia Emocional A Raíz De La Violencia De Género
En nuestra actualidad se habla mucho de la dependencia emocional, a raíz del movimiento contra la violencia de género, pero no siempre fue así y tendíamos a normalizarlo y a ignorarlo. Relacionamos este término con la ansiedad que se sufre a la idea del abandono y las consecuencias que acarrea es que se está completamente dispuesta a hacer y soportar todo tipo de cosas con tal de no sentirlo. Este trastorno, está presente en la vida de Brígida. Durante su niñez, se le inculcó la idea de que era tonta, de parte de su padre, por lo qué Brígida decide casarse con un hombre el cual hacía que no se sintiese culpable de cómo era. Es así como se casa por la compañía mutua y un soporte que le diera la estabilidad emocional que necesitaba. Durante el transcurso del cuento va reflejando la vida de Brígida y se va relatando la importancia que toma el árbol para ella, ya que lo relaciona con sus sentimientos y emociones, pues era su vía de escape de la realidad, era todo lo que, de alguna manera, ella quería ser.
La historia parte con los relatos de maltrato y abandono que sufrió de su padre. Descalificaciones diarias le provoca que se sienta poco inteligente, pero para ella era algo normal, lo entiende y lo acepta. En una casa llena de mujeres, todas hijas, y ausencia de la madre, cansado de enseñarles y asumir responsabilidad, simplemente se “rinde” con Brígida, y la hace sentir inútil y retardada. Debido a esto, busca suplir ese cariño y atención al lado de una persona mayor, que sí la quiere, pero no de la forma en la que necesita, pues más que un marido, era como su padre ideal. Poco a poco se vuelve más dependiente de su esposo y soporta la soledad y un matrimonio que no la hacía feliz.
“Brígida”, nombre que podríamos asimilar a una mujer virtuosa, pero que, sin embargo, en nuestro cuento, desde el comienzo nos mostró la sensibilidad, simpleza y el sentir más íntimo de una mujer dañada que tomó una fuerza increíble a pesar de la misoginia de su padre y los maltratos constantes de menosprecio, pero cuya fuerza escondió al casarse y cedió finalmente a la dependencia emocional de su marido. “¡Qué agradable es ser ignorante! ¡No saber exactamente quién fue Mozart; desconocer sus orígenes, sus influencias, las particularidades de su técnica! Dejarse solamente llevar por él de la mano, como ahora.” La historia se relata en un periodo sexista, Luis no atiende a Brígida, lo que le provoca un ahogo en la soledad. Debido a esta razón la protagonista decide mitigar su soledad en el cuarto de vestir, donde no llega mucha luz gracias al Gomero que se encuentra fuera de la ventana del cuarto. Brígida comienza a sentirse acompañada por el árbol, sintiendo afecto hacia la obscuridad, lo que se interpreta como su propia realidad.
Así la cosas, es necesario relatar las similitudes que Brígida veía con el gomero. Bien sabemos que los árboles crecen, florecen y mueren. ¿Qué pasó con Brígida?, la protagonista decide abandonar a Luis, ¿murió su dependencia?, es claro como ver morir el árbol renace en ella la fuerza, una fuerza débil, pero aun existente. Decide abandonar su vida infeliz para por fin seguir adelante y encontrar su felicidad plena. Cuando cortan el Gomero, entra luz a la habitación, dicha luz le quita su intimidad, es como si se sintiera desnuda en medio de la calle, frente a un hombre viejo, que no la abrazaba al dormir y le daba la espalda, lo ocurrido para Brígida es su triunfo que desencadena una serie de respuestas, el Gomero para la protagonista era la forma que tenia de tranquilizar los sentimientos hacia su esposo, “…Sus despertares. ¡Ah! ¡Qué tristes sus despertares! Pero – era curioso – apenas pasaba a su cuarto de vestir, su tristeza se disipaba como por encanto…”.
Para Brígida, el árbol desvanecía la pena y le daba una sensación de amparo, en los momentos de amarguras y soledad. La protagonista lo observaba y sentía nostalgia, era, más bien un escape de su vida infeliz, al ver tan hermoso Gomero. Sin embargo, el hecho de que el árbol fuera cortado provoca que la protagonista se suelte de las cadenas del patriarcado y la dependencia de su marido. Ocurre una transformación de ser una persona sumisa y obediente, a una que es consciente de su propia desdicha.
La vida de Magdalena Carmen Frida Kahlo es un ejemplo de aquello. Ella fue una pintora mexicana. Esta mujer a pesar de ser empoderada sufría de dependencia emocional, por lo que soportó todo con tal de no ser abandonada, pero reflejaba un escape de ello en sus pinturas. (Trujillo).
Finalmente, quiero plasmar el inconsciente de Brígida. En sí el cuento es surrealista, a través del cual se trata de explicar el funcionamiento de los pensamientos, en la ausencia de cualquier control ejercido por el raciocinio. El inconsciente en la vida de Brígida es muy importante, porque todo parte desde aquí. Su vida es difícil, ella misma decide no luchar contra lo impuesto por su padre, “…No voy a luchar más, es inútil. Déjenla. Si no quiere estudiar, que no estudie. Si le gusta pasarse en la cocina, oyendo cuentos de ánimas, allá ella. Si le gustan las muñecas a los dieciséis, que juegue…” Aquí nace la dependencia, un quiebre emocional y una sumisión de la que inconscientemente no escapaba.
Es recurrente, aún en nuestra actualidad, ver esta situación. Como mujeres vivimos sometidas aún a la dependencia masculina, desde la administración del hogar, hasta la de un país entero. Lo vivido por nuestra protagonista alude a la necesidad que tiene a la atención y cariño. Por esto que la dependencia y sumisión se apodera de su vida y ella se hace participe de un matrimonio disfuncional que le provoca infelicidad. La ausencia del árbol provocó en ella un shock de realidad, que hizo que reaccionara ante su desdicha. Pero no olvidemos que es un cuento, en la realidad absoluta ¿que nos permite escapar?, ¿acaso es necesario vivir una emoción fuerte de desamparo para darnos cuenta? ¿o simplemente es lo que debemos vivir?