Desarrollo Cognitivo En El Lenguaje Corporal
Introducción
En el proceso madurativo de los infantes es importante efectuar diversas actividades con las que el niño pueda exteriorizar sus emociones, ideas y sentimientos a través de un lenguaje pre-verbal, que le permita expresarse libremente; con ello resulta relevante resaltar el papel mediador que juega la expresión corporal dentro del desarrollo cognitivo de los educandos, debido a que los pequeños gustan de imitar diferentes acciones ejecutadas por los adultos, cabe recalcar que muchas de las veces dichas acciones son redirigidas por el adulto, generando en el infante una reestructuración de la idea preconcebida formando nuevos aprendizajes.
Al expresar corporalmente las sensaciones producidas por una acción, se pone en manifiesto la imaginación y creatividad con la que puede ser generada la misma, en dicha situación se resaltan los diversos momentos en el que el niño crea esquemas mentales con los que asimila, acomoda y adapta la información adquirida por el medio. Sin duda uno de los grandes potenciadores de este proceso es el juego, por medio del mismo se invita al educando a explorar y vivenciar la realidad de su contexto, dando paso a la resolución de problemas a través de pequeños lineamientos a seguir con el fin de efectuar un conocimiento (Gómez, 2018).
Desarrollo
Una de las primeras manifestaciones comunicativas que poseen los infantes es el movimiento, dado que mediante esta acción se denota diversas situaciones en la que los niños manifiestan con su cuerpo actitudes y aptitudes positivas o negativas; Rupérez (2011) manifiesta que es imprescindible dotar al niño los medios necesarios con los que él pueda interactuar y generar conocimientos de manera libre y espontánea, dejando de lado los métodos tradicionalistas que opacan el papel dinámico y activo que debe tener el niño dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, esto con el fin de potenciar sus diferentes habilidades y capacidades cognitivas y motrices.
Al generar procesos cognitivos que potencien el conocimiento del niño, se va produciendo de manera integral su desarrollo intelectual, tal como lo menciona García (2011), quien considera que la expresión corporal, es una manifestación artística con la que se expresa todo tipo de idea que conciba la realidad creada a través de la interacción que mantiene el educando con el contexto, cabe recalcar que indistintamente se dan diversos tipos de expresión de acuerdo al desarrollo madurativo del infante, generando un espacio en el que el niño asocia lo que ha creado en su mente y aquello que ha percibido y explorado con sus sentidos para convertirlo en un aprendizaje real.
Para Coterón y Sánchez (2013) la creatividad es uno de los procesos cognitivos que potencian los conocimientos del niño; cuatro de los elementos que comprueban dicha premisa es el nivel de entendimiento que el niño llega a forjar al exteriorizar los procesos internos generados en su mente, con ello se promueve el deseo de poder interactuar con el medio y reconstruir aquello que previamente conocía, con el nuevo conocimiento adquirido y dirigirlo a un plano más real. No obstante a ello, dentro del campo educativo se suele manifestar como uno de los ejes que con dificultad el docente puede generar en sus educandos, sobre todo cuando dicho proceso está estrictamente ligado a la acción de efectuar un movimiento.
La expresión corporal y el desarrollo intelectual también están ligados al desarrollo matemático generado por el infante, para Fernández y Arias (2013) los procesos matemáticos se deben originar a través de la abstracción, debido a que mediante la misma, el infante podrá dividir las partes que componen una idea para poder irla estudiando por su factor más significativo y de tal forma poder comprender la esencia del problema y dar solución al mismo.
Conclusión
De acuerdo a lo analizado se llega a la conclusión de que el desarrollo cognitivo en la expresión corporal permite evidenciar la estructuración de esquemas mentales que el niño genera para formar un aprendizaje, esto a través de la acción mediadora potenciada por el juego, en donde dicha actividad promueve el goce y disfrute con total libertad y expresividad de los procesos educativos, resaltando a su vez la importancia de efectuar la interacción mantenida por el educando, el educador y el medio, permitiendo que el niño exteriorice sus ideas, sentimientos y emociones a través de un lenguaje pre- verbal ejecutado a través del movimiento. La creatividad e imaginación producida en la mente debe estar ligada a los procesos cognitivos del niño, con el fin de que este, pueda establecer un punto en el que, todo aquello que ha concebido pase a un marco real y pueda constituirlo como un aprendizaje significativo.