Diversidad Cultural en La Educación del México y América Latina

El auge que ha tenido durante los últimos años el concepto de interculturalidad, pone al descubierto la importancia de implementar estrategias que conlleven a un verdadero cambio social en cuanto a la aceptación y el entendimiento de las diferencias individuales y culturales de cada individuo y que les permita tener acceso a los mismas oportunidades, derechos y privilegios del resto de los ciudadanos.

La interculturalidad hay que abordarla desde diferentes aristas y muchos campos, pues no es solo la parte social, sino, también en lo educativo, lo ético y lo moral, no se debe olvidar que para que exista un verdadero cambio hay que trabajar desde lo interno hacia lo externo, por ende, las escuelas están llamadas a formar a sus estudiantes en valores como el respeto, la tolerancia y la aceptación del otro, de tal forma que estos sean capaces de marcar la diferencia en el contexto social en el cual se desenvuelven.

Otro aspecto importante para tener en cuenta en cuanto a la Interculturalidad, es el papel fundamental que tiene el estado, puesto que este está llamado a ofrecer a sus ciudadanos las garantías necesarias para que puedan desarrollarse libremente, sin perjuicios de ser señalados por sus diferencias culturales.

Analisís sobre la concepción critica de Interculturalidad, Educación y ciudadanía

Las políticas públicas y las reformas educativas en aras del desarrollo intercultural, han sido asumidas desde una visión crítica por los gobiernos latinoamericanos, desde la igualdad y el respeto de las diferencias, basadas en la fundamentación de la educación para lograr esta finalidad.

Desde la década de los 90´s se han venido implementando leyes y jurisprudencias enfocadas a la diversidad multicultural, para mitigar la discriminación, el racismo y la exclusión.

Y es precisamente desde las escuelas, donde se hace necesario formar ciudadanos críticos, respetuosos de las diferencias y capaces de trabajar conjuntamente en la construcción de una sociedad más unida y equitativa.

El término Interculturalidad según (Walsh, 2010) debe ser comprendido desde sus diferentes conceptualizaciones, enfatizando en tres macro concepciones: racional, funcional y critica.

La primera es concebida como la relación entre las diferentes culturas, razas o etnias que busca la minimización de los conflictos y la desigualdad que surge a partir de estas relaciones.

La funcional busca incluir dentro de la sociedad la relación multicultural diversa, por último, la tercera concepción abarca la perspectiva racial como ente denominador de la raza blanca como componente hegemónico del poder colonizador de las razas y culturas que no hacen parte de este círculo vicioso del poder.

Estas concepciones se basan en el recorrido histórico de el término Interculturalidad, por lo que el debate se debe iniciar en el reconocimiento e identificación de las diferentes culturas que coexisten en un país, desde este punto de vista la educación juega un papel importante al ser la encargada de guiar a las juventudes al tipo de sociedad deseada.

Es así que en la década de los 80´s, surge la educación bilingüe desde las luchas indígenas dando cabida al aprendizaje de otras lenguas diferentes a la materna o nativa, centrándose en las poblaciones indígenas, lo que aporto valiosas reivindicaciones, pero sin alcanzar la inclusión e igualdad deseadas.

Siguiendo el recorrido histórico, en la década de los 90´s la educación sigue jugando un papel muy importante, con las reformas educativas que buscaron precisamente lo que en la década anterior no se había conseguido, la inclusión de los grupos minoritarios al sistema educativo.

Ya en el siglo XXI, se empieza a vislumbrar cambios de fondo en las políticas públicas educativas, al visualizar al individuo como un todo que hace parte de la sociedad en construcción y que no debe ser señalado, ni discriminado, ni excluido en razón de sus orientaciones, razas, etnia o cultura.

Dentro de este marco histórico, surgen en México en el año 2003, las universidades interculturales, que resaltaron las lenguas y culturas indígenas, convirtiéndose en uno de los logros más significativos en materia de educación e interculturalidad de América Latina (Walsh, 2010).

La educación enfatizada en la ciudadanía, realza el binomio ciudadanía e interculturalidad, que según (Cabrera & Bartolomé, 2003), se necesita plantear el repensar de dichos conceptos ampliándolos al punto que se puedan reconocer las diversas identidades culturales del mundo.

Es así que se debe desglobalizar y definir el concepto de ciudadanía, ya que se halla vinculado a un legado histórico excluyente que mantuvo sin avance el desarrollo de las sociedades.

La aceptación y reconocimientos de las diferentes formas de vida, permiten reconocer la sociedad como un tejido humano donde cada puntada constituye el anclaje a otra puntada, en otros términos un ciudadano anclado a otro ciudadano formando el tejido social, bajo esta concepción de ciudadano, (Zapata, 2010) establece que ser ciudadano es morar en la diferencia y estar dispuesto a entender la creatividad de cada ser, por lo que se hace necesario abrir la brecha en la contemplación de la aceptación de nuevos integrantes de la sociedad en igualdad de derechos.

Otro concepto ligado a ciudadanía es la multiculturalidad, entendiéndose como la presencia de varias culturas que habitan un determinado espacio, por tanto, donde se promueve el derecho a la diversidad, aunque cabe anotar que lo anterior no implica que exista una influencia entre ellas.

De igual manera, se puede observar el reconocimiento de esa diversidad, pero en este no se visualiza con claridad el trato igualitario equitativo, dado que con la multiculturalidad se presenta exclusión, porque solo se queda en el reconocimiento de algunos grupos étnicos como el caso de Colombia, donde en la constitución política se reconoce la pluralidad étnica, pero es evidente la exclusión de los mismos en algunos sectores, aunque se han venido implementando algunas leyes que buscan la protección de esta pluriculturalidad, valorando estas diferencias y encaminándonos a un estado multicultural e igualitario.

Por lo que es fundamental contemplar la interculturalidad no como un concepto alejado de la política sino como un modelo de inclusión, que hace referencia a las relaciones y al intercambio comunicativo en igualdad entre los diferentes grupos o sujetos, que conforman la sociedad. (Imaginario, 2019).

Retomando el concepto de ciudadanos intercultural, se entiende como aquellos que se disponen a perseguir la igualdad valorando las diferencias de cada uno, es decir, estar comprometidos con el desarrollo de una sociedad donde cada uno haga su aporte desde su diversidad.

Por lo anterior la educación es de vital importancia, porque se requiere la formación de un nuevo ciudadano, solidario, crítico y abierto al mundo.

Son las instituciones educativas los agentes socializadores de estos retos de formar esos nuevos modelos de ciudadanos con ayuda de las familias. 

05 January 2023
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