El Aborto Como Tema Ilegal En El Perú

En la actualidad, muchas personas tienen posturas categóricas ante el tema del aborto. Si bien todas las perspectivas ameritan respeto, en el Perú la interrupción voluntaria del proceso de gestación es ilegal. Las razones son diversas, como, puntos de vista médicos, la trascendencia de un país cristiano católico y cuestiones de ética médica. Sin embargo, sin obviar el contexto y el índole de estos argumentos, sustentamos nuestra postura en contra del aborto por el valor de la vida humana en sus distintos aspectos.

Según la organización mundial de la salud (OMS), el aborto se define como la terminación de un embarazo, es decir, la expulsión del feto sea de manera natural o provocada. Esto se puede dar por dos situaciones la primera por que la madre no lo quiere tener y se provoca el aborto y la segunda cuando el feto no tiene la fuerza para vivir a eso se le conoce como un aborto terapeútico. Consideramos la interrupción de un embarazo muy riesgoso, por los daños colaterales y las consecuencias que trae consigo este fiasco. Ana Cristina Sanchez Aranda, bióloga, dice:

La vida es tan hermosa dependiendo de cómo lo ve cada individuo. Ser madre es una etapa maravillosa que le puede ocurrir a una mujer, es tan hermoso ver sonreír a un niño, verlo jugar y gritar, ver a ese ser indefenso que puede sacar de sus casillas a cualquier persona y a la vez hacer que esa misma muera de ternura, más aún muchas mujeres deciden deshacerse del niño que llevan en sus vientres, tomando para ellas quizás la mejor decisión, provocándose así severos daños a corto y largo plazo desde pequeñas lesiones en el cuello uterino hasta complicadas etapas de cáncer de mama; como se sabe, no solo se provocan daños internos, sino también, daños morales y sociales ya que se condenan a un juicio social por una gran parte de la comunidad donde viven que durará por mucho tiempo generando en ellas la desconfianza, el desconcierto y el temor.

Se discute mucho el hecho de que la madre tiene derecho a elegir sobre el feto que lleva dentro, pues esto es un abuso en contra de la vida y de los derechos del Niño por Nacer, ya que desde la concepción existe una vida humana, se considera embrión hasta la octava semana y feto a partir de la novena semana, es decir un ser humano singular, distinto e independiente de la madre, que necesita del claustro materno para su desarrollo, Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), precisó: ‘Desde el punto de vista biológico-celular, las células óvulo y espermatozoide cuando se unen generan el comienzo del proceso de la reproducción, lo que se considera la concepción’. Señalar, como se propende a proclamar, que el aborto es un ejercicio de libertad porque la mujer es dueña de su propio cuerpo, es una falsedad, porque el aborto afecta a una vida distinta a la de la mujer embarazada, que es además la de su propio hijo.« (Nicolás Jouve de la Barreda. Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid y Catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá. Ha sido presidente de la Sociedad Española de Genética y colaborador de la Cátedra de Bioética UNESCO.

Otro argumento a favor de que el aborto se legalice es debido a las violaciones, sin embargo esto se puede refutar A partir de la concepción lo que marca el antes y el después el cigoto humano, dotado de la autonomía biológica que le confiere su material genético, evoluciona y se desarrolla en dependencia del medio que le da sustento y soporte, el cuerpo de su madre. La comunicación con la madre gestante se produce desde el primer día, mediante señales hormonales a las que el organismo que lo gesta responde aportando las condiciones para el desarrollo del feto. Son innumerables los detalles que se conocen sobre este desarrollo, y son altamente sugerentes para la fundamentación biológica del valor que esta etapa de la vida humana merece.« (César Nombela Cano, Rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y Catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Fue presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Así que incluso en un embrión de una semana, con esas nuevas técnicas, podemos decir ya, «él es un hombre» o «ella es una mujer», y por tanto sabemos que el embrión ya es, de hecho, una persona humana. Y, si no estoy confundido con el Inglés; cuando se refiere al embrión yo no diría «eso», porque sabemos que ahí hay un ser humano. Como un marinero sobre su barco, yo preferiría decir: ella está ahí. Recuerden que el pequeño embrión humano posee ya las propiedades que nos permiten reconocer que ella es una mujer, por ejemplo. Rebasa a mi imaginación como genetista que los legisladores, sabiendo que este embrión de una semana es una niña, ¡no se dieran cuenta, al mismo tiempo que es una persona humana!» (Jérôme Lejeune. Médico genetista francés, descubridor de la anomalía cromosómica que provoca el síndrome de Down, y considerado el padre de la genética moderna. Fue Profesor de Genética Fundamental en la Facultad de Medicina de la Universidad de París, miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia, miembro de la Academia Nacional de Medicina de Francia, miembro de la Real Sociedad de Medicina de Londres y Doctor Honoris Causa por numerosas universidades.

En conclusión, el valor objetivo del ser humano parece inexistente para muchos y lo único que se tiene en cuenta son los sentimientos que cada situación provoque en el sujeto que la contempla. Lo verdaderamente relevante es la cantidad de placer que una vida puede producir o sustraer a sí mismo y a los demás. De la misma manera que no se ve nada malo en destruir una vida que apenas puede disfrutar de lo que parece que disfruta todo humano ya nacido, la vida de una persona que sufre muchísimo, o que está incapacitada para relacionarse con los demás, se tiene por una vida que no merece la pena vivirse y, de nuevo, la solución es la muerte. Se repite hasta la saciedad que a ninguna mujer le gusta abortar y que tomar esa decisión es muy duro, lo que puede bastar para compadecer a la mujer o no culparla por lo que ha hecho, pero no es suficiente para justificar la muerte de un ser humano y mucho menos para justificar que el Estado financie y apoye dicha muerte.

Se dice en ocasiones que no se puede protestar contra el aborto sin encontrar soluciones para la situación de la madre, y eso es verdad, pero ninguna tragedia justifica matar a una persona. Con el fallecimiento del gran Nelson Mandela todavía en el recuerdo, podemos decir que buena parte de la grandeza de este hombre residía en que, en un momento de su vida, se encontró con dos vías para combatir la gran injusticia del Apartheid: uno era el camino de las bombas y el terrorismo; otro, el de los argumentos racionales y la lucha pacífica. Si hubiera elegido el primero, nadie hubiera aceptado que él justificará las acciones terroristas diciendo que los blancos debían dar soluciones al sufrimiento de la población negra, antes de protestar por las bombas. En cambio, Mandela eligió el segundo, el de la vía pacífica, respetuosa con la vida, porque sabía que el fin no justifica los medios, y por esto es en gran parte por lo que tantos líderes mundiales fueron a honrarle en su funeral.  

26 April 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.