El Amor Cortés Y Sus Mitos
Introducción
“El 64% de las personas utiliza el chat o los mensajes privados como arma de conquista, mientras que el 40% admite que desde que forma parte de las redes sociales ha conseguido pareja fácilmente. El 60% cree que podría conocer al amor de su vida en la red. Para los consultados existe una explicación sobre el empleo de internet para conseguir pareja: es menos complicado. El 67% cree que seducir a través de la web es más viable que hacerlo cara a cara. Además la posibilidad de rechazo disminuye o duele menos El 68% de las personas encuestadas en la región considera que con internet es más fácil ser infiel”.
Desarrollo
Mitos del amor Romántico
Partimos de la hipótesis de que las tecnologías digitales favorecen la performatividad de ciertos componentes del modelo del amor romántico. ¿Pero qué es un mito? Un mito es la creencia que se asume como verdad absoluta, sin cuestiones. Este tipo de ideas aportan identidad al grupo al que se pertenece, sociedad, etnia… y por ello se consiguen mantenerse, tanto frente al paso del tiempo como al razonamiento.
Los mitos del amor romántico rigen actualmente, a pesar de ser una idea gestada hace siglos, las teorías sobre el amor ideal en nuestra sociedad. Los mitos románticos suelen ser ficticios, absurdos, engañosos, irracionales e imposibles de cumplir. Para comprender en profundidad su significado e influencia en las personas, así como en su nexo con las redes sociales, mostramos un cuadro expositivo con los tres planos a los que hacemos referencia.
Mito de la media naranja
Confiere la idea de que todos tenemos una persona destinada a ser nuestra pareja. Somos una “mitad” en búsqueda de nuestra otra “mitad” perfecta y esa es nuestra única elección posible. Podría llevar a un nivel de exigencia excesivamente elevado en la relación de pareja, con el consiguiente riesgo de decepción, o de una tolerancia excesiva al considerar que siendo la pareja ideal, debemos ser más permisivos para que la relación funcione, pudiendo llegar a la dependencia afectiva.
Este mito podría ser precursor de problemas como considerar que nuestra pareja no es lo suficientemente perfecta para ser nuestra “media naranja” y mantener una búsqueda incesante, en aplicaciones, de una pareja mejor o, por otra parte, consentir un control de nuestros movimientos en redes sociales, contraseñas
Creencia de que el estado natural del ser humano es en pareja y que la monogamia es su única expresión. El mito del emparejamiento lleva implícito, además, que la pareja es indiscutiblemente heterosexual. La aceptación de esta creencia puede dar lugar a conflictos internos en aquellas personas que se desvíen de algún modo de esta creencia normativa personas no emparejadas, que lo están con personas de su mismo sexo o con más de una persona.
Podría llevar a un nivel de exigencia excesivamente elevado en la relación de pareja, con el consiguiente riesgo de decepción, o de una tolerancia excesiva al considerar que siendo la pareja ideal hay que permitirle más o esforzarse más para que las cosas vayan bien, pudiendo llegar a la dependencia afectiva.
Conclusión
Extendida idea de que los celos son una señal de amor, y no solo eso, sino que si no hay celos, no hay amor. Este mito fue también introducido por la Cristiandad como un garante de la exclusividad y la fidelidad, anteriormente comentadas. Suele usarse habitualmente para justificar comportamientos egoístas, injustos, represivos y, en ocasiones, violentos y aparece en algunos de los modelos explicativos multicausales como uno de los antecedentes de la violencia de género.