El Coaching De Equipo: Las Claves De La Empresa
“No hay premios especiales para los que llegan solos a la meta” – El coaching desde sus comienzos ha sido promotor de desarrollo del capital humano, impulsando la eficiencia y eficacia en los equipos y por ende en toda la organización. Cuando el Time Magazine le preguntó a Katsuaki Watanabe “¿Por qué Toyota es más rentable que sus principales competidores de Estados Unidos y por qué ha sido mucho más exitosa?”, él respondió: “En Toyota todos trabajan como un equipo. Incluso llamamos socios a nuestros proveedores”. Este pequeño diálogo nos da luces del verdadero sentido del coaching en un equipo de alto rendimiento.
El coaching de equipo, se extiende mucho más allá del ámbito deportivo y aunque es algo relativamente reciente en las organizaciones, resulta beneficiando ampliamente a éstas en actividades que incluye el asesoramiento, la formación y la orientación de equipos, siendo el líder del equipo un elemento clave. El mito del líder perfecto prevalece en muchas empresas, organizaciones, equipos deportivos e incluso en la política de los países. Cada día esperamos más de nuestros líderes y ponemos muchas esperanzas en sus milagrosos poderes para cambiar las cosas, ellos no son súper – héroes, sin embargo, somos muy propensos a la crítica y a culparlos cuando no cumplen con nuestras tan poco realistas expectativas. Por ende, se hace hincapié al coaching como herramienta capaz de llevarnos a un análisis exhaustivo del equipo dentro de la organización, somos los responsables del éxito en nuestra organización.
Ahora bien, ¿Cuáles son las funciones del coach? – El rol de coach varía considerablemente de acuerdo con las circunstancias y necesidades del equipo. Sin embargo, dentro de sus principales funciones son ayudar a su equipo a descubrir su identidad, ayudar al equipo a identificar lo que se desea conseguir, ayudar al equipo a analizar qué es lo que no se puede y no se debe hacer, ayudar al equipo a que conozca sus procedimientos fundamentales, ayudar al equipo a desarrollar su creatividad, ayudar a que el equipo mida su propio proceso (cómo y cuánto aprende). Es sorprendente cómo los directivos conocen escasamente la manera adecuada cómo comunicarse e interrelacionarse con los equipos de su organización, asunto sumamente importante que ocupa al coach.
¿Queremos resultados rápidos? – Si hablamos de velocidad, el coaching trabaja para conseguir resultados transformadores, por lo que el proceso es lento ya que contempla un cambio de hábitos, tanto en el plano de comportamientos como en los planos de pensamientos y emociones, y bien sabemos de esa esa extraña atracción que nos mantienen en los viejos hábitos (la zona de confort) y cuántos obstáculos nos frenan en nuestro camino de mejora y excelencia. Así, el coaching no está indicado para cambios de un día para el otro, por lo que se debe tener “paciencia y buen humor”.
Los equipos necesitan saber qué es el alto rendimiento con la finalidad de planificar y formar su propio compromiso de mejorar ¿Existe alguna disciplina que contribuya con ello?, pues sí, existe no sólo una sino “cinco disciplinas del rendimiento de un equipo” que contemplan: Realizar: Tener bien claro qué se pretende que haga el equipo. Aclarar: El equipo debe conocer plenamente cuál es su propia misión, propósitos, objetivos estratégicos, valores, metas, roles y procedimientos; comprometiéndose con ellos. Crear en conjunto: El equipo será más eficaz cuando trabaje con sinergia. Conectar: Atraer al personal del equipo, a los clientes, a los inversores, a los proveedores, a los socios; todos aquellos que son necesarios para la organización. Aprendizaje fundamental: El ritmo de aprendizaje del equipo se debe alinear con el progreso de la organización. Bajo mi percepción, la principal disciplina consiste en establecer un compromiso con el equipo, no solo en cuanto al aprendizaje en sí, sino a saber cómo aprender con mayor eficacia.
¿Cómo es el recorrido para pasar de ser un equipo efectivo a un equipo transformacional de alto rendimiento? – Es desafiante y exigente, el camino implica empoderamiento, compromiso y paciencia; recordemos que un equipo bien dirigido cuenta con muchas más posibilidades de lograr éxito en complejas organizaciones. Debemos tener cuidado al reemplazar el mito del líder súper-heroico por el del súper-equipo que conseguirá hacerlo todo por sí mismo e intentará cumplir con todas las expectativas.
Concluiré este ensayo con la siguiente frase “Si la única herramienta que tienes es un martillo, tratarás todo como si fuese un clavo”. Esto puede provocar muchos clavos y tornillos torcidos, ya sea si somos un coach de equipo, un líder, o un miembro del equipo al que le gustaría que éste rindiese mejor. Se debe elegir cuidadosamente las herramientas, las cuáles deben adaptarse a las necesidades particulares del equipo, el contexto y las necesidades actuales. Uno de mis criterios para lograr un exitoso proceso de coaching de equipo es que éste conjuntamente con el coach desarrolle una herramienta innovadora capaz de aplicar eficazmente el coaching y que conlleve a logros los resultados previstos.
