El Comercio Virtual Como Un Avance En La Economia
Para llegar al concepto de establecimiento de comercio virtual, queremos en primer lugar traer a este ensayo, relación de conceptos ya constituidos como: establecimiento de comercio, economía naranja, revolución industrial (cuarta), entre otros. Además, considerar que el internet, aquella red que nos envuelve, es fundante en la necesidad del presente escrito.
En primer lugar, el Código de Comercio nos hace mención de que el establecimiento de comercio es un bien, pero no detalla qué tipo de bien, es decir, dicho código nos ensambla un concepto con unas características para que el colombiano de a pie o conocedor del derecho comprenda de que habrán bienes que se denominan establecimientos de comercio y que deben cumplir con elementos como estatutos (derecho u obligaciones), representante (s), un nombre y mobiliarios. Pero, cuando nos referimos a “QUÉ” tipo de bien, acudimos al derecho civil bienes entendiendo que hay bienes muebles e inmuebles, y que podríamos de forma irresponsable decir que, algo virtual es algo movible. Teniendo en cuenta lo anterior, el derecho comercial, dicho de otra manera, el decreto que establece el Código de comercio queda corto al no considerar que no hay un reglamento para un establecimiento de comercio virtual.
Seguidamente, queremos vincular a este escrito el concepto o idea de economía naranja, puesto que ésta se entiende como la economía creativa. La base de esa economía es la propiedad intelectual (de la que poco se ha hablado), nuestra cultura, el talento, ingenio, todo lo que vincula la creatividad y una herramienta desarrolladora en la actualidad; la conectividad a las redes, al campo electrónico o mundo virtual. y mencionamos la conectividad de última, no por ser menos importante, todo lo contrario, porque en los últimos años ésta ha estado en constante crecimiento, crecimiento a través del internet, de ese mundo virtual del que no somos ajenos.
De otro lado, es pertinente traer a colación la revolución industrial, considerando y recordando que la primera generó un paso importante en la economía basada en agricultura y el comercio hacia una economía urbana con un aporte de máquinas de vapor. Posterior a ese comercio mecanizado, cuenta la historia que la economía dio un salto al uso de la electricidad que permitió una tecnificación de los oficios. Todo lo anterior ha permitido que la humanidad cambie y con ella lo que le rodea. Por ello, referimos entonces, en este escrito la cuarta revolución industrial, revolución de la que no vamos a escapar.
Para hablar de la cuarta revolución industrial acudimos a un breve recorrido histórico de las anteriores, que permiten concluir lo que refiere un relato desde el materialismo cultural. La historia nos dice que todo avance tecnológico, a la larga, es positivo. Lo que resulta inédito de estos tiempos es la velocidad de los acontecimientos. Hasta la fecha, la mayoría de gobiernos, las economías locales y, con ellas, los ciudadanos, parece que están perdiendo la carrera contra las máquinas. Así pues, se remonta dicha revolución al uso de la cultura y el avance, que es lo que trata de vincular la economía naranja en párrafos anteriores, en unión con la creatividad, la conectividad y otros elementos como el sujeto transformador, aquel ser humano que es emprendedor, que piensa, diseña y fabrica; desde un lado muy romántico del asunto, sería en este siglo, un renacimiento del hombre.
Pero, ¿como sociedad estamos preparados para eso? lo que es claro, es que estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Dichos cambios coinciden en que habrá un impacto en la seguridad geopolítica y los marcos éticos.
Sin embargo, teniendo en cuenta lo anterior, jurídicamente se han ido regulando aspectos de los establecimientos de comercio virtuales, por ejemplo, el Art 91 de la ley 663 del 2000 dispone ‘’ Todas las páginas Web y sitios de Internet de origen colombiano que operan en el Internet y cuya actividad económica sea de carácter comercial, financiero o de prestación de servicios, deberán inscribirse en el Registro Mercantil y suministrar a la DIAN, la información de transacciones económicas en los términos que esta entidad lo requiera.” (2000) con ese planteamiento, se da la apertura a el espacio virtual como una empresa, que ya no es un bien propiamente dicho desde el código de comercio, sino más bien, replanteamiento de del espacio u oficina laboral.
En palabras de Kalakota y Whinston frente al comercio electrónico, es, una metodología moderna de hacer negocios que tienen en cuenta las necesidades de las organizaciones, comerciantes y clientes con el fin de reducir costos. Dicha idea, concuerda con la Organización Mundial del Comercial en tanto, lo que se busca con la economía a través de la internet es tener bienes y servicios, comercializar las necesidades del ser humano.
Finalmente, es pensar que el establecimiento de comercio virtual es un cambio de lo físico a un mundo y/o espacio “imaginario e intangible” que es real, pues, existen socios, proveedores, transacciones, clientes y productos inmersos en la red. Por esto es que pensamos que hay muchos beneficios en este tema, como la reducción de costos de una oficina o local comercial, incluso de la mano de obra. El reto está en aprovechar la red para optimizar la economía a través de proyectos como lo retoma la economía naranja.
En conclusión, el establecimiento de comercio virtual no es más que la existencia de avanzar en la economía en un espacio inmaterial.
