El Juego En Niños: Una Actividad Natural
El juego es una actividad natural que practican todos los animales superiores, ya que constituye una herramienta con la que lo cachorros pueden practicar de manera segura habilidades básicas para su supervivencia. En los seres humanos, el juego tiene una connotación aún más profunda, ya que no sólo contribuye al desarrollo físico sino que permite la maduración psicomotriz, cognitiva y social del niño que se continúa incluso hasta la adultez.
En este contexto, es importante puntualizar que la actividad lúdica tiene un componente psíquico y otro físico que no es posible separar, por lo tanto los primeros 6 meses de vida se consideran de actividad preparatoria, ya que en esta etapa aún no se ha desarrollado un nivel de conciencia, sino que por el contrario prevalecen el automatismo y los reflejos involuntarios. Hacia el 5° y 6° mes de vida este automatismo da paso a la actividad instintiva que es muy física, y predominan los retozos y juegos bruscos; hasta llegar finalmente a la actividad consciente que todos entendemos como juego.
Teorías psicológicas del juego
A lo largo de la historia, muchos pensadores, filósofos y psicólogos han abordado la actividad lúdica desde todo punto de vista, en un intento por explicar su función en el complejo esquema de la mente humana.
Uno de los primeros que se interesó por formular una teoría lúdica fue Locke, que partió del concepto vulgar del adulto quien juega para descansar; según su teoría el niño haría lo mismo, sin embargo luego se demostró que en los niños el juego no tiene un fin recreativo pues los niños juegan sólo cuando están descansados a diferencia de lo que ocurre con los adultos.
Posteriormente surgieron las teorías psicodinámicas, en las que se considera el juego como un acto liberador. Por ejemplo, Freud sostenía que en los niños el juego constituye una expresión de sus sentimientos reprimidos y sus deseos insatisfechos. Mientas que para Stern el juego permite la liberación de la impotencia que sufre el infante dada su dependencia de los adultos.
Sin embargo, para algunos psicólogos el juego tiene una función práctica y natural. Spencer afirma que el juego constituye un elemento práctico de adaptación al medio; y para Groos constituye una forma de ejercitar sus instintos en la lucha por la supervivencia.
A pesar de estos postulados, la corriente cognitiva es la que más aceptación ha tenido. En este sentido Jean Piaget desarrolló una compleja teoría psicogenética en la cual las formas de juego infantil se expresan en función de las estructuras intelectuales a lo largo del desarrollo.
En primer lugar se expresa el juego sensoriomotor, en el cual se elaboran respuestas motoras en función a un estímulo sensoria; luego el juego simbólico, donde se imitan actividades como forma de expresión; y por último el juego de reglas, donde se adoptan restricciones en el marco de la interacción social.
Como puede observarse, el análisis de la actividad lúdica es un tema complejo, pero fundamental para el desarrollo integral de los niños. En consecuencia es importante determinar la evolución cognitiva según la edad al elegir el tipo de juego y los juguetes adecuados para lograr una estimulación integral en los primeros años de vida.
