El Lenguaje Corporal Y La Danza Como Disciplina Integradora De Conocimientos 

El Arte en general se conserva como una forma de expresión. El viejo mundo y sus filósofos/artistas apreciaron el arte en todas sus expresiones y lo miraron como un mecanismo holístico en el que confluyen las experiencias sensoriales con el interior del ser humano que ellos llamaron el alma que se expresa a través de los sonidos, movimientos y pensamientos. El método propuesto por Dalcroze consiste, entre otras cosas, en incluir los movimientos corporales como una forma de interiorizar el conocimiento musical. Sin embargo, el método no es exclusivo de la educación musical puesto que al aplicarse se activan distintas dimensiones: rítmica, solfeo, improvisación, la creatividad, la expresividad a través de actividades en donde se activa un aprendizaje vívido “ hasta lograr la unión más perfecta posible entre el oído y movimiento, entre la mente que concibe y el cuerpo que actúa y viceversa” (Capistrán-Gracia, 2019, p. 42).

En marzo de 1996 Marie-Laure Bachman pronuncia un discurso durante el Congreso Internacional de la Educación Preescolar en Atenas, cuna de la historia de la arquitectura y el arte antiguo. Durante su intervención hace una analogía de cómo el método de Dalcroze se compara con tres componentes griegos de la música: “el gesto, expresión del cuerpo, el verbo, expresión del pensamiento, y el sonido, expresión del alma” (Bachman, M.L, 1996). Con el ejemplo de la historia de Moira House en Eastbourne Inglaterra, Bachman logra transmitir la idea de que una vez que la enseñanza rítmica se instaura en todos los grados de escolaridad, los niños experimentan cambios en su comportamiento y que además de propiciar un ambiente positivo, la enseñanza de la rítmica influyó en el comportamiento de las niñas y en su disposición a aprender otras disciplinas (Bachman, M.L, 1996). A decir de la autora, los profesores de aquella escuela se interesaron por aprender los principios que actuaban de manera favorable en los alumnos. Bachman (1996) menciona que el postulado “La música es un agente formador y educativo” es una de las principales características del método Dalcroziano y eso lo diferencia de otros postulados pedagógicos ya sean antiguos o modernos.

Emile Jaques – Dalcroze (1865 – 1950) es considerado para algunos escritores un referente para la educación musical no solo en niños sino en adultos(Capistrán-Gracia, 2019; Castro & Belmonte, 2012; Vernia et al., 2016). Dalcroze en 1894 detectó dificultades en el aprendizaje de la música en sus estudiantes y eso lo llevó a desarrollar su metodología, que incluye mejorar el aprendizaje musical incluyendo los sentidos e impulsando éste desde tempranas edades, así lo plantea Capistrán – Gracia en su artículo “Retomando el enfoque de Émile Jaques-Dalcroze en la formación del profesional de la música” (2018). Dalcroze comprendió que los cambios en los modelos de enseñanza deben producirse a tempranas edades, de tal forma que, en el caso de la educación musical, se impulse en el niño el desarrollo del oído interno, el equilibrio de una relación mente – cuerpo de forma consciente (Castro & Belmonte, 2012).

El método denominado el “Solfeo Dalcroziano” planteado hace un siglo por Dalcroze (a quien se le atribuye la creación de la Rítmica) es un pilar fundamental en la enseñanza musical pues además de incluir elementos propios para impulsar una base auditiva muy sólida en los niños su método está ligado a la inclusión de las terminaciones nerviosas del cuerpo, con esta propuesta Dalcroze se muestra como un profesor con una mirada holística del ser humano que se interesa en resolver problemas de la educación musical que se observan en la modernidad.

Una de las principales características del método Dalcroziano es la libertad que se otorga al profesor de explorar conceptos distintos de tal forma que en una misma clase se puedan “combinar exitosamente el acto de escuchar, cantar, improvisar, pensar, sentir y moverse para lograr las metas y objetivos establecidos” (Capistrán-Gracia, 2019). En 2002, Juntunen explica de manera práctica los tipos de actividades que se pueden aplicar en una clase: “contar una historia en movimiento, cantar juegos, llevar a cabo danzas históricas o de diversas culturas, tocar instrumentos de percusión, hacer ejercicios de percusión corporal entre otras” (Juntunen, 2002 ); de esta forma la educación musical dejaría de ser abstracta y se convertiría en una experiencia sensorial.

El pensamiento de solfeo Dalcroziano se expone como una alternativa positiva en comparación con alternativas, “arduas y de excesiva dificultad tanto teórica como práctica” (Castro & Belmonte, 2012, p. 99). La explicación clara de los objetivos de implementar el aprendizaje utilizando el método Dalcroziano, junto a las citas bibliográficas de otros autores que también apoyan el solfeo Dalcroziano, permiten entender y, hasta cierto punto, persuadir al futuro profesional en aplicar este método que, una vez implementado, según concluyen, tendría resultados “sólidos y duraderos” a través de clases “efectivas, sólidas y deseables” .

Lo importante de la aplicación de un método de enseñanza, en este caso del Lenguaje Musical, es que el profesor no solamente tenga claro el objetivo del método, sino también la explicación de cómo aplicarlo. Castro & Belmonte (2012) realizan su ensayo en base al libro titulado “les Gammes et les tonalités”, en el que se explican siete características auditivas que ayudan a implementar el método Dalcroziano: las escalas, el oído absoluto, la improvisación, la memoria, la concentración, dictados musicales y dinámicas y matices. En cada aspecto analizado por los autores se identifican ventajas, y desventajas otorgando al lector una visión más amplia. Una vez analizados los aspectos del método Dalcroziano los autores sintetizan que la participación de los sentidos juega un rol fundamental en el aprendizaje y que mientras más canales sean utilizados para el aprendizaje, el conocimiento será mejor interiorizado(Castro & Belmonte, 2012).

En su artículo Capistrán – Gracia, plantea que los problemas detectados hace un siglo persisten en la actualidad pues el método de enseñanza Dalcroziano se ha reservado para aplicarlo en los niños (en algunos casos), pero hablando a nivel universitario se impone el método tradicional educativo-musical decimonónico llamado conservatoriano; y aún más, menciona que lo planteado por Dalcroze no es en sí un método, sino más bien “una filosofía a partir de la cual, el profesor desarrolla actividades basándose en su propio criterio” (Capistrán-Gracia, 2019). El enfoque que el autor presenta en este artículo es un análisis de lo planteado por Dalcroze, apoyado con estudios modernos para fortalecer su planteamiento de retomar el enfoque de Dalcroze, pues según escribe, el enfoque fue reservado para la educación musical en niños, por lo que hay que aplicarlo también en áreas de formación musical a nivel superior. El artículo se apoya en otros estudios modernos que pueden ser teóricos, empíricos o producto de una reflexión filosófico – pedagógica (Capistrán-Gracia, 2019). El área de la rítmica se analiza en relación con la expresividad musical, al aprendizaje coral, orquestal e instrumental, se analiza el solfeo coincidiendo con Lago (2012) y por último se analiza la improvisación. Al final del artículo se especifican dos estudios contemporáneos que complementan lo planteado por Dalcroze: el estudio de Gardner y su teoría de las inteligencias múltiples y el estudio de Hannaford que refuerza la idea del movimiento como elemento participante en el proceso de enseñanza aprendizaje. En esencia el planteamiento del autor es rescatar lo propuesto por Dalcroze y reforzarlo con teorías modernas que aportan a la idea del uso del movimiento como un canal de aprendizaje (como lo propuso Dalcroze) y considerarlo como un tipo de inteligencia (como lo propone Gardner) con el objetivo de contribuir a un mejor desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje a nivel superior.

Al hablar de los aportes de Dalcroze al lenguaje musical, los académicos Vernia, Gustems y Calderón (2016) en su artículo “Ritmo y procesamiento temporal”. Aportaciones de Jaques-Dalcroze al lenguaje musical” le otorgan a la educación musical un sentido más amplio argumentando que si bien los profesores de educación musical incluyen y desarrollan los elementos rítmicos, éstos no son específicos de la educación musical sino que se aplican para otras especialidades como la educación física, psicomotricidad, educación infantil y logopedia (Vernia et al., 2016). Luego de un análisis respaldado académicamente, Dalcroze es presentado como un autor influyente en la educación musical ubicando al libro publicado en 1965 “Le Rythme, la Musique et l’Éducation” como un texto de referencia para los autores posteriores. La inclusión de procedimientos rítmicos en el aula es sostenida por varios autores, sin embargo según la propuesta de Jaques – Dalcroze es la más completa que incluye una variedad de elementos y “toman la expresión rítmica y corporal como eje vertebrador del aprendizaje” (Vernia et al., 2016, p. 38). El artículo no solamente analiza los aportes de Dalcroze, sino que toma como referencia a otros académicos que también contribuyen al análisis logrando una conceptualización amplia respecto de la plástica animada y proponiendo una serie de relaciones entre el lenguaje musical y el lenguaje corporal. Este artículo propone actividades específicas de acuerdo con seis rangos de edades: de 0 a 2 años; de 3 a 6 años; de 7 a 12 años; de 12 a 16 años; de 17 a 65 años; a partir de 65 años. A diferencia de Castro y Belmonte (2018), los autores de este artículo amplían la aplicación del método Dalcroziano y terminan con un análisis de la inclusión de la danza dentro del método y los elogios a Jaques- Dalcroze “tanto por sus aportaciones técnico – didácticas mediante el trabajo rítmico – corporal como por su visión holística del ser humano” (Vernia et al., 2016).

Los análisis del método Dalcroziano presentados en este escrito se complementan y enriquecen con los aportes de otros académicos que refuerzan la importancia del método como una alternativa que integra los conocimientos pues se logra una conexión entre lo externo y lo interno del ser humano. Está claro también que es necesario empezar desde tempranas edades, sin embargo, los profesores habremos de experimentar las bondades de la aplicación de un método integrador para tener una base empírica y técnica de aplicación de una metodología holística como la planteada por Jaques – Dalcroze.

En términos de docencia en general, la aplicación del método en el aula, no depende solamente del profesor pues se deben considerar factores externos que pueden interferir en la aplicación de una determinada forma de enseñanza como por ejemplo los planes de clase, el curriculum, los contenidos, etc. Las clases en las que se incluye el ritmo y la expresión corporal son, desde mi punto de vista, memorables porque contienen un alto porcentaje de experiencia sensorial. En general se puede argumentar que mientras más sentidos entren en juego en el proceso de enseñanza – aprendizaje el conocimiento es mejor interiorizado. Por supuesto que no todas las disciplinas pueden aplicar una metodología que considere la participación de los sentidos, pero la creatividad del profesor y el interés de un buen aprendizaje puede influir en la aplicación de este método. Como conclusión se puede argumentar que la danza y a la expresión corporal permiten activar en el ser humano una serie de conexiones físico – sensoriales y espirituales porque además de realizar movimientos que consideran el espacio y las sensaciones, también existe conocimiento de otras disciplinas como la música o la historia, para lograr no solo que un proceso de enseñanza sea exitoso, sino que los seres humanos experimenten una sensación de bienestar gracias a la armonía entre sus movimientos, el ritmo y la música que puede incluso existir solamente en su cerebor.

Bibliografía

  • Bachman, M.L. (1996). La rítmica Jaques—Dalcroze: Su aplicación a los niños de edad preescolar (y escolar). In “Conferencia pronunciada en el curso del Congreso Internacional de la Educación Preescolar, organizado por la Daukas School de Atenas.”
  • Capistrán-Gracia, C. (2019). Retomando el enfoque de Émile Jaques-Dalcroze en la formación del profesional de la música. ESCENA Revista de las artes, vol. 78(2), pp. 37-55. https://doi.org/10.15517/ES.V0I0.35593
  • Castro, P. L., & Belmonte, J. G. (2012). El pensamiento del solfeo dalcroziano, mucho más que rítmica. Ensayos: Revista de la Facultad de Educación de Albacete, 27, 89–100. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4202813
  • Juntunen, M.-L. (2002). Practical Applications of Dalcroze Eurhythmics. Nordic Research in Music Education Yearbook, 6, 75–92.
  • Vernia, A. M., Gustems, J., & Calderón, C. (2016). Ritmo y procesamiento temporal. Aportaciones de Jaques-Dalcroze al lenguaje musical. Magister, 28(1), 35–41. https://doi.org/10.1016/j.magis.2016.06.003   
06 Jun 2021
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