El Médico Debe Ser Buena Persona Antes De Buen Estudiante

La manera en la que el médico trata al paciente tiene que ser una situación de gran importancia. Cuando alguien expresa que quiere estudiar para ser doctor, las personas empiezan a hablarle de una gran cantidad de cualidades y conocimientos que debe tener, generalmente dicen que tiene que ser bueno en biología, ciencia, química, que debe tener gusto por la lectura, buena memoria, ser muy inteligente, tener capacidad para soportar largos turnos, etc… Pero ¿Por qué nadie habla de la parte verdaderamente importante, la parte humana? Nadie habla de que tiene que ser una persona llena de valores, respetuosa, educada, responsable, empática… Esas son las actitudes que se deben valorar, el estudiante académicamente hablando puede lograr buenas calificaciones leyendo muchos libros, pero ninguno de ellos le puede enseñar cómo ser una buena persona.

La calidad de la atención al paciente al momento de la consulta es igual de importante que los conocimientos que el doctor tenga para ayudar al paciente. Si un paciente siente una mala actitud en su doctor, es probable que le omita mucha información que en la anamnesis puede ser muy necesaria, y esta persona va a evitar decir esta información por miedo, inseguridad, porque el doctor que le está atendiendo no le genera confianza, porque siente que el médico no tiene un verdadero interés en su enfermedad sino que solo parece querer cumplir con su labor de haber realizado una consulta sin importar la manera en que la haga y ya. Por eso es tan importante mantener una buena actitud, demostrarle al paciente que de verdad estamos interesados en saber cuál es su problema y ayudar a solucionarlo.

La empatía es una cualidad fundamental que deberían tener todos los médicos, esta es una forma de aproximación al otro, en la cual se intenta poner en el lugar de otra persona, en la que se debe de entender que el resto de personas también tienen problemas como nosotros, también están lidiando con sus propios conflictos, y lideran una batalla cada día contra estos. En el caso de la medicina la empatía nos ayuda a comprender qué le está pasando al paciente y favorece el buen resultado de la relación médico-paciente. Esta cualidad se puede demostrar de diversas y sencillas maneras, algo tan simple como un saludo pero que a veces muchas personas lo pasan por alto, el hecho de llamar al paciente por su nombre, ser cordial, demostrar que se está realizando una escucha activa, tratar con respeto y estar atento. Son actitudes que pueden traer muy buenos resultados en la consulta, que promueven un ambiente de tranquilidad, facilitan una mejor comunicación, el paciente probablemente tenga más adherencia al tratamiento y se va a sentir más capaz de afrontar sus enfermedades gracias al buen ambiente en el que se encuentra y la buena relación que mantiene con las personas que lo ayudan a tratar sus problemas de salud.

Hoy en día es muy común encontrar a personas que al salir de una cita médica refieran disgusto, incluso algunos salen enojados, y es normal que esto ocurra de vez en cuando, puesto que se hace muy difícil complacer las solicitudes de todas las personas y esto puede generar enojo, pero el problema radica en que esta situación se está haciendo muy frecuente y lo podemos observar en nuestro medio. Esto significa que ya es momento de que se genere un cambio antes de que la situación empeore, este cambio debería estar enfocado hacia la educación, se están formando excelentes médicos en cuanto a sus conocimientos teóricos y habilidades prácticas, pero a la parte humana, a los valores y a todas las cualidades que forman a una buena persona no se le está dando la importancia que se merece y se hace imperativo evaluar esta situación y pensar en qué tipo de médicos son los que se están formando para el futuro.

Para poder empezar a actuar frente a esta problema primero se tiene que indagar en la causa, ¿Qué es lo que ha estado provocando el cambio y la falta de empatía en los médicos? Uno de los causantes puede estar relacionado con el ambiente de competencia que se da desde que se ingresa a la carrera, la competencia no es mala, es algo que nos ayuda a superarnos y a luchar por nuestros logros, pero en este caso se está dando el desarrollo de una formación individual de los médicos. Hay que promover el trabajo en equipo, la cooperación, la ayuda al prójimo, son actitudes importantes que se tienen que ver reflejadas en el actuar frente a los pacientes y a toda la comunidad en general.

Otra causa puede estar enfocada hacia el sistema de salud y las instituciones prestadoras de la misma, al momento de las consulta los doctores pueden tener el factor tiempo en contra, los tiempos de consulta se han reducido mucho y en ocasiones los pacientes ni siquiera alcanzan a ser examinados de una buena manera, porque el tiempo que imponen las instituciones prestadoras de servicios de salud no es suficiente. Esto sucede porque dichas instituciones no ven al paciente como alguien que requiere ayuda y que espera que se le dedique tiempo, sino que los ven como clientes, este hecho ya se sale de las manos del personal de salud, pero a pesar de que las directrices generen presión por el afán del dinero, los doctores y todo el personal médico tiene la capacidad de atender de una buena manera, esa parte ya no es controlada por ninguna otra persona. Esta situación puede afectar la actitud por parte de los doctores en el consultorio, pero no es excusa para justificar un mal trato.

Otro factor es la falta de empatía desde el paciente hacia el médico, el respeto y la comprensión tiene que ser en ambas direcciones, para el personal de salud es difícil tener que soportar tantas situaciones, tantos malos tratos, pacientes irrespetuosos, personas que acuden solo para buscar una incapacidad y no acudir al trabajo, personas que se atreven a violentar física o verbalmente. A las personas se les olvida que el profesional que los está atendiendo es un ciudadano común y corriente que también tiene problemas, que tiene otras labores que cumplir, otros pacientes que atender y se enojan si de pronto no les dan la incapacidad, si no les mandan todos los exámenes que piden; se les olvida que esa persona que los está atendiendo tiene unas directrices ante las cuales tiene que responder, que tiene unas normas que seguir y por ende no puede cumplir siempre en un 100% las necesidades de todos.