El Olvido Y La Amnesia , Principales Diferencias

Introducción

A lo largo del tiempo, las personas se van acordando cada vez peor de los acontecimientos que han vivido y de la información que han adquirido. Olvidar no es malo sino necesario y beneficioso. Si pudiéramos recordar cada minuto y cada detalle de nuestra existencia sería insoportable y no resultaría efectivo cuando en algún momento quisiéramos recuperar una información concreta.

En realidad, lo que nos preocupa es olvidar cosas que consideramos importantes y que nos resultan útiles para nuestra vida cotidiana. A medida que envejecemos, el funcionamiento de nuestro cerebro va variando y no tenemos exactamente las mismas capacidades que de jóvenes. Pero esto no significa que algo vaya mal. No hay nada extraño en olvidar de manera ocasional fechas señaladas o cometer errores puntuales en actividades rutinarias.

Desarrollo

Causas

Algunas causas son el decaimiento, la subsunción eliminadora, la interferencia, el fallo en la recuperación, la represión, el error de construcción y el fallo en el almacenamiento.

Teoría del Decaimiento

La información puede debilitarse o decaer y finalmente desaparecer de la memoria, sobre todo cuando la información no se usa. Esto puede pasar, por ejemplo, cuando queremos hacer alguna operación matemática que nos resultaba fácil cuando éramos pequeños. Cuando hace mucho tiempo que no se recupera o no se practica una información, puede ser muy difícil evocarla de una manera efectiva. Eso sí, si queremos reaprender esta información, como ya la adquirimos previamente, normalmente nos resultará más fácil que la primera vez. Aunque también se ha demostrado que algunas informaciones que no se han recordado ni evocado durante mucho tiempo, pueden mantenerse estables a largo plazo. A veces, el fracaso a la hora de evocar la información de la memoria se puede deber a problemas o situaciones momentáneas. Por ejemplo, si estamos muy nerviosos, estresados o preocupados por alguna cosa, el acceso a la información se puede bloquear. Probablemente en otro momento más tranquilo y calmado la información se pueda recuperar con más facilidad.

Subsunción Eliminadora

Una variación de la teoría del decaimiento es la noción de la subsunción eliminadora de Ausubel. Según Ausubel, el aprendizaje significativo es un proceso de subsumir nueva información en la memoria a largo plazo bajo otras informaciones más generales y supraordinales. Con el tiempo, esta información específica puede que sea absorbida por la supraordinal; en otras palabras, son subsumidas de forma eliminatoria. Por ejemplo, un profesor puede presentar un concepto general, y después ilustrar el concepto con una serie de ejemplos; el estudiante probablemente subsume el ejemplo bajo el concepto. Con el tiempo, sin embargo, algunos de los ejemplos puede que ya no se distingan tanto del propio concepto y finalmente se funden en el concepto que los elimina. En este momento, el concepto sigue siendo recordado, pero se olvidan los ejemplos. Como prueba de esta teoría, Ausubel argumenta que las ideas generales se recuerdan mejor que los detalles específicos. Además, los detalles que son distintivos se recuerdan de alguna forma, mientras que los menos distintivos se olvidan o son más borrosos. La noción de subsunción eliminadora es consistente con lo que normalmente observamos de los tipos de información que recordamos frente a los tipos que olvidamos. Sin embargo, como ocurre con la teoría del decaimiento, tenemos poca evidencia hasta ahora que apoye o refute su validez como un factor importante y distintivo en el olvido.

Teoría De La Interferencia

Se produce a causa de la competencia entre las experiencias que una persona vive. La información retenida se va perdiendo porque otra nueva va entrando y ocupando su lugar, es decir, la información nueva va interfiriendo la que ya se posee. Distinguimos dos tipos: la interferencia proactiva, por la cual una información aprendida dificulta un aprendizaje posterior (por ejemplo, un estudiante de leyes que al realizar una oposición tiene que adaptarse a una nueva legislación), y la interferencia retroactiva, que se produce cuando un aprendizaje reciente interfiere en el recuerdo de la información pasada (por ejemplo, la memorización de un nuevo idioma interfiere con la persistencia de los ya aprendidos).

Fallos en la recuperación

Se producen cuando las personas no consiguen «buscar» en aquella parte de la memoria a largo plazo que contiene la información que se desea. Quizá la información se almacenó sin conectarla a otras ideas; en consecuencia, incluso una búsqueda amplia en la memoria no consigue enfocarla, es decir, activarla. A veces creemos que hemos olvidado una información que, en realidad, nunca llegó a formar parte de la memoria a largo plazo. Es lo que ocurre cuando, en el momento de registrarla, no hemos prestado suficiente atención, bien porque algo nos ha distraído o porque la información que nos daban no nos interesaba o nos motivaba lo suficiente. Para que una información pueda registrarse adecuadamente, conviene asegurar que los sentidos y la atención estén bien activos.

Represión

En algunas situaciones podemos sufrir una experiencia que es tan dolorosa o nos afecta tanto emocionalmente que tendemos a no recordarla o a recordar sólo fragmentos aislados. Este fenómeno se conoce como represión y fue descrito por primera vez por Sigmund Freud. Él pensaba que la represión de los recuerdos tristes o desagradables es un mecanismo de defensa para combatir la ansiedad. Pero a diferencia de la supresión, que es un intento consciente de no pensar en algo, la represión es inconsciente. La información dolorosa empieza a producir ansiedad cuando se acerca a la parte relevante de la memoria a largo plazo. Como la ansiedad en sí es desagradable, la búsqueda en la memoria tiende a evitar la parte de la memoria a largo plazo que provoca ansiedad. De esta forma, el recuerdo doloroso, así como cualquier otra información almacenada en estrecha asociación con él, permanece fuera del alcance y permanece básicamente «olvidado».

 Fallos En El Almacenamiento

Una explicación final del «olvido» es que puede que la información nunca se haya aprendido. Puede que no prestáramos atención a la información, de forma que nunca entró en la memoria de trabajo. O quizá no la hubiéramos procesado lo suficiente para pasar a la memoria a largo plazo.

La amnesia infanti

La amnesia infantil se refiere a la incapacidad que tenemos para recordar nada de nuestros primeros años de vida y que además, aparece aproximadamente a partir de los siete años de edad. Esta amnesia afecta por lo general a los recuerdos que ocurrieron a antes de los tres años de edad. No es que los niños que no superan esa edad no tengan memoria: son capaces de recordar lo que les sucede. Simplemente estos recuerdos desaparecen con el tiempo. A pesar de que no existe aún un total consenso sobre las causas exactas por los que no somos capaces de recordar prácticamente nada de nuestros primeros años de vida, existen diversas hipótesis al respecto. La primera es que las estructuras cerebrales que están activamente implicadas en los recuerdos explícitos (hipocampo y córtex frontal) no están totalmente desarrolladas en el nacimiento, y el córtex frontal en particular sigue madurando de forma significativa durante varios años después. Y otra causa sería que hablar sobre las experiencias aumenta su recuerdo, pero los niños pequeños no tienen las habilidades lingüísticas para hablar sobre ellas. Conforme van aprendiendo mejor a hablar, y sobre todo cuando las otras personas del entorno les implican en conversaciones sobre las experiencias que están viviendo, sus recuerdos aumentan de forma sorprendente. Es posible que hablar sobre los acontecimientos les permita codificarlos de forma verbal (basándose en el lenguaje), lo que hace que puedan ser recuperados con más facilidad después.

Conclusión

“Si lo recordáramos todo, estaríamos tan enfermos como si no recordáramos nada”, decía William James. Todo lo que alguna vez estuvo en la memoria y ya no está constituye el olvido, y aunque parezca paradójico, la buena salud de la memoria depende del olvido.

Referencias

  1. Ellis, J.O. (2005). Aprendizaje humano. New Jersey: Prentice-Hall (4ª edición). (s.f.). Recuperado de file:///C:/Users/jenni/Downloads/Aprendizaje_Humano_4ta_Edicion- _Ellis_Or.pdf
  2.  Amnesia Infantil. (s.f.). Recuperado de https://psicologiaymente.com/psicologia/amnesia-infantil
  3. La memoria humana. (s.f.). Recuperado de https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448180607.pdf
  4. Memoria y Olvido. (s.f.). Recuperado de https://blog.fpmaragall.org/memoria-y-olvido
16 July 2021
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