El Pez Loro Azul: Información y Características

El pez loro azul (Scarus coeruleus) es una especie marina incluida en el orden perciformes de la familia Scaridae. Es conocido por su vistoso color azul que cubre todo su cuerpo. Los peces loro son cercanos a los lábridos y se encuentran en abundancia en los arrecifes tropicales de los océanos de todo el mundo. Hay unas 90 especies agrupadas en 10 géneros y una de estas es el pez loro azul.

Características del pez loro azul

El pez loro azul es un pez casi completamente de color azul brillante, típico de las especies de peces loro del género Scarus. También se les conoce como papagayos azules, kwabs azules y loros azules. Cuando son jóvenes, poseen una mancha amarilla en la cabeza que, conforme van creciendo, se desvanece en un color morado hasta llegar al azul intenso. Esta especie tiene una esperanza de vida de unos 20 años aproximadamente.

Los ejemplares adultos miden entre 30 y 100 centímetros de longitud con un peso aproximado de 30 kilos. Los machos son más grandes que las hembras en la mayoría de los casos, que también tienden a desarrollar jorobas en la cabeza. El nombre de loro se refiere su mandíbula en forma de pico, ya que los dientes los tiene fusionados entre sí. Estos dientes se utilizan para raspar las algas de las rocas y los corales. También poseen dientes faríngeos, que son los dientes que se encuentran dentro de la garganta. Los peces loro usan estos dientes para triturar las rocas y corales que ingieren, los cuales defecan en forma de arena blanca.

Esta arena es la que encontramos en las playas tropicales. Por esta razón, los peces loros contribuyen a la formación de los sedimentos que conforman las pequeñas islas y playas de arena en el Caribe. Cada pez loro puede producir hasta 450 gramos de arena al año. Distribución y hábitat del pez loro azul

Se distribuyen en gran parte del Atlántico occidental, desde Maryland (Estados Unidos), Bermuda y Bahamas hasta Río de Janeiro (Brasil), incluidas las Indias Occidentales, aunque están ausentes en el norte del golfo de México. El pez loro azul habita en los arrecifes coralinos a profundidades entre los 3 y 40 metros. Los juveniles se localizan en lechos de algas marinas y manglares.

Alimentación y reproducción del pez loro azul

Su dieta consiste esencialmente en algas que extraen de los trozos de coral que se desprenden de los arrecifes. Para ello muerden el coral con sus dientes que tienen en la garganta para despegar los pólipos de las algas. Los peces loro pasan el 90% de sus días alimentándose del crecimiento excesivo de algas en los corales. También consumen pequeños invertebrados bentónicos en la arena.

El pez loro nace con sexo definido, aunque en algunos casos puede cambiar de sexo. Los que nacen machos siempre serán machos no dominantes. En cambio, las hembras al madurar pueden transformarse en machos porque nacen con los órganos sexuales de ambos sexos. Este cambio de sexo dentro de esta especie asegura que siempre habrá al menos un macho para aparearse con todas las hembras.

Los machos en época de reproducción cambian un poco de coloración: se vuelven más brillantes y llamativos para atraer a las hembras. Además, los machos se unen a grandes grupos de hembras para fecundar los huevos.  Los peces loro son desovadores pelágicos, lo que quiere decir que se agrupan en una zona del océano donde las corrientes transportan los huevos fecundados para que floten por el océano abierto. Cuando los huevos se abren, las larvas flotan en la zona epipelágica o zona del océano abierto cercana a la superficie. Cuando las larvas pasan a ser peces juveniles (12 a 15 centímetros) descienden al ecosistema de arrecife.

Conservación del pez loro azul

El pez loro azul es actualmente una especie vulnerable. Esto es debido a varios factores: la sobrepesca, el cambio climático o la acidificación de los océanos por la contaminación. Se clasifican actualmente en la categoría preocupación menor de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El pez loro y los arrecifes de coral llevan una relación simbiótica desde hace siglos. Ninguno puede vivir sin el otro, los arrecifes proporcionan refugio y alimento a los peces, y estos a su vez controlan la proliferación excesiva de algas en los arrecifes. Al consumirlas con sus dientes, quiebran las piedras y excretan arena fina, la cual contribuye a la formación de las playas de las islas coralinas oceánicas.

En la actualidad, en ciertas áreas de su distribución necesitan con urgencia estrategias de conservación en relación a las actividades humanas, con la finalidad de preservar estos maravillosos peces y los ecosistemas marinos que ayudan a mantener.

27 April 2022
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