El Poder Marítimo De Honduras y Su Estratégia

Honduras es un país bioceánico que tiene territorio marítimo tanto en el Océano Atlántico y en el Pacifico como está enmarcado en su constitución política, teniendo en ese sentido una gran extensión marítima considerable de aproximadamente el doble de su territorio terrestre.

Para las naciones como Honduras que tiene un extenso territorio marítimo es fundamental desarrollar su poder marítimo el cual está determinado por su poder naval y los intereses marítimos, que según el primero está destinado a dar seguridad al segundo y con la unión de ambos se garantiza el control del mar de la nación.

Para lograr un poder marítimo que permita el uso y aprovechamiento del mar, es entonces que las naciones deben desarrollar una estrategia marítima que les permita alcanzar este objetivo, que de acuerdo a varios autores y estrategas navales debe ser acorde a la realidad de los países en relación a su posición geográfica y recursos. 

En ese sentido es evidente que parte fundamental en ese rol, es su poder naval que está determinado por la fuerza (medios navales) y la posición geográfica, estos factores son potenciados por la voluntad estratégica que deben tener los gobernantes en desarrollar las estrategias, políticas y presupuesto para desarrollar el poder naval de las naciones que sean capaces entonces de ejercer el control de sus aguas nacionales.

Son varios los autores que han tratado de establecer los elementos del poder marítimo entre ellos el Almirante francés Pierre Lacoste quien basado en los conceptos del Almirante Mahan resaltó los siguientes: posición geográfica, favorable, factores económicos, factores políticos, astilleros e industrias, territorio y posiciones y una marina de guerra. 

En ese orden de ideas se enfoca el análisis de este ensayo en uno de los elementos antes mencionado que es “astilleros e industria naval” el cual es parte del poder marítimo de una nación, lo considera también como medios que tienen directa relación con el aprovechamiento del mar y sus recursos en el desarrollo nacional, presentando la importancia de potenciar ese elemento en Honduras el cual contribuirá al desarrollo del poder marítimo de la nación.

DESARROLLO

El rol de las armadas modernas, de acuerdo a Richard Till es la de ser capaz al menos de proteger sus intereses marítimos en su territorio por lo que debe estar en capacidad de conducir operaciones de baja intensidad a las amenazas emergentes como piratería, narcotráfico y tráfico de personas, es decir un rol de control de esos ilícitos, esto es llamado un rol policial en el mar, sin descuidar las tareas constitucionales de ejercicio de soberanía.

Dicho lo anterior no cabe duda entonces que los medios navales son un elemento fundamental en el desarrollo del poder naval, en ese sentido Honduras en los últimos años ha comenzado a mejorar este aspecto con la adquisición de nuevas embarcaciones comenzando en el año del 2013 se compraron mediante un contrato de arrendamiento con opción a compra de dos lanchas patrulleras de costa (CPV) del astillero de Damen, luego en el 2017 se adquirió un buque de apoyo logístico y de cabotaje (BAL-C) del astillero de COTECMAR en Cartagena de Indias, Colombia y al día de hoy se está a la espera del arribo de un buque patrullera de zona económica exclusiva (OPV) que se está construyendo en Israel.

Por otro lado las armadas tienen una clasificación de acuerdo Eric Groove quien en 1990 categorizó a las armadas de acuerdo a las capacidades para cumplir las misiones navales, estas van de 1 a 9 siendo la mayor calificación posible 1:

  1. Armada de proyección de fuerza global mayor – completa
  2. Armada de proyección de fuerza global mayor – parcial
  3. Armada de proyección de fuerza global mediana
  4. Armada de proyección de fuerza regional mediana
  5. Armada de proyección de fuerza adyacente
  6. Armada de defensa territorial marítima
  7. Armadas de defensa territorial costera
  8. Armadas de vigilancia policial
  9. Armadas simbólicas

 

De acuerdo a esa definición Honduras se puede ubicar en esa categoría entre el número 8 y 9, sin embargo con la adquisición de los medios mencionados puede convertirse en una armada categoría 7, Armada de Defensa Territorial Costera.

A pesar de lo anterior es de hacer notar que esta clasificación no solo depende de los medios navales o la cantidad de acero que se mueven por esas aguas sino es necesario saber si esos medios son suficientes para controlar sus espacios.

Es por lo anteriormente expuesto que la Fuerza Naval de Honduras debe ser capaz de proporcionar el mantenimiento adecuado a sus unidades de superficies, las cuales son el pilar fundamental del Poder Naval nacional, para esto entonces se debe tener las capacidades instaladas de astillero para varar las embarcaciones y realizarle los respectivos mantenimientos.

Es aquí donde entra en la ecuación el Centro de Reparaciones Navales el cual es creado con el objetivo de proporcionar el mantenimiento a las embarcaciones de la Fuerza Naval de Honduras en el año de 1988, con capacidades de levante de 150 toneladas sin embargo con el pasar de los años fue disminuyendo sus capacidades y hasta cierto punto obsoleto, considerando las nuevas embarcaciones que la Fuerza Naval ha adquirido en los últimos años reflejándose esto en la cantidad de embarcaciones que no están operativas que es un número considerable.

Como parte del acuerdo de la adquisición de las embarcaciones tipo CPV de Damen, se encuentra en proceso la repotenciación del Centro de Reparaciones Navales, planificando elevar las capacidades hasta 250 toneladas, además en algún momento se pensó en que tuviera capacidad de construcción naval sumado a las de reparación.

Es importante mencionar que este centro de mantenimiento fue concebido para que sea auto sostenible a través de la venta de servicios de reparación y varada al sector de la flota pesquera del país, sin embargo por diversos factores con la migración de mano calificada a la empresa privada y obsolescencia de algunos equipos estas capacidades se han visto disminuidas y reduciendo sus operatividad al mínimo.

Es por eso que surge la necesidad urgente de tomar cartas en el asunto, por lo que las autoridades de la Fuerza Naval de Honduras acertadamente lograron incluir en el acuerdo de adquisición de las embarcaciones tipo CPV mencionadas con anterioridad la repotenciación de este centro de mantenimiento.

A pesar de ello es imperante que la Fuerza Naval sea parte influyente en la administración de este nuevo astillero con un modelo de auto gestión orientada a satisfacer las necesidades de mantenimiento de las unidades de superficie y venta de servicios a la flota pesquera nacional y regional.

Con este modelo de auto gestión se lograría la generación de ingresos para garantizar el mantenimiento de todas las embarcaciones de la Fuerza Naval de Honduras logrando con ello un Poder Naval capaz de cumplir su rol que es el de proteger los intereses marítimos del estado tal y como el pensador Richard Hill afirma en sus postulados.

Por otra parte el Centro de Reparaciones Navales como parte de los astilleros e industria naval constituyen en sí mismo un interés marítimo del estado por lo que es entonces el Estado el responsable de impulsarlo. Esto podría ser llevado a través del modelo de gestión administrativa auto sostenible que se trasladará en beneficios económicos al Estado de Honduras por los aspectos que se explican en los siguientes párrafos.

En primer lugar con el impulso del nuevo astillero de la Fuerza Naval se lograrán beneficios importantes en materia económica para el Estado de Honduras especialmente en aspectos presupuestarios, no obstante se entiende que si es necesario una inversión inicial hasta alcanzar el punto de retorno.

En segundo lugar se visualiza una ventana de oportunidades para que el Centro de Reparaciones Navales reciba parte de la flota comercial del país, que cuenta con una flota pesquera considerable aproximadamente de 223 embarcaciones según datos de la Dirección General de Pesca las cuales se dedican al rubro del camarón, caracol, escama y Langosta generando ingresos importantes así como fuentes de empleo.

Estas embarcaciones realizan sus mantenimientos en algunas facilidades de pequeños astilleros en las ciudades de La Ceiba y Roatán, los cuales se dedican a realizar reparaciones menores y algunas mayores de acuerdo a unas limitadas capacidades.

Por otra parte la industria naval no solo está orientada a las reparaciones, de hecho es relacionada más a la construcción naval por lo que sería importante empezar a desarrollar proyectos de construcción naval de embarcaciones menores para ese rubro.

Para que el astillero de la Fuerza Naval obtenga las capacidades de construcción es necesario desarrollar un plan en el cual es necesario tomar varios aspectos que son fundamentales en ese objetivo estos son: humano y de infraestructura.

La Fuerza Naval de Honduras está llamada a ser el ente que lidere el impulso de la industria naval en la nación tal como lo dijo el Vicealmirante alemán Wolfgang Wegener: “La Marina debe ilustrar a la política, respecto a lo imperioso de ser potencia naval. Estos pensamientos no pueden partir de nadie más que de los oficiales de marina; ellos son los únicos que saben y se hacen culpables si no luchan para extender esta comprensión”.

De este pensamiento entonces se fundamenta la premisa del papel de los hombres de mar en crear conciencia marítima en los habitantes del país logrando más hombres de mar y un elemento entonces que aporta a esto es promoviendo la industria naval y astilleros que es lo que se logrará con la potenciación del Centro de Reparaciones Navales.

Otro aspecto fundamental que justifica la necesidad de la participación de la Fuerza Naval en el impulso de la industria astillera del país a través del Centro de Reparaciones Navales es garantizar la seguridad de la vida en el mar.

Honduras es miembro de la Organización Marítima Internacional y ha ratificado una serie de instrumentos de la organización entre los que destacan: Convenio internacional sobre arqueo de buques, Convenio internacional para la prevención de la contaminación por buques (ANEXO I/II) y el Convenio internacional para prevenir la seguridad de la vida huma a en el mar, 1974. 

De igual forma la construcción naval así como las reparaciones a los buques está regida por diferentes normas y procedimientos de las Sociedades de Clasificación de Buques las cuales según Resolución de la OMI A. 739 prescribe la autorización a organizaciones reconocidas para actuar en nombre de la Administración.

En términos generales la esencia de los convenios y los reglamentos de las sociedades de clasificación es garantizar las buenas prácticas en materia de construcción naval con el objetivo de asegurar embarcaciones y artefactos navales que cumplan con los estándares de seguridad de las personas y control de contaminación del mar.

Como se mencionó con anterioridad si existen en Honduras ciertas facilidades de reparación especialmente en el sector de las ciudades de La Ceiba y Roatán, los cuales realizan mantenimiento a las embarcaciones de la flota comercial del país.

El ente regulador de estos astilleros es la Dirección General de Marina Mercante de acuerdo a lo que está enmarcado en la Ley de Marina Mercante regula las actividades marítimas del país, sin embargo esta ley está orientada a regulaciones más administrativas y de seguridad industrial del funcionamiento de los astilleros. A pesar que se siguen y cumplen ciertas prácticas enmarcadas en algunos estándares internacionales deja muchas ambigüedades específicamente en materia de seguridad y contaminación del mar.

En los últimos años ha habido en el país varios incidentes de incendios de embarcaciones dedicadas a la pesca, los cuales no han sido esclarecido las razones de dichos siniestros, en respuesta a eso la Organización Marítima Internacional a través de la Marina Dirección General de Marina Mercante ha realizado supervisiones en materia de equipos contra-incendios, sin embargo existe la posibilidad de malas prácticas de reparación realizadas en estos astilleros.

En ese orden de ideas es imperante que exista un mejor control en las labores de los astilleros en materia de calidad y seguridad, por lo que es necesario establecer un marco legal que permita supervisar dichos aspectos, de igual manera procedimientos y responsabilidad legal a los dueños de los astilleros, los cuales deben estar constituidos en una organización de astilleros del país con el objetivo de realizar las buenas prácticas de construcción contemplados en los convenios internacionales y reglas de las sociedades de clasificación, siendo el más idóneo en liderarlos el estado a través del Centro de Reparaciones Navales como representante del Estado de Honduras que debe ser garante de la seguridad de las personas y bienes.                          

27 April 2022
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