El Racismo en el Ámbito Educativo en Ecuador
Introducción
¿Alguna vez has sido humillado por el simple hecho de pertenecer a un país, cultura, etnia o color de piel diferente al de los demás? Si la respuesta es sí, este suceso se considera racismo (Nery, 2014).
Antes de empezar tenemos que definir ¿qué es? y ¿cómo nace el racismo?, este surge con el único fin de tipificar o clasificar a los seres humanos en diferentes niveles sociales los cuales dividen a una nación por las diferencias físicas y culturales de los distintos grupos humanos. Este concepto de raza es muy ambiguo, ya que recientes estudios científicos han demostrado que no existen las razas. Esta limitación que impide demostrar que existen biológicamente las razas lleva a algunos investigadores a eliminar por completo este esta definición del vocabulario de las ciencias sociales; por lo que se recomienda que se lo reemplace por el concepto de etnicidad, el cual se refiere a las características sociales y culturales que diferencian a las distintas sociedades (DI NAPOLI, 2013).
Desarrollo
Como bien se sabe el racismo aún está presente en todas las culturas y ámbitos de la vida, como en la política, la religión, el trabajo o la educación que es la que desarrollaré a continuación. Específicamente me centraré en el racismo dentro de las instituciones educativas del Ecuador y como se experimenta en sus tres formas de abuso: verbal, físico y psicológico.
Para Pablo Di Napoli (2019):
“La escuela es uno de los lugares en los cuales surge, fomenta y hasta se institucionalizan charlas y prácticas racistas que, si bien son hábitos normales de los jóvenes de esa edad, muchas veces estas prácticas trascienden su entorno y forman parte de un entramado social más amplio. El establecimiento escolar aparte de ser un funcionario de socialización también es un área de sociabilidad”. Los estudiantes pasan entre 5 a 7 horas diarias con otros de su misma generación con los cuales comparten experiencias, hacen nuevas amistades, grupos de afinidad y solidaridades sin que por ello no se entrecrucen también relaciones conflictivas” (Illicachi Guzñay, 2015).
El abuso verbal que sufren algunos estudiantes en su aula de estudio se da tanto por parte de estudiantes como de los docentes. “Si bien es cierto, hay palabras violentas y palabras que violentan” (Torre C. D.). Existen términos que en ciertos contextos y situaciones poseen una forma negativa o despectiva de decirlos hacia ciertos individuos o grupos sociales. La discriminación racial es conductora de bastantes de estas expresiones por medio de las cuales se violenta el bienestar del individuo agravada (Torre C. D.).
La sociedad ecuatoriana, presume ser una sociedad no racista, sin embargo, la investigación realizada en algunos centros educativos y los testimonios de algunos alumnos de las diferentes instituciones pone en evidencia que si existe racismo. Las instituciones educativas aparentemente son más efectivas al momento de la perdida de la vestimenta, lengua y cultura. La indumentaria indígena siempre es fuente de discriminaciones y estereotipos constantes en el ámbito educacional, se ve claramente la imposición de vestimenta mestiza sobre lo indígena. En pocas palabras, el vínculo que existe entre la vestimenta indígena y mestiza es una ilación de poder, ya que el segundo claudica al primero (Illicachi Guzñay, 2015).
De acuerdo con unas encuestas realizadas por la “Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2011)” a niños afrodescendientes sobre el racismo se dio a conocer que desde las declaraciones de estas personas encuestadas se puede constatar que en donde más se frecuentan las manifestaciones del racismo es en las instituciones educativas. De este modo, los mismos compañeros de clase son los que principalmente avivan la marginación a través del poderío de “apodos, burlas, violencia física, la evitación del contacto físico y de la interacción ya sea para ejecutar actividades grupales en clase, juegos durante el periodo de recreo, pero también en espacios como cafeterías, transporte y bibliotecas” (Pineda, 2016).
CIDH (2011):
“En el colegio mis primeros años nadie quería compartir el asiento conmigo (Cuestionario: Hombre, 55 años, Colombia)”.
“Me he sentido discriminada por ser negra, sobre todo en el liceo, creo que fue mí época más dura, séptimo año de bachillerato, mis compañeros me decían chupeta de petróleo por ser gordita y por ser negra (Entrevista en profundidad: Mujer Afrodescendiente II)”.
“Desde mi infancia he sufrido discriminación, burlas, o chistes por mi color de piel y la textura de mi cabello, en la escuela, en la universidad (Cuestionario: Mujer, 23 años, Colombia)”.
El uso de los transportes públicos es otro espacio en el que los alumnos de disímiles etnias son segregados con comentarios ofensivos tales como: “indio pasa para atrás, no te quedes parado, pareces tonto, da paso y un sin fin de comentarios”. Es por tal motivo que los “blancos” y mestizos soslayan relacionarse con los indios, indígenas, cholos y demás etnias de nuestra patria, pues les da pavor que se les pegue el ‘mal olor’ y la ‘pestilencia’ de estas etnias. Todos estos comentarios dañan la integridad de la persona afectada (Torre Espinosa, 1996).
Pero estas formas de exclusión racial en los establecimientos también son manifestadas y efectuadas por parte de los docentes quienes en ocasiones promueven hábitos y alegatos racistas en los cursos, coadyuvando de este modo, a la consternación y baja autoestima de los discriminados. (Pineda, 2016)
Carlos de la Torre (1996) realizó una entrevista a un niño indígena otavaleño que fue discriminado por su etnia y forma de vestir. Él sufrió daños, no solo verbales sino también físicos, por parte de sus compañeros y profesores los cuales lo llamaban indio y lo castigaban con reglas al no poder hablar bien. Esta es una clara evidencia del racismo que existe en el país, es algo que ocurre a diario en las diferentes instituciones educativas.
La historia del entrevistado no solo nos da a conocer la discriminación que sufre el niño, y como esta queda marcado para siempre en él, sino que esta narrativa también ayuda a comprender cómo se llevan a cabo los practicas del racismo. Las vivencias de este niño con sus maestros y compañeros de estudio de otras etnias se menudean en las historias de la mayoría de los entrevistados y en las consumaciones de un estudio acerca del racismo en doce escuelas urbanas del Ecuador que se realizaron en la década de los noventa concluye que: “el maltrato físico y sicológico es una práctica cotidiana en la escuela.” El inquirido cuenta que estuvo sometido a varios castigos físicos que los maestros y compañeros le imponían. El uso de diferentes objetos como reglas, varas e incluso la ortiga colman en los informes. Inclusive, a pesar de que la filosofía de los educadores fue ‘la letra con sangre entra’ se puede adjudicar que tanto indios como blancos y mestizos eran golpeados, las historias de sanciones van a la par con insultos ofensivos tales como: ‘longo rudo, longo bruto, longo sucio, a cuidar vacas.’ (Torre C. d., 1997)
Por otro lado, el maltrato psicológico se da por el abuso verbal y físico al alumno, y se apoya en conductas premeditadas, realizadas desde una postura de poder y orientadas a desvalorizar, hacer daño psíquico, bajar la autoestima y reducir la confianza personal del damnificado, en este caso el estudiante. Así, la discriminación racial es una veteranía que se vive en soledad, que se mantiene en silencio debido a que nadie quiere decir que ha sido segregado. Por lo que los perjudicados experimentan distintos efectos y estados psicoemocionales como: estrés, inseguridad, ansiedad, aislamiento, desconfianza, sensación de no pertenecer, dificultades y temor de hablar en público, depresión, entre otros (G., 2018).
Estos actos no solo tienen un impacto emocional e intrínseco en los infantes y jóvenes dificultando sus procesos interactivos, y creando sentimientos de inseguridad al momento de relacionarse con los demás; sino que también afecta el rendimiento en el ámbito escolar. “Dentro de las instituciones educativas se liberan complicados procesos que actúan en ofuscación de las minorías. Diversas investigaciones han aportado pruebas que indican que el bajo rendimiento de algunas minorías étnicas está ligado a los procedimientos de dichas escuelas” (G., 2018). Por lo que, estos hechos de racismo coadyuvan a que el alumno quiera abandonar la escuela, lo cual va a traducirse en unos bajos índices de escolaridad en la sociedad que está siendo discriminada.
Conclusión
Hemos visto a lo largo de este ensayo que el racismo está presente prácticamente en todos los ámbitos de la vida como la cultura, forma de vestir, etnia o color de piel. En la educación de Ecuador y Latinoamérica, el racismo es algo que pasa todos los días. Estos espacios educacionales son por los que la discriminación racial se difunde y propaga a los niños y jóvenes ecuatorianos. Los testimonios, los resultados de las entrevistas irradian los prejuicios y distinción racial a partir de la ideología de los blancos y mestizos normalizando su complejo de superioridad ante los demás y menospreciando a los indígenas, afrodescendientes y remanentes etnias; esta tasación ha sido y es comunicada de una forma práctica de generación en generación por medio de los distintos módulos de educación y socialización.
Como ya mencioné antes, las diferentes formas de abuso de la discriminación racial pueden dejar un gran daño psicológico en el alumno y eso trae consigo muchos problemas psicoemocionales que deben ser tratados con profesionales. Entonces debemos concientizar a los estudiantes ecuatorianos para que esto pare y no haya más niños-jóvenes discriminados y así puedan tener una educación plena y placentera.
Referencias
- DI NAPOLI, P. (2013). Violencia, racismo y escuela. El caso de los alumnos tipificados como violentos. Obtenido de Propuesta Educativa, (39),43-50: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=403041710006
- Espinosa, C. d. (1996). EL RACISMO EN ECUADOR: Experiencias de los indios de. Obtenido de http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Ecuador/caap/20120928023907/torre.pdf
- Espinosa, C. d. (1996). Racismo y vida cotidiana. Quito, Ecuador: CAAP. Obtenido de http://hdl.handle.net/10469/6059
- G., E. P. (28 de Diciembre de 2018). Las heridas del racismo: Efectos psicosociales de la discriminación racial en las personas afrodescendientes en América Latina. Obtenido de Universidad Central de Venezuela: https://iberoamericasocial.com/las-heridas-del-racismo-efectos-psicosociales-de-la-discriminacion-racial-en-las-personas-afrodescendientes-en-america-latina/
- Illicachi Guzñay, J. (2015). Racismo, neorracismo y educación. Obtenido de Universitas. Revista de Ciencias Sociales y Humanas, (22),95-115: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=476147262005
- Nery, J. A. (20 de Febrero de 2014). Creencias sobre el concepto de raza en profesionales de la educación en Baja California. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-70172014000200011
- Pineda, E. (2016). DISCRIMINACIÓN RACIA L Y VIDA COTIDIANA EN AMÉRICA LATINA: EMPLEO, EDUCACIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Obtenido de Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, XXII(2),121-144: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=36451387007
- Torre Espinosa, C. d. (1996). El racismo en Ecuador: Experiencias de los indios de clase media. Obtenido de CAAP, Centro Andino de Acción Popular: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Ecuador/caap/20120928023907/torre.pdf
- Torre, C. d. (1997). ‘La letra con sangre entra:’ Racismo, Escuela y Vida Cotidiana en Ecuador. Guadalajara: Drew University.
- Torre, C. D. (s.f.). Rituales racistas en las escuelas. Obtenido de Drew University: http://biblioteca.clacso.org.ar/ar/libros/lasa97/delatorre.pdf